A un mes del derrame de petróleo en el mar durante la descarga de combustible en la Refinería La Pampilla, de la empresa española Repsol, lo único claro sobre este desastre ecológico es el crudo que todavía cubre gran parte del litoral del norte de Lima y del Callao.
En entrevista con Convoca.pe, pescadores, expertos en materia del medio ambiente y abogados coincidieron en que la contaminación generada por el derrame de combustible en el mar no será resuelta en un breve o medio plazo, en perjuicio del ecosistema y un amplio número de peruanos.
“Vemos que todas las acciones son insuficientes. Las playas siguen cerradas, los pescadores no salen a la mar hace 30 días. Los entrevistamos y están preocupados porque playa solo (la playa) Conchitas está limpia, pero más cerca de Pasamayo todavía tiene petróleo visible”, señaló Estela Lozano, representante de la Defensoría del Pueblo.
En diálogo con los medios de comunicación, la funcionaria manifestó que los pescadores, puntualmente los de Ancón, solicitaron con urgencia que se contrate más embarcaciones para acelerar el proceso de limpieza del mar. “Denuncian que ahora salen solo 30 (hombres de mar) diarios y antes del desastre, lo hacían 300”, señaló.
En medio de este panorama, se dio a conocer la llegada, en los próximos días, del Relator Especial sobre Sustancias Tóxicas y Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), el doctor Marcos A. Orellana. Según fue informado, el funcionario llegará al país en el marco de una agenda académica entre el lunes 21 y el sábado 26. Entre estas actividades, destaca la visita a la zona afectada por el derrame petrolero, en Ventanilla y Ancón, el próximo viernes 25.
El mismo día, se reunirá con los pescadores afectados por derrames petroleros, para escuchar sus pedidos y entregar sus recomendaciones sobre la problemática. Fuentes cercanas a la organización de la visita manifestaron que si bien el representante de la ONU no podrá realizar un pronunciamiento oficial al respecto -al ser una de tipo visita académica- sí podrá establecer los contactos necesarios en la entidad intergubernamental para propiciar soluciones ante este desastre y gestionar apoyo para los afectados.
Y mientras esto ocurre, lo único que se adhiere a las redes de los pescadores es el petróleo que aún flota en el mar limeño. Esta situación podría durar mucho más de lo asegurado por la empresa Repsol, lamentó el especialista de la ONG Oceana, Juan Carlos Riveros, quien considera que el crudo seguirá aflorando en el litoral, a pesar de las labores diarias de contención.
“Esa limpieza durará meses, dependiendo de la cantidad (de crudo derramada). Como no se recuperó nada, porque la empresa no actuó antes o no quiso hacerlo, diversas personas que hacen modelos, dicen que tres o cuatro meses puede durar esto”, señaló el experto, por lo que estimó que la limpieza de la superficie estaría lista para la Semana Santa, pero que el fondo marino recién estaría libre de crudo en aproximadamente seis años.
Riveros resaltó que concretar la remediación del ecosistema costero será muy difícil por la gran cantidad de petróleo derramado en el mar. “Limpian la playa, dejan la arena limpia, pero el mar va a traer más crudo y más espuma. Esto durará varios meses”, manifestó al referirse a la contaminación.
Según el experto de la ONG Oceana, los trabajos que vemos a diario en el mar y en las playas no están dando los frutos esperados. “Probablemente, lo que vemos que se ha recuperado son 4 mil barriles de crudo”, explicó. Esta cantidad es insuficiente si se tiene en cuenta que, hace semanas, Repsol estimó que fueron 11 900 los barriles derramados en el mar de Ventanilla. Inicialmente, había reportado que eran 6 mil los contenedores de hidrocarburo vertidos.
La semana pasada, la compañía española aseguró que las labores de limpieza en el mar y en la costa “alcanzan un 56% de la zona afectada. “En el mar queda muy poco producto por recoger. Sin embargo, mantenemos los vuelos de control y monitoreo más allá del litoral afectado, en base a las simulaciones realizadas por nuestros expertos”, señaló en un comunicado el gerente de Seguridad, Calidad y Medio Ambiente de Repsol, José Reyes.
Sin embargo, para el especialista de Oceana Juan Carlos Riveros, la empresa está descuidando la remediación en las zonas inaccesibles, en las que el crudo parece flotar intacto. Gremios de pescadores artesanales, como el de Ancón, también habían denunciado esta situación e hicieron un llamado al Estado para que disponga de más recursos y evite un mayor daño al ecosistema costero y marino.
El camino a las sanciones
Un mes después del derrame de petróleo, se ha conocido poco sobre las sanciones a los responsables. La única medida aplicada ha sido la del Poder Judicial que dispuso el impedimento de salida del país, por 18 meses, del director ejecutivo de Repsol Perú, Jaime Fernández Cuesta, y los ejecutivos Renzo Tejada, Gisela Posadas y José Reyes.
“El proceso administrativo sancionador demanda tiempo. El tiempo más corto (para una sentencia) sería de un año, y si la empresa apela, dos años o más. En materia penal, un año aproximadamente (sanción) en primera instancia”, explicó a Convoca.pe el abogado especialista en materia ambiental, César Ipenza.
No obstante, Ipenza explicó que el Estado debe centrar sus esfuerzos en trabajar en una denuncia general, a través de la dependencia de Gobierno que sea capaz de imponer las mayores multas, con el fin de evitar que la empresa goce de impunidad.
“El Estado debe tener una estrategia de sanción, ver quién tiene mejores condiciones y tener una sanción más firme y eficaz. Evitar tener distintas multas y que la empresa aduzca que no se puede poner doble sanción. En el 2013, DICAPI (Dirección General de Capitanías y Guardacostas) puso una multa y el OEFA (Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental) puso una similar, pero no se pudo aplicar porque dos empresas no pueden ser sancionadas por lo mismo”, explicó Ipenza a este portal.
Como sucedió al inicio del desastre -cuando anunció que eran solo 6 mil y no 11 900 los barriles de crudo vertidos al mar- la compañía Repsol intenta minimizar su responsabilidad frente al derrame. El último lunes, la empresa española confirmó que presentó una reclamación a los propietarios del barco italiano Mare Doricum y sus aseguradoras, pues argumenta que el derrame fue provocado por un brusco movimiento de la nave.
“Puede ser una estrategia para dilatar, desatender el tema, y, entre esas discusiones, dejar de asumir su responsabilidad, lo que es lamentable”, refirió Ipenza.
El procurador del Ministerio del Ambiente Julio César Guzmán dijo a este medio digital que era necesario recopilar todos los medios probatorios para iniciar los procesos administrativos sancionadores. Sin embargo, el OEFA, a través de sus voceros de prensa, precisó que impuso una multa de 100 UIT (S/ 460 000) a Repsol por el incumplimiento de una medida.
Además, el OEFA inició tres procedimientos sancionadores por el incumplimiento de los plazos otorgados para la identificación de las zonas afectadas por el derrame, la, limpieza de todas las zonas afectas por el derrame y la contención y recuperación del hidrocarburo cuyas multas pueden llegar a las 4 000 UIT (S/ 4 600 000).
Como informó Convoca.pe, la Refinería La Pampilla registra una sanción anterior del OEFA, por dos infracciones al Reglamento para la Protección Ambiental en las actividades de hidrocarburos y por un derrame de petróleo ocurrido en el mar de Ventanilla, el 4 de febrero de 2013. Tras las apelaciones, en el 2015, la compañía pagó una multa total de S/ 277 301.19, por no controlar o mitigar eficientemente el impacto negativo generado en el mar; y por presentar información inexacta en su informe final del desastre, en el que reportó que solo derramó siete barriles al mar, cuando en realidad fueron 195.
Al consultar Convoca Deep Data, la plataforma de análisis de datos sobre las industrias extractivas en el Perú, también se evidenció que la refinería tiene siete infracciones laborales, relacionadas con la obstrucción a la labor inspectiva, condiciones de seguridad en lugares de trabajo, información sobre seguridad y salud en el trabajo, compensación por tiempo de servicio, entre otras. El monto total de las multas impuestas por la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) fue de S/2 081 275 entre los años 2016 y 2018.
Mar de angustias
Kevin Villegas, secretario de Defensa del Sindicato de Pescadores Artesanales de Ancón, confirmó que, a un mes del desastre, el panorama sigue siendo incierto para los hombres y mujeres de mar. En diálogo con este medio digital, explicó que su gremio todavía no llega a un acuerdo con Repsol sobre las posibles reparaciones e indemnizaciones, y que la oferta de trabajo que les ofreció la compañía, es insuficiente para afrontar el difícil momento.
“La empresa ha contratado a los pescadores para las labores de limpieza, pero la rotación es muy grande. Cada uno sale cada siete días, y por esta jornada paga 150 soles. Antes del desastre, podíamos salir todos los días al mar y ganábamos en promedio 300 soles diario”, detalló Villegas, quien agregó que esta labor empieza en las primeras horas del día y culmina, aproximadamente, a las 4 de la tarde.
“En este momento, recibimos apoyo de algunas organizaciones de buen corazón, y con eso nos mantenemos”, explicó. Esta ayuda es entregada por el movimiento Hombro a Hombro que, en alianza con la denominada Fundación Lima, dieron canastas de víveres, artículos de limpieza e higiene, así como equipos de protección personal a los pescadores de Ancón, Ventanilla y Aucallama.
Villegas reconoció que la compañía española entrega vales de 500 soles quincenales a varios pescadores afectados; sin embargo, señaló que esta cantidad es insuficiente y nadie sabe cuánto puede durar. Solo en Ancón son 1 045 los hombres y mujeres de mar afectados por el derrame.
“Mañana (martes 15) tenemos una nueva reunión con Repsol, para definir los de las compensaciones. Ya tenemos un monto para proponer y esperamos que lo evalúen y se defina, de una vez”, indicó a este medio el vocero de los pescadores de Ancón. Recordó que si no se alcanzan acuerdos, los pescadores iniciarán procesos en la vía legal.
Según Repsol, ha “firmado acuerdos de colaboración en beneficio de 2100 pescadores y comerciantes de las zonas afectadas”. Por escrito, la compañía informó que dentro de estos grupos se encuentran la Asociación de Pescadores del distrito de Ancón (1.045 personas), pescadores y comerciantes de Ventanilla (307), Asociación de Pescadores de Chancay (115), Asentamiento Puerto Pachacútec (87), entre otros.
Por el lado del Gobierno, el bono para ayudar a los pescadores, que fue anunciado por el Ministerio de la Producción hace algunas semanas, sigue siendo una promesa. Este sector, ni el Ministerio de Economía y Finanzas, han informado a cuánto asciende el presupuesto para esta bonificación y cuándo se otorgará.