La instructora de yoga para personas con habilidades especiales Sylvia Valverde recuerda que, en el año 2000, esta práctica ancestral llegó a su vida por una casualidad. Ese año nació su hijo Alexander, quien tiene síndrome de Down y, debido a su condición, comenzó a recibir diversas terapias. Sin embargo, estas terapias no eran suficientes, por lo que ella buscaba actividades que le generaran bienestar a su hijo.
El año 2003 Sylvia comenzó a explorar más la práctica de yoga para personas con discapacidad. En aquel momento, residía en Estados Unidos. A pesar de que no había suficiente información sobre yoga para niños y, mucho menos, para personas con discapacidad, logró encontrar un programa de Asanas for Autism and Special Needs. En el 2005, empezó su formación a través de diversos workshops. Además, trabajó en el Memorial Regional Hospital de Florida junto con la terapeuta física de su hijo, con quien comenzó a promover la práctica del yoga.
Valverde trabajó en el Children Treatment Center for Special Needs y también formó parte de la junta directiva de la Organización Broward Gold Coast Down Syndrome, donde formó un grupo hispano y creó los sábados de familia y yoga. La instructora ha recibido capacitaciones de yoga para personas con autismo y necesidades especiales, yoga en silla de ruedas, yoga para niños y familia, mindfulness y, actualmente, se encuentra recibiendo capacitación de yoga y meditación para personas con TDAH.
En el 2014, Sylvia fundó Yoga 4 Special Needs en Perú, un proyecto que promueve el yoga accesible e inclusivo. Actualmente, trabaja en el proyecto junto con sus tres asistentes: su hijo Alexander, Vania Castellano y Claudia López. Su principal objetivo no sóo era la práctica de yoga sino también la formación de instructores de apoyo con discapacidad intelectual y, coincidentemente, sus tres asistentes tienen síndrome de Down.
A lo largo de estos años, el proyecto ha recibido apoyo de organizaciones como el Colectivo Down Perú o la Sociedad Peruana de Síndrome Down, lo cual ha permitido su crecimiento y difusión. Durante la pandemia del Covid-19, Sylvia y su equipo tuvieron un gran reto, pero lograron adaptarse y continuar brindando sus clases de yoga tanto a niños como a jóvenes y adultos. Además, tuvieron la oportunidad de trabajar junto a la Municipalidad Metropolitana de Lima en programas como “Lima aprende a incluir” e “Inclu-Lima”.
Sylvia explica que cada clase de yoga se trabaja bajo una estructura, ya que es importante para la comodidad de cada participante, y está enfocada en las capacidades y necesidades de los asistentes, ya que a pesar de que tengan el mismo diagnóstico cada ser humano es único. De esta forma, combina posturas, técnicas respiración, secuencias, meditación guiada y técnicas relajación. “He observado grandes avances de los alumnos, no solo en lo físico porque también enseñamos el respeto a uno mismo y el amor propio”, agrega.
Para Sylvia, como mamá de una persona con discapacidad, es importante generar espacios donde se puedan contar experiencias con el fin de ayudar a otras personas que se encuentran atravesando por una situación similar. A través de las redes sociales, Yoga 4 Special Needs busca crear una comunidad accesible e inclusiva. “Los papás deben ser activistas y transformar esta experiencia para algo bueno”, explica la instructora.
La instructora de yoga accesible para niños, niñas, jóvenes y adultos, Vania Castellano, dice que hace cuatro años empezó a practicar yoga. Durante su primera clase, se sintió nerviosa porque pensó que las posturas eran difíciles de mantener. Ahora, se siente muy feliz de formar parte de este proyecto y continuar con la difusión de esta práctica ancestral. “Ha cambiado mucho mi vida, me siento más fuerte y más segura de mi misma. Es algo que me fascina hacer”, manifiesta.
Como instructora de yoga, Vania procura brindar bienestar a través de la práctica de esta disciplina. Le encanta enseñar y participar en los programas de la Municipalidad de Lima que, considera, fueron grandes experiencias. “Pude hacerlo porque soy capaz”, afirma. Vania trabaja como profesora de los talleres de yoga que brinda la Sociedad Peruana de Síndrome Down. Para ella, una parte importante de sus clases es el apoyo y aliento que brinda a sus alumnos a través de palabras.
Vania asegura que se siente afortunada de ser instructora de yoga accesible e inclusivo. Explica que esta práctica significa aceptar a todas las personas, por igual, sin importar su físico, su condición social o mental. “Los invito a todos a unirse a mi práctica de yoga para disfrutar las clases juntos”, concluye.