La suerte está echada para el expresidente Alejandro Toledo. Luego de pasar seis años prófugo en California, Estados Unidos, finalmente será extraditado en los próximos días al Perú. El último viernes se entregó a las autoridades norteamericanas en cumplimiento de una orden del juez a cargo de su extradición Thomas Hixson. Ahora se encuentra en el centro correccional de Maguire, en el condado de San Mateo, a la espera de su próximo vuelo a Lima.

Lo esperan una celda en la prisión de Barbadillo y largas jornadas de audiencias judiciales por el caso Interoceánica Sur Tramos 2 y 3, en el que se le acusa de favorecer a la constructora brasileña Odebrecht con la adjudicación de esa obra vial a cambio de un soborno de más de 30 millones de dólares.

El Equipo Especial Lava Jato del Ministerio Público ha pedido una condena para Toledo de 20 años y seis meses de prisión efectiva, cifra que a su edad (77) representaría una condena vitalicia. Cabe precisar que la extradición concedida es únicamente por este caso.

Toledo presentaba la carretera Interoceánica como el máximo logro de infraestructura de su gobierno. Foto: Perú Posible.

Sospechas y fuga

En el 2015 Alejandro Toledo aún se permitía aparecer ante las cámaras con el brillo de quien se considera exitoso. Una vez, acompañado por su esposa, Eliane Karp, declaró sin esconder su orgullo que recibiría un “premio Nobel en la India”. Para entonces sus declaraciones tenían ese tinte: entre lo pintoresco y el desvarío. No sospechaba, tal vez, que ya los hilos empezaban a desenredarse y que más pronto que tarde saldrían a la luz los hechos que luego provocarían su fuga del país.

Por entonces, Convoca.pe ya investigaba los entramados de la corrupción que involucraban a constructoras brasileñas con millonarias obras de infraestructura. Un reportaje del 9 de junio de 2015, que motivó la apertura de la carpeta fiscal que investiga el Tramo 4 de la Interoceánica (un caso distinto por el que se le extradita), reveló anotaciones de la compañía brasileña Camargo Correa sobre transferencias ilegales a una cuenta en el Citibank de Londres. Esta pertenecía a la desconocida offshore Trailbridge Ltd. Tiempo después se conocería que la cuenta era manejada por el empresario Yosef Maiman, quien en 2020 confesó ser el testaferro de Toledo.

Lo cierto es que poco a poco se fue jalando el hilo, las investigaciones se ampliaron a los Tramos 2 y 3, y con el tiempo Maiman reconoció que los pagos que recibió en sus offshore eran para Toledo y que provenían tanto de Odebrecht como de Camargo Correa.

Para el exparlamentario Juan Pari, extitular de la Comisión Investigadora Lava Jato del Congreso (2015-2016), existen pruebas irrefutables de la culpabilidad de Toledo y de la corrupción que rodeó a la obra Interoceánica. Todavía recuerda "los depósitos en la cuenta de Maiman para el pago de la coima pactada (...) y la exoneración del proyecto del Sistema Nacional de Inversión Pública que después hizo que se pudiera incrementar [el costo de] la carretera de 800 millones a más de 4 mil 500 millones de dólares".

Años antes, en enero de 2013, el diario Correo había publicado el primer destape del caso Ecoteva. Ecoteva era el nombre de la empresa manejada por la suegra de Toledo, Eva Fernenbug, con la que adquirió una mansión de US$ 3,8 millones en Casuarinas y una oficina de US$ 882 mil, ambas en el distrito limeño de Surco. En febrero de 2017, este medio daría cuenta de cómo se conectaban los presuntos sobornos que las empresas brasileñas entregaron a Toledo con la compra de estos onerosos inmuebles.

Precisamente, en ese mismo mes, el juez Richard Concepción Carhuancho ordenó 18 meses de prisión preventiva contra el exmandatario por el Caso Interoceánica Tramos 2 y 3. Para entonces, Toledo ya había abandonado el país.

No salió ante cámaras a rechazar tajantemente las acusaciones ni las investigaciones periodísticas, sino que lo hizo a través de su cuenta de Twitter donde afirmó no haberse "fugado de nada" y estar dispuesto a decirle "sí a la justicia justa", pero no al "linchamiento político" y a una "cacería de brujas".

Negación y extradición

La semana pasada, en sus últimos días en libertad, un programa televisivo publicó un audio en que Alejandro Toledo, con su tono de voz inconfundible fingía con muy poco éxito hablar por otra persona. "¿Quién habla? Se ha equivocado de número", respondía, tratando de modular su garganta y de negar su identidad. Lo que ahora no podrá evadir son las evidencias recopiladas por el Ministerio Público y las confesiones de los colaboradores eficaces que se sustentan en documentos contables.

Jorge Barata, ex máximo directivo de Odebrecht en el Perú, delató en febrero del año 2018 a Alejandro Toledo, quien le habría solicitado un cuantioso soborno por la concesión de la Interoceánica Sur, si bien aún no quedaba claro el monto. Pero en abril de 2019, el propio Barata aportaría el dato final. "Se le pagó sobornos de 31 millones de dólares en total por sus gestiones a favor de Odebrecht en la adjudicación de la Interoceánica Sur, incluso después de que finalizara su gestión presidencial", aseguró al Equipo Especial Lava Jato del Ministerio Público en Curitiba, Brasil.

Junto a este hecho quedó inmortalizado el relato de que Toledo le exigió en una ocasión el pago diciéndole: "Oiga Barata, (...) pague pues".

El difunto Yosef Maiman, empresario israelí, confesó haber recibido sobornos de Odebrecht y Camargo Correa para Toledo. Fuente: Difusión.

En comunicación con Convoca.pe, el ex procurador anticorrupción Ronald Gamarra opinó que, por la información que ha trascendido a la fecha, “es evidente que hay pruebas de cargo contundentes contra Alejandro Toledo” y que “lo más probable es que en un juicio sea condenado".

Respecto a las últimas declaraciones del ex mandatario y su demanda de “no morir en la cárcel”, podría abrirse un escenario preparativo a un pedido de indulto o una variación de su prisión preventiva. "Lo concreto es que hay un mandato de prisión preventiva y tiene que ser extraditado y se debe cumplir ese mandato. Si él no está de acuerdo con eso, puede intentar una variación, una modificación de la prisión preventiva por comparecencia con restricciones. En este momento lo que está claro es que está vigente una medida de prisión preventiva. Tiene que venir a ser internado en un penal", explicó.

Toledo fue detenido el 16 de julio de 2019 por la justicia estadounidense y liberado el 19 de marzo de 2020 bajo fianza. Fuente: Difusión.

Como se recuerda, para que Alejandro Toledo afronte las investigaciones en su contra en suelo peruano, el 25 de mayo de 2018, la Cancillería pidió su extradición al gobierno de Estados Unidos. Tres años después, el 28 de septiembre de 2021, el juez de la Corte del Distrito Norte de California, Thomas Hixson, confirmó la solicitud de extradición realizada por el Estado peruano y certificó el proceso en su contra. En este trance, el ex mandatario fue detenido el 16 de julio de 2019 por la justicia estadounidense y liberado bajo el pago de una fianza de un millón de dólares el 19 de marzo de 2020. 

En tanto, el cuadernillo de extradición de Toledo podría ampliarse próximamente para ser juzgado por otros delitos. Como se conoce, también se ha pedido a Estados Unidos tramitar su extradición por el caso Ecoteva. Y además, en Perú, ha sido acusado por el caso del Tramo 4 de la Interoceánica, por los referidos presuntos sobornos de Camargo Correa.

“Tenemos una cárcel en Barbadillo diseñada para expresidentes, que refleja claramente la pobreza política en el país”, concluyó Juan Pari, en comunicación con este medio.