Por Asis Loyola | 3 de junio de 2021
El número de muertes por Covid-19 se ha incrementado drásticamente tras el sinceramiento de las cifras en el informe final del Grupo de Trabajo Técnico creado por el Estado. El equipo de profesionales convocados por la Presidencia del Consejo de Ministros elaboró nuevos criterios para conocer la verdadera cifra de fallecidos por el nuevo coronavirus: Del 1 de marzo de 2020 al 22 de mayo de este año, se han reportado180.764 víctimas mortales.
El Ministerio de Salud (Minsa) registró, hasta el 29 de mayo último, 69 mil fallecidos por Covid-19. En el mismo período, el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef) tenía una contabilidad distinta, que duplicaba la del ente rector de la salud, con más de 170 mil decesos. Ante tal incertidumbre, surgieron diversas iniciativas ciudadanas para llevar la cuenta, de manera certera, en base a los datos abiertos.
¿Quiénes integraban el Grupo Técnico de Trabajo y cuál era su objetivo?
Ante los cuestionamientos por la diferencia de las cifras de las entidades estatales, el Gobierno de Francisco Sagasti convocó a profesionales de diversas áreas para conformar el Grupo de Trabajo Técnico y les encargó analizar la metodología que usaban las autoridades de salud para registrar los fallecimientos por Covid-19 y generar una nueva.
Desde mediados de abril, los integrantes del equipo brindaron un servicio "ad honorem", tal como lo indica la Resolución Ministerial Nº 095-2021-PCM. “Esta fue una iniciativa de la sociedad civil, que analizaba data pública del Estado, y nos dimos cuenta que había un desfase”, comenta Patrick Wieghardt, biólogo computacional y miembro de OpenCovid Perú, portal que lleva la contabilidad de las cifras de la pandemia.
El grupo de trabajo estuvo conformado por el epidemiólogo Edgardo Nepo; el epidemiólogo Mateo Prochazka, que labora en el gobierno del Reino Unido; el biólogo computacional y voluntario en OpenCovid-Perú, Patrick Wieghardt, y Ragi Burhum, científico en computación. A ellos se les sumó la abogada y ex adjunta de la Defensoria del Pueblo para los derechos de la mujer, Rocío Villanueva, y el ex Defensor del Pueblo, Walter Albán.
En representación del Estado participaron el director general del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades, Julio Ruiz; la secretaria de la Secretaría de Gobierno Digital de la Presidencia del Consejo de Ministros, Marushka Chocobar y el jefe del Instituto Nacional de Salud, Víctor Suárez.
El Grupo Técnico utilizó los datos de entidades del Estado (Netlab, SICOVID-19, SinadefF y NOTICOVID) para elaborar un informe con las cifras actualizadas, no se han creado nuevos datos. “Los datos estaban, solo que no se habían combinado de manera correcta”, aclara Wieghardt.
La abogada Rocío Villanueva también señala que la información ya había sido recolectada en distintas bases de datos, pero que no había criterios para clasificarlos. Estas bases han sido combinadas, analizadas y limpiadas para elaborar una base final que brinde mayor certeza de la cantidad de fallecidos.
¿Qué criterios se utilizarán para registrar a los fallecidos por Covid-19?
Para pasar de la cifra oficial de 69 mil fallecidos por Covid-19 a más de 180 mil, se tuvo que analizar diversas bases de datos y afinar los criterios que permitan clasificar que la causal de la muerte fue el nuevo coronavirus. Hasta ahora sólo había dos criterios para registrar las muertes por esta enfermedad: el serológico (pruebas rápidas) y el virológico (prueba molecular y antígena).
Desde el gobierno de Martín Vizcarra con sus ministros, iniciando con Víctor Zamora, hasta el de Francisco Sagasti, solo se contabilizaban aquellos muertos que tenían una prueba positiva y eran del día anterior al reporte diario que emitía el Ministerio de Salud. “No se han registrado casos que llegaban en el tiempo. Se hacía un corte hasta el día anterior y se sumaban las muertes, pero no se han tomado en cuenta los casos que venían después, algo que sí aplicaron para los casos de contagio”, explica Patrick Wieghardt.
A los dos criterios ya conocidos, se han sumado nuevas formas de clasificar las muertes: el criterio radiológico, el nexo epidemiológico, la investigación epidemiológica, el criterio clínico y el reporte del Sinadef. “Estos criterios están dentro de las bases de datos. Por eso, nosotros colocamos las fuentes de cada uno de ellos”, recalca Rocío Villanueva.
Sobre la carencia de más criterios, ambos miembros del grupo técnico coinciden en que no se podía seguir manteniendo un reporte con solo fallecidos que tengan una prueba que indique su positividad. “En un país como el nuestro con tantas carencias, no puede ser el único indicador tener una prueba al ser estas tan escasas”, indica la abogada Villanueva.
El biólogo computacional Patrick Wieghardt refiere que no es necesario obtener una prueba para saber que un paciente tiene Covid-19. “Hay muchas personas que llegan muy mal al hospital y hay que tratarlas. No se les va a hacer una prueba en ese momento. Con estos nuevos criterios, estos casos ya son clasificados como coronavirus por haber pasado por placas u otro tratamiento”, comenta el miembro de OpenCovid sobre el criterio radiológico.
Con el criterio de nexo epidemiológico, si en el hogar existe alguien que ha sido positivo para Covid-19, al llegar a un centro de salud, se consultará para dejar constancia que esa ha sido la fuente del contagio. Los otros tres criterios son casos de investigación y se tiene que verificar la historia clínica, la Red Nacional de Epidemiología tiene que realizar una investigación epidemiológica y el Sinadef debe cerciorarse en los certificados de defunción, mediante palabras clave que indiquen muerte por Covid-19.
¿Con qué bases de datos trabajó el grupo técnico que sinceró la cifra de fallecidos?
Hasta hace unos días, el Ministerio de Salud trabajaba con dos metodologías para registrar a los fallecidos por Covid-19. La primera de ellas es la del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (NOTI), que tiene una base de datos con información recopilada por personal de las Oficinas de Epidemiología de los centros de salud. Estos toman en cuenta los certificados de defunción, historias clínicas y reportes médicos, así como resultados de exámenes y laboratorios.
Esta forma de registro permite conocer las características de la persona que fallece. Sin embargo, ante el alto número de defunciones, el personal de las oficinas epidemiológicas no se da abasto para investigar, así lo indica el informe final del grupo técnico.
La segunda metodología usada es la del Sinadef, que registra las muertes a nivel nacional por todas las causas, incluyendo Covid-19. Hay lugares donde se genera un desfase por el llenado de formularios físicos, en una primera instancia, hasta poder digitalizarlos hacia una base de datos, que es la que el grupo técnico ha usado. “Si la muerte ocurre en un lugar donde no se tienen recursos, puede tardar entre dos o tres días en llegar al centro de digitalización para que la muerte sea registrada. Por ello, la actualización debe ser de manera diaria”, señala Villanueva.
También se utilizaron las bases de Netlab, que almacena los registros de las pruebas moleculares (PCR) realizadas por laboratorios públicos y privados. Esta información está a cargo del Instituto Nacional de Salud. Además, se tuvo en cuenta el Sistema Integrado para Covid-19, que contiene los resultados de pruebas serológicas y de antígeno.
Todas las bases de datos están a cargo del Ministerio de Salud, pero son dirigidas por dos oficinas distintas. El CDC-Minsa, tiene a cargo el NOTI y la Oficina General de Tecnologías de Información está a la cabeza de Sinadef y SICOVID-19.
¿Cómo se llegó a los 180 mil muertos por Covid-19?
El grupo técnico recopiló información de cuatro bases de datos públicas de entidades de salud. Netlab y el SICOVID tienen información sobre aquellas personas que han pasado por pruebas Covid-19. En el caso de Sinadef, se obtuvo la información de aquellos que fallecieron por coronavirus. Dichas bases se unieron para conocer a las personas que tenían una prueba positiva, independientemente de que en su certificado de defunción se haga mención de ello. La combinación dio como resultado el archivo Sinadef-Lab.
Los datos de este archivo se filtraba y se hacía una limpieza, para evitar errores. Además, se le agregaba la información recolectada por que han fallecido por Covid-19. El resultado es el NOTI-Sinadef, que registraba los casos de muerte por coronavirus con los criterios propuestos. De esta forma, los nuevos reportes de fallecidos son la combinación de los datos diarios con la base de datos NOTI-Sinadef.
Para llegar a la sumatoria de180,764 peruanos que fallecieron por Covid-19, los integrantes del grupo técnico hicieron el recuento del 1 de marzo de 2020 y al 22 de mayo de 2021. Se identificó que en la base de datos de Sinadef-Lab (Combinación de Netlab, Sinadef y SiCOVID-19) existían 165,612 fallecidos, mientras que en el NOTI se registraron 135,466. Tras aplicar los criterios y la limpieza de los datos, se llegó a más de 180 mil muertes.
Durante el análisis, se identificó que el 66% de los fallecidos se encontraban en ambos registros, solo el 25% en el Sinadef y el 8.4% en el NOTI. “El problema no ha sido un tema de registro sino de reporte. Muchos de nosotros, cuando entramos a este grupo técnico, pensamos que íbamos a encontrar una metodología netamente estadística, pero no fue así. Había un software del CDC que filtraba y nosotros hemos aplicado más criterios”, relata Patrick Wieghardt.
Grupo técnico pidió esclarecer manejo de información
Los miembros del grupo técnico consultados por este medio señalan que, aunque se tenían los datos, no se utilizaron para esclarecer la situación verdadera sobre los fallecidos por Covid-19, a pesar de los pedidos de miembros del CDC-Minsa. El informe final indica que “las razones por las que no fueron atendidos tales requerimientos no quedan claras a este grupo técnico, por lo que corresponderá a las autoridades competentes adoptar las medidas necesarias para esclarecer dicha situación”.
“Lo que nos llamó la atención es que ya había un trabajo del CDC con criterios adicionales, había pedidos para que las cifras se actualizaran. Por eso, hemos advertido de esa situación”, alerta Rocío Villanueva.
Para Patrick Wieghardt, será tema de investigación el motivo por el cual sí se tomaban en cuenta los casos positivos de contagios que llegaban posteriormente a la fecha de corte y no los fallecidos. “No sabemos por qué no se ha implementado de esa manera. Había personas dentro del ministerio que han trabajado en hacer un software”, recalca.
Rocío Villanueva advierte que se debieron cambiar los criterios de acuerdo con la realidad del país. “Nosotros no somos Estados Unidos, donde abundaban las pruebas moleculares, por lo que usar el primer criterio era lo más simple pero, en nuestro caso, se debe ampliar”. Además, comenta que existen casos de personas que no llegan a los hospitales y fallecen en sus domicilios por falta de oxígeno. “Si no llamamos a eso muerte por Covid-19, no estamos sincerando las cifras reales”, finaliza.
Estimado @victorzamora, veo que en medios está declarando discrepancias técnicas con el resultado del GTT. Si me permite, me gustaría también mencionar algunas discrepancias (sólo) sobre el manejo de las cifras de muertes de COVID-19 que empezaron en *su* mandato. (1/4) pic.twitter.com/2yxAbGpqBc
— Ragi Y. Burhum (@rburhum) June 2, 2021
Nuevos criterios en reporte diario de fallecidos
Durante la conferencia de prensa donde se presentaron los resultados, se anunció que se implementarán los nuevos criterios y así fue, pues el reporte del Minsa del 31 de mayo ya tenía como cifras oficiales las presentadas en el informe final del grupo técnico. Hasta esa fecha, se reportan 184,507 fallecidos.
Consultados sobre el nuevo gobierno que asumirá el 28 de Julio, Wieghardt y Villanueva recalcaron la importancia de continuar con los criterios propuestos para la lucha contra la pandemia. “La ciencia no se debe manchar con la política. Es algo muy importante. Para mí, lo que se debería llevar el futuro gobierno, además del informe, es la transparencia y los datos abiertos, empezar a ser un gobierno democrático digitalizado”, manifiesta Wieghardt.