Por Elena Miranda | 4 de abril de 2021
A pesar de que el Ministerio de Salud solo cuenta con dos ultracongeladoras para almacenar las vacunas contra el COVID-19 de la farmacéutica estadounidense Pfizer, la compra de diez nuevos equipos está demorando porque, al solicitar las cotizaciones, el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares) solo ha considerado un tipo de modelo y marca, según reveló un informe de la Contraloría General de la República.
Han pasado más de cinco meses desde que la Dirección de Inmunizaciones del Minsa hizo el requerimiento de las ultracongeladoras que garanticen la conservación de las vacunas de Pfizer, las cuales requieren de una temperatura menor a 70 grados centígrados, y aún no se puede concretar la compra. Esta demora podría afectar el almacenamiento, conservación, distribución y aplicación de las vacunas a nivel nacional, según alertó la Contraloría.
La falta de ultracongeladoras había sido alertada el 1 de marzo en un informe que el Grupo de Apoyo a la Vacunación envió a la Presidencia del Consejo de Ministros. El secretario técnico Carlos Neuhaus reveló que en los almacenes del Cenares solo había dos congeladoras para las vacunas de Pfizer y advirtió que si llegan lotes de uno o dos millones semanales, los equipos serían insuficientes.
Ante el revuelo causado por este informe, el Ministerio de Salud emitió un comunicado, el 12 de marzo último, en el que afirmó que el Cenares cuenta con dos ultras congeladoras de -80°C, ideales para las vacunas de Pfizer, cada una capaz de almacenar 200 mil dosis.
Demoran cotizaciones
El 28 de octubre de 2020, la Dirección de Inmunizaciones de la Dirección General de Inmunizaciones Estratégicas en Salud Pública (DGIESP) del Ministerio de Salud remitió al Cenares un requerimiento de equipos y complementos de la cadena de frío para fortalecer los puntos de almacenamiento y conservación de la vacuna contra el COVID-19. El 26 de noviembre, el pedido fue actualizado y derivado al Centro de Adquisiciones y Donaciones del Cenares. Dicha solicitud incluía 10 ultracongeladores y 21,036 registradores de temperatura-data logger (Dispositivos electrónicos).
El Cenares pidió una cotización al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el 27 de noviembre. El representante de este organismo respondió, el 10 de diciembre, que retiró las ultracongeladoras y data logger de la lista de equipos a cotizar porque no figuraban en su catálogo, según las especificaciones técnicas requeridas. Ante ello, el 15 de diciembre, el Cenares solicitó una cotización de estos dos equipos a la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).
Un primer informe de la Contraloría, publicado el 5 de febrero, detectó que la adquisición de ultracongeladoras y data logger, a través de la OPS/OMS, aún se encontraba en proceso y que, desde el 26 de diciembre, esta organización no había enviado la cotización solicitada. Advirtió que esta demora podría afectar el almacenamiento, conservación, distribución y aplicación de las vacunas contra el COVID-19 y, por lo tanto, el cumplimiento de los objetivos del Plan de Vacunación contra esta enfermedad y del plan de preparación y respuesta ante una posible segunda ola pandémica.
El Cenares cuenta con dos ultras congeladoras de -80°C para las vacunas de Pfizer, cada una capaz de almacenar 200 mil dosis.
Una sola marca de equipos
Casi mes y medio después, un segundo informe de la Contraloría, publicado el 25 de marzo, evidenció que persistía esta demora e identificó que, para la compra de ultracongeladoras y data logger, el Cenares consideró en las especificaciones técnicas un solo tipo de marca y características, lo que “estaría limitando a la entidad contar con otras opciones de mejores precios, calidad, tecnología y oportunidad que garantice efectividad de la finalidad pública requerida”
El 8 de marzo, el Cenares pidió cotizaciones a la OPS/OMS y a tres proveedores nacionales (Diagnóstica Peruana SAC, Ahseco Perú SA y Fibonacci Corp.) para la compra de ultracongeladoras, de capacidad no menor a 766 litros, de diseño horizontal y de rango de temperatura de -40 a -80 grados centígrados, y de data logger modelo TV 4050 Tiny Tag.
Las características técnicas de las ultracongeladoras solicitadas por el Cenares solo coinciden con el modelo NC80-27, que corresponde a una sola marca: SO LOW, la misma que la de los dos equipos donados por la OPS/OMS al Perú, que utiliza el Cenares para almacenar la vacuna de Pfizer. Cada ultracongeladora cuesta aproximadamente en 16 mil dólares.
El modelo solicitado de data logger de Tinytag solo podría proveerlo la empresa que tiene la representación en el Perú, según el informe emitido por la Contraloría. Este dispositivo electrónico monitorea temperaturas de -30° C a + 50° C usando un sensor incorporado. Su precio aproximado es de 179 dólares.
La OPS/OMS envió una cotización de precios de las ultracongeladoras y de los data logger, ofertando un plazo de entrega a 10 meses. Los proveedores nacionales remitieron cotización de las ultracongeladoras, pero con especificaciones técnicas diferentes, pues refirieron que las solicitadas obedecen a una determinada marca y modelo. No presentaron cotización sobre los data logger porque señalaron que correspondía a una marca definida.
“Situaciones como estas no permiten la celeridad de las adquisiciones, toda vez que, al haberse definido modelo y marca, restringe la libre participación; con lo cual, no permite alcanzar la finalidad pública de fortalecer los puntos de almacenamiento, que garanticen la cadena de frío y conservación de las vacunas en cumplimiento del Plan Nacional de Vacunación contra la COVID-19”, destaca el informe de la Contraloría.
Incumplen Ley de Contrataciones
Al considerar en las especificaciones técnicas una determinada marca y modelo de ultracongeladoras y data logger, el Cenares no tuvo en cuenta la Ley de Contrataciones del Estado, que establece los principios que rigen las contrataciones.
El artículo 2 de esta norma prohíbe la adopción de prácticas que limiten o afecten la libre concurrencia de proveedores y que restrinjan o afecten la libre competencia. También establece que los bienes, servicios y obras deben reunir las condiciones de calidad y modernidad tecnológicas necesarias para los fines requeridos.
Además, el artículo 16, en cuanto al requerimiento, señala que, salvo excepciones previstas en el reglamento, no se hace referencia a una fabricación o procedencia determinada o a marcas, patentes o tipos, con la finalidad de favorecer o descartar ciertos proveedores o ciertos productos.
Como consecuencia de las condiciones y el criterio considerados en las especificaciones técnicas establecidas por el Cenares para la compra de ultracongeladoras y data logger, la Contraloría concluyó que se estaría limitando a la entidad para que cuente con otras opciones de mejores precios, calidad, tecnología y oportunidad que garanticen la efectividad de la finalidad pública requerida.
La comisión de control de la Contraloría identificó esta situación adversa al revisar la documentación obtenida pese a que, según precisa en su informe, tuvo limitaciones por la demora en la información proporcionada por la entidad.
En una carta enviada el 26 de marzo a la directora del Cenares, Rocío Espino, la Contraloría le comunicó sobre las situaciones adversas que identificó en el informe de control concurrente y le solicitó que remita al Órgano de Control Institucional (OCI) y le pidió que remita el plan de acción correspondiente para revertir esta situación, en un plazo de cinco días hábiles, es decir, hasta el 6 de abril.
El 31 de marzo último, llegó al Perú el quinto lote de las vacunas de Pfizer, con lo cual suman 250 mil dosis compradas a este laboratorio. Además, por la iniciativa Covax Facility, nuestro país ha recibido 117 mil vacunas. En total, las ultracongeladoras han almacenado 367 mil dosis que han sido distribuidas progresivamente para la vacunación de los adultos mayores de 80 años.
Desde el 3 de marzo, Pfizer ha enviado 50 mil dosis semanales al Perú. Para abril, se espera que lleguen 200 mil vacunas cada semana. El Perú ha comprado, en total, 20 millones de dosis a la farmacéutica estadounidense, las cuales irán llegando progresivamente hasta fin de año.
La dos ultracongeladoras que tiene el Cenares pueden almacenar 400 mil dosis de la vacuna de Pfizer, si se compraran ya los 10 equipos presupuestados, podrían almacenar 2 millones de dosis más. La pelota está en la cancha del Estado.