Aulas inhabilitadas por el riesgo de colapsar, colegios sin cercos perimétricos, módulos de estudios desgastados por el tiempo y escaso personal para los trabajos de limpieza halló la Defensoría del Pueblo durante las inspecciones que viene realizando a los centros educativos de Lima y otras regiones. Esta situación evidencia que muchas escuelas del Estado aún no están preparadas para recibir a los estudiantes e iniciar el año escolar, como máximo este 28 de marzo, fecha fijada por el Ministerio de Educación.
Más de seis millones de estudiantes de educación básica regular se matricularán este año en los colegios públicos de todos el país, según cifras del Ministerio de Educación que, debido a la emergencia sanitaria por el Covid-19, ha destinado un presupuesto especial para la implementación de protocolos de seguridad en los planteles.
“Este año, hemos salido a recorrer los colegios y vemos que, lamentablemente, el tema de infraestructura se mantiene, pero además, agudizado porque, durante los años en que los colegios estuvieron cerrados, los módulos, las aulas y carpetas se deterioraron. Hay colegios en los que hay que hacer una enorme labor de limpieza y otros en donde se requiere que el Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied) acelere los trámites para iniciar obras, concluirlas o atender situaciones de emergencia”, señala Milagritos Anderson, comisionada de la Defensoría del Pueblo.
En Lima norte, la Defensoría inspeccionó tres colegios nacionales y halló serias deficiencias en su construcción, que afectan el derecho de la educación de los niños, niñas y adolescentes. En los distritos de Comas y Carabayllo, los inspectores encontraron cinco pabellones con aulas inhabilitadas, desde hace siete años, tras ser declarados en riesgo de colapso por el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci). Con el inicio del año escolar, los estudiantes deberán acomodarse en las aulas prefabricadas, que están desgastadas y no tienen una ventilación adecuada para evitar el contagio del nuevo coronavirus.
Otros colegios de Lima centro, ubicados en los distritos del Rímac y Chorrillos, también presentan problemas en su estructura, que impiden el acceso a las aulas de cómputo y al área de servicios higiénicos. Además, tienen cercos perimétricos colapsados que vulneran la seguridad de los estudiantes. A ello se suma el deterioro de las áreas de cómputo, las bibliotecas, los laboratorios y el mobiliario escolar, que han estado sin uso durante más de dos años.
“También hay que reconocer el esfuerzo de muchos colegios. No todos están en una situación extrema. Hemos encontrado instituciones educativas que ya han iniciado las labores de limpieza, la señalización. Otras ya han ordenado las aulas con el aforo establecido. Hay una diversidad de situaciones”, precisó Anderson, funcionaria de la Defensoría del Pueblo.
Escale, del Ministerio de Educación (Minedu). Varias de estas presentan problemas de infraestructura, equipamiento y servicios.
En el interior del país hay más de 75 mil instituciones del nivel básico regular, según la plataforma deEn Huánuco, el director regional de Educación de Huánuco, Alcides Mallqui Naupay, reveló a una radio local que135 planteles fueron declarados en emergencia por su deficiente infraestructura, como el colegio Pilcomozo, que está a punto de colapsar. En Lambayeque, Piura y Loreto, al menos, el 50% de las instituciones no contarían con las condiciones necesarias para el retorno a clases, según indicaron autoridades regionales.
Convoca.pe se comunicó con voceros del Ministerio de educación para conocer la situación de los colegios a nivel nacional, pero hasta el cierre de este informe no respondieron.
Un estudio realizado por el Banco de Desarrollo de América Latina sostiene que la adecuada infraestructura contribuye a la mejora del clima institucional escolar, al interés académico de los estudiantes, la reducción del ausentismo escolar, la reducción de los problemas disciplinarios y el aumento de la motivación de los docentes.
Patricia Ames, especialista en temas educativos, sostiene que es importante resolver cuestiones de infraestructura en las zonas rurales, donde, al menos, tres de cada cinco colegios no tienen agua potable y el acceso a la tecnología es casi nulo, incluso, desde mucho antes de la pandemia del Covid-19. “Debemos apostar por la presencialidad, pero invirtiendo también en la tecnología y conectividad”, recomienda.
Hay varias razones por la que los estudiantes deben volver a las clases presenciales, asevera la especialista Ames, quien recuerda que no solo se trata de ver cuestiones de aprendizaje sino también el bienestar socioemocional, que es importante para el desarrollo personal.
Situación de alumnos y docentes
Para la exministra de Educación, Patricia Salas, nada debe ser impedimento para iniciar las clases escolares. La especialista sostiene que el retorno a clases no solo debe enfocarse en la problemática de la infraestructura sino también en cómo se prepara el sistema educativo para recibir a los alumnos que, durante estos dos años, adquirieron distinto nivel de aprendizaje.
“Desde el punto de los aprendizajes, las desigualdades serán mayores porque hay estudiantes que tuvieron acceso a internet, otros que han tenido ayuda en casa, otros no, algunos han perdido a madres padres y otros sufrieron la enfermedad (Covid-19). También se espera que muchos alumnos hayan abandonado sus escuelas, y mucho más en las zonas pobres. Por lo tanto, la primera medida que hay que tomar es determinar qué alumnos hemos perdido y con qué estrategia los vamos a recuperar.”, explica Patricia Salas.
El representante del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep), Lucio Castro, informó que los docentes ya se preparan para retornar a las aulas cumpliendo las medidas de bioseguridad. Destacó que más del 90% de los maestros están vacunados contra el Covid-19 y se espera que, hasta inicios de marzo, se llegue a cubrir casi al 100%. Sin embargo, pidió al Gobierno que asegure la contratación de los docentes nombrados y contratados e impulse la vacunación de los escolares para un retorno a clases seguro.
"Con la normativa del distanciamiento de un metro por alumno, creo que no habrá más de 20 alumnos por aula en un salón de clases que, en muchos casos, superan los 30 estudiantes. Por ello, se va a requerir de otro ambiente, otro turno y de más profesores. Para eso, tiene que haber un recojo de información de las necesidades de cada plantel. Sin embargo, consideramos que el ministerio aún no ha hecho ese registro", advirtió el representante del magisterio.
El retorno a las aulas, tras dos años de la pandemia del Covid-19 y de clases virtuales, será uno de los grandes retos que deberán afrontar los maestros y estudiantes de cada rincón del país.