En el Perú, cerca de 2,300 mujeres mueren cada año de cáncer de cuello uterino causado principalmente por el Virus del Papiloma Humano (VPH). El daño podría evitarse si la vacunación fuese masiva. Sin embargo, la estrategia estatal recién se inició en 2017. La cobertura ha sufrido una abrupta caída durante la pandemia del coronavirus debido al cierre de colegios, que eran los principales puntos de inmunización. La falta de información de algunos padres que se niegan a consentir la aplicación de las dos dosis tampoco permite extender su alcance. La estrategia ahora requiere cambios urgentes para masificarla

 

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes y contagiosas del mundo y sus consecuencias pueden ser letales. Este virus es el principal culpable del cáncer de cuello uterino: la primera causa de muertes femeninas por cáncer a nivel nacional. De hecho, cada año, este padecimiento oncológico mata a 2,300 mujeres en el Perú. Además, el VPH tiene más de 100 variantes y puede generar verrugas genitales.

A pesar de que existe una vacuna gratuita que se aplica en los colegios a las niñas de quinto grado de primaria para que eviten estos males en el futuro —cuando empiecen su vida sexual—, un gran obstáculo ha sido la falta de información en las familias, donde la sexualidad aún es un tabú.

Y si hasta antes del inicio de la pandemia del Covid-19 la tasa de vacunación de niñas ya era muy baja, con la declaratoria de la emergencia sanitaria y el cierre de colegios —principales puntos de vacunación— el porcentaje cayó considerablemente en todo el país. 

De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud (Minsa), en el 2021 fueron vacunadas con al menos dos dosis —vacunación completa— 135 mil 448 niñas de quinto grado de primaria, la gran mayoría en un rango de edad de 9 a 13 años. El 2020 el número fue mucho menor: apenas se vacunó, con doble aplicación, a 39 mil 460 niñas de la misma edad.

Antes de la pandemia, la tendencia de la cobertura era ascendente. En 2018, se inmunizó totalmente a 185 mil 085 menores mientras que en 2019 la cifra llegó a 211 mil 339.

 

vph mortalidad por cancer cervical
La mortalidad por cáncer de cuello uterino -también llamado cáncer cervical- es mucho mayor en la selva peruana. Fuente: Cervical cancer mortality in Peru: regional trend analysis from 2008–2017, en BMC Public Health.

 

“Durante los procesos de acompañamiento que he realizado en la sierra, había resistencia de los padres para lo que es vacuna contra el VPH. Muchas veces los padres no firmaban el consentimiento informado que se le mandaba en las agendas de las escolares", comenta el médico Víctor Palacios, director de Prevención y Control del Cáncer del Ministerio de Salud (Minsa).

"En la selva, la población quiere vacunarse pero no entiende la importancia de la vacuna y tampoco nadie les explica. Ni siquiera el personal de salud sabe el por qué del fármaco. En la costa, si bien hay un mayor alcance, existen algunos padres que tampoco firman el consentimiento informado”, agrega el especialista del Estado.

Las cinco regiones con menos niñas inoculadas con las dos dosis durante el 2021 fueron Moquegua (539), Madre de Dios (980), Tumbes (1178), Ucayali (1323) y Tacna (1433). En Lima, que concentra un tercio de la población nacional, alcanzó a una población de 33,500 infantes femeninas y La Libertad registró 12,435.

 

 

 

 

La vacuna contra el VPH es relativamente nueva en el Perú. En el 2011 se introdujo el fármaco en el Esquema Nacional de Vacunación, pero recién en el 2017 se inició la inoculación regular. Desde entonces, los avances en el proceso de vacunación no han sido muy alentadores. Buena parte de la niñez no termina de aplicarse las dos dosis del esquema completo de inmunización.

De un promedio de 270 mil alumnas, en el 2017 y 2018, solo 33% completaron las dos dosis. En el 2019 se llegó al 71% de cobertura, pero el 2020 el porcentaje de cobertura se desplomó a solo 13%. 

 

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En el 2020 la cobertura de vacunación con dos dosis en niñas de 5to grado se desplomó de 71% a 13%. Fuente: Minsa.

 

Víctor Palacios reconoce que uno de los problemas del poco número de menores vacunadas contra el VPH es porque la inmunización se realiza solo a niñas que están cursando el quinto año de secundaria y tienen entre 9 y 13 años. El plan no abarca a todas las niñas de ese mismo rango de edad y que cursan otros grados. Por ello, asegura que alistan medidas para cambiar la normativa a fin de que la inoculación sea exclusivamente por corte de edad.

“La vacuna contra el VPH es totalmente efectiva y en muchos países ha disminuido la incidencia de cáncer de cuello uterino. Es cuestión de insistir al Estado a que haga una mayor difusión y asegure el acceso de la vacuna para garantizar la cobertura”, explica a Convoca.pe la doctora Frida Gonzáles, oncóloga del Instituto Peruano de Paternidad Responsable (Inppares). 

Barreras sociales y culturales

Pero el éxito de las vacunas también pasa por concientizar a las personas sobre la importancia del fármaco. Diversos informes han indicado que el bajo número de niñas vacunadas en Perú y América Latina responde a la poca aceptabilidad de los padres a que sus hijas sean inmunizadas contra este virus. Si ya era un problema poder llegar a las menores en los colegios y conversar con los padres, la situación se agudizó con la pandemia.

“Muy pocos padres tienen conocimiento sobre el VPH y se resisten a firmar el consentimiento informado para que sus hijas reciban la dosis. Esto es algo que debe solucionarse pronto porque el papiloma virus tiene una alta prevalencia en la región de las Américas, que es casi un 20%", afirma el médico Smith Torres, investigador de la Universidad Científica del Sur y director del Latin American Network for Cancer Research (Lan-Cancer)

"Las tendencias indican que si este porcentaje se mantiene, para el año 2030 habrá un aumento del 30% en casos y casi un 30% respecto a decesos”, advierte.

Educar a la población sobre sexualidad también es importante. Frida Gonzáles, de Inppares, sostiene que el inicio de un vida sexual precoz y el número de parejas sexuales son los principales factores de riesgo para contagiarse del papiloma virus, por lo que es necesario la educación sexual en función a la edad y la cultura. También hace énfasis en la necesidad de una estrategia del Estado más intensiva y en el acceso a la salud en las zonas más alejadas. 

“El gobierno tiene buenos programas de salud, el problema es que no hay una constancia, una secuencia, porque cambian a cada rato de ministros y directores. El cáncer de cuello uterino es más frecuente en las provincias donde hay más pobreza porque viven en zonas distantes y no tienen acceso a centros de salud. No hay papanicolaou y si hubiera, demoran los resultados. Las pacientes no están educadas, tienen temor. El Estado tiene sus programas pero a veces no están reforzados”, comenta Gonzáles. 

 

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Con el cierre de colegios por la pandemia, la vacunación contra el VPH en niñas descendió. Foto: Andina

 

Vacuna para las mujeres adultas

Si bien la vacuna es gratuita sólo para niñas de 9 a 13 años, las mujeres adultas que tienen una vida sexual activa también pueden ser inoculadas de forma particular a través de establecimientos de salud privado, aunque los especialistas advierten que la efectividad no será la misma. De ahí la importancia de las campañas enfocadas en menores de edad.
 
“No hay ninguna restricción en vacunar a mujeres adultas. Sin embargo, la estrategia es más efectiva cuando se hace en niñas que no han iniciado su vida sexual. Si las mujeres se ponen la vacuna cinco o diez años después del inicio de su vida sexual, puede que ya hayan contraído algún tipo de virus y posiblemente tengan alguna lesión”, explica Christian Álvarez, investigador del Lan-Cancer.

la efectividad podría bajar hasta en un 50%, según el experto.

Victor Palacios, del Minsa, advierte que en ese caso la efectividad podría bajar hasta en un 50%. Por ello, dice, es muy importante que todas las mujeres vacunadas o no vacunadas se realicen un chequeo médico una vez que hayan iniciado su vida sexual.

Vacunarse y realizarse un tamizaje no solo evita a tiempo que una mujer desarrolle cáncer, sino también resulta beneficioso para el sistema de salud nacional en términos económicos. 

“Si una niña se infecta del VPH y no está vacunada, al llegar a su adultez podría desarrollar un cáncer de cuello uterino. Si se diagnostica de forma temprana, al Estado le cuesta atender a esta paciente un promedio cercano a 10 mil soles", asegura Palacios. "Si la enfermedad está más avanzada será cerca de 25 mil soles. Y cuando la enfermedad ya haga metástasis, llega a costar algo de 30 a 35 mil soles", añade.

"La vacuna al Estado le cuesta menos de 100 soles. Hay una diferencia abismal. Por eso, no hay punto de discusión: vacunar salva vidas”, puntualiza.
 

 

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Es necesario intensificar las campañas de vacunación e información contra el papiloma virus. Foto: Andina
 

Los niños también

De otro lado, el doctor Víctor Palacios menciona que el próximo mes, en marzo, podría iniciarse con la inoculación de infantes de sexo masculino a fin de lograr la protección de ambos géneros.

“Cuando tienes coberturas de inmunización baja como lo tenemos actualmente, que es cercano al 15%, entonces dices: 'si vacuno a niñas y niños lograré una protección muy similar así vacunara solo niñas con cobertura baja'. Es decir, en esta situación complicada necesito inocular a niñas y niños porque si los niños están desprotegidos van a contagiar a las niñas. Es como un círculo vicioso”, explica el especialista. 

Por ahora, para que sea efectiva la vacunación contra el VPH en niños varones aún se necesita modificar la Norma Técnica de Vacunación Regular que tipifica la inoculación de este fármaco solo en niñas de 9 a 13 años de edad.

“Vamos a pedir la incorporación de los niños en la vacunación. Estamos ahorita en la sustentación técnica y, de ser aprobada, se estaría aplicando en marzo para el inicio del año escolar 2022”, sostiene el funcionario del Minsa.

“Vacunar a los niños es una estrategia importante porque va a disminuir la transmisión del VPH. Diversos estudios realizados en áreas rurales de América Latina señalan que muchos de los contagios vienen de hombres a mujeres", indica Christian Álvarez, investigador de Lan-Cancer. Además, hace hincapié en que los hombres también pueden desarrollar cáncer de pene y ano debido al contagio del VPH con parejas del mismo sexo.

Así, la implementación de un plan de vacunación para todos —niños y niñas— es una eficiente forma de prevenir casos de la enfermedad en el futuro y aliviar la carga del sistema sanitario a largo plazo. Solo queda esperar que el esfuerzo se sostenga en el tiempo y no termine con cualquier cambio de gestión.