Cuando Allan Wagner fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores, en noviembre de 2020, formó un equipo de trabajo, liderado por el embajador Luis Enrique Chávez e integrado por personal de la Cancillería, para el seguimiento de las gestiones que se hacían a través de las embajadas del Perú con los laboratorios que al gobierno de Francisco Sagasti le interesaba contactar y firmar contratos de compra de vacunas contra el Covid-19.
El equipo de la Cancillería hacía las gestiones con los laboratorios y el mecanismo Covax Facility y, en algunos casos, con gobiernos, bajo la batuta del Ministerio de Salud. En esta cartera destacaban el ministro Óscar Ugarte, los viceministros de Salud Pública, Gustavo Rosell, y de Prestaciones y Aseguramiento en Salud, Bernardo Ostos, así como otros funcionarios. Por el Ministerio de Economía y Finanzas había un grupo de funcionarios encargados de ver la aprobación del presupuesto y el desembolso del dinero.
Para negociar los contratos, se creó también un grupo especial de juristas, cuyo coordinador era Juan José Ruda, asesor jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores, y estaba conformado por abogados de los ministerios de Salud y de Economía. En este último ministerio, también tuvo un papel preponderante la viceministra de Hacienda, la economista Betty Sotelo.
Con el cambio de gobierno, la mayoría de integrantes de estos equipos han permanecido en sus puestos, tras haber ganado experiencia en las negociaciones para adquirir más vacunas y asegurar el cumplimiento de los compromisos firmados con los laboratorios. Ahora, estos funcionarios son liderados por el ministro de Salud, Hernando Cevallos, quien deberá ser el que firme los contratos, tal como lo hacía su predecesor Óscar Ugarte.
“En salud, permanecieron los viceministros, permaneció el equipo que trabajaba. En cancillería, igual, al punto de que quien era el coordinador del equipo, el embajador Luis Enrique Chávez, pasó a ser viceministro (de Relaciones Exteriores). Se mantuvo el equipo que estuvo trabajando en la Cancillería. En el caso de nuestras embajadas, igual", dijo a Convoca.pe el excanciller Allan Wagner.
"Creo que ese [equipo] es un activo que tenemos muy importante y que se ha preservado. Esa fue la clave por la cual pudimos avanzar ingresando tan tarde al mercado, prácticamente copado por otros países que ya habían hecho compras", añadió.
La viceministra de Hacienda del Ministerio de Economía y Finanzas, Betty Sotelo, personaje clave en el cierre de las negociaciones con el laboratorio estadounidense Pfizer, ya no continúa en este cargo. Fue reemplazada por el economista Gustavo Guerra García, ex presidente del Instituto Metropolitano Protransporte de Lima durante la gestión de la alcaldesa Susana Villarán. Sin embargo, Sotelo continua trabajando para dicho ministerio pues, el 12 de agosto último, fue nombrada directora de la Dirección General del Tesoro Público.
Días antes de que dejara la presidencia, Francisco Sagasti condecoró a la economista Betty Sotelo con la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos, junto con la científica Lisa Danzig. Además, el abogado Juan José Ruda recibió un reconocimiento por sus contribuciones en los aspectos legales y jurídicos de los procesos de negociación con los laboratorios proveedores de vacunas contra el Covid-19.
Aunque Wagner advierte que no puede opinar sobre cómo se ha venido trabajando en el Ministerio de Relaciones Exteriores desde el inicio del gobierno de Pedro Castillo, destaca la importancia de que los equipos se hayan mantenido para tener un contacto permanente con los laboratorios. “Eso era lo que permitía que, primero, se pudieran concretar las negociaciones de los acuerdos de suministros y hacer efectivos los cronogramas de entregas establecidos, porque los países donde estaban establecidos los laboratorios daban prioridad al abastecimiento de sus propios programas de vacunación”, explicó.
Demora en la llegada de vacunas
En su informe de transferencia de gestión, la gestión de Wagner señala que el Ministerio de Relaciones Exteriores ha contribuido a asegurar un número suficiente de vacunas. Hasta julio, suscribió acuerdos “para la provisión de 65 millones 742 mil 600 millones de dosis, número suficiente para vacunar en una primera etapa, al personal de primera línea, adultos mayores y personas altamente vulnerables hasta alcanzar a todos los peruanos mayores de 18 años a fines del presente año e, incluso, a jóvenes de 12 a 17 años”.
Para Allan Wagner, el bache que hubo en el proceso de vacunación en agosto se debió a que no llegaron las vacunas del laboratorio chino Sinopharm, que se había comprometido a entregarlas en julio y agosto, tal como lo ha explicado el exministro de Salud Óscar Ugarte.
En julio, debieron llegar tres millones de vacunas ya compradas, pero solo vinieron dos millones. Entre agosto y septiembre, debían llegar 10 millones de vacunas que ya están compradas y pagadas. "El rebrote del virus del Covid-19 en China hizo que el gobierno, propietario de la farmacéutica Sinopharm, diera prioridad al plan de vacunación interno en perjuicio de las exportaciones pactadas con otros países", comentó Wagner.
El ex ministro Óscar Ugarte informó, en julio pasado, que en septiembre llegaban las vacunas Sputnik V, que produce el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya y que fueron compradas al Fondo Ruso de Inversión Directa. Cada mes, debían llegar cinco millones de dosis hasta completar los 20 millones en diciembre. Sin embargo, el ministro de Salud, Hernando Cevallos, dijo el último miércoles que recién estarían arribando en diciembre o el próximo año.
El contrato firmado con el Fondo Ruso establece que, en función de los suministros que se concreten, se harán los pagos. El rebrote del virus en Rusia ha obligado al laboratorio Gamaleya a dedicar la mayor parte de su producción al plan de vacunación ruso, a lo cual se suma la escasez de uno de los insumos que proviene de la India.
La Contraloría General de la República ha acreditado comisiones para investigar lo que ocurre con la llegada de vacunas al país. Esta semana, el contralor general Nelson Shack afirmó que los ministerios de Salud y Relaciones Exteriores tienen que lograr que los laboratorios con los que el gobierno anterior suscribió contratos por los lotes de vacunas cumplan lo programado, para que se asegure la vacunación oportuna de la ciudadanía.
“Estamos muy preocupados por el proceso de vacunación, no solo que no se detenga, sino que tiene que acelerarse. (…) Hasta donde recuerdo, todos los contratos, si bien no se pagaron, estaban suscritos. Entonces es un problema de gestión del gobierno actual, particularmente de los sectores de Relaciones Exteriores y Salud", declaró.
Ante los cuestionamientos, la Cancillería emitió un comunicado, el último viernes, en el que informa que el Ministerio de Salud ha suscrito contratos de suministro con cuatro laboratorios (Pfizer, Sinopharm, AstraZeneca y FRID/Gamaleya) y con el mecanismo Covax Facility, por un total de 95,731,400 dosis. A esto se suman donaciones de 2,102,760 de dosis de gobiernos, lo que da un total de 97,834,160 dosis, suficientes para proteger a 48,917,080 personas.
La Cancillería detalló que el Perú ha recibido 19,219,070 de dosis y están pendientes de ser entregadas 78,615,090 de dosis, suficientes para proteger a 39,307,545 de personas adicionales.
El último viernes, el ministro de Salud, Hernando Cevallos, dijo que la provisión de vacunas está garantizada en el país y que cualquier gestión que pueda hacer la Cancillería no se resuelve en 15 días. “Con Pfizer estamos en conversaciones para tener, el año que viene, 35 millones de vacunas y con Moderna, 10 millones”, precisó.
Para el 2022, el gobierno anterior dejó pendientes las negociaciones para la compra de más vacunas con los laboratorios Pfizer, AstraZeneca, Sinovac, Curevac, Moderna y Johnson & Johnson. En algunos casos, hay contratos pendientes de firmar, expresiones de interés de los laboratorios, acuerdos de principios y en otros, solicitudes de información del gobierno peruano, como con la vacuna cubana Abdalá.