En 2021 y 2022 el presupuesto para el tratamiento de niños con anemia se redujo en 90%. Las consecuencias de esta reducción tan drástica ya se notan. Pasamos de 38,8% de niños menores de 36 meses con anemia en 2021 a 40,1% para este año. Los especialistas Luis Cordero y Carolina Trivelli advierten que este mal daña de forma irreversible el desarrollo cognitivo de los niños y las consecuencias para la sociedad peruana se notarán en el bajo rendimiento escolar y la reducción de la productividad de la población económicamente activa.

En el distrito de Ananea, en la región Puno, la principal actividad es la minería informal que practican cientos de familias en la mina La Rinconada. La búsqueda del oro las ha llevado a migrar junto a sus hijos para tratar de darles un mejor futuro. Pero no lo están logrando. Allí, a más de 5 mil metros sobre el nivel del mar, además de la extrema pobreza y la desnutrición, otro mal silencioso está afectando a los niños. Es la anemia y la padecen al menos 7 de cada 10 niños menores de 3 años. Este padecimiento, que se caracteriza por la deficiencia de hierro en la sangre, no permite que llegue oxígeno a las células cerebrales y genera que se rompan las conexiones neuronales en desarrollo. La consecuencia a corto plazo son los problemas de aprendizaje y de desarrollo cognitivo, pero a futuro también puede afectar gravemente a un país, tanto social como económicamente.

Así lo advierten el especialista en políticas públicas en salud, Luis Cordero Muñoz, y la ex ministra de Desarrollo en Inclusión Social, Carolina Trivelli Ávila, quienes hacen hincapié en la responsabilidad del gobierno peruano y de los gobiernos regionales sobre los retrocesos en la lucha contra esta afección en el Perú.

Y es que el año pasado 14 regiones sufrieron el incremento de los casos de anemia. Esto ocasionó que el promedio nacional también aumente hasta en 2,1 puntos porcentuales, provocando que al menos 4 de cada 10 menores de 0 a 36 meses la padezcan. A esto hay que sumarle que el presupuesto asignado a los gobiernos regionales del país para el tratamiento de los menores afectados se redujo hasta en un 90% en 2021 y no tuvo una recuperación significativa en 2022.

Los especialistas consultados por Convoca.pe anotan que la anemia podría provocar que pronto tengamos niños y adultos que no puedan lograr objetivos de vida, provocando un Perú más subdesarrollado. De acuerdo con el estudio “El costo de la doble carga de la malnutrición” del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas (ONU), las consecuencias de este problema social en 2019 fueron de más de 10 mil millones de dólares en pérdidas, considerando la falta de productividad, atención en salud y bajo rendimiento escolar.

Una meta lejana

En el 2017 el gobierno de Pedro Pablo Kuzcynski se puso como meta para el fin de su gobierno (2021) reducir la anemia en niños menores de 36 meses de 46,3% a 19%. El médico salubrista Luis Cordero Muñoz explica que el “Plan Nacional para la Reducción y Control de la Anemia Materno Infantil y la Desnutrición Crónica Infantil: 2017-2021” se ponía metas muy optimistas, como la reducción de la anemia en casi 6 puntos porcentuales por año. Algo que claramente no se cumplió.

 

De acuerdo con el documento aprobado por la entonces ministra de Salud, Patricia García Funegra, el enfoque para la prevención de la anemia se realizaría en dos frentes principales: el suministro de suplementos de hierro a los menores de 36 meses y la promoción de la lactancia materna como fuente principal de alimentación de los bebés hasta por lo menos los seis meses luego del nacimiento. Además de eso, el gobierno planeaba enfocarse en la promoción de la alimentación saludable y otras medidas.

Cordero Muñoz destaca las dos primeras actividades como base para prevenir la anemia y sobre todo las consecuencias del mal a futuro. Explica que si un pequeño cae en la deficiencia de hierro durante los 36 primeros meses de vida, el daño que esto le ocasiona a su desarrollo cerebral es irreversible. “No importa si luego supera la anemia, el daño ya está hecho. Ese pequeño que tuvo anemia por una semana, un mes o quién sabe cuánto tiempo, ya no tendrá la misma capacidad cognitiva que el niño que no sufrió de anemia nunca”, explica.

La especialista del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) Carolina Trivelli acota además que la deficiencia de hierro produce la ruptura de las conexiones nerviosas que se encuentran en desarrollo en los niños pequeños. “Es como tener un circuito con pocas conexiones. Como no se conectan bien, entonces no hay un buen aprendizaje. Existen estudios que señalan este daño como irreversible. En la Universidad de Oxford encontraron que sería posible recuperar algunas, aunque con un esfuerzo enorme”, agrega.

Por ello es tan importante que el Estado promueva que ningún niño adquiera anemia durante sus primeros meses de vida. 

 

Sin presupuesto

Desde el 2012, durante el gobierno de Ollanta Humala, se priorizó la lucha contra la anemia y con el tiempo dio algunos resultados positivos. Se pasó de una incidencia de 50,4% en 2012 a 38,8% en 2021. Pero para el primer semestre de este año la cifra se incrementó a 40,1%. “Esto debido al descuido del gobierno para volver a asignar presupuesto para la lucha contra la anemia”, advierte Cordero Muñoz.

A pesar de los resultados anteriores que mostraban un escenario de mejora, lo cierto es que en los últimos años el presupuesto para la lucha contra la anemia se ha precarizado. Por ejemplo, si se suma el presupuesto con el que contaban los gobiernos regionales en el 2012 para el tratamiento de niños con anemia, la cifra era de poco más de 28,8 millones de soles. Y el monto fue incrementándose hasta llegar a casi 136 millones de soles en 2019. Pero para el 2021 se redujo de forma alarmante a apenas S/ 8,4 millones. Y en lo que va de este año se asignó solo S/ 18,9 millones.

Antes de la pandemia la región con más presupuesto era Loreto, que para el 2019 llegó a contar con más de S/ 23 millones. Este año apenas han invertido 442 mil 048 soles.

 

Lo mismo pasa en el nivel de gobierno nacional. El presupuesto para el tratamiento de menores con anemia fue de más de 74 millones de soles en el 2020, pero para el 2022 apenas superó los 16,6 millones de soles.

 

Y si revisamos el presupuesto asignado por los gobiernos regionales para las campañas de información y sensibilización para la lucha contra la anemia, los datos no son más alentadores. En 2012 el presupuesto sumado era de más de S/ 21,7 millones, pero últimamente se va reduciendo hasta contar con apenas S/ 7,7 millones en 2021. Lo mismo se nota en el presupuesto del gobierno nacional, donde la gestión de Pedro Castillo apenas ha asignado este año S/ 13,2 millones para esta categoría presupuestal, cuando en 2021 se inyectó más de S/ 21,4 millones.

Por otro lado, gran parte del dinero que el gobierno central y las regiones han invertido en la lucha contra la anemia se va en sueldos. Carolina Trivelli explica que esta partida es importante porque muestra claramente el énfasis que los gobiernos le dan a la visita médica domiciliaria con fines de sensibilizar a las familias. “Para que tengamos niños sin anemia hay que hacer una labor ardua de sensibilización. La visita, al menos una vez a la semana, de los médicos es importante. La experiencia de Arequipa es importante. Allí en el 2018 se hizo un trabajo arduo de visitas y se logró reducir la anemia hasta el 33,9%”, añade. Aunque, vale decir, esa labor se descuidó y para el 2021 la cifra escaló a 38,4%.

Entre el 2012 y el 2022, el 51% de lo que las regiones recibieron para el tratamiento de la anemia se destinó al pago de salarios. En 2020 el monto anual llegó a superar los S/ 65,7 millones, pero para el 2021 se redujo a S/ 4,3 millones. Y para este año aún no se recupera, pues apenas pasó los S/ 8,1 millones. El mismo panorama se nota en el gobierno nacional. Este invirtió S/ 12,3 millones en el 2020 para la contratación de personal de salud, pero para el 2021 la cifra bajó hasta los S/ 102 mil y este año apenas superó el millón de soles.

Trivelli señala que el gobierno de Pedro Castillo no parece tomar conciencia sobre la seriedad de la lucha contra la anemia. “Además del tratamiento, los niños y las familias también necesitan mejorar sus ingresos. La pobreza no les permite tener una buena alimentación. Más aún cuando sabemos que el 35% de los peruanos han tenido que reducir los alimentos que consumen. Y en el ámbito rural esta cifra sube al 44%. No hay que ser un genio. Si antes de esta crisis el 40% de los niños tenían anemia, ahora que la gente come menos solo va a empeorar”, sentencia.