“Una puerta a la tierra de las oportunidades”. Este es el título optimista con el cual se inicia el encuentro de líderes empresariales con presidentes y jefes de gobierno de los países que forman parte del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC por sus siglas en inglés) presentando un país ideal para las inversiones y fortaleciendo un enfoque que ha servido como hilo narrativo del gobierno para minimizar las movilizaciones que se realizarán durante la semana del encuentro internacional.
Sin embargo, ¿Cuál es el costo de la apertura a las inversiones de las empresas asiáticas en nuestro país? ¿Existe una adecuada legislación que proteja el medio ambiente y el crecimiento social frente a la presencia de empresas de capitales extranjeros? APEC 2024 llega en un escenario donde el régimen de Dina Boluarte ha insistido en acabar con la “tramitología” para acelerar grandes inversiones, sobre todo de industrias extractivas como la minería.
Hace 10 años, el denominado “Paquetazo Ambiental” fue una de las normas que partía sobre la base de ese discurso de incentivo a la gran empresa. El resultado: Más de 60 millones de soles en multas reducidas o perdonadas a empresas extractivas que causaron daños ambientales en sus zonas de actividad, de acuerdo a una serie de investigaciones que realizó Convoca en la última década.
Para la presidenta Dina Boluarte, el foro APEC 2024 “es la oportunidad que tenemos para consolidar al Perú como destino confiable para las inversiones que hacen crecer nuestra economía y traen el desarrollo para más peruanos”. Sin embargo, en materia ambiental el discurso y la acción de su gobierno han estado alejados del tema económico y de inversiones.
En su mensaje por 28 de julio, Convoca.pe encontró que la mandataria anunció el pronto inicio del proyecto minero Tía María, en Arequipa, donde la población del Valle del Tambo en Islay sigue mostrando su oposición pero no dedicó alguna línea de las 79 páginas de su discurso a los casos de contaminación ambiental que tiene origen en operaciones mineras que están claramente identificadas por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA).
El discurso gubernamental de promover las inversiones va de la mano con las acciones que buscan terminar con la “tramitología”, entendida como los tiempos establecidos para declarar la certificación y aprobación de los estudios de impacto ambiental presentados por las empresas que realizan actividades en minería e hidrocarburos.
El foro APEC está centrado en el comercio y la inversión para el crecimiento económico, sin embargo este encuentro se produce en medio de una convulsión social donde se anuncian movilizaciones y protestas en reclamo frente a la inseguridad ciudadana y la falta de legitimidad de un gobierno que no cuenta con el respaldo popular.
Además se paralizan actividades mediante decretos supremos, con la intención de mostrar “una imagen positiva del país” como han señalado el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén y otros miembros del gabinete.
La cumbre de presidentes y jefes de Estado que se realizará en esta semana del APEC es, para el sociólogo Carlos Monge, “una oportunidad para lucirse hacia afuera y también para ganarse puntos hacia adentro”, sin embargo, asegura el analista, “para la gran mayoría de Lima y alrededores es una molestia: niños y niñas que no van a la escuela, calles cerradas que impiden el tránsito, trabajos cerrados que hacen que empresarios y trabajadores pierdan ingresos.”
El “gigante” chino y su presencia en Perú
Un informe de Comex Perú revela que en los últimos 30 años el crecimiento económico de China superó el crecimiento promedio global, con un 8,6% de crecimiento anual, frente al porcentaje de Perú que alcanza el 2.1% anual en promedio.
Esto convierte al país asiático en un socio importante para nuestro país. La reciente visita de la presidenta Boluarte a China muestra el interés comercial que existe con esta república. El mismo Comex revela que los minerales lideran la lista de exportaciones a China: “el sector minero representa un 89.1% del total de las exportaciones peruanas al gigante asiático. Entre los productos exportados, destacan los envíos de cobre, que totalizaron US$ 8,772 millones entre enero – julio de 2024 y representaron un 61.5% de las exportaciones totales a ese país”, revela el informe.
Esto puede generar que se promuevan discursos gubernamentales como los mencionados anteriormente sin tener en consideración que las empresas chinas que han funcionado o siguen en actividad en Perú han tenido cuestionamientos y conflictos con las comunidades de las zonas de impacto en las cuales actúan.
En 2022, Convoca reveló que la mayoría de inversiones chinas en Perú tenían en común conflictos sociales con las poblaciones indígenas por problemas relacionados a contaminación ambiental, incumplimiento del derecho a la consulta previa, el pago de compensaciones, entre otros.
Para el economista Germán Alarco, profesor investigador de la Universidad del Pacífico, toda inversión en sectores extractivos y otros debe ser bienvenida “mientras cumpla los estándares ambientales y tenga licencia social. Esto aplica para toda inversión independiente de su origen. Si no los tiene no debe ser admitida. Necesitamos empresas e inversión responsable socialmente y que cree valor compartido”
El megapuerto de Chancay
Mientras se desarrolla la semana de líderes del APEC, las organizaciones sociales también han realizado un encuentro donde se han congregado economistas, especialistas en tema medioambiental y dirigentes de organizaciones gremiales y de poblaciones afectadas por los efectos negativos de las inversiones asiáticas, en especial de China, en nuestro país.
En este encuentro denominado “Foro Social APEC Alternativo”, participó Vladimir Cantoral, presidente del Frente de Defensa de Chancay, ciudad de la provincia limeña de Huaral donde esta semana se inaugurará el megapuerto impulsado por el gobierno con una fuerte inversión económica proveniente de China.
Para Cantoral, la inauguración del megapuerto “es la cereza del pastel para avalar la destrucción de un distrito, de ecosistemas, de playas y de viviendas”, además acusa al gobierno de ser “aval de esta destrucción”.
El megapuerto, que será inaugurado esta semana del APEC, no ha estado exento de polémica ni de crítica, empezando por el estudio de impacto ambiental que revelaba varias omisiones, además de los impactos que se produjeron en la ciudad durante su construcción.
¿Es APEC la solución a la economía nacional?
Existe descontento a nivel social por la realización del foro APEC. Ibis Fernández, Responsable del Departamento de Ecología y Medio Ambiente de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) señala que APEC “es un saludo a la bandera” toda vez que -considera- no se llega a conclusiones vinculantes y “refuerzan el modelo primario exportador y es funcional a las economías que dañan el medio ambiente y agreden a los trabajadores”.
Para el economista Germán Alarco, “toda inversión es positiva; sin embargo, al tratarse de sectores extractivos como la minería y el petróleo se generan divisas pero poco empleo, ya que se trata de inversiones muy intensivas en capital”.
Alarco señala que los vínculos de estas actividades con otras paralelas son reducidas “es lo que los economistas denominamos como “reducidos encadenamientos” en producción y empleo”, sostiene.
Las movilizaciones han iniciado en diversas regiones y se espera que también se den en Lima. Los organizadores de las manifestaciones quieren llamar la atención de los países visitantes al foro APEC sobre la inseguridad y la falta de legitimidad de un régimen que como señala el analista Carlos Monge “saldrá más debilitado y tendrá que responder al país por lo que ha hecho y sigue haciendo en complicidad con el Congreso”.