El anuncio del Ministerio de Salud sobre la aplicación de la vacuna de Sinopharm contra el Covid-19 en personas mayores de 38 años ha levantado una bruma de publicaciones falsas, sobre todo en redes sociales. No sólo usuarios encubiertos por la virtualidad, sino también personalidades con nombre y apellido propagan el miedo injustificado con respecto al inmunizador fabricado por el laboratorio chino.

Convoca.pe revisó 9 mil 936 tweets que incluían la palabra “Sinopharm” desde el día 3 hasta el 6 de agosto, fechas donde existió mayor ruido ante esta última decisión del Ministerio de Salud. En efecto, al menos 3 mil 576 de estos mensajes tienen como origen cuentas que declaran tener ubicación en Perú.

Entre ellos, hubo noticias falsas y rumores infundados acerca del inyectable asiático, así como críticas al gobierno de Pedro Castillo y de sus antecesores. Una sola cuenta anónima con 12 seguidores produjo 58 publicaciones en contra de la vacunación con Sinopharm solo en los cuatro días analizados. Sin embargo, fueron más numerosos los mensajes con base científica que hacían frente a la desinformación, además de las respuestas a los incrédulos.

Bases de la desinformación

Mercedes Palomino, periodista que ha investigado desde el plano académico el fenómeno de las noticias falsas, considera que hay que comprender el contexto donde surge la desinformación con respecto a la vacuna de Sinopharm. "Está muy relacionado a una estrategia política", señala para Convoca.pe la docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Como se recuerda, el congresista de Fuerza Popular, Ernesto Bustamante, y el ex candidato de Renovación Popular, Rafael López Aliaga, fueron los principales responsables de deslegitimar la vacuna desde sus inicios. Para ello, tuvieron como plataforma el canal de televisión Willax. Era un contexto en el que no sólo se discutía sobre la eficacia que tenía el inmunizador en el ensayo clínico, sino que se atravesaba una campaña electoral y política.

Palomino anota que esta discusión se dio en el momento en que se cuestionaba la posibilidad de importar vacunas por parte de empresas privadas. "Era una contraposición entre lo público y lo privado. Se intentaba decir que todo lo que daba el Estado era malo o de baja calidad", argumenta. 

En octubre del 2020, Keiko Fujimori anunciaba a Ernesto Bustamante como parte de su equipo técnico, quien se convirtió en el principal desinformador de la vacuna de Sinopharm.

El escenario de la pandemia y de la creación de vacunas gatilló los miedos debido a la rapidez con que se difundía la información. Según la investigadora, los medios de comunicación debieron tender puentes con la ciudadanía y la comunidad científica para brindar información correcta y evitar que aumenten los temores. En un contexto tan emotivo, la información negativa, llevada por el miedo y la novedad, fue tomada con mayor peso.

"Lo que nos queda como sociedad es tratar de bajar los grados de ansiedad y emoción para mirar con cautela la información a la que podemos acceder", recomienda.

Narrativas

El expresidente Martín Vizcarra continuó relacionado a las vacunas contra el Covid-19 luego del escándalo del “vacunagate”. Y es que, después de su vacancia, el también excandidato al Congreso publicó una fotografía luego de haber sido vacunado con una dosis de Pfizer, a pesar que ya había sido inoculado a fines de 2020 con dos dosis de Sinopharm en secreto.

Este episodio ha sido aprovechado por personajes para insinuar que Vizcarra, al colocarse una dosis de otro laboratorio, consideraría que la vacuna asiática no sería efectiva, algo que es falso como lo ha demostrado la evidencia científica. La comunicadora Milagros Leiva así cuestioneó su efectividad, a manera de preguntas.

Uso político de la mortalidad

Las estadísticas falsas sobre las muertes del personal de salud también vienen siendo usadas por usuarios en redes sociales para desprestigiar la vacunación contra el Covid-19. Y es que los primeros inmunizados con las dosis de Sinopharm fueron los médicos y enfermeros que estaban en primera línea. 

A finales de junio, la desconfianza contra la vacuna aumentó al iniciarse un movimiento desde el Colegio Médico del Perú -desde su Consejo Regional de Puno- que insistía en pedir para sus agremiados una tercera dosis, pero esta vez de un distinto laboratorio, de Pfizer. Sin embargo, el Colegio Médico ya había realizado un estudio que revelaba la efectividad del laboratorio chino, en el que se indicaba que solo 14 profesionales de su orden habían fallecido de Covid-19 después de las dos dosis de esta vacuna.

El ex Ministro de Salud, Oscar Ugarte, anunció que no había evidencia concreta de la necesidad de aplicar una tercera dosis. Foto: Andina.

Luego, las cifras del Ministerio de Salud mostraron una discrepancia con las del Colegio Médico, como verificó Convoca.pe en su momento. Según la institución pública, en realidad fueron siete las muertes de los médicos totalmente vacunados con Sinopharm entre febrero y junio de este año.

No obstante la diferencia -debida a las metodologías usadas para medir los decesos por Covid-19-, ambas investigaciones concluyeron que las dos dosis de Sinopharm reducían notoriamente el riesgo de muerte.

Sin embargo, la confusión ha dado pie a que distintos usuarios en Twitter utilicen las muertes para desprestigiar la vacuna Sinopharm. La ex congresista de Fuerza Popular Karla Schaefer, quien fue miembro del parlamento disuelto en 2019, aprovechó la coyuntura para tuitear que “han muerto 48 médicos teniendo dos dosis de Sinopharm”, información que no se sostiene en ninguna estadística.

La excongresista de Fuerza Popular, Karla Schaefer fue una de las personas que indicaba un número distinto al del Minsa para aumentar la desconfianza contra la vacuna china.

Lo cierto es que la vacuna del laboratorio chino sí es efectiva para evitar la muerte de personal de salud. Así lo indicó un último estudio del Instituto Nacional de Salud (INS), donde indica que entre el personal de salud vacunado con dos dosis aplicadas de Sinopharm se evitaron las muertes por covid-19 en un 94%.