El derrumbe del túnel en construcción en la carretera Panamericana Norte, que derribó viviendas y avivó los temores de la población, hizo que los reflectores apunten de nuevo a las obras del Megapuerto de Chancay, la gran infraestructura que tiene una inversión proyectada de más de 3.600 millones de dólares. Pero a pesar de la cobertura que le dieron los medios de comunicación a este desastre, otras novedades que han tomado por sorpresa a los vecinos de la localidad han pasado desapercibidas.
Una de ellas es la posibilidad de que se licite una nueva carretera sobre la que los chancayanos hasta hace unas semanas no tenían ninguna idea, aunque desde hace meses ya estaba en los planes del Ministerio de Transportes y la posible empresa que la construiría, Norvial. Otro motivo de sobresalto es el nuevo giro en el discurso del gremio minero, que aspira a exportar sus minerales por este megapuerto del Pacífico a pesar de que hace tres años a la población local se le aseguró que eso no ocurriría.
Como se sabe, el proyecto es construido por Cosco Shipping Ports Chancay Perú SA, cuyos accionistas son la empresa estatal china Cosco Shipping Ports Ltd (60%) y la minera Volcan (40%), de la suiza Glencore. Esta última acumula cientos de infracciones ambientales por sus actividades en Pasco y Junín.
Vía desconocida
La ciudad de Chancay, de 57 mil habitantes, continuará experimentando más cambios en su área urbana y rural. El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ya está preparando nuevas construcciones viales para agilizar la alta transitabilidad vehicular que generará la operación de los terminales portuarios, cuya puesta en marcha está programada para el 2024.
Desde hace varios meses, el MTC, Cosco Shipping Chancay y la concesionaria de la carretera Panamericana Norte, Norvial SA, vienen coordinando diferentes intervenciones para construir al menos otras cuatro obras que buscarán reducir el tiempo de llegada de los camiones y cargas desde el norte y centro del país hasta el nuevo megapuerto. Pero la población chancayana no estuvo enterada de estos nuevos cambios que se planifican para su ciudad hasta el último 5 de mayo de 2023.
Ese día hubo una reunión entre los vecinos de la zona del sector de Peralvillo —un centro poblado del distrito—, representantes de la Municipalidad de Chancay, un funcionario del MTC y un representante de Norvial, propiedad del fondo chileno BCI y de Aenza (antes conocida como Graña y Montero). Este último hizo el anuncio de la nueva vía que alertó nuevamente a los habitantes de la zona.
"Estamos haciendo una propuesta al ministerio [de Transportes y Comunicaciones] para hacer un ‘evitamiento’ para que toda la parte de [el tráfico de] Chancay pase por atrás. Eso se está haciendo en una propuesta, que cuando sea aprobada por el ministerio va a ser una realidad", se le escucha decir a un ingeniero de Norvial, en un video al que accedió Convoca.pe.
Esta intención también fue confirmada por el representante de la Oficina de Diálogo y Gestión Social del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), Marco Capillo, quien en la misma reunión afirmó que "aún no se ha tomado una decisión al respecto". "Se entiende que en su momento, cuando el MTC haga suyo este proyecto, antes de una ejecución tiene que informar a la población", dijo el funcionario del MTC.
Los reclamos no se hicieron esperar. "No queremos más sorpresas. Eso que están anunciando es cosa sería y va a afectar a muchísima gente. ¿Por qué no muestran todo el plan maestro de la empresa (Cosco Shipping)? ¿Por qué no muestran lo que quieren hacer con Chancay?", exclamó uno de los vecinos asistentes, que mostraba su temor a que se realicen nuevas expropiaciones de viviendas para la nueva Vía de Evitamiento.
No obstante, este proyecto de la Vía de Evitamiento no solo es una idea lejana. Días después, el 16 de mayo, el día del derrumbe en el túnel en la Panamericana Norte, el viceministro de Transportes Alberto Ñecco informó a la prensa que está trabajando con la empresa Cosco Shipping y Norvial para "ejecutar en el menor plazo posible" las obras viales que permitan una alta transitabilidad ante la puesta en operación del terminal portuario.
Además de la Vía de Evitamiento de Chancay, se planean desvíos y otras vías de evitamiento y un par vial (pista de un solo sentido) en Pasamayo.
“Nos encontramos trabajando con el concesionario en los estudios técnicos para poder viabilizar estas vías. Nos encontramos ejecutando los estudios, y dependiendo de los resultados definiremos una fecha de inicio”, subrayó el viceministro, quien al menos desde marzo sostiene encuentros con representantes de Cosco Shipping para viabilizar estos proyectos.
El pasado jueves 25, en una conferencia de prensa, Convoca.pe preguntó a la ministra de Transportes Pierina Lazarte Castillo cuáles son los trazados de ruta para la obra de la Vía de Evitamiento y el par vial, así como la modalidad de contratación. La ministra se comprometió a enviar las preguntas por escrito. Insistimos con su oficina de prensa en los días sucesivos, pero el MTC no envió las respuestas prometidas.
Temor en el norte chico
Según el sociólogo Alejandro Chirinos, director de la ONG Cooperacción, que brinda asesoría técnica a los defensores ambientales de esta bahía, el temor de la sociedad chancayana es que solo los funcionarios involucrados conocen el trazo para la nueva Vía de Evitamiento. Chirinos comenta que una de las sospechas de la población es que la Vía de Evitamiento se sitúe en la costanera, algo que afectaría a cientos de pescadores artesanales que realizan pesca de orilla.
La anunciada obra del par vial de Pasamayo también ha despertado preocupación en los defensores ambientales del norte chico, pues el proyecto podría afectar las Lomas de Ancón, un área natural protegida y sitio turístico emblemático de esta zona de la región Lima.
“Si uno se pone en la perspectiva ambiental y de protección de la biodiversidad, además por los compromisos ambientales internacionales que el Perú ha firmado, habría una amenaza enorme”, comenta Chirinos a Convoca.pe. El especialista además resalta que muchos pobladores organizados en Chancay y Aucallama trabajan en proyectos de ecoturismo en esta zona reservada.
Pero el temor por la situación ambiental no es reciente. El hecho de que una de las principales empresas mineras del país, Volcan, sea parte de la construcción y operación del megapuerto hace pensar a muchos que esta infraestructura también serviría como punto de exportación de minerales y recepción de insumos para producirlos.
Ya en el 2020 las accionistas del megapuerto, Volcan y Cosco Shipping, querellaron a dos dirigentes de Chancay que habían indicado que en el puerto se trasladarían minerales, tal como lo había señalado en el 2017 el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski durante un acto oficial. En audiencia judicial, los abogados de la empresa portuaria afirmaron una y otra vez que esto no sería así.
Sin embargo, el discurso del gremio minero empieza a apoyar la idea negada de que Chancay se convierte en un hub portuario para la exportación de metales. En noviembre de 2022, durante el lanzamiento del Perumin 36, el presidente del Comité Minero de la Sociedad Nacional de Minería (SNMPE), Domingo Drago, aseveró que el megapuerto de Chancay "dará entrada y salida a los insumos y producción minera".
“El Puerto de Chancay es una inversión de origen chino que se convertirá en una nueva alternativa robusta para la comercialización de minerales que se producen en zonas cercanas hacia el exterior”, explicaba. “Y no solo favorecerá a nuestra industria, pues será el canal de exportación de los bienes producidos por otros sectores económicos también importantes”, añadió el alto dirigente gremial.
Este interés del sector extractivo se explica por la cercanía de algunas grandes operaciones mineras del norte y centro del país a lo que será el Megapuerto de Chancay. Estas incluyen a las minas controladas por la suiza Glencore, como la de Volcan. Por ejemplo, la unidad minera “Cerro de Pasco” de esta última, de donde el 2022 se extrajeron 24 mil toneladas de zinc, 1,3 millones de onzas de plata y 9 mil toneladas de plomo, está a sólo 208 kilómetros de Chancay.
Si bien Volcan y otras mineras de Cerro de Pasco llevan sus cargas desde el centro del país por el Ferrocarril Central hacia el puerto del Callao, en casos de desastres naturales o eventos que interrumpen la operación del tren los minerales son transportados por vía terrestre en camiones.
Volcan también tiene unidades en la provincia de Huaral, como la operación Romina II, su proyecto de exploración más avanzado, que se encuentra a solo 150 kilómetros del puerto. El entonces CEO de esa minera, Francisco Fernández, anunció en abril de 2022 que la puesta en marcha para la extracción de zinc, plomo y plata estaría programada para el cuarto trimestre de 2024.
El inicio de las operaciones del Megapuerto de Chancay están proyectadas para el segundo semestre del mismo año.
Alejandro Chirinos, de Cooperacción, comenta que pese a que la empresa Cosco Shipping ha indicado que Chancay no será un puerto de minerales, su ubicación estratégica en un triángulo minero —en el que se encuentran las operaciones de minería metálica y no metálica en la sierra de Áncash y en las provincias de Oyón y Cajatambo de Lima— es claramente de gran interés para el sector extractivo.
La preocupación de la población de Chancay se basa, sobre todo, en los antecedentes en materia ambiental de la empresa Volcan. Información recopilada por Convoca.pe para su plataforma Convoca Deep Data indica que es la compañía del rubro minero con mayor número de sanciones ambientales en todo el Perú. Entre 2011 y 2022, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) detectó que cometió 283 infracciones y emitió 92 resoluciones de sanción contra ella.
La dirigente de la Asociación de Defensa de las Viviendas y Medio Ambiente del Puerto de Chancay, Miriam Arce, indica que si bien Cosco Shipping ha negado que el proyecto sea para transportar minerales, los habitantes locales aún ven este anuncio con escepticismo.
"Volcan no transporta ni papas ni cebollas", dice Arce, en referencia a la actividad minera de la empresa socia del megapuerto. Los dirigentes están atentos a observar si es que se producen modificaciones en alguna de las próximas etapas que continuarán en la construcción de los terminales, lo que durará más de una década.
Convoca.pe consultó a la operadora Cosco Shipping, a través del correo de su oficina en Lima, si se convertirá o no en un puerto minero, como lo espera el vicepresidente de la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo. Hasta el momento no han respondido a nuestras preguntas.