Por Elena Miranda | 27 de septiembre de 2023
Los millonarios desembolsos de dinero de los gobiernos de todo el mundo para comprar vacunas Pfizer contra el Covid-19 han generado también la necesidad de contar con hielo seco para conservarlas y transportarlas a temperaturas extremadamente bajas. En Perú, el Ministerio de Salud, a través del Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares), ha centralizado todas las compras de las vacunas, así como las de la también denominada “nieve carbónica”. A pesar de que es un producto de composición química simple, una empresa ha sido beneficiada por el Estado con la adquisición directa de este producto, por causal de emergencia sanitaria, aunque, sólo en Lima, hay más de cinco compañías que fabrican y venden este artículo.
En los últimos cuatro años, Ice Power Sociedad Anónima Cerrada (Ice Power SAC) le ha vendido al Estado casi 200 toneladas de hielo seco por cerca de 2 millones de soles (más de 500 mil dólares*). El gerente general, socio y representante legal de esta empresa, Jorge Alzamora Reggiardo, pasó de comercializar este producto como minorista entre pequeños clientes particulares a ser el abastecedor mayorista del sector Salud.
Los informes de la Contraloría General de la República, que hallaron irregularidades en dos procesos de adquisición y presunta responsabilidad penal en tres funcionarios del Cenares, no han sido impedimento para que Ice Power siga vendiendo exorbitantes cantidades de hielo seco al Estado, la mayoría de las veces sin un debido sustento del área a cargo de las compras, según advirtió el organismo de control.
Lo más extraño es que, a pesar de la adquisición de grandes cantidades de hielo seco, la Contraloría detectó que el personal de los almacenes del Cenares ha restringido el uso de este producto, que se usa en contenedores o cajas térmicas para conservar las dosis ante el número insuficiente de máquinas ultracongeladoras, que ya no pueden albergarlas debido al aumento del volumen de compras al laboratorio estadounidense.
Una consecuencia grave de este accionar identificado por la entidad de control fue la ruptura de la cadena de frío en una caja térmica con más de 200 mil dosis de la "vacuna bivalente", porque el personal del Cenares no le agregó hielo seco durante 14 días, cuando debía hacerlo cada cuatro o cinco según recomendación del fabricante, debido a la sublimación de este producto (que pasa de sólido a gas).
Este “error involuntario” generó el riesgo “de no asegurar la conservación, estabilidad, efectividad y respuesta inmunológica” de estas vacunas contra el Covid-19 que se aplican a la población peruana. Sin embargo, los trabajadores señalaron que restablecieron la cadena de frío de ese lote de dosis y todo siguió como si no hubiera pasado nada.
Por la disminución de la frecuencia y cantidad de distribución de las vacunas y la llegada de nuevos lotes, al 31 de agosto de 2023 el Cenares tenía en sus almacenes un stock de 3 millones 686 mil 940 dosis de vacunas Pfizer, cifra proporcionada por dicha entidad a este medio digital. Con sólo diez ultracongeladoras, con una capacidad de conservar 200 mil dosis cada una, más de 1 millón y medio de vacunas deben ser conservadas en cajas térmicas con hielo seco.
El 3 de febrero de 2023, Patricia Suárez Bedoyas, subgerente de Control del Sector Salud de la Contraloría, informó a la Comisión Especial de Seguimiento a Emergencias y Gestión de Riesgo de Desastres-Covid 19 del Congreso de la República que en una visita de control realizada el 7 de diciembre de 2022 al almacén de productos refrigerados del Cenares encontraron que 8 millones 372 mil 550 dosis (88%) de vacunas contra el Covid-19 Pfizer en versiones para adulto, pediátrica y bivalente, estaban almacenadas en cajas térmicas calificadas, de un total de 9 millones 513 mil 010 de dosis.
Suárez advirtió ante el Parlamento que guardar estas vacunas en cajas térmicas generaba "costos adicionales en recursos humanos y en la adquisición de hielo seco, así como el riesgo de afectar la cadena de frío, la inmunogenicidad y la eficacia protectora de las vacunas".
Dos meses después, el 13 de abril, la Contraloría identificó que 5 millones 959 mil 570 dosis de un total de 8 millones 354 mil 280 vacunas de Pfizer almacenadas en el Cenares se encontraban en cajas térmicas. En un informe emitido ese mes, advirtió que esta situación "además de interferir en la adecuada operatividad de las actividades del almacén de productos refrigerados del Cenares, genera riesgo de fallas en el mantenimiento de la cadena de frío de dichas vacunas".
Compras directas
Con el fin de evitar la ruptura de la cadena de frío, las vacunas contra el Covid-19 del laboratorio Pfizer deben ser almacenadas a muy bajas temperaturas, -70 grados centígrados, de acuerdo con el fabricante. Para ello, se requiere usar ultracongeladoras y, para su traslado a los puntos de inmunización, cajas térmicas con hielo seco, que es elaborado a base de dióxido de carbono.
Cuando el Estado peruano recibe las vacunas compradas a Pfizer, las guarda en el almacén de productos termosensibles que el Cenares tiene en el Callao. Desde 2022, el número de dosis ha superado la capacidad de las diez ultracongeladoras que tienen, por lo que usan cajas térmicas con hielo seco, situación que fue comunicada por el área a cargo a la Dirección General de esa entidad a través de un informe emitido en diciembre de ese año.
Entre diciembre de 2020 y junio de 2023, en el marco de la emergencia por el Covid-19, el Cenares ha comprado directamente más de 215 toneladas de hielo seco por más de 2 millones de soles (más de 500 mil dólares), según figura en el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (Seace).
El Cenares comenzó comprando pequeñas cantidades de hielo seco a la empresa Ice Power en diciembre de 2020 por 27 mil 500 soles (7 mil 300 dólares), y, en junio de 2021, adquirió 2 mil 500 kilos por 29 mil 500 soles (7 mil 800 dólares). Las adquisiciones fueron realizadas a través de órdenes de compra debido a que los montos eran menores a 8 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), 39 mil 600 soles (10 mil 500 dólares), que es el límite para hacerlo sin concurso público.
En 2022, el Cenares realizó una primera gran compra directa de hielo seco que excedía el valor de las 8 UIT, por 371 mil soles (99 mil dólares), amparado en las excepciones surgidas por la emergencia sanitaria. Tras la indagación de mercado, invitó a Ice Power a presentar su oferta. El 23 de septiembre de ese año, suscribió el contrato con esta empresa para que le provea de 35 mil kilos de hielo seco, a un precio unitario de 10,60 soles el kilo, por 365 días o hasta agotar el importe total pactado.
No pasó ni un mes cuando el Cenares realizó la segunda compra directa por grandes cantidades. La empresa Linde Perú SRL le vendió 35 mil kilos de hielo seco, por 313 mil 880 soles (83 mil 800 dólares), a un precio unitario de 8,96 soles el kilo. La misma cantidad del producto comprado a Ice Power, pero a 58 mil soles menos (15 mil 400 dólares). El período de contratación fue de 138 días o hasta agotar el importe total pactado, de acuerdo con el contrato firmado el 10 de octubre de 2022.
Una tercera compra fue realizada en diciembre de 2022, pero fue regularizada con la firma del contrato recién este año. El Cenares retomó los negocios con Ice Power y le compró 30 mil kilos de hielo seco, por 265 mil 200 soles (70 mil 800 dólares), a un precio unitario de 8,84 soles el kilo, por un plazo de ejecución de 20 días o hasta agotar el importe total pactado. Sin embargo, el contrato no se firmó hasta el 13 de abril de 2023, cuando el producto ya se había entregado, lo que fue observado en un informe de Contraloría emitido en febrero último.
En el 2023, el Cenares volvió a realizar dos compras directas de hielo seco a Ice Power. La primera fue de 50 mil kilos por 474 mil 500 soles (126 mil 700 dólares), a un precio unitario de 9,49 soles el kilo y un plazo de ejecución de 39 días o hasta que termine la emergencia sanitaria por el Covid-19. El contrato fue firmado el 5 de abril. La segunda fue de 65 mil kilos por 646 mil 750 soles (172 mil 700 dólares), a un precio unitario de 9,95 soles, por 30 días o hasta que termine la emergencia sanitaria, según señala el contrato suscrito el 8 de junio.
Con el fin del estado de emergencia por el Covid-19, se acabaron las contrataciones directas. En agosto último, el Cenares convocó a una licitación pública para comprar otros 90 mil kilos de hielo seco, por un valor estimado de 897 mil 300 soles (239 mil 700 dólares). Ice Power presentó una oferta por 809 mil 100 soles (216 mil 150 dólares) y Linde Perú por 764 mil 100 (204 mil 130 dólares). Esta última empresa obtuvo la buena pro, el 18 de septiembre, porque ofreció un precio más bajo, así que será el nuevo proveedor durante los próximos 180 días o hasta que se agote el importe total pactado.
Compras sin sustento
La Contraloría no sólo detectó que el Cenares adquirió 50 mil kilos de hielo seco sin sustento por 474 mil 500 soles (126 mil 700 dólares), para los meses de enero y febrero de 2023, sino también señaló que, en 2022, tampoco justificó la compra de 100 mil kilos de hielo seco, por un total de 950 mil 80 soles (253 mil 814 dólares), a través de tres procedimientos de contratación directa. Esta situación adversa no ha sido corregida, según informó la entidad de control a Convoca.pe.
Un informe de esta entidad, emitido el 3 de marzo de 2023, identificó que el 11 de enero último la Dirección de Almacén y Distribución solicitó a la Dirección de Adquisiciones la compra de 80 mil kilos de hielo seco. Sin embargo, la Oficina de Planeamiento, Presupuesto y Modernización advirtió que, en 2022, ingresó aproximadamente el 76% de las vacunas de Pfizer, para las cuales se compró 60 mil kilos de hielo seco, y que, este año, sólo estaba pendiente el ingreso del 24% de las dosis, por lo cual la cantidad requerida era menor.
En respuesta, la Dirección de Almacén y Distribución precisó que era urgente la compra de hielo seco para conservar las vacunas y que en 2022 adquirieron 100 mil kilos y no 60 mil. Ante los cuestionamientos, reformuló su pedido y redujo de 80 mil a 50 mil la cantidad de "nieve carbónica" solicitada. Sin embargo, las cifras no cuadran porque, según su programación mensual, en enero necesitaban 6.000 kilos y, en febrero, 7.200 kilos, lo que suma 13.200 kilos y no los 50 mil kilos adquiridos para esos dos meses.
Favorecen a empresa
La Contraloría emitió dos informes sobre la compra de 30 mil kilos que el Cenares realizó a Ice Power por 265 mil 200 soles en diciembre de 2022. El primer informe se refiere al incumplimiento del plazo establecido para regularizar esta contratación directa, que es de 45 días desde el inicio de la entrega del producto, de acuerdo con el Decreto de Urgencia 012-2021, que establece medidas extraordinarias en el marco de la emergencia nacional por el Covid-19.
Este incumplimiento “genera riesgo de afectar la transparencia y no culminar por tiempo indefinido la sustentación (regularización), así como de su correspondiente publicidad”, advierte el informe de la Contraloría, emitido el 22 de febrero de este año.
Cuando el ente de control pudo acceder a la información tardía sobre esta misma compra de 30 mil kilos de hielo seco, elaboró un nuevo informe, publicado el 14 de junio pasado. Concluyó que funcionarios del Cenares favorecieron a Ice Power al otorgar la conformidad y facilitar el pago de 265 mil 200 soles (70 mil 800 dólares) a pesar de que no entregó 15 mil kilos de hielo seco pendientes en la fecha establecida. Por ello, no se le aplicó una penalidad de 26 mil 520 soles (7 mil dólares) por 22 días de retraso.
La documentación del Cenares revisada por la Contraloría evidencia una “presunta concertación” entre el responsable del almacén de productos termosensibles de la Dirección de Almacén y Distribución del Cenares, Tulio Pérez Damián, y el representante legal de Ice Power, Jorge Alzamora Reggiardo, para que el producto no fuera entregado en la fecha de recepción que figura en la guía de remisión sino en 19 entregas posteriores, entre el 27 de diciembre de 2022 y el 17 de enero de 2023.
Pérez solicitó la entrega de 15 mil kilos de hielo seco. El mismo día que dejó constancia del ingreso de esta cantidad al almacén, el 26 de diciembre de 2022, suscribió un acta con el empresario Alzamora para que su empresa custodie lo comprado y lo produzca y entregue en enero, de acuerdo con los requerimientos de la institución. Con esta estrategia y el apoyo de otros dos trabajadores, Ice Power pudo cobrar los 265 mil 200 soles (70 mil 800 dólares).
Por ello, la Contraloría recomendó a la Procuraduría Especializada en Delitos de Corrupción que inicie una acción penal contra tres funcionarios de la Dirección de Almacén y Distribución del Cenares: Tulio Pérez, responsable del almacén de productos termosensibles; Freddy Adolfo Rosales Libia, especialista en logística; y Carlos Horacio Honorio Llanos, ejecutivo adjunto. El organismo de control informó a Convoca.pe que aún está pendiente el seguimiento de sus recomendaciones por parte de los procuradores.
Rompen cadena de frío
A pesar de la compra en exceso de hielo seco, los operarios del almacén del Cenares no cumplían con agregar este producto cada cuatro o cinco días a los contenedores de las vacunas contra el Covid-19. Un informe de la Contraloría, emitido el 24 de abril pasado, evidenció que, en marzo de este año, este conservante fue adicionado en 26 cajas térmicas tras haber transcurrido entre 6 y 17 días “generando riesgo de no asegurar la conservación, estabilidad, efectividad y respuesta inmunológica de dichas vacunas”.
Un mes antes, un informe del ente de control, emitido el 28 de marzo último, puso en evidencia la ruptura de cadena de frío en una caja térmica (N° 39) que contenía 207 mil 360 dosis de la “vacuna adulto bivalente” contra la Covid-19 de Pfizer. Los inspectores comprobaron que este contenedor tenía una cantidad mínima e insuficiente de hielo seco en la parte inferior.
Además, advirtieron que, según las disposiciones del Cenares, las cajas térmicas deben contener dos sensores de temperatura, denominados data loggers, uno en la parte inferior y otro en la superior, pero la caja N° 39 sólo tenía uno abajo, que registraba -76 °C solo porque estaba junto a una muy pequeña cantidad de hielo seco.
Los registros de control de temperatura evidenciaron que la última vez que se añadió hielo seco a este contenedor fue 14 días antes, cuando debían haberlo hecho cada cuatro o cinco días como máximo. Al colocar un sensor arriba de las vacunas, constataron que la temperatura era de sólo -7.3 °C, muy lejos del mínimo recomendado por Pfizer de -70 °C.
Según el responsable del almacén de productos termosensibles del Cenares, fue un “error involuntario del personal operativo” no agregar hielo seco a la caja N° 39 durante esas dos semanas. Dijo que los trabajadores no detectaron que faltaba un data logger en la parte superior, pues la última vez que añadieron el producto conservante el dispositivo de medición se desplazó hacia abajo.
Aseguraron que la cadena de frío fue restablecida de acuerdo con las indicaciones del laboratorio Pfizer. Sin embargo, la Contraloría informó a Convoca.pe que esas situaciones adversas no han sido corregidas hasta hoy.
Este medio solicitó la versión del Cenares y del gerente general de Ice Power, Jorge Alzamora, pero hasta el cierre de este reportaje no se obtuvo respuesta a estos pedidos
Conectados y con suerte
El gerente general, socio y representante de la empresa Ice Power es Jorge Alzamora Reggiardo, primo del teniente alcalde de Lima Renzo Reggiardo Barreto. Fue candidato a regidor en las Elecciones Municipales de 2018, cuando Reggiardo postuló a la alcaldía de Lima por Perú Patria Segura. En 2010 se presentó a la alcaldía de Ate, por Cambio 90. Sin embargo, Alzamora nunca estuvo afiliado a un partido político, según el Registro de Organizaciones Políticas del Jurado Nacional de Elecciones.
El otro accionista de Ice Power es Marco Luis Humberto Zazzali Velarde, bachiller en administración de empresas que, sin tener experiencia en el sector público, ocupa dos altos cargos en organismos de la Municipalidad Metropolitana de Lima, donde el primo de su socio Jorge Alzamora es teniente alcalde. En enero de este año, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, nombró a Zazzali miembro del directorio de la Empresa Municipal Inmobiliaria de Lima SA (EMILIMA) y del Consejo Directivo del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Ice Power fue creada en 2008. Su principal actividad es la venta al por menor que no se realiza en comercios, puestos de venta o mercados. Como actividades secundarias figuran la limpieza de edificios y de instalaciones industriales y otras industrias manufactureras, según figura en la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria, Sunat.
La empresa comenzó sus rentables negocios con el Estado con la pandemia del Covid-19, en 2020, vendiéndole exclusivamente hielo seco. En diciembre de ese año y en junio de 2021, le vendió pequeñas cantidades. A partir del 2022, le ha abastecido con grandes volúmenes, pues registra seis contrataciones directas con el Cenares y una orden de compra con el Instituto Nacional de Salud, por un total de casi 2 millones de soles (más de 500 mil dólares).
Luego de terminada la situación de emergencia y las compras directas, Ice Power ha sido desplazada por Linde Perú, que este mes ganó la ya mencionada licitación pública para vender 90 mil kilos de hielo seco al Cenares.
Linde Perú, por su lado, forma parte de uno de los dos grupos comerciales que domina el mercado del oxígeno medicinal en el Perú y que tuvo un rol predominante durante la pandemia del Covid-19, cuando el desabastecimiento, alza y especulación de precios de este producto impidió salvar la vida de innumerables personas contagiadas. Ha sido uno de los principales proveedores en los hospitales del Ministerio de Salud y EsSalud, así como en los gobiernos regionales.
Esta empresa nació de la unión con Praxair Perú SRL, como parte de una operación global que permitió la fusión de las compañías de gases industriales Praxair, de Estados Unidos, y Linde AG, de Alemania. En nuestro país, los socios son White Martins & White Martins Comercio e Servicos Sarl, compañía especializada en gases industriales cuya casa matriz está en Luxemburgo, y Linde Sverige Ab, de Solna, Suecia.
En 2013, el Indecopi multó con 24,1 millones de soles (6 millones 438 mil dólares) a las empresas Messer Gases del Perú S.A., Linde Gas Perú S.A. y Praxair Perú S.R.L. por haberse repartido ilegalmente el mercado de oxígeno medicinal en las convocatorias de EsSalud, entre 1999 y 2004. En 2020, la Corte Suprema ratificó la sanción impuesta al cártel del oxígeno medicinal.
Con el desplazamiento de Ice Power y el ingreso de Linde Perú, se inicia una nueva etapa en las compras estatales de hielo seco a través del Cenares, que, desde el 6 de septiembre, tiene como nuevo director a Jorge Ramírez Castillo. Este negocio, aparentemente insignificante comparado con el de las vacunas y otros productos para combatir el Covid-19, en realidad ha movilizado millonarios recursos públicos y no ha estado exento de presuntos actos de corrupción e irregularidades que deberán ser investigados.