El último domingo, un frío comunicado publicado en las redes sociales del partido Podemos Perú anunciaba que su bancada parlamentaria daba un paso atrás en su reciente proyecto de ley presentado para regularizar las invasiones informales sobre zonas de patrimonio arqueológico y áreas de protección y tratamiento paisajista. Se retiró formalmente el documento, pero la amenaza desde el Congreso persiste.
En efecto, el grupo parlamentario anunció que insistirá en su iniciativa, pero lo hará a través de una “Comisión Especializada” que genere una nueva fórmula legal con el mismo objetivo.
El proyecto retirado fue coautoría de los congresistas de Podemos Perú, José Luna —líder del partido— y José Elías Ávalos. Sin embargo, fue finalmente presentado por la congresista Digna Calle, una parlamentaria cuyo perfil bajo en los debates del Pleno es su rasgo más característico.
Las organizaciones ambientales y profesionales de la arquitectura fueron los primeros en advertir que el proyecto pretendía dar legitimidad no solo al tráfico de terrenos sobre patrimonio histórico, sino también a la depredación de los ecosistemas frágiles como las lomas costeras, que son vitales para una ciudad de 10 millones de habitantes como Lima
Las lomas costeras son ecosistemas endémicos propios de Perú y Chile, y tienen la característica de cambiar su verdor según las estaciones del año. En invierno, gracias a la alta humedad y neblina de la costa peruana, los cerros de la costa se llenan de una variada vegetación y en algunos lugares se llega a ver la 'Flor de Amancaes', que hiciera famosa Chabuca Granda en el tondero "José Antonio". En verano, la vegetación se reduce y es escasa.
Desde el 2019, las lomas de Lima cuentan con una protección a nivel ministerial, cuando el Ejecutivo aprobó la creación de la primera Área de Conservación Regional (ACR) de la ciudad capital, denominada Sistema de Lomas de Lima. En este sistema están incluídas las lomas de Ancón, Carabayllo 1, Carabayllo 2, Amancaes y Villa María; que juntas suman más de 13 mil 475 hectáreas de flora para el desierto limeño, equivalentes a 270 parques zonales o a 143 veces la extensión del Parque de las Leyendas.
En ciudades con alta contaminación ambiental y con reducidas áreas verdes, como Lima, las lomas costeras tienen una importancia crucial. En el caso de Lima Metropolitana, las lomas llegan a ocupar entre el 7% y el 24% de la ciudad y sirven como contención natural contra desprendimientos y huaicos.
"Si este proyecto de ley se aprobara, lo que va a terminar haciendo es legitimar invasiones producto del crimen organizado. Y lo van a terminar fomentando cuando lo que debemos [hacer] es combatir el tráfico de terrenos, no legalizarlo ni promoverlo", comenta Carlo Ángeles, regidor metropolitano que preside la Comisión de Medio Ambiente del Concejo Provincial de Lima.
Las invasiones son un problema recurrente en las lomas de la capital. Mientras la congresista Digna Calle presentaba el proyecto de Podemos Perú, maquinaria pesada realizaba excavaciones en los cerros de las Lomas de Mangomarca, en el sector de Vizcachera y Campoy, en el distrito limeño de San Juan de Lurigancho. En las imágenes capturadas por los vecinos se observa cómo al lado de las excavaciones se instalan chozas donde familias que no pueden acceder a la oferta inmobiliaria buscan el sueño de la casa propia, en condiciones que hacen imposible que accedan a servicios básicos como agua y alcantarillado.
Esta es una de las más grandes lomas de la capital. Ubicada entre San Juan de Lurigancho y Chosica, este espacio natural tiene más de 500 hectáreas y en temporada de invierno se llena de flores y plantas verdes. Yovita Barzola es presidenta de la Asociación Ecoturística Lomas de Mangomarca y advierte que el tráfico de tierras y las invasiones amenazan con reducir la belleza de esta zona.
Barzola no solo se encarga de organizar y guiar las agradables caminatas por las lomas, sino también ha decidido crear un nuevo recorrido al que denomina 'La Ruta del Terror', que muestra a los ciudadanos cómo los inescrupulosos traficantes afectan las lomas organizando invasiones y reducen su cobertura vegetal natural, en una experiencia distinta de turismo vivencial.
"Nosotros habíamos hecho la denuncia en Twitter, el domingo hace dos semanas. He subido el cerro y encontré el tractor excavando. Esta foto es reciente, del domingo 21", dice Barzola. Debido a la gran extensión de los cerros de Mangomarca, la zona es de difícil monitoreo y el apoyo de las autoridades resulta insuficiente. A esto se suman las amenazas de los traficantes de terrenos contra los defensores ambientales para que desistan en su labor de vigilancia y denuncia.
Solo entre los años 2005 y 2017, en la ciudad de Lima, los datos oficiales advierten que se han perdido más de 450 hectáreas (ha) de lomas costeras. Según el Ministerio del Ambiente, los sitios más afectados por las invasiones y tráfico de terrenos son las Lomas de Pachacamac (184.24 ha), las de Villa María (131.94 ha) y las Lomas de Retamal (45.31 ha).
En el sur de Lima, los vecinos del distrito de Villa María del Triunfo también se han organizado para proteger sus lomas ante el avance de las invasiones. El presidente del Circuito Turístico 'Lomas del Paraíso', Noé Neyra, lamenta que, solo en la última década, las lomas que protege se han reducido en casi 60% a causa del crimen organizado.
"El tema del tráfico de terrenos es de nunca acabar y ocurre en alianza con autoridades locales y funcionarios. El trabajo de la autoridad, que debe proteger estos ecosistemas, lo tenemos que hacer los ciudadanos", explica Neyra a Convoca.pe.
Son casi una veintena de vecinos de los asentamientos humanos cercanos a las lomas de Villa María del Triunfo quienes buscan conservar este ecosistema también promoviendo el ecoturismo con visitas guiadas a los cerros. Además, generan proyectos para construir atrapanieblas que rompen la neblina condensada y permiten obtener agua para reforestar las zonas de amortiguamiento de las Lomas del Paraíso.
Pero todo ello no es suficiente para cuidar la integridad de las lomas ni la calidad de vida de los habitantes del lugar. Neyra es tajante en señalar que propuestas como las de Podemos Perú no favorecen a las personas que no tienen vivienda, pues en realidad generan “más desorden” y “pobreza” en zonas donde no tendrán servicios básicos. "A los únicos que beneficiaría sería a los grandes traficantes del crimen organizado", enfatiza.
El presidente de las Lomas de Paraíso advierte que esta es la segunda vez que los parlamentarios buscan legalizar los lotes generados por los traficantes de terrenos en poco más de un año. En octubre de 2020, el Congreso complementario aprobó una ley para ampliar el plazo de formalización de propiedades informales, a propuesta de las bancadas de Acción Popular, Fuerza Popular, Podemos Perú, Partido Morado, Unión por el Perú, Alianza para el Progreso y Somos Perú.
Si bien aquella norma, promulgada por el entonces presidente Martín Vizcarra, no incluía las zonas arqueológicas o protegidas, sí apuntaba a legalizar las invasiones ilegales y fueron un apoyo tácito a las mafias que trafican con el suelo. Esta vez, el proyecto de ley que fue retirado por Podemos Perú buscaba ampliar el blanqueo de esas invasiones hasta en los ecosistemas protegidos como las lomas, así como a zonas sensibles donde existen restos arqueológicos.
Crimen, política y pobreza
Diana Torres, presidenta del Centro de Investigación Urbes Lab, explica que la norma aprobada en el 2020 fue muy favorable para quienes lotizan ilegalmente áreas extensas para luego venderlas. A veces, incluso, este negocio cuenta con la complicidad de funcionarios públicos, anota Torres. Ya varios alcaldes de distritos de Lima han terminado presos y otros están siendo investigados por ser parte de estas mafias.
En efecto, entre 2018 y 2020, cuatro alcaldes han terminado envueltos en denuncias por actos de corrupción y por participar en presuntas bandas delictivas vinculadas al tráfico de tierras en los distritos de Punta Negra, Santa Rosa, San Bartolo y Santa María. En el 2018, Carlos Arce Arias, la entonces autoridad del distrito de Santa Rosa, incluso fue sindicado como cabecilla de la organización criminal los "Malditos de Santa Rosa", dedicada, además, al sicariato y a la extorsión.
Ese mismo año, el Poder Judicial confirmó la sentencia de prisión efectiva contra el alcalde de San Bartolo, Jorge Luis Barthelmess, por los delitos de falsedad ideológica y negociación incompatible por “subastar” dos lotes públicos intangibles, en Pampas de San Bartolo. En febrero de 2020, el entonces alcalde de Punta Negra, José Delgado Heredia, también fue a prisión acusado como presunto cabecilla de "La Jauría del Sur", una banda dedicaba al tráfico de terrenos que, según el Ministerio Público, tenía más de ochenta hectáreas de terrenos usurpados y una fortuna estimada en S/ 400 millones.
La experta en urbanismo, Diana Torres, comenta también que la intención de Podemos Perú no solo es legalizar las invasiones en las lomas costeras, sino además desconocer la Ley Orgánica de Municipalidades (LOM) y dar a los alcaldes distritales la facultad de desafectar zonas de las áreas protegidas. En la actualidad, esa facultad solo la tiene la municipalidad provincial, que en el caso de la capital es la Municipalidad Metropolitana de Lima.
El regidor metropolitano Carlo Ángeles advierte además que la propuesta de Podemos Perú —con la que el partido ha anunciado que insistirá, pero por otra vía parlamentaria— coincide también con el lanzamiento de las próximas campañas municipales para las elecciones de 2022 en las que, señala, participarán muchas de las mafias de tráfico de terrenos que buscan tener influencia en los gobiernos locales a nivel nacional, como ya se ha visto antes.
Para Torres, la iniciativa se encuentra coincidentemente "muy alineada" con la voceada candidatura de Daniel Urresti a la alcaldía de Lima, por el partido de José Luna. "Este tipo de proyectos de ley son muy populistas y siempre aparecen en época electoral porque es lo que pueden ofrecer de manera rápida", señala Torres.
Según la urbanista de Urbes Lab, tanto los políticos de este Congreso como los del anterior no han entendido la situación de vulnerabilidad de los ciudadanos que buscan en los lotes ofrecidos por los traficantes de terrenos el sueño de la casa propia. Torres explica que las lomas, al estar en las estribaciones andinas, tienen un suelo que no es rocoso sino arenoso o arcilloso, no apto para construir viviendas.
"Debido a la elevada pendiente de las lomas, el Estado peruano no va a poder llevar servicios básicos, específicamente agua y desagüe, porque es muy costoso. En promedio, las familias que invaden las lomas deben esperar 14 años para acceder al menos al servicio de agua. Mientras tanto, tendrán que abastecerse de camiones cisterna y cargar baldes hasta las alturas donde viven", precisó la arquitecta.
La investigadora en temas urbanos añade que por las condiciones de alta humedad que se registran en las lomas costeras, las personas que viven ahí sufren de enfermedades respiratorias, sobre todo bronquiales.
En su opinión, el Estado debería promover viviendas adecuadas para los sectores sociales más vulnerables, pero precisó que la Constitución vigente no lo permite. "El Estado no puede hacer vivienda social porque no puede ingresar a ofrecer el producto vivienda. Por eso, cuando se habla de vivienda social, la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) señala que el Estado no puede competir. Sin embargo, los privados no ofrecen viviendas a los sectores D y E porque no es su negocio", precisa Torres.
Mientras la situación de inacción de las autoridades se mantiene, la primera línea de defensores de las lomas aún florece y resiste frente a las enormes excavadoras, los tractores y las amenazas de los traficantes. Para Noé Neyra, todo está claro y no cabe ningún debate que incluya desproteger a las lomas ante las amenazas del tráfico de terrenos.
"Las lomas son intangibles. No hay nada que conversar. Los congresistas deben sumarse a la conservación, pero en vez de crear leyes de protección, crean leyes para reconocer las invasiones", lamenta el defensor ambiental, quién continúa atrapando las nieblas para reverdecer las Lomas del Paraíso.