Por Asis Loyola | 8 de mayo de 2021
Hace más de una semana, la paz en Colombia es muy precaria. Ante el intento de reforma tributaria del presidente Iván Duque, miles de personas tomaron las calles para reclamar por esta propuesta que pretende recaudar más dinero en perjuicio de la clase media y baja. Tras varios días de marchas, con muertos y heridos por la represión policial y militar, el mandatario dio un paso atrás, pero advirtió que era solo por ahora.
Las marchas han continuado por el descontento con el gobierno de Luque. Aunque la reforma no se aplicará, las marchas siguen en casi la mitad del país y aumenta el número de denuncias de uso excesivo e innecesario de la fuerza por personal policial y militar. A esto se suman las denuncias por abuso sexual.
La nueva forma de recaudación imponía un impuesto a la riqueza, pero también afectaba a la clase media e, incluso, a la baja. El gobierno pretendía cobrar impuestos a aquellos que ganen desde 700 dólares al mes, además de incrementar el IVA (IGV en Perú) a diversos productos de primera necesidad y diversos servicios. También retiraban las ayudas económicas para productos tecnológicos y de transporte.
A pesar de estar en medio de una pandemia, las medidas adoptadas por el gobierno generaron el malestar de la población, que salió a las calles desde el 28 de abril. Convoca.pe se comunicó con el periodista Alejandro Gómez Dugand, director del medio Cero Setenta, de Colombia. “Ha sido un cúmulo de cosas que han provocado estas marchas. Es un descontento general de la población hacia el gobierno”, explica.
Este reclamo se suma a las protestas por el mal manejo del gobierno durante la pandemia del COVID-19, los incumplimientos de acuerdos de paz, el asesinato de líderes sociales y de comunidades rurales.
Represión y desprestigio a todo dar
La represión que se aprecia en redes sociales por las fuerzas del orden colombianas se ha repetido en más de la mitad del país. El descontento con las medidas tomadas por el gobierno de Iván Duque viene desde hace un par de años y la reforma tributaria derramó el vaso para tomar las calles, en su mayoría pacíficamente.
“No es un buen mensaje que el presidente salga respaldado con soldados en sus mensajes a la nación. No es un discurso de paz”, comenta. Agrega que si existe un plan para detener la violencia policial, debería hacerse público, con el fin de tranquilizar a la población. “No podemos estar contando muertos y heridos todos los días", afirma.
El periodista advierte que existe una confusión sobre las movilizaciones sociales que, a diferencia de una movilización política, no busca un objetivo específico, sino va mucho más allá. Una de las encuestadoras más importantes de Colombia, Datexco, realizó un sondeo sobre el paro nacional del 28 de abril y más de 70% de entrevistados estuvo de acuerdo con esta medida. De ese porcentaje, 36% estaba dispuesto a marchar
"Los colombianos estaban dispuestos a salir a marchar en medio de la pandemia, pese al temor por lo ocurrido el 8 de setiembre, cuando se asesinó a un abogado por estar en la calle luego del toque de queda", comenta Gómez. Tras el asesinato, se realizaron marchas, que dejaron 13 personas fallecidas y más de 400 heridas. "No estamos viendo anti motines, sino policías usando sus armas", afirma.
Amnistía Internacional hizo un llamado para que las autoridades colombianas pongan fin a la represión en las manifestaciones, cesen la militarización de las ciudades y aseguren el respeto y garantía de los derechos humanos. El 1 de mayo, el presidente colombiano anunció la presencia de las fuerzas armadas en las zonas donde los enfrentamientos eran cada vez más duros.
Además, el jefe de Estado hizo una advertencia a los manifestantes “para quienes, por la vía de la violencia, el vandalismo y el terrorismo, pretenden amedrentar a la sociedad y piensan que por ese mecanismo doblegarán las instituciones”.
El presidente @IvanDuque anunció que “conforme a la Política de Convivencia y Seguridad Ciudadana, como Comandante de las Fuerzas Armadas, la figura de asistencia militar seguirá vigente en los centros urbanos donde existe un alto riesgo para la integridad de los ciudadanos". pic.twitter.com/zmFuWKhULP
— Presidencia Colombia 🇨🇴 (@infopresidencia) May 2, 2021
“El descontento de la población por medidas económicas que no percibe como justas y que pueden poner en riesgo sus derechos humanos no debe ser calificado como vandalismo y terrorismo, como lo ha hecho el presidente Iván Duque, y ser utilizado como excusa para reprimir violentamente”, advierte la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara.
Al igual que el presidente, el líder del Centro Democrático, Álvaro Uribe, también se manifestó de forma despectiva contra los colombianos que reclamaban justicia. El exmandatario instó, vía su cuenta de Twitter, a que los soldados y policías usen sus armas para defender a las personas del “terrorismo vandálico”. Este pronunciamiento hizo que la misma empresa de redes sociales le pida que borre su tweet porque violaba sus reglas pues podría “inspirar a que otras personas cometan acciones violentas”.
"Revolución molecular disipada" es el término que ha usado el expresidente Álvaro Uribe para referirse a las manifestaciones de miles de colombianos. El periodista Alejandro Gómez explica a Convoca.pe qué quiere decir esto y de dónde surge.
"Este es un concepto de la obra filosófica de Gilles Deleuze y Félix Guattari pero, en este caso, la intención es descontextualizarlo a grados infinitos, para decir que los manifestantes son parte de una revolución que hay que contener", analiza Gómez, quien agrega que el tweet del exmandatario fue escrito como si fuera en una servilleta, como en un momento de afán o amargura.
1.Fortalecer FFAA, debilitadas al igualarlas con terroristas, La Habana y JEP. Y con narrativa para anular su accionar legítimo;
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) May 3, 2021
2. Reconocer: Terrorismo más grande de lo imaginado;
4. Acelerar lo social;
5. Resistir Revolución Molecular Disipada: impide normalidad, escala y copa
Según Gómez, la desaprobación de la población al gobierno de Iván Duque está superando niveles históricos, incluso de la época en que el narcotráfico tenía una presencia en la política. “Las cifras de Duque son peores que las de Ernesto Samper, que estaba probado que tenía vínculos con el cartel de Cali. Las personas están más descontentas en este momento que en aquella época”, advierte.
Pruebas y pedido de justicia
La represión policial y de las Fuerzas Armadas va sumando cifras cada día. El número de desaparecidos llegó a 87, hasta el 5 de mayo. El director de la Policía Nacional, Jorge Luis Vargas, indicó que sólo se ha identificado 52 de ellos.
Este no sería el único problema que están afrontando los agentes del orden en Colombia. Hasta el 6 de mayo, la ONG colombiana Temblores ha identificado que 37 personas fallecieron por la violencia ejercida por la Policía y las Fuerzas Armadas. Se han reportado 1728 casos de violencia, además de 234 víctimas de violencia física presuntamente ejercida por la Policía. A estas cifras se suman las 11 personas que han denunciado violencia sexual de los agentes.
Después de 9 días de #ParoIndefinido2021 en @TembloresOng les presentamos un reporte actualizado de las cifras de la violencia cometida por miembros de la fuerza pública. @ONU_es pic.twitter.com/RoN9c3o136
— Temblores ONG 🐘 (@TembloresOng) May 6, 2021
Amnistía Internacional confirmó mediante un análisis y verificación de contenido audiovisual que la policía colombiana usó armamento letal en diversos incidentes. Además, utilizaron armas menos letales de forma indiscriminada (gases lacrimógenos y cañones de agua y balas) contra manifestantes en varias regiones de Colombia.
Para la directora para las Américas de Amnistía Internacional, “las autoridades colombianas deben investigar de forma rápida, independiente e imparcial todas las denuncias de uso excesivo e innecesario de la fuerza contra manifestantes”. Junto a su institución, organismos como la ONU han llamado a la calma y alzado su voz de protesta ante los excesos cometidos por la Policía colombiana.
De acuerdo con el director del medio Cero Setenta, Alejandro Gómez, lo que está sucediendo en Colombia es "policías y ejército disparando contra civiles". La renuncia del presidente ya no significaría nada en este momento, para el periodista. Solo se le insta a hacer algo para bajar la violencia. "El día de ayer (6 de mayo), la Policía indicó que se iban a judicialización por la Fiscalía cuatro casos, pero nada más. Aún así la gran mayoría de los casos de violencia policial tiene un camino muy dado para la impunidad", finaliza.