En entrevista con Convoca a tu servicio, Lely Solari, médico infectóloga del Instituto Nacional de Salud informó sobre los resultados del estudio realizado por esta institución sobre la aparición de la variante brasileña del COVID-19 en el Perú. La investigación consideró una muestra de personas diagnosticadas con esta enfermedad en Lima y Callao (199 casos) y Loreto (77 casos), en febrero y marzo de 2021.
¿En qué zonas del Perú el INS ha detectado la variante brasileña del COVID-19?
Se ha detectado la presencia de la variante brasileña en Lima, Huánuco y Loreto. Hace algunas semanas indicamos que la transmisión en Lima era comunitaria porque encontramos una paciente en Santa Anita que tenía esta variante y se había contagiado acá. Ella no había viajado ni tenido contacto con gente de provincia.
Hay zonas de Lima que están bastante afectadas, como Lima este. El Agustino, Ate, Santa Anita y Chosica tienen 63% de casos de la variante brasileña. Los distritos de Lima sur (Villa María del Triunfo, Villa El Salvador y Chorrillos) tienen 41% de los casos de esta variante y los de Lima norte (Rímac e Independencia) acumulan 50%, mientras que los de Lima centro (La Victoria, Cercado de Lima y San Juan de Lurigancho), suman 25%. En global, estamos hablando de 39.2% de presencia de la variante brasileña entre los pacientes con COVID-19, en Lima. No se detectaron casos en el Callao.
¿Qué características tiene la variante brasileña del COVID-19?
-Se transmite más rápidamente que otras variantes. Produce contagios de manera fácil.
-Tiene una suerte de escape inmunológico. En pacientes que han tenido COVID-19 y que creen que no se van a volver a contagiar, puede haber una reinfección por esta variante.
¿Por qué la variante brasileña del COVID-19 se contagia más rápido?
La estructura del virus que produce el COVID-19 es como una bolita con espinas que se ligan a las células del humano. En estas variantes de preocupación, las espinas ya no son tan delgadas sino que son más gruesas y se unen mejor a las células humanas.
¿Es cierto que la variante brasileña del COVID-19 es más mortal?
No tenemos información que haya sido publicada y revisada, desde el punto de vista científico, que nos indique que esta variante puede producir más letalidad. Una variante cuando se transmite más produce más contagios y, proporcionalmente, hay más casos severos.
¿La variante brasileña tiene que ver con que más gente acuda a los hospitales con síntomas de gravedad, a pocos días de haber contraído el virus?
No hemos visto una severidad diferente en la variante brasileña. La mayor transmisibilidad ocasiona un mayor número de contagiados y pueden presentarse casos que evolucionan tórpidamente (Difícil de curar). No es debido a un comportamiento clínico distinto sino que hay más casos y entre estos hay gente que está evolucionando rápidamente. Eso es lo que nos reportan nuestros colegas de los hospitales, pero no necesariamente está asociado a la variante brasileña sino porque tenemos más casos en este momento.
¿La población que ha tenido COVID-19 puede reinfectarse con la variante brasileña?
Al inicio de la epidemia, pensábamos que si una persona es afectada produce anticuerpos que neutralizan una infección posterior, pero en la práctica no siempre es así. Las reinfecciones ocurren y, más aún, con estas nuevas variantes de preocupación que están emergiendo.
Estamos reportando muchos casos de gente que tuvo COVID-19 en la primera ola y se ha vuelto a contagiar. La definición de reinfección requiere que pasen, por lo menos 90 días de haber dado positivo en la prueba molecular. Si se vuelve a tener síntomas y una prueba molecular positiva, es reinfección.
Nadie puede asumir que está totalmente inmune a la infección. Las personas que han tenido COVID-19 como las que nunca han tenido tienen que protegerse contra la infección de nuevas variantes. Por eso, es importante el uso de mascarillas, el distanciamiento social y evitar todo tipo de reuniones.
¿Cuál ha sido la ruta de llegada de la variante brasileña del COVID-19 a Lima?
El virus circula por donde se mueve el humano. La ruta de ingreso al Perú de la variante brasileña fue por la frontera con Brasil. Encontramos la variante en la ciudad de Caballococha, en Loreto, luego, en Iquitos. Estudiamos la ruta fluvial y terrestre desde Iquitos a Lima. En Ucayali, no la encontramos, en ese momento, pero sí en Huánuco, que es la vía por donde entrar por la selva central y, luego, ir hacia la costa. Hemos buscado en Lima este y la encontramos en Santa Anita.
¿Se puede proyectar cómo se extenderá la variante brasileña del COVID-19 desde Lima al resto del Perú?
De Lima se va a todas partes. Lo lógico es que el virus se va a mover a todas las regiones del país. Por eso, la próxima semana haremos este estudio en las regiones donde notamos un incremento de los casos: Piura, La Libertad, Cajamarca, Áncash, Madre de Dios, Ucayali, Cusco, Ayacucho.
Estamos mapeando cómo se ha desplazado esta epidemia, la ruta geográfica por la que habría entrado a Lima y su circulación en la capital. El objetivo es hacer estas secuencia en el 1% de los casos positivos, a partir de abril o mayo. Con eso, tendremos más información epidemiológica para saber por dónde están yendo las variantes y qué medidas preventivas tenemos que tomar.
¿Cómo se puede saber qué variante tiene una persona contagiada de COVID-19?
A las personas contagiadas de COVID-19 les interesa su evolución clínica: que monitoreen su saturación y si tienen fiebre. Si la saturación baja de 94, deben buscar asistencia médica y no quedarse en casa.
Los exámenes de secuenciación genética para detectar una variante son complejos y costosos. No es necesario hacer este examen para ver cómo le va a un paciente. No los hacemos para el manejo clínico sino para saber qué está ocurriendo, desde el punto de vista epidemiológico. Los hemos hecho en 300 muestras. La próxima semana haremos estudios en regiones seleccionadas que están demostrando incremento de casos, para ver cómo se comporta la epidemia.
¿Qué muestras analiza en el INS para identificar a la variantes del COVID-19?
Venimos secuenciando el virus desde abril del año pasado. Por eso, hemos podido ver la evolución de las distintas variantes en el Perú. Desde que encontramos a la primera paciente con la variante brasileña, hemos priorizado tomar muestras a pacientes hospitalizados que presentaban una evolución fuera de lo normal, como jóvenes que requerían UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) o personas que tenían una evolución inesperada. No encontramos allí esta variante.
Ahora, vamos a las direcciones regionales de salud (Diresas) y ellos nos envían una muestra de pacientes hospitalizados, pero también de personas que acuden a establecimientos de salud y puntos COVID. Allí hemos encontrado esta gran prevalencia de la variante brasileña.
Con 50 o 60 muestras de algunos pacientes hospitalizados y otros ambulatorios, tenemos una imagen bastante representativa de lo que está pasando a nivel comunitario. Tomamos una mistura de muestras de todas las edades, pero la mayoría de afectados son adultos mayores.
Una prueba PCR demora entre 90 minutos y tres horas, pero analizar estas secuencias no demora menos de una semana en el procedimiento de laboratorio. Aparte se tiene que hacer un análisis bioinformático. En promedio, se requiere de 10 a 14 días para hacer este tipo de exámenes. Es complejo, caro y trabajoso, pero lo tenemos que hacer.
¿Qué variantes del COVID-19 han llegado al Perú?
En Perú, han circulado más de 30 linajes o variantes. Las variantes tienen en promedio entre 10 y 12 mutaciones. Los linajes vienen, se reproducen, luego aparecen otros. Ahora, estamos hablando de las variantes de preocupación que, en comparación con otros linajes, tienen una ventaja y un mayor porcentaje de la población resulta afectada.
La variante británica llegó en diciembre, antes que la brasileña. Vimos un conglomerado de tres casos. En el último estudio, el 2.5% de las muestras que analizamos en Lima tenían esta variante, es decir, cinco de 200 muestras. Por el momento, la propagación no ha sido grande como la brasileña.
No sabemos si ha llegado la variante sudafricana al Perú y todavía no la hemos identificado. Justamente, esa es la vigilancia genómica que tenemos que hacer para ver en qué momento aparece esta o cualquier otra.
¿El término COVID largo, debido a que se siguen experimentando secuelas pasados los 14 días de aislamiento, tiene que ver con alguna variante?
El concepto de COVID largo, ahora se le está llamando post agudo, es un cuadro clínico en el que los síntomas persisten durante más de cuatro semanas, luego de la infección y pueden persistir durante dos o tres meses, incluso, en pacientes leves que podrían estar afectados por este cuadro.
No, necesariamente, tiene que ver con la variante brasileña. Lo hemos visto con la primera ola y no hemos identificado que guarde alguna relación con una variante en particular.
¿Cómo podemos evitar la propagación de la variante brasileña del COVID-19 y de otras más?
No pueden bajar la guardia. Tenemos que usar las herramientas para protegernos de todas las variantes: uso de mascarilla KN95 o ponerse mascarilla quirúrgica y encima una mascarilla de tela que se ajuste bien a la cara. La mascarilla de tela ya no constituye una protección adecuada contra estas variantes que son más transmisibles. Siempre que estamos en un ambiente con aglomeración de gente hay que usar el protector facial. La otra medida preventiva es el distanciamiento social.
Todavía hay mucha gente que no se ha infectado, que no se ha vacunado y que es susceptible a la infección. Si en Semana Santa nos reunimos, si nuestros adolescentes y jóvenes hacen las fiestas COVID, nuestro sistema de salud que está bastante saturado, va a estar sometido a una mayor tensión, porque van a haber más contagios.