Los perjuicios económicos que el actual presidente ejecutivo de EsSalud, Gino Dávila Herrera, causó a la entidad durante la pandemia del Covid-19 suman más de S/ 6,2 millones, de acuerdo con dos informes de la Contraloría General de la República revisados por Convoca.pe. Los hechos ocurrieron cuando ejercía como jefe de la Gerencia de Operaciones Territoriales de la institución sanitaria en 2020.
La entidad de control también detectó presunta responsabilidad penal y administrativa, por lo que pronto debería iniciarse un procedimiento sancionador en su contra y una denuncia ante las autoridades del sistema de justicia. Pero además, como jefe máximo de EsSalud, se advierte un conflicto de intereses, pues el mismo Dávila Herrera es ahora quien tiene que designar a los funcionarios encargados de investigarlo.
Lentes de seguridad que nadie pidió
Durante los primeros meses de la pandemia del Covid-19 el Ministerio de Salud (Minsa) emitió los Decretos Supremos Nº 010 y 011, que aprueban el plan de vigilancia y contención contra el virus y la relación de bienes y servicios que se requerirían para la emergencia sanitaria. Es decir, los medicamentos, instrumentos e implementos que el personal de salud necesitaría para combatir el coronavirus.
Respaldándose en estos documentos y como gerente de Operaciones Territoriales, en julio del 2020 Gino Dávila requirió la compra de lentes de seguridad contra salpicaduras, que son reutilizables. Pero el problema es que estos implementos no se encontraban en la lista que el Minsa aprobó en los dos decretos supremos. De acuerdo con la lista que el Minsa entregó, los únicos lentes que estaban permitidos eran del tipo “lente protector para cirujano”, que son descartables como las mascarillas y guantes quirúrgicos.
Además, antes de realizar la compra, la oficina de Dávila Herrera pidió a todos los hospitales de EsSalud del país que envíen sus requerimientos para afrontar la pandemia. El resultado de los requerimientos, en cuanto a lentes, fue el siguiente: 50 mil 925 lentes de seguridad reutilizables y 372 mil 792 lentes descartables. Estos últimos eran más necesarios justamente para desecharlos y evitar el contagio del Covid-19.
A pesar de esto, Gino Dávila insistió con la compra de 607 mil 338 lentes reutilizables, “cantidad que representa el 1.092,61% más, respecto de lo requerido por los órganos desconcentrados, lo que conlleva a determinar la existencia de indicios de un interés en adquirir particularmente y en exceso dicho bien”, señala el informe de Control Específico Nº 092-2021 de la Contraloría.
Finalmente, la Central de Abastecimiento de Bienes Estratégicos de EsSalud adquirió un primer lote de 330 mil a la empresa Importaciones Via Ayaychan SAC por el monto de S/ 5 millones 940 mil. De acuerdo con el informe, los lentes reusables eran de la marca china Taizhou Baolai y costaron S/ 18 cada uno. En este punto, la Contraloría advierte otro motivo por el que la compra de los lentes de seguridad contra salpicaduras no tenía razón de ser. Y es porque en julio del 2020 ya se habían adquirido un lote de 449 mil 918 unidades a la misma empresa, “por lo que de haberse realizado la verificación del stock se hubiera advertido que el requerimiento y compra (...) era innecesaria”, advierte el documento.
Y para continuar con las irregularidades, la Contraloría consultó con la entidad certificadora CCQS Certification Services Limited sobre la veracidad del certificado de calidad presentado por Vía Ayaychan SAC, pues estos últimos aseguraron que contaban con todos las certificaciones. Esta compañía señaló que el documento presentado por Vía Ayaychan era “falso”, por lo que los lentes de protección contra salpicaduras (reutilizables) no cumplían con la norma EN 166:2001 “Personal eyes protection specification” (especificación para protección personal de ojos). Y cuando la empresa fue consultada al respecto, el gerente, José Chuquihuaranga Santibañez, indicó que Vía Ayaychan SAC fue liquidada en diciembre del 2020.
Vale resaltar que durante la pandemia esta empresa obtuvo tres jugosos contratos con EsSalud por poco más de S/ 19,8 millones, vendiendo implementos de salud. Esto a pesar de que su rubro principal es el de la publicidad en medios.
En este caso, la Contraloría señala un perjuicio económico de S/ 5 millones 23 mil 350 en contra del erario público y responsabilidad penal en siete funcionarios de EsSalud, incluido Gino Dávila. Porque cuando era jefe de Operaciones Territoriales hizo el requerimiento fuera de los alcances de las normas de la emergencia sanitaria.
Medicamentos sin registro sanitario
Otro informe de la Contraloría señala responsabilidad penal y administrativa en Gino Dávila, nuevamente por sus funciones como jefe de Operaciones Territoriales. La historia es parecida a la anterior.
En julio del 2020 Dávila Herrera hizo un requerimiento de 4 millones 833 mil 278 ampollas del medicamento Rocuronio (Bromuro) 10 mg/mL, un relajante que ayuda a anestesiar a los pacientes antes de una intervención quirúrgica. Esto, a pesar de que los establecimientos del país habían requerido en conjunto solo 631 mil 940 ampollas. Tampoco se tomó en cuenta los informes del área logística sobre las dificultades que tenía EsSalud para almacenar medicamentos, porque los almacenes estaban ocupados.
Aún así el proceso de la compra siguió y luego de varias cotizaciones la Gerencia de Adquisiciones de Bienes Estratégicos contrató con la empresa Max Visión Perú SCRL por un monto de S/ 101 millones 498 mil 838. Pero esta empresa no pudo comprobar que contaba con los permisos sanitarios para vender estos medicamentos. Por este motivo, sólo realizó la entrega de un lote de 600 mil ampollas, pero fuera del plazo previsto, que era entre el 12 y 15 de agosto. El permiso sanitario para circular el medicamento recién lo obtuvieron el 27 de agosto del 2020, cuando el Minsa lo permitió de forma excepcional debido a la emergencia sanitaria.
Por este retraso, las redes asistenciales en el país debieron realizar sus propios procesos de adquisición. Todo esto produjo un perjuicio económico de S/ 1 millón 260 mil a las arcas de todos los peruanos, según los cálculos de la entidad de control.
Gino Dávila en silencio
Convoca.pe se comunicó con el presidente ejecutivo de EsSalud para que brinde su versión sobre los hechos. La paradoja es que él, al ser el actual titular de la entidad, deberá nombrar a los miembros del comité que iniciarán el proceso administrativo sancionador en contra de sí mismo. Es ahí donde la Contraloría advierte un conflicto de intereses, pues ¿cómo el investigado podría elegir a su verdugo? Tratamos de dilucidar esta duda con Dávila Herrera. En la comunicación con este medio señaló que en una hora devolvería la llamada, pero no volvió a responder el teléfono. Le dejamos un mensaje por Whatsapp, pero hasta el cierre de este informe no respondió.