Curitiba, Brasil. El segundo día del interrogatorio a Jorge Barata en la Procuraduría General de Paraná se extendió por cerca de 10 horas. La información fue abundante, por momentos reveladora y llena de detalles para comprender mejor cómo fue el esquema de pagos de sobornos durante los gobiernos de Alan García y Alejandro Toledo.
El primer bloque de preguntas que comenzó un poco después de las 9 de la mañana de Brasil (7 am. de Perú) se centró en los personajes más cercanos del expresidente Alan García que recibieron los pagos ilícitos de Odebrecht para que la empresa brasileña pudiera continuar la ejecución de las obras y garantizar futuros proyectos en Perú, según aseguró pocas horas después Barata al fiscal José Domingo Pérez, quien lideró el interrogatorio. En la sesión estuvo acompañado por los fiscales Rafael Vela y Germán Juárez, así como por el procurador ad hoc Jorge Ramírez y su adjunta Silvana Carrión.
Nava, el hombre de confianza
Jorge Barata señaló, indicaron las fuentes a Convoca.pe, que Alan García se enteró a través de Josef Maiman que Odebrecht había pagado sobornos a Alejandro Toledo y que sintió tranquilidad de que el expresidente aprista no haya parado el contrato de la Interoceánica Sur suscrito en la gestión de Toledo a pesar de conocer de las coimas.
Para Barata eso era como una especie de venia y una señal de que en los próximos años del gobierno de Alan García no iba a existir mayores dificultades para los planes de la constructora. Y es en ese contexto que las prácticas corruptas también continuaron durante la gestión aprista.
Como persona de confianza del expresidente Alan García, Luis Nava Gilbert le pidió dinero a Barata para apoyar a la compañía en la continuidad de los proyectos, aseguró el exejecutivo brasileño.
Barata fue claro y explícito al señalar que Luis Nava era identificado con el sobrenombre de “Chalán” en el registro de pagos ilícitos, en alusión a un domador de caballos debido a que el exsuperintendente de Odebrecht recordó que le decían a Alan García “caballo loco”.
Así, después de haber hecho el pacto con Nava, Barata empezó a entregarle dinero en efectivo, relató. Pero como el monto era alto (unos 3 millones de dólares) y no conseguía hacerlo en los tiempos que el entonces secretario presidencial le solicitaba, Barata habló con el Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht para enviar el dinero a través de una empresa offshore. Fue entonces que le sugirió abrir una cuenta bancaria fuera del Perú, pero Nava se negó y le dijo que Miguel Atala se encargaría de ese asunto.
Fue entonces que Atala Herrera, un personaje con quien Nava tenía una relación de amistad de varios años, se convierte en otro personaje en esta historia.
Atala, acusado como el testaferro
Barata relató que fue a la casa de Miguel Atala en San Isidro y le dio el contacto del Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht para concretar las transferencias del dinero que debía llegar a manos de Nava.
En ese contexto se crea en setiembre de 2007, la offshore Amarin Investment que tiene como beneficiario a Atala. A partir de los documentos mostrados en el interrogatorio, Barata confirmó que la empresa hizo transferencias de dinero entre fines de 2007 e inicios de 2008.
Ante estos hechos, el fiscal José Domingo Pérez le preguntó a Barata si Luis Nava Gilbert y Miguel Atala Herrera eran los Maiman de Alan García (en referencia a Josef Maiman que recibió pagos ilícitos para Alejandro Toledo). El exdirectivo de Odebrecht respondió que sí aunque agregó que cada uno tenía sus peculiaridades.
Barata aseguró, refieren las fuentes, que luego de los pagos de sobornos en la gestión aprista no solo esperaba tener acceso al Presidente sino a ministros de Estado para que los proyectos en ejecución como la Interoceánica Sur continuaran y también esperaba que la compañía brasileña sea beneficiada con futuros proyectos. De esta manera, los pagos para Nava se fueron haciendo conforme “las cosas iban caminando”, señaló.
El ex superintendente de Odebrecht aseguró que los pagos para Luis Nava Gilbert se hicieron asignándolos a la Interoceánica Sur en el registro del Departamento de Operaciones Estructuradas porque era el proyecto más grande que en esos días podía justificar un pago ilícito millonario. Sin embargo, las coimas estaban vinculadas a un apoyo genérico en todos los temas, explicó Barata.
Los pagos para Luis Nava se realizaron hasta 2008, pero Barata aseguró que luego tuvo que desembolsar dinero para el hijo: José Antonio Nava Mendiola.
El hijo ‘Bandido’
El hijo del ex secretario de Palacio de Gobierno aparecía registrado con el sobrenombre de ‘Bandido’ en el Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht. Barata explicó que le pusieron ese apelativo porque él solía estar armado.
Barata confirmó los documentos y los números de operaciones de los pagos a Nava Mendiola. ¿Por qué le pagaron si no era parte del gobierno? El exsuperintendente de Odebrecht explicó que esto se hizo porque Luis Nava, gerente de la empresa Transportes Don Reyna, se quejaba que la constructora brasileña le recortaba las horas de servicios de sus volquetes a pesar de tener varios contratos con la compañía.
Cuando Nava Mendiola dijo que ya no iba a continuar apoyando a Odebrecht, Barata decidió pagarle en agradecimiento a la colaboración que había recibido de él debido a que le había entregado información importante sobre el gobierno y lo que sucedía dentro del partido aprista. Ante los ojos de Barata, el hijo del secretario de la Presidencia tenía muy buenos contactos que beneficiaban a los intereses de la empresa brasileña.
Barata aseguró que vinculó los pagos para Luis Nava Mendiola con el Metro de Lima en el registro del Departamento de Operaciones Estructuradas porque en ese momento era la obra más importante. Al no entrar a la contabilidad de la empresa, Barata aseguró que daba igual asignar estos pagos a cualquier proyecto.
Coimas para Toledo
Durante el interrogatorio, Jorge Barata refirió que a Alejandro Toledo se le pagó sobornos de 31 millones de dólares en total por sus gestiones a favor de Odebrecht en la adjudicación de la Interoceánica Sur, incluso después de que finalizara su gestión presidencial. Antes, las pesquisas fiscales habían señalado que ese monto era de 20 millones de dólares.
El exdirectivo de la constructora brasileña en Perú reveló además que Toledo le exigió directamente “2 o 3 veces” que se le abonaran los montos de la coima cuando consideraba que había “retrasos” en la entrega del dinero.
“Oiga Barata, (…) paga pues”, fue una de las expresiones lanzadas por Toledo para reclamarle, según indicó el brasileño ante los fiscales peruanos.
El expresidente empezó a exigir el pago porque ya se le había otorgado a Odebrecht la buena pro de la Interoceánica Sur. Jorge Barata le decía que el dinero aún no llegaba de Brasil y Alejandro Toledo replicaba “tú tienes que solucionar tus temas y tienes que pagarme”, de acuerdo con las fuentes.
Barata explicó que hasta julio 2006, cuando terminó el gobierno de Toledo, Odebrecht le abonó 4 millones de dólares al entonces jefe de Estado mediante el empresario israelí Josef Maiman, amigo del exgobernante.
Refirió, además, que emisarios de Maiman también le increpaban por el pago de la coima unas “cuatro o cinco veces al año”. Detalló que luego que Toledo dejó el poder se lo pagó otros 27 millones de dólares, lo que hizo un total de 31 millones de dólares en coimas para el expresidente hasta el momento. La entrega del dinero se hizo en algunos casos en efectivos y en otros mediante transferencias.
Barata explicó que continuó pagando sobornos para Toledo durante el régimen aprista porque consideraba que también era importante quedar bien con expresidentes ante la posibilidad que pudieran volver a salir elegidos.
Al término del interrogatorio a Jorge Barata, el fiscal peruano Rafael Vela confirmó a Convoca.pe que éste dio nuevos montos sobre las coimas para Toledo y explicó que esto debe a que el exdirectivo ha revisado nueva información relacionada a la División de Operaciones Estructuradas, que forma parte de los 4 mil folios que entregará próximamente. En estos documentos no solo hay pruebas sobre los pagos ilícitos de este proyecto sino sobre otros temas, refirieron las fuentes.
Aportes de campaña
El exsuperintendente de Odebrecht aseguró que no solo pagó coimas al exgobernante, sino que parte de los 700 mil dólares que ya había revelado que la constructora aportó para su campaña presencial de 2011, fue entregado en efectivo al propio Toledo. Así, aseguró que le dio 300 mil o 400 mil dólares en efectivo en su casa de Camacho.
Jorge Barata fue muy elocuente sobre la forma en que Alejandro Toledo discutía los detalles del proceso de la licitación de la Interoceánica Sur y que en momentos en que se presentaba alguna dificultad, Toledo llamaba al Ministerio de Economía y Finanzas para presionar a Pedro Pablo Kuczynski, expresidente que fue ministro y premier en ese gobierno. Agregó que al no encontrarlo, la comunicación se realizaba con el entonces viceministro Fernando Zavala.
El exsupertintedente de Odebrecht manifestó también que en el caso de la Interoceánica Sur la constructora no podía participar sola en la licitación pública. Barata entendió que debía invitar a una empresa nacional para que Capeco (Cámara Peruana de la Construcción) no se opusiera. Fue así que algunas compañías peruanas se unieron al consorcio de Odebrecht y en otros casos se comprometió a sub contratar sus servicios.
En ese escenario, Barata dijo que la constructora brasileña invitó a José Graña Miró Quesada (Graña y Montero), Fernando Camet (JJ Camet Contratistas Generales) y José Castillo Dibós (ICCGSA) para conformar el consorcio que luego obtuvo la adjudicación de la Interoceánica Sur.
“Los empresarios peruanos se ven beneficiados con las utilidades, pero también con los costos, como los sobornos”, declaró Barata.
En medio de confesiones sobre socios, coimas y pactos, se hablaron de más cifras de dinero. Como se recuerda, Sergio Nogueira Panicali, quien fue director de contratos de la Interoceánica Sur y entonces secretario de la junta de accionistas del consorcio Conirsa, aseguró en febrero último ante los fiscales peruanos que por esta obra Odebrecht en realidad pagó 45 millones de dólares.
Pero Barata explicó que ese monto correspondía a las utilidades del proyecto, de los cuales 31 millones de dólares se usaron para pagar a Toledo, otros montos para pagar impuestos y un porcentaje de los recursos para camuflar las coimas.
Lo cierto es que Barata se ha comprometido a entregar más pruebas y sus confesiones continuarán hasta este viernes 26 de abril en el quinto piso de la Procuraduría General de Paraná.