El periodismo independiente reveló que la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, emitió opiniones contra el gobierno peruano y pidió el respaldo de los parlamentarios españoles ante un supuesto “autogolpe” del presidente Pedro Castillo, ¿Cree que Alva también estaría sumándose a un esfuerzo por desestabilizar al gobierno a nivel internacional?

Ella no fue como una congresista más del partido Acción Popular, ella fue como presidenta del Congreso de la República, uno de los poderes del Estado peruano. Partiendo de eso, es normal que se lleven reuniones con comisiones de relaciones exteriores de otros congresos o congresistas que tengan algún tipo de interés con el Perú. 

Lo extraño es que siendo una visita y una reunión oficial entre la delegación peruana y congresistas españoles, se exprese así del gobierno y del presidente. Alva no va a esa reunión con el fin de lograr apoyos internacionales para su partido o para la causa de la oposición, sino a establecer vínculos entre el Congreso peruano, que ella representa, y el Congreso español. 

En ese sentido, entrar a hablar del gobierno peruano en los términos en los que parece se refirió, incluso haciendo referencias al terrorismo, fue completamente inadecuado y fuera de lugar. No le correspondía dar ese tipo de comentarios sobre todo por lo que significaba la visita que estaba realizando.

Hemos visto cómo el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, vino a apoyar al gobierno en pleno debate del intento de vacancia. La oposición no ha logrado que ningún gobierno internacional cuestione a Pedro Castillo. Creo que [la oposición] está buscando, con Hernando de Soto y, ahora, con María del Carmen Alva, un apoyo internacional para una causa que la oposición persigue, que es sacar al presidente Castillo del gobierno.

Según dos congresistas españoles y testigos presentes en la reunión, la comitiva peruana utilizó el término "terrucos" para referirse a miembros del gobierno de Pedro Castillo.

¿El almuerzo que Alva habría tenido con congresistas de ultraderecha de Vox previo a la vacancia también es parte de esos esfuerzos para obtener respaldos externos?

Existe alguna información de que Alva se fue a almorzar con la gente de Vox. Una cosa es el espacio formal, que es lo que estamos cuestionando, y otra es el espacio informal. Me parece que esos espacios de almuerzos son hasta esperables, mucho más familiares, amicales o coloquiales, donde puedan surgir análisis distintos. Pero el problema es el espacio formal y, en ese espacio, que se dé una conversación de ese tipo es cuestionable. 

Lo otro [el almuerzo con Vox] se entiende a partir de un interés que existe en un sector de la oposición de ganar un tipo de apoyo internacional para que la causa de la vacancia tenga respaldo. Ellos [la oposición] perdieron en la cancha nacional, en la vacancia, y en la cancha internacional.

Para el internacionalista Óscar Vidarte, la oposición perdió en "la cancha nacional y en la internacional" al no conseguir apoyo para la vacancia. Foto: PUCP

Un representante de la embajada peruana en Madrid estuvo en esa reunión, pero se mantuvo en silencio por más de una semana hasta que la prensa hizo públicas las declaraciones de los congresistas españoles. ¿Esto se estila? ¿El presidente Castillo ya habría tenido información previa sobre el contenido del encuentro?

La presencia del embajador peruano es completamente protocolar. Cuando hay una autoridad de ese nivel [como la presidenta del Congreso], siempre el embajador acompaña. A la Cancillería lo que le interesa es que no se dañen las relaciones bilaterales y que no se dañen los intereses del Perú. No dudo que la Cancillería ha establecido contactos, que no son visibles a todo nivel en España, y que su trabajo está en buscar que no se termine afectando las relaciones de los dos países.

Este suceso gira en torno a un comportamiento negativo de la presidenta del Congreso pero, más allá de eso, no parece haber ningún tipo de consecuencia sobre la relación de los intereses del Perú. Además, no me queda duda de que las autoridades del más alto nivel en Perú conozcan lo sucedido en esa reunión.

En un intento por aclarar la situación el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Ernesto Bustamante, envió una carta al presidente de la Comisión de Asuntos Externos del Congreso de los Diputados de España, en la que rechaza que se hayan referido en contra del presidente Pedro Castillo, ¿Esta misiva tendría alguna relevancia para aclarar este asunto? 

Ernesto Bustamante (Fuerza Popular), como congresista, puede mandar una carta a donde quiera. No suena muy contundente una carta que no sea parte de un consenso de la comisión. El Congreso mismo podría emitir una declaración que sea aprobada por el Pleno. La verdad es que la importancia de esa carta no es la misma que si la manda la comisión, como parte de una declaración conjunta

Conocemos la línea internacional del congresista Bustamante y esa carta enviada a España es bastante pobre, porque asume una posición que la estamos viendo en las últimas semanas, que creo que es preocupante. Él dice que si los diputados españoles emiten un pronunciamiento sobre el Perú sería una injerencia o interferencia en asuntos internos [que se debatirá el jueves 16 en Madrid, como lo informó Convoca.pe]. 

Bustamente usa esos términos de manera tan coloquial y general, que cualquier cosa es injerencia. Si alguien opina sobre el Perú es injerencia, si un político viene al Perú sin cargo público para construir una agenda regional, es injerencia, pero si Leopoldo López viene al Perú no es injerencia o si Hernando de Soto pide la intervención de Estados Unidos no es injerencia. Creo que hay una intención clara de politizar la política internacional peruana.

Para el internacionalista Óscar Vidarte, la Cancillería habría comunicado sobre los detalles de la reunión a funcionarios de alto nivel del Ejecutivo. Foto: Congreso

El jueves 16 de diciembre los diputados españoles van a votar la moción de no injerencia, ¿Esto sería un revés para el Congreso?

En la lógica de que cada una de las partes está buscando legitimidad internacional, sería un espaldarazo al gobierno de Pedro Castillo. Creo que la oposición está buscando quitarle legitimidad a nivel interno e internacional. Más allá de Vox o algunos radicales de ultraderecha, creo que un apoyo de los diputados españoles sería un espaldarazo para Castillo y expresaría que Alva fue por lana y salió trasquilada. Fue por un apoyo para la vacancia y, al final, podría salir con un pronunciamiento de apoyo de los diputados españoles al gobierno peruano.

El 2022 podría ser un año de reacomodo político en Sudamérica, ¿Un probable giro hacia la izquierda podría dar un respiro a Castillo?

Creo que el reacomodo se está danto. Es algo que venimos debatiendo y discutiendo. Esto se está dando en el ámbito andino, sobre todo, en Colombia, Perú y Chile, que no vivieron la ola progresista que experimentaron otros países a inicios del siglo XXI, en Brasil o Argentina. 

Estamos viviendo una ola progresista importante y, probablemente, Gabriel Boric sea electo presidente en Chile este domingo. En Colombia, Gustavo Petro tiene muchas posibilidades de ganar, en mayo de 2022. Serán procesos que se pueden articular con una Alianza del Pacífico con Castillo en Perú, Boric en Chile, López Obrador en México y Petro en Colombia. 

Creo que, en el ámbito regional inmediato del Perú, podría favorecer al gobierno. Si a eso le sumamos el posible retorno de Lula da Silva, en Brasil, que es muy probable, hasta el momento, parece que el reacomodo político será hacia una izquierda progresista en vez de una izquierda radical. 

Rechazo a Alva desde España

La tarde del jueves 16 en Madrid, la mayoría de los diputados españoles de la Comisión de Asuntos Externos aprobó la propuesta no de ley para "promover públicamente el respeto a la voluntad popular y la institucionalidad democrática en Perú”, en referencia a la elección democrática de Pedro Castillo como presidente de la República del Perú. 

Tal como había adelantado Convoca.pe, los votos a favor fueron de 19 diputados españoles de los grupos parlamentarios del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, Grupo Bildu, Partido Nacionalista Vasco y el Grupo Plural. Mientras que los votos en contra agruparon a 14 diputados del Partido Popular y Vox.