La participación del sector privado en la compra y distribución de vacunas contra el COVID-19 es un asunto de discusión en el país, a causa de las declaraciones de los distintos candidatos presidenciales sobre la pertinencia de la emisión de una norma que regule la intervención de este sector en el Plan Nacional de Vacunación.
Para tener mayores elementos al respecto cabe la pregunta: ¿cuál es la situación en otros países donde se han tomado medidas para la posible participación de grupos privados en la vacunación? Convoca Verifica revisó qué ocurre en otros países de la región y del planeta.
Qué pasa en Sudamérica
Los cuestionamientos al gobierno de Brasil por el manejo de la pandemia son varios, su presidente Jair Bolsonaro, trató de negar el riesgo de la enfermedad en reiteradas veces, evitando el uso de mascarillas o promoviendo la utilización de medicamentos cuya efectividad no está comprobada. En este país se cuestiona el avance de la vacunación contra el COVID-19, pues hasta la fecha se logró vacunar a cerca de 20 millones de personas, lo que representa apenas el 10 % del total de su población. Las dosis empleadas proceden de los laboratorios Sinovac y AstraZeneca.
En este contexto, en la nación brasileña se mueven diversas iniciativas para lograr la importación de vacunas por parte del sector privado, para ser distribuidas por los empresarios. Actualmente, la norma en Brasil permite comprar vacunas a personas jurídicas. Sin embargo, se exige que todas las dosis pasen al Sistema Unificado de Salud (SUS) para que el gobierno las distribuya en el marco de lo establecido por en su plan nacional de inmunización.
Esta semana, el Congreso evaluó modificaciones a la norma, para que se permita que el 50% de lo importado por los privados se quede con ellos, además de consentir las dosis importadas por los privados no requieran ser aprobadas por la Agencia Nacional de Vigilancia de la Salud (Anvisa) de Brasil. El texto aún debe ser revisado por el Senado antes de su aprobación.
Por su parte, los gremios farmacéuticos y empresariales han tenido otros planteamientos. En enero de este año, la asociación brasileña de clínicas ABCVAC envió una delegación a la India para negociar la posible compra de millones de dosis de la vacuna Covaxin, del laboratorio Bharat Biotech, pero esta iniciativa nunca fue concretada. En marzo reciente, Anvisa negó la autorización para usar las vacunas de este laboratorio al gobierno nacional, que pretendía importar 20 millones de dosis. Se identificó riesgos e incertidumbres respecto a su uso.
En caso de prosperar esa norma en el Congreso, Brasil podría importar vacunas sin la autorización de Anvisa.
Consultado al respecto por Convoca.pe, el infectólogo Eduardo Ramos, investigador del Instituto de Medicina Tropical de Sao Paulo, señaló que diversos gremios empresariales presentaron demandas al Poder Judicial para que se permita importar vacunas en su país. Hasta diez entidades privadas fueron autorizadas por un juzgado del Distrito Federal, no obstante, estas medidas cautelares fueron anuladas por una instancia superior, en los últimos días.
Además, Eduardo Ramos explicó que durante el tiempo en que se permitió la importación, los empresarios no lograron concretar ningún acuerdo con algún laboratorio, ya que es difícil acceder a lotes de vacunas, por ser un bien escaso en el mundo.
Ecuador es otro de los países de la región donde se generó un fuerte movimiento para que se permita la importación de la vacuna a municipios y empresas. David Salomón, exfuncionario de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria de esta nación, dijo a este medio digital que aún no se emite una norma para permitir a los privados participar en el plan de vacunación. En cuanto a los municipios, tampoco se concreta el envío de algún lote.
Guayaquil era uno de los municipios que promovía que el gobierno autorice a las comunas importar vacunas para su población. Se llegó a anunciar que contaba con un plan para comprar millones de dosis y enviar cartas al presidente Lenin Moreno solicitando la liberación de la importación.
Sus negociaciones con algunos laboratorios se vieron estancadas, como en el caso de Pfizer. El municipio de Guayaquil llegó a demandar al laboratorio con una medida cautelar para que la farmacéutica cese en su negativa de negociación con la alcaldía.
Estafas con la vacuna
En Brasil, Ecuador, así como en México, se han presentado denuncias e investigaciones por presuntas estafas en la compra de vacunas a terceros, es decir no directamente a las compañías farmacéuticas.
La Policía de Brasil investiga el presunto ingreso irregular de vacunas para inmunizar a políticos y transportistas en el estado de Minas Gerais. Además hay una investigación por la presunta oferta fraudulenta de 200 millones de dosis para el Ministerio de Salud y otros órganos públicos.
El gobierno de Ecuador detectó estafas para vender las vacunas a través de internet y lanzó un comunicado.
En México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió una advertencia sobre la oferta de vacunas falsas de Pfizer.
Las estafas con dosis anticovid-19 no se han presentado solo en Latinoamérica. La Oficina europea de lucha contra el fraude (OLAF) informó que aumentaron las ofertas de los intermediarios para vender grandes cantidades de vacunas a los países del bloque. Según información brindada a El País, se contabilizaron intentos fraudulentos de distribución de unas 1,000 millones de dosis.