#EstadoPerú: Convoca abrió espacio de escucha para ciudadanos en el mes patrio

Como parte de nuestra cobertura especial "#EstadoPerú: Más allá del discurso" Convoca.pe organizó un espacio de escucha ciudadana donde reunimos a un grupo de personas de distintos sectores y actividades que pudieron expresar lo que piensan y sienten respecto al estado en el cual se encuentra el país y los desafíos que enfrentan en su quehacer diario. El espacio también sirvió para que puedan narrar cómo contribuyen desde su entorno a los procesos de cambios en el Perú. Convoca.pe es un medio de comunicación digital dedicado a la investigación periodística desde una mirada sistémica y colaborativa en el Perú y América Latina. En más de 9 años de trabajo continuo hemos buscado formas de hacer periodismo tomando el pulso a la realidad en forma descentralizada y cercana.
 

Por: Francisco Pérez 

 

Escuchar. Opinar distinto sin ser atacado. Ponerse en el lugar de la otra persona y reconocer lo que cada quien aporta desde su espacio de trabajo y acción diaria para contribuir al desarrollo del Perú, fueron los pilares de esta iniciativa creada por Convoca.pe para reflexionar sobre el país en el mes patrio desde la mirada de los ciudadanos.

La conversación estuvo marcada por la expresión de ideas, sentimientos y acciones concretas así como de muestras de solidaridad entre los participantes al reconocer que no estaban solos en sus propias luchas y desafíos. 

Desde profesiones y ocupaciones tan diferentes y desde lugares geográficos diversos, contamos con Noemí Soto, economista de profesión, dirigente social y exregidora del distrito limeño de Villa El Salvador; Milagros Samillán, representante de los familiares de los fallecidos en las protestas en Puno; Fernando Mori, docente de educación secundaria; Maju Carrión, comunicadora y activista por los derechos de las mujeres trans; Luis Lozada, docente universitario y exdirector de Radio Cutivalú de Piura; y Sofía Carrillo, comunicadora y activista por los derechos de los afroperuanos.

Respecto a la creación de este espacio, Milagros Salazar, directora de Convoca.pe, señaló por qué los profesionales que formamos parte de este medio de comunicación, decidimos organizar este espacio en un contexto de crisis política y social prolongada en el Perú.

"Como periodistas en Convoca, creemos que escuchar a los ciudadanos es un ejercicio esencial para conocer y comprender mejor nuestra realidad en medio de tanta polarización y sucesivas crisis. Desde la escucha, los periodistas podemos elaborar reportajes y proyectos periodísticos que recojan en forma más cercana lo que sucede en nuestro entorno, en un país tan diverso y complejo donde se requiere más inclusión, tolerancia y respeto", afirmó. 

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Equipo de Convoca junto a los participantes del espacio de escucha ciudadana. Foto: Convoca

Este encuentro contó con la participación de Ítalo Segura, coach ontológico que facilitó el espacio generando condiciones para la escucha: reconocer que era una lugar seguro y confiable para expresarse y pensar distinto sin ser atacado.

El equipo de periodistas de Convoca organizó y moderó el espacio a partir de tres preguntas sobre la situación actual del país, cómo contribuir a generar cambios en la sociedad y las expectativas frente al mensaje presidencial del 28 de julio. 

 

El #EstadoPerú desde la mirada ciudadana 

La primera parte de la conversación giró en torno a conocer ¿Cómo percibían el estado en que se encuentra el país? Sin embargo las respuestas y los sentimientos expresados fueron más allá de eso. 

“Veo desesperanza, veo al Perú capturado por las mafias, por un pensamiento hegemónico, excluyente. Pero también veo gente tratando de salvarse, de salir adelante”, expresó Fernando Mori a la vez que señalaba la importancia de la movilización ciudadana en medio de esta sensación de desamparo. 

Para Noemí Soto, la sensación es “terrible, no hay un norte (...) no es posible que una mujer haya asumido la presidencia y cumpla un rol tan negativo (...) tengo una mezcla de sentimientos, de cólera, pero también de desafíos porque siempre hay cosas que nos van a movilizar y me resisto a creer que debemos quedarnos inertes”. 

“Hay mucha ansiedad (...) la resistencia es importante en el país, pero siento que no es lo único que nos debe movilizar”, asegura Maju Carrión, mientras coincide en que existe un descontento entre la población. “La propuesta también debe movilizarnos frente a esta crisis institucional, ¿qué hacemos desde nuestros espacios?, yo vengo de Villa María del Triunfo y no es solo el tema de los derechos de las mujeres trans lo que me moviliza, sino que también tenemos una agenda más amplia: de acceso a servicios, a educación, pistas en buen estado, que tengamos agua. Es mucho más amplio”. 

En esta misma línea, Sofía Carrilo expresó que “El Perú sigue siendo un reto permanente porque pese a la desesperanza o al dolor, debemos encontrar herramientas para construir algo distinto. Eso lo hacemos encontrándonos, como en este espacio, y eso es algo que no hacen los políticos. La clase política está acostumbrada a mirarse el ombligo y no ver otras realidades”. 

En esta parte de la conversación, Milagros Samillán fue muy explícita al mostrar sus sentimientos. La pérdida de su hermano Marco, durante las protestas en Juliaca en diciembre de 2022, la mantiene con el dolor y la tristeza a flor de piel. “Sabíamos del racismo, de la indiferencia con nuestras regiones, pero igual un 28 de julio era algo patriótico, de ponerse la escarapela, de cantar el himno, pero hoy eso ya no existe: mataron a 18 personas en dos horas y dejaron más de 500 heridos en Juliaca (...) no podemos celebrar este 28, sabiendo que Dina Boluarte sigue con incoherencias y no acepta su responsabilidad”. 

Esta primera ronda de intervenciones fue cerrada por Luis Lozada, quien desde Piura, asegura que “estamos en una dictadura y hay una manipulación masiva en el país”. Su mirada como docente universitario, lo hace analizar la realidad y dirige sus respuestas hacia lo académico y las experiencias con sus estudiantes. “Hoy vemos que los estudiantes no leen, no hacen análisis crítico. Hay una concentración mediática como forma de control ideológico y a personas como Milagros (Samillán) o los hermanos de Puno, que protestan, los tratan de “comunistas”, de “terrucos” y así no se puede”. 

 

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Desde diversos lugares llegaron ciudadanos que aprovecharon el espacio para expresarse y ser escuchados. Foto: Convoca
 

¿Qué hacemos desde nuestros roles en la sociedad? 

Uno de los objetivos de este espacio de escucha, además de conocer las opiniones de las personas, era saber cómo desde sus entornos y experiencias consideraban que podían aportar en cambiar los escenarios que describieron en la primera parte de esta conversación. 

Así, Milagros Samillán rememora lo vivido en Juliaca y cómo su vida y la de sus hermanos cambió después del día en que Marco falleció tras un disparo cerca del aeropuerto puneño. “Contribuyo, sin quedarme callada”, puntualiza. “Exigiendo justicia, diciendo que tenemos derecho a reclamar y seguir buscando justicia, por mi hermano y por los otros compañeros fallecidos (...) nuestro rol es que esto no quede impune”. 

Las palabras de Milagros Samillán calan en los demás participantes, su voz entrecortada por una emoción espontánea es recibida por cada una de las personas que están en la sala. Toma una pausa, muy breve, respira, seca unas lágrimas que corren por su rostro y termina diciendo “que no quede impune, para dejar un Perú con esperanza, sin miedo, sin terror y con respeto a los derechos humanos”.

Desde su rol de activista por los derechos de los afroperuanos, Sofía Carrillo considera que su papel es el de generar escenarios donde se discuta el tema de los derechos humanos “evidenciando la falta de respeto a los derechos de las comunidades indígenas, afroperuanas (...) y planteando propuestas que nos reconozcan desde nuestra diversidad”. 

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Desde la escuela, Fernando busca promover la mirada crítica de sus estudiantes. Es consciente que el trabajo con adolescentes debe ser desde una búsqueda constante por el respeto de sus derechos. Foto: Convoca

Maju Carrión, lo dijo previamente, es consciente que no trae la voz de “todas las mujeres trans” pero sí considera que representa a aquellas que la acompañan en su día a día y sabe que su papel es el de generar pequeños cambios en ellas, por eso -afirma- “trato de concientizar sobre la situación que vivimos, como están las mujeres trans y cuál debería ser su perspectiva de vida para salir adelante. Es importante, para mí, romper los paradigmas, pero también acercarlas a otras realidades, conocer -por ejemplo- la lucha de las hermanas del Sur, de Milagros, sus familias y que entiendan que ahí también se lucha por derechos”, culmina. 

Para Luis Lozada, el trabajo que hace en Piura es el de “generar pensamiento crítico, con casos, con ejemplos. Trato de que se analice porque se dan estos hechos en la política, discutir porque, por ejemplo, el Congreso dice que no se puede cambiar la Constitución, pero en un solo proyecto cambian más de 50 artículos. Eso trato de hacer, analizar con las personas estos casos”. 

El pasado y presente del distrito limeño de Villa El Salvador, se nutre del autosostenimiento, de la lucha frente a la adversidad, pero también del trabajo educativo, social y cultural. Para Noemí Soto este contexto ayuda a su trabajo. “En nuestro distrito tenemos claro eso, hemos recibido en su momento a las personas que vinieron del sur para marchar en Lima, eso es parte del legado de nuestro distrito, de nuestras figuras, de María Elena Moyano, un legado que hoy quieren destruir.”, asegura Noemí. 

Fernando Mori termina esta ronda de intervenciones, haciendo un recuento de su papel como profesor de Historia en el colegio donde labora y desde ese punto considera su contribución para el cambio. “Recoger las versiones de la historia me parece importante. Promover desde ahí la mirada crítica de mis estudiantes, para que no vean solo oportunidades perdidas sino una búsqueda constante de respetar y ejercer sus derechos (...) creo que ese es mi rol, que vean la historia desde distintas lecturas, incorporando la batalla por la memoria y ver también las noticias, la coyuntura, pero de una forma más analítica. Eso tratamos de hacer todos los días”. 

Fernando exploró otro rol que él tiene, el de catequista en una iglesia católica en el Callao, su barrio de origen y donde vive actualmente. “Desde chico participo en un grupo de catequesis, trabajamos ahora con los chicos y chicas, pero pese a lo conservador del espacio de la iglesia, tratamos de trabajar con ellos otros temas, como el de la inclusión y la equidad de género, haciendo énfasis en que nadie debe quedar fuera”. 
 

 

El mensaje de 28  

La pregunta original era “¿cuáles creen que son los temas que debería incluir la presidenta Boluarte en su mensaje?" Sin embargo, las respuestas fueron diametralmente opuestas al sentido de la pregunta. 

La indignación fue elocuente. “No espero nada de ese mensaje”, fue el factor común en las primeras reacciones antes de que cada participante tome la palabra, y eso expresa, en cierta forma, el descontento que vemos en cada encuesta que se publica de forma mensual, donde los índices de aprobación de la mandataria no superan la cifra del 9%. 

“Es difícil saber qué esperar, porque -en mi caso- yo la desconozco a la señora como presidenta. No voy a escuchar el mensaje, yo -al igual que Milagros (Samillán) y los hermanos de Puno- voy a estar en la calle”, expresa Noemí, aunque inmediatamente intenta encontrar un punto de conciliación: “Ojalá reconozca algo y hable de justicia”, dice, no sin tener un espacio de incredulidad en ese deseo. 

Maju también va en la misma dirección. “No creo que tenga la capacidad de ser autocrítica, menos de decir ‘me equivoqué y me voy’, creo que (Dina Boluarte) tiene la manía de distorsionar la realidad, de creer que todos está bien, de que ella llama a la unión”, señala para luego reflexionar que “el problema es que el gobierno no es ella sola, también está el Congreso ¿no?, ellos también son parte de esta situación”, sentencia. 

Para Milagros Samillán, la experiencia del discurso presidencial de 2023 le deja un sinsabor. “Pensamos que el año pasado se iba a disculpar, pero en vez de eso nos reprimieron en la plaza Dos de Mayo cuando vinimos para visibilizar nuestra realidad”. Acto seguido, hace hincapié en la visión de Dina Boluarte como la primera mujer que asume la presidencia del Perú: “esperar algo de ella, es como esperar que el racismo desaparezca en dos horas. Teníamos esperanza de que como mujer haga las cosas bien, pero nos ha denigrado a las mujeres”. 

Fernando expresa su desazón y acompaña a los demás en ese sentir. “Al igual que todas, no espero nada, no hay ninguna expectativa. Le hicieron creer (a Dina Boluarte) que es parte de la entidad, del poder, pero no sabe que cuando termine la van a dejar sola. Yo, al igual que las compañeras aquí presente, quiero estar en las calles, pero a veces hay temor, hay impotencia, pero creo que debemos hacerlo y en eso, incorporar al otro para que se sume”. 

Finalmente, Luis señala desde Piura que “tampoco espero nada. Hay una dictadura congresal, presidencial, que no nos permite nada, solo movilizarnos. Esa es la única salida viable”. 
 

 

Lo que recogemos de esta experiencia

Tras el cierre de este espacio de escucha ciudadana, hablamos con Ítalo Segura para conocer lo que vio desde su rol de coach.

“En primer lugar, creo que hay una profunda indignación marcada también con la desesperanza, sin embargo lo que hemos visto acá es un ejercicio interesante, porque todos buscan ser escuchados, y sobre todo siendo en muchos casos parte de grupos que han sido minimizados y atacados”, precisa.

Segura considera que es importante que los participantes hayan podido sentir ese beneficio de sentirse escuchados sin ser discriminados o marginados por lo que piensan porque eso mismo permitió que al final de la conversación también apareciera la esperanza y que reconocieran que no estaban solos, que contaban con sus redes de apoyo.

“Han podido intercambiar experiencias y han generado empatía, poniéndose -por ejemplo- en el espacio de Milagros (Samillán) que ha sufrido una pérdida muy dura y esa es una experiencia que debería replicarse en otros espacios (...). Imagina que esto que se ha hecho aquí se haga a grandes escalas, con la gente de otros lados, con los gobernantes, pero en un espacio seguro, donde todos sean vistos como iguales”, puntualiza. 

Ese espacio, donde todos empatizan y sienten al otro como uno mismo se refleja en algo que ocurrió en un punto de la conversación. En un momento Noemí se dirige a Milagros Samillán, celebra su juventud y su fuerza para imponerse a pesar del dolor y le hace una recomendación que debería ser un motivo para seguir adelante: “que el amor (por tu hermano, tus compañeros, tu familia) sea el motor para el cambio. El amor, debe ser nuestro motor para lograr los cambios”. Y Maju cerraba este encuentro diciéndole “La esperanza y el amor deben motivar esos cambios”. 

Finalmente, para quienes formamos parte de Convoca, ha sido un espacio enriquecedor porque nos ha permitido conocer la opinión de las personas y nutrirnos de esas experiencias y vivencias para poder desarrollar, como señaló Milagros Salazar, directora de este medio, los productos y proyectos periodísticos que compartimos. Desde las notas de análisis de la coyuntura, los reportajes de periodismo de investigación, así como otros formatos como los pódcast, los videojuegos, cómics, etc., desde un punto de vista humano, tratando de acercarnos a lo que los ciudadanos perciben y sienten. Este es un primer espacio que esperamos se pueda repetir más adelante.