Caso Melka: Grupo vinculado a tierras investigadas por deforestación reduce sorpresivamente su capital en 99%

 

Peruvian Palm Holdings, la offshore controladora de Ocho Sur, segundo productor más importante de palma aceitera del Perú, redujo su capital a su milésima parte. Sus principales activos son más de 11 mil hectáreas de terrenos en la región Ucayali, que llevan años bajo la lupa de las autoridades por haber sido el escenario de un desbosque masivo en el corazón de la Amazonía. La compañía descarta haber efectuado un traspaso de los activos cuestionados y sostiene que la operación financiera responde a una nueva estructura con mayor sostenibilidad. Convoca.pe narra en este informe cómo se produjo esta maniobra empresarial por estar asociada a uno de los casos más sonados de deforestación en el Perú.

 

Por Gonzalo Torrico | 9 de julio de 2021

 

La mañana del último 11 de mayo, en Bermudas, un anuncio de curso legal en The Royal Gazette pasó inadvertido para las autoridades peruanas. En las páginas del diario isleño, la offshore Peruvian Palm Holdings, con domicilio en ese mismo paraíso fiscal, anunciaba una reducción de su capital en 99,9%. Para el 28 de mayo, se leía, la compañía pasaría de tener un valor en papeles de 698 millones de dólares a solo 69 mil 866 dólares. 

La operación no despertaría alarmas en el Perú si no fuera porque hasta entonces sus principales activos eran las empresas peruanas del Grupo Ocho Sur. Estas compañías poseen más de 11 mil hectáreas de terrenos en la selva de Ucayali, convertidas en dos grandes plantaciones de palma aceitera gracias a un masivo desbosque investigado por el Ministerio Público. Se trata de un caso emblemático de la justicia ambiental, también conocido en los medios como el Caso Melka.

La red empresarial del especulador estadounidense Dennis Melka adquirió y deforestó estos predios, a través de las entonces compañías Plantaciones de Ucayali y Plantaciones de Pucallpa -que él creó en el Perú junto a una veintena de empresas, entre las cuales también figuran las que facilitaron la deforestación en otra región amazónica: Loreto-. Hoy, Melka viene siendo investigado por la Fiscalía de Crimen Organizado como presunto cabecilla de una organización delincuencial. 

 

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En la edición del 11 de mayo se publicó el anuncio de reducción de capital. Peruvian Palm Holdings pasaría de valer US$ 698 millones a solo US$ 69 mil.
 

En 2016, en un contexto en el que la red de Melka ya estaba cargada de cuestionamientos, escándalos y denuncias, las plantaciones fueron traspasadas a nuevas empresas del recién creado Grupo Ocho Sur (Ocho Sur U y Ocho Sur P). Este nuevo grupo ha negado ser responsable de la devastación ocurrida durante la administración de Melka alegando que sus nuevas empresas, creadas en el mismo 2016, no existían al momento de los hechos.

Sin embargo, como reveló Convoca.pe en el último reportaje de su serie Palmas para Nadie, los mismos dos fondos de inversión que financiaron a la denunciada red de Melka luego se convirtieron en los controladores de Ocho Sur a través de la mencionada offshore Peruvian Palm Holdings, constituida también en 2016. Dichos fondos de inversión son los estadounidenses Anholt Services USA Inc y Amerra Capital. 

Pero los lazos de esta relación fueron más profundos. El propio Dennis Melka, ya denunciado por deforestación, fue nombrado director de la nueva propietaria, Peruvian Palm Holdings, al tiempo que se negaba que sus subsidiarias Ocho Sur U y Ocho Sur P tuviesen relación con los presuntos delitos de la red de la deforestación. Hasta fines de 2019, el investigado Melka todavía figuraba en el registro de directores de la compañía en Bermudas. Otros trabajadores denunciados del entorno de Melka también continuaron en el negocio de las plantaciones bajo la administración de Ocho Sur.

La Procuraduría del Ministerio del Ambiente pide una reparación civil a favor del Estado peruano de 436 millones de soles (111 millones de dólares) por los presuntos crímenes ambientales ligados a estas tierras. Además, casi 7 mil hectáreas - del conjunto de 11 mil- son reclamadas ante el Tribunal Constitucional por la comunidad indígena de Santa Clara de Uchunya como territorio ancestral.

Poda de capital

Convoca.pe se comunicó con Michael Spoor, CEO de Peruvian Palm Holdings - Ocho Sur, para conocer el motivo de la reducción de capital. ¿Acaso la offshore traspasó sus activos a otra entidad? Spoor respondió que no, que la operación se trató de una conversión de deudas en acciones y que los accionistas siguen siendo los mismos. 

“Recientemente, la empresa y sus prestamistas acordaron convertir parte de la deuda pendiente en acciones para hacer que la estructura de capital sea más sostenible, en vista de un próximo vencimiento de un préstamo”, señaló Spoor. “Ningún valor cambió de manos y nada fue cobrado ni pagado más allá de las tarifas legales y contables”, agregó.

En julio de 2016, Peruvian Palm Holdings tenía 60 millones de acciones por un valor de 60 millones de dólares. Con esta conversión de su deuda en acciones, se emitieron muchas más acciones llevando el valor nominal de la compañía a 698 millones de dólares. “No era práctico tener tantas acciones en una compañía de nuestro tamaño”, apuntó el CEO del grupo palmicultor. En ese sentido, precisó que se decidió reducir el valor de las acciones a su milésima parte. 
 

 

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En julio de 2016, la offshore controladora de Ocho Sur tenía US$ 60 millones en acciones. A mayo de 2021, la cifra era US$ 698 millones.


“Nunca hubo 698 millones de dólares invertidos en Peruvian Palm Holdings Ltd (PPHL). Como hemos publicado antes, a la fecha, la inversión en Peruvian Palm Holdings ha sido de aproximadamente 150 millones de dólares. Ni los accionistas ni los prestamistas han tomado dividendos ni pagos”, aseguró. Sin embargo, esta operación financiera puede abrir una nueva línea de indagación para la justicia peruana que le sigue la pista al manejo de los activos relacionados a la deforestación de la Amazonía por el Caso Melka.

Por su parte, Álvaro Másquez, abogado del Instituto de Defensa Legal que asesora a la comunidad de Santa Clara de Uchunya, ve con escepticismo esta operación societaria. “Nosotros creemos que podría deberse a dos razones. La primera, a una situación de debilidad económica que obliga a la empresa a deshacerse de buena parte de su capital social para seguir siendo sostenible económicamente”,  advirtió.

“La segunda tendría que ver con una manera de empezar un nuevo traspaso de las propiedades del conglomerado a uno nuevo”, consideró. Másquez aseguró a Convoca.pe que entregaría esta nueva información a la Fiscalía de Crimen Organizado por considerarla importante para la teoría del caso en investigación.

Por otro lado, la causa que Santa Clara de Uchunya lleva en el Tribunal Constitucional está lista para resolverse desde 2019, a la espera de los votos de los magistrados, informa Másquez. Un eventual cambio de propietarios o la desaparición de la empresa podría entrampar más la controversia, pues la comunidad solicita la nulidad de 220 títulos de propiedad entregados a personas naturales, que fueron después vendidos al Grupo Melka y al final traspasados a Ocho Sur. 

 

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La causa de Santa Clara de Uchunya lestá lista para resolverse desde el 2019 en el Tribunal Constitucional. Foto: Difusión


Terrenos empantanados

Hoy todos los terrenos deforestados en posesión de Ocho Sur están bajo el dominio fiduciario de Scotiabank. Esto quiere decir que esta entidad financiera los administra y son inembargables. 

En 2018, Peruvian Palm Holdings y el Grupo Ocho Sur suscribieron un “fideicomiso de administración y garantía”. En el documento, al que Convoca.pe tuvo acceso, se lee la relación de predios que conforman el patrimonio fideicometido: los 220 predios de Ocho Sur P, reclamados por la comunidad de Uchunya, y tres grandes terrenos de Ocho Sur U.

 

Trust Agreement Ocho Sur by ConvocaRedes on Scribd

En el anexo 6 del contrato de fideicomiso figuran los 223 predios a nombre de las subsidiarias de Peruvian Palm Holdings. 

 

Pero no es la primera vez que Ocho Sur utiliza el fideicomiso. Ya desde inicios de 2017 este medio alertó sobre cómo las tierras deforestadas  pasaron del Grupo Melka al Grupo Ocho Sur con la misma figura del "fideicomiso en garantía" (Security Trust Agreement). Dimos cuenta, por ejemplo, que el mismo 2 de septiembre de 2015, cuando el Ministerio de Agricultura ordenó la paralización de Plantaciones de Pucallpa de la Red Melka -la antecesora de Ocho Sur P-, la compañía firmó un contrato de “fideicomiso en garantía” con la financiera La Fiduciaria. Con ello, impedía cualquier recurso legal que pudiese recaer sobre los terrenos y aseguraba el pago de sus deudas con sus financistas, Anholt y Amerra Capital, en caso de incumplimiento.

La operación funcionó así: La Fiduciaria recibió el dominio de los predios de Plantaciones de Pucallpa y Plantaciones de Ucayali y pocos meses después Melka incumplió sus pagos a los fondos de inversión. La entidad financiera subastó los bienes. Como se sabe, el Grupo Ocho Sur, conformado por Anholt y Amerra, terminó ganando la subasta por 62 millones de dólares, tomó el control de las plantaciones y sumó como miembro de su nuevo directorio a la misma persona que acusaban de perjudicarlos: Dennis Melka.

“Amerra y Anholt se han visto perjudicadas enormemente por un gestor [el Grupo Melka] que no estaba a la altura de las circunstancias”, comentó Karim Kahatt, abogado del Grupo Ocho Sur, para el reportaje Los financistas detrás del negocio de la palma en zonas deforestadas de la Amazonía.

 

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Forest Peoples Programme alertó en 2019 que Melka aparecía como director de una offshore de nombre Peruvian Palm Holdings. Aún no se conocía la relación de esta offshore con el Grupo Ocho Sur. Captura de pantalla: Forest Peoples Programme

 

El nuevo fideicomiso con Scotiabank tiene un similar objetivo que aquel que firmó antes Melka con La Fiduciaria: los predios serán subastados si Ocho Sur no honra sus deudas. Pero esta vez sus principales acreedores son sus propios accionistas.

 

Arenas movedizas

El último año ha sido bastante ajetreado para Ocho Sur, sobre todo en el rubro legal. 

En junio de 2020, algunas organizaciones denunciaron al gerente general de Ocho Sur P por los presuntos delitos de trabajo forzado, atentado a la salud y otros, en el marco de los primeros meses del estado de emergencia por la pandemia del coronavirus. Para entonces, Convoca.pe ya había revelado testimonios de trabajadores de la plantación que enfermaron y siguieron en el campamento sin diagnóstico ni atención especializada. Un tamizaje de la autoridad sanitaria reveló que el 90% de los trabajadores testeados dio positivo al Covid-19.

Además, en noviembre de 2020, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) decretó la paralización de Ocho Sur P y le impuso una multa de 9 millones de soles (unos 2,5 millones de dólares a la fecha de la sanción) por operar sin certificación ambiental. Sin embargo, en abril de 2021, la autoridad dejó sin efecto estas medidas. De acuerdo con Ocho Sur,  la aprobación de la certificación se encuentra en trámite. 

Si bien la fiscalización corresponde a OEFA, al interior del Ministerio del Ambiente no ha caído bien esta marcha atrás. “Una actividad sin el instrumento de gestión ambiental no está permitida y [ese incumplimiento] se sanciona con la paralización, ya que ello implica el fortalecimiento del rol fiscalizador del Estado. Hacer lo contrario implica su debilitamiento”, cuestiona una fuente del ministerio.

A pesar de las medidas y los cuestionamientos, el aceite de palma y derivados ha tenido un crecimiento notable en Ucayali. En 2020, representó el 46,4% de las exportaciones de la región y totalizó un crecimiento anual de 85%, según datos del Ministerio de Comercio Exterior. 

 

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Durante el 2020, el aceite de palma y derivados representó el 46,4% de las exportaciones de la región. Fuente: Ministerio de Comercio Exterior.


Como se sabe, Ocho Sur es el segundo productor de palma aceitera del país y concentra el 12% de las áreas cultivadas de esta industria. Sin embargo, es preciso anotar que no forma parte de la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO, por sus siglas en inglés), una conocida organización internacional que exige y certifica el cumplimiento de estándares mínimos a sus asociados. Aún más, la RSPO ya ha concluido en el pasado que las tierras que hoy opera Ocho Sur P fueron habilitadas deforestando más de 5 mil hectáreas.

Pero el grupo ha encontrado la forma de abrirse paso en el mercado. En 2018, descubrimos cómo la producción de Ocho Sur abastecía a compañías que vendían aceite de palma a Alicorp, la gigante internacional de los bienes de consumo masivo. Estimaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos confirman que la industria de la palma sigue creciendo en el Perú, con una producción de 200 mil toneladas para el presente año. 

Al mismo tiempo, el Global Forest Watch advierte que el país perdió el 3,1% de sus bosques primarios entre 2002 y 2020. Y este último año, se registró la mayor deforestación en el territorio nacional: 190 mil hectáreas. Un problema creciente que se oculta bajo la inmensa espesura de la selva y ha estado avanzando mucho más rápido que la burocracia de la fiscalización.

 

Actualización. 1 de setiembre de 2021.

Luego de la publicación de este informe, el Grupo Ocho Sur se contactó con Convoca y confirmó que el "capital social" (la suma del valor nominal de todas las acciones) de Peruvian Palm Holdings Ltd se redujo de 698 millones de dólares a algo menos de 70 mil dólares debido a una reducción del valor nominal de las acciones.

Como se mencionó en esta publicación, la reducción fue de 99,9%, lo que equivale a decir que cada acción pasó de valer 100 dólares a 0,01 dólares.

¿Por qué? El grupo precisó que una restructuración había tenido lugar a un "nivel superior" (como ya documentamos en un artículo anterior, el grupo tiene una cadena de al menos seis niveles de compañías offshore), pero aseguró que el patrimonio de Ocho Sur no se había visto afectado.

Además, la agroindustrial indicó que el "capital adicional" (valor que excede al capital social ya mencionado y reducido a su milésima parte) había aumentado de 1,7 millones de dólares (al 31 de diciembre de 2020) a 147 millones de dólares al 30 de junio de 2021. De este incremento, 91,7 millones responderían a una capitalización de deuda.