La educación a distancia no ha sido fácil para los niños durante la pandemia del COVID-19, sobre todo en el Perú, donde solo el 38,7% de los hogares tiene acceso a internet. “La mayoría de los alumnos tienen hermanos y solo cuentan con una computadora o un celular [para estudiar en casa]", comenta Patricia Villanos, docente de 34 años, encargada del aula de Innovación Tecnológica del colegio público María Reiche Grosse-Neuman, en el distrito limeño de San Juan de Miraflores.
"Muchas veces, este [dispositivo] es el de la mamá porque el papá sale a trabajar y no puede dejar su móvil”, lamenta.
Durante el estado de emergencia provocado por el nuevo coronavirus, en esta escuela se han reportado más faltas de asistencia de lo habitual. Y si bien las dificultades para educar a través de la virtualidad son muchas, la posibilidad de retornar a las clases presenciales aún no está siendo evaluada.
El colegio María Reiche está próximo a inaugurarse con una nueva infraestructura: 24 aulas, 13 unidades de servicios higiénicos, lavaderos de manos, losas deportivas y laboratorios. Las instalaciones ya están listas, pero el miedo al contagio es más grande.
“Los docentes no están convencidos del regreso presencial porque es un riesgo que no desean correr”, señala Villanos. De acuerdo con la docente, el 80% de los profesores de este colegio son mayores de 50 años. "No están de acuerdo en retornar hasta que los niños estén vacunados”, agrega.
Hasta hace dos semanas, según información del gobierno, apenas 37% de los docentes a nivel nacional habían sido inmunizados con las dos dosis de la vacuna contra el COVID-19. La vacunación de los menores de edad aún no ha iniciado.
Preparando el regreso
José Carlos Vera, director de la Dirección General de Gestión Descentralizada del Ministerio de Educación (Minedu), indica que con la aprobación del Ministerio de Economía se han transferido 500 millones de soles entre 2020 y 2021 a las Unidades de Gestión Educativa Locales (Ugeles), que son instancias ejecutoras a nivel regional, y a las escuelas.
Los recursos se han destinado a 60 mil locales escolares del país para que los directores puedan disponer de ellos priorizando el acondicionamiento de los servicios higiénicos y la adquisición de kits básicos de higiene, con mascarillas y protectores faciales, para garantizar protocolos de bioseguridad.
“También se han transferido recursos para implementación de lavamanos en 15 mil locales focalizados que no cuentan con acceso directo a agua. Y en Lima Metropolitana, en 180 locales, se ha desarrollado trabajo con Sedapal para que se realicen las conexiones a agua potable”, añade Vera.
En 2020, más de 120 mil estudiantes migraron de la escuela privada a la pública. Y este año se han registrado 6 mil estudiantes adicionales. Según el funcionario del Minedu, con este nuevo escenario, se han solicitado al Ministerio de Economía recursos adicionales para la contratación de docentes, mobiliario escolar y un aumento presupuesto de Qali Warma.
Además, comenta que se están haciendo algunas verificaciones para acondicionar módulos prefabricados y aumentar aulas. “El sistema público se ha preparado para recibir esta cantidad de estudiantes”, dice.
Sin embargo, desde el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep), Teresa Matos, subsecretaria general, aún exige la contratación de 100 mil maestros para abastecer las responsabilidades en la presencialidad. “Yo soy una profesora que ha tenido 76 alumnos en un aula de educación inicial. Necesitamos docentes porque el Minedu exige que en zonas rurales un salón tenga hasta 25 alumnos”, resalta Matos.
Matos es docente de educación inicial en la provincia de Hualgayoc, en Cajamarca. Señala que en el jardín en el que dicta clases hay entre 180 a 200 alumnos y solo dos profesoras nombradas. "Ahora el Minedu nos ha dado 3 plazas más para contratar, pero no es suficiente", dice.
El Sutep también pide que se evalúe a los alumnos en su estado emocional. “Los alumnos no están en condiciones óptimas”, indica.
Guido Bellido, presidente del Consejo de Ministros, señaló el último 26 de agosto que el Ministerio de Educación ha constatado que el 34% de los estudiantes del tercer grado de primaria y el 45% del primer grado de secundaria han sufrido síntomas de depresión y ansiedad durante el 2020.
Por otro lado, las cifras del Minedu indican que hay 76,864 servicios educativos habitlitados que cumplen condiciones epidemiológicas de bajo riesgo de contagio del COVID-19, tanto en la institución como en su distrito.
José Carlos Vera, del Minedu, señala que este es el primer paso para que las escuelas regresen a algún grado de presencialidad. Luego deberán elaborar su plan de retorno y que este cumpla los protocolos de bioseguridad y acuerdo voluntario de la comunidad educativa.
A la fecha, 5,638 escuelas han vuelto a la semipresencialidad. El 97% pertenecen a zonas rurales. En el ámbito urbano, según el Minedu, hay 14 655 instituciones educativas que ya cumplen con condiciones epidemiológicas, pero apenas 149 ya han retornado a clases.
En Lima, en las próximas semanas, ya se alistarían 20 escuelas para el retorno efectivo a las aulas. Y a la fecha se registran 3,259 escuelas "habilitadas" (con bajo riesgo de contagio) en 15 distritos (Barranco, Breña, Chaclacayo, El Agustino, La Molina, Lurín, Pucusana, San Bartolo, San Luis, Santa Anita, Santa María, Santa Rosa, Surco y Villa María) y 306 en Callao.
En tanto, el colectivo Volvamos a Clases Perú ha estado proponiendo, incluso con protestas públicas, que las escuelas habilitadas y que cumplan con las normas dispuestas inicien el regreso a la presencialidad como proyectos pilotos.
“Hay colegios cuyas comunidades educativas ya están dispuestas a empezar clases y no se les otorga la autorización. Las Ugeles están funcionando como candados porque están impidiendo el retorno. Mandan oficios y requerimientos que terminan siendo trabas burocráticas”, critica Milagros Saenz, vocera del colectivo que el día último 21 de agosto participó de la marcha convocada para pedir el retorno de los niños y adolescentes a los salones de clases.
El colectivo nació en abril de este año y agrupa especialistas de la educación, de salud mental, y padres y madres de familia a nivel nacional que exigen fechas concretas para el retorno nacional. Sáenz afirma que le preocupa la pérdida de las habilidades socializadoras de los niños, el aumento de problemas de salud mental y miopía.
En el colectivo han recibido 60 casos de madres que han tenido que renunciar para atender la educación de sus hijos. “Para quienes tienen el privilegio de hacerlo, eso se traduce en pérdida económica para la familia”, añade.
La institución educativa a la que asisten los hijos de Sánez se ubica en Lima, en el distrito de Surco. El colegio privado ya cuenta con la habilitación del Minedu. "A pesar de que el 86% de padres está de acuerdo, el colegio está listo con los protocolos de seguridad y se ha instalado un lavamanos en la entrada, la Ugel no da los permisos para abrir”, puntualiza la vocera.
El factor miedo
En opinión de Gladys Ayllón, doctora en Eduación por la Freire Universitat Berlin, es evidente que la casa no es un lugar adecuado para estudiar, pero la educación básica del país atraviesa un momento difícil en el que predominan los miedos y las presiones. “En el Perú se puede iniciar con los ensayos y pruebas pilotos, pero es complicado porque son pocos los colegios que en sus aulas tienen 20 alumnos”, menciona.
Otra variable: el transporte. Ayllón enfatiza en la importancia de flexibilizar los horarios de clases para que no se concentren en las horas de mayor afluencia en las zonas urbanas, pues los vehículos del sistema de movilidad son también zonas de contagio. “[Sobre todo] en los colegios públicos, tanto niños como jóvenes, toman medios de transportes que los llevan a sus instituciones durante 40 minutos o hasta 2 horas”, agrega.
Teresa Matos, del Sutep, también manifiesta su preocupación por la situación del transporte, tanto para los niños como para los docentes. La dirigente señala que los buses se llenan casi al 100% y que se debe exigir al Minedu que también asuma con esa responsabilidad, pues esto se debe a que las vacantes en las instituciones educativas cercanas a los alumnos se agotan y eso implica que se matriculen en colegios más distantes.
Por su parte, la especialista Ayllón explica que existe un factor miedo con el cual las autoridades competentes también deben lidiar. Si bien el retorno a clases será voluntario, se deben hacer los mayores esfuerzos por garantizar un regreso seguro, sin contagios. Esto exige que cada centro educativo haga un análisis sobre la verdadera viabilidad de retomar las clases semipresenciales, ya que las realidades y necesidades son diversas.
Avances para la vacunación de la comunidad educativa
Este viernes 3 de septiembre el Minedu anunció que se iniciará la vacunación focalizada para docentes urbanos. “Ya se declaró la educación en emergencia y esto no debe ir con las manos vacías. Este año se espera un 70 % de vacunación a la comunidad educativa”, sostiene Matos, subsecretaria del Sutep. El primer ministro Guido Bellido ya ha prometido que la inmunización llegará al 100%, en su último discurso ante el Pleno del Congreso para solicitar el voto de confianza.
La meta del Minedu es vacunar a 675 022 docentes y administrativos. En zonas rurales el avance con dos dosis aplicadas es de 65% y en zonas urbanas es de 56%. Esto representa un avance total de 373,411 personal vacunado (59%). Con al menos una dosis se registra a 455,404 personal educativo (71.96%).
José Carlos Vera, del Minedu, asegura que ya se ha coordinado con las redes de salud para realizar las pruebas antígenas al personal. A la fecha, en Arequipa, se han cerrado dos colegios por prevención porque incrementaron contagios en la comunidad.
También se dispuso el cierre de otra escuela en la comunidad de Indiana, en la región amazónica de Loreto, en la que algunos docentes dieron positivo al COVID-19. El último reporte de cierre de semipresencialidad fue en Pampamarca, donde se registraron tres casos de estudiantes contagiados.
*José Carlos Vera, entrevistado en su calidad de director general de la Dirección General de Gestión Descentralizada del Minedu, dejó el cargo antes de la publicación de este informe.