Con medio siglo de experiencia cruzando los mares, el imperio naviero de la familia danesa Karlshoej ha encontrado un puerto seguro para anclar su patrimonio y diversificar sus negocios tierra adentro. Desde el paraíso fiscal de las Bermudas, donde concentra una red de compañías exoneradas de impuestos, timonea un variado portafolio de inversiones globales, incluidas las destinadas a dos plantaciones de palma aceitera en el Perú, implicadas en la deforestación de 10 mil hectáreas de bosque amazónico.
Se trata de The Kattegat Trust, un “fideicomiso de caridad” establecido en Bermudas, que reúne la fortuna dejada por el fallecido magnate danés Torben Karlshoej, amasada en el negocio del transporte marítimo. Desde 2012, a través de su grupo subsidiario Anholt, financió las operaciones en Perú del especulador estadounidense Dennis Melka, investigado por las autoridades nacionales como presunto responsable de masivos desbosques en Ucayali y Loreto cometidos durante la ejecución de sus planes agroindustriales.
Tras diversos cruces de información, Convoca.pe pudo identificar una inversión vinculada con Anholt para la red de empresas liderada por Melka, que alcanzó los 48 millones de dólares y que fue canalizada a través de una cadena de compañías establecidas en el mencionado paraíso fiscal.
Ahora Anholt, con su socia Amerra Capital, un fondo de inversión neoyorquino que también financió a la red de la deforestación, controla el mismo proyecto palmicultor con una nueva cara jurídica desde 2016, pero sin Melka a la vista: el Grupo Ocho Sur. Sus sociedades Ocho Sur U y Ocho Sur P alegan no tener ninguna vinculación con la anterior administración y, por lo tanto, no ser responsables de la deforestación que investiga el Ministerio Público en las tierras donde ahora realizan sus actividades.
Para seguir la ruta financiera desde Ocho Sur, en la Amazonía peruana, hasta la empresa administradora de The Kattegat Trust, habrá que escalar por lo menos seis niveles de compañías antes de llegar al fin de la cadena.
En los últimos cuatro años, Convoca.pe ha investigado las operaciones de Melka en el Perú: desde la constitución de más de veinte empresas para extender sus proyectos de cacao y palma aceitera en la Amazonía y la adquisición irregular de sus tierras, hasta las investigaciones que enfrenta en el Ministerio Público por deforestación. Este medio también ha investigado los negocios del grupo Ocho Sur, su sucesor en las tierras, con empresas procesadoras de aceite de palma que venden su producción a Alicorp, el gigante de las industrias de alimentos.
Como parte de la serie investigativa 'Palmas para nadie', hoy revelamos el creciente interés de los financistas de estas plantaciones, la desconocida participación de Melka en la nueva administración de estos negocios y los mecanismos jurídicos que han asegurado que la impunidad se convierta en el activo más rentable de la Amazonía peruana.
Bosque de papel
Melka llegó a la selva peruana luego de hacer inversiones en el Sudeste Asiático, desde 2007, con su empresa Asian Plantations Ltd. En Malasia, adquirió 25 mil hectáreas de bosque tropical, consiguió financiamiento para sembrarlas con palma aceitera y en 2014 vendió su participación a una gigante internacional de la industria del aceite de palma: Felda Global Ventures.
“Y esto fue durante un ciclo negativo del commodity”, se jactaba Melka en una presentación ante inversionistas en Londres, en mayo de 2015. “El aceite de palma venía cayendo por cinco años, era un completo baño de sangre. Superamos a todos nuestros pares, que durante ese periodo reportaron retornos negativos. Nosotros generamos un retorno tres veces positivo”, aseguraba.
En Perú, pensaba repetir este esquema empresarial de bajos costos y altos retornos. Para emprender el proyecto, creó una red de 25 empresas peruanas entre 2010 y 2013, entre ellas Plantaciones de Pucallpa y Plantaciones de Ucayali, para conseguir tierras. También creó una offshore con vínculos en Islas Caimán y Singapur: United Oils Limited.
Según se anunciaba en un reporte bursátil, la red empresarial de Melka en el Perú ya tenía una "estrategia” para conseguir “reservas de suelo” (land bank). Esto consistía en tramitar solicitudes ante entidades estatales para que privatizaran tierras tropicales a su favor.
Se sabe que sus compañías solicitaron adjudicaciones hasta por 96 mil hectáreas a las Direcciones Generales de Agricultura de los gobiernos regionales de Loreto y Ucayali.
El 2012 fue un año clave. Su empresa Plantaciones de Ucayali consiguió que el gobierno de Ucayali le adjudicara 4 mil 700 hectáreas. De otro lado, Plantaciones de Pucallpa consiguió hacerse de 6,800 hectáreas tras negociar la compra de 222 predios con particulares. Las compras de está última hoy son cuestionadas ante el Tribunal Constitucional por la comunidad indígena de Santa Clara de Uchunya, en Ucayali, que las reclama como parte de su territorio ancestral.
Álvaro Másquez, abogado del Instituto de Defensa Legal, que defiende a la comunidad indígena, señala que el reclamo es que se anulen los contratos de compra y venta que se hicieron entre los que considera “traficantes de terrenos” y el Grupo Melka para adquirir parte de las tierras que sirvieron para la producción de palma.
“Incluso hay visos de corrupción en la adjudicación [de tierras del gobierno regional a estos vendedores particulares] que están siendo investigados en el Ministerio Público y por la Contraloría General de la República”, señala. En efecto, la trama llega hasta al gobierno regional de Ucayali que, según investigó Convoca.pe, entregó “constancias de posesión” sobre estos terrenos sin que los favorecidos acreditasen su presencia en el lugar.
Fue en junio de 2012 que empezó el desbosque a gran escala en las tierras que ahora están cubiertas por las plantaciones de palma aceitera de Ocho Sur –actual propietario de las tierras de ambas empresas del Grupo Melka–, conforme a una evaluación del Monitoring of the Andean Amazon Project, que vigila la deforestación en la selva a partir de imágenes satelitales.
En ese mismo año, Anholt se vinculó con el Grupo Melka como “inversionista con participación indirecta y minoritaria” en United Oils Limited, compañía fundada por este empresario investigado, de acuerdo con información que la empresa estadounidense Anholt Services USA Inc publicó en 2014 y ya no está disponible en su página web.
“La conexión que parece que estás tratando de establecer podría deberse a unas acciones que Anholt tuvo en un fondo de inversión de agricultura, que Anholt no controló. Este fondo tenía algunas acciones en United Oils y no controlaba a United Oils”, respondió vía correo electrónico Michael Spoor, director ejecutivo (CEO) de Ocho Sur desde 2019, consultado para este reportaje. Le preguntamos cuál era el nombre de dicho fondo, pero no respondió.
Si la participación de Anholt entonces era periférica, como argumenta Spoor, en 2014 dejó de serlo cuando anunció “una mayor inversión”.
“UOL [United Oils Limited] se acercó [a Anholt] para diseñar una estructura creativa de beneficio mutuo que permita a la compañía continuar su desarrollo y expansión”, informó el fondo de inversión en la misma publicación de 2014, que fue eliminada de la página web de Anholt Services USA Inc. mientras crecían los cuestionamientos de las operaciones de Melka en la Amazonía peruana.
La nueva operación financiera permitiría un flujo mayor de capital del Kattegat Trust, a través de Southern Harvest Partners LP –una subsidiaria de Anholt–, hacia el Grupo Melka en forma de compra de bonos de United Oils Limited, una forma de préstamo en la que los tenedores de estos títulos reciben una rentabilidad fija en un plazo pactado.
De acuerdo con los documentos a los que accedió Convoca, todo apunta a que la “estructura creativa de beneficio mutuo” que anunció Anholt en septiembre de 2014 sería un acuerdo de emisión y compra de bonos firmado el 23 de julio de ese año, en el que intervinieron de una parte United Oils Limited, de Dennis Melka y, de la otra, una nueva compañía offshore, creada apenas una semana antes de este acuerdo en Bermudas, llamada SH UOL Administrative Agent Ltd. Esta última representaría a los “tenedores de bonos”.
¿De quién era esta nueva compañía creada en Bermudas? No recibimos respuesta ni de Anholt ni de Ocho Sur, pero según los registros de Bermudas, SH UOL Administrative Agent tiene tres directores, todos ligados a The Kattegat Trust: Peter Antturi, Cora Lee Starzomski y Louie Escalona Cuarentas.
¿Cuánto dinero se inyectó con la compra de bonos? Las empresas tampoco respondieron a esta pregunta. Pero quienes sí dejaron buenas pistas fueron los abogados internacionales del Grupo Melka a través de diversos comunicados.
Un anuncio de noviembre de ese mismo 2014 de la conocida firma legal estadounidense Jones Day, que tuvo a United Oils Limited como representada, destaca su asesoría para la emisión de bonos por 28 millones de dólares “a varios inversionistas privados e institucionales”. El financiamiento, agregaba, serviría para un proyecto de palma aceitera en 10,700 hectáreas de propiedad de United Oils.
Al momento de esta fuerte inyección de dinero, las denuncias por deforestación ya habían empezado. Un año antes, en mayo de 2013, CONVEAGRO –gremio de agricultores peruanos– denunció ante la Fiscalía que 30 trabajadores de Plantaciones de Ucayali, del Grupo Melka, habían ingresado a propiedad privada y estatal en el caserío de Bajo Rayal, en Ucayali, y habían deforestado bosque con herramientas y maquinaria.
Consultado por los financiamientos de Anholt y Amerra a estas operaciones en Perú, Karim Kahatt, abogado de Ocho Sur, alegó que “ese dinero no era" de estas compañías. ¿Por qué? “Una vez que el desembolso del crédito sale [de los financistas] es de United [Oils Limited]”, respondió.
¿Qué nivel de conocimiento tenían los inversionistas de Melka sobre el origen de las tierras? “Según entiendo, los prestamistas [Anholt y Amerra Capital] contrataron firmas de abogados peruanas muy respetadas y reconocidas para efectuar una revisión previa (due dilligence) sobre los activos del deudor antes de hacerle cualquier préstamo”, aseguró Michael Spoor, CEO de Ocho Sur.
“La revisión hecha por los abogados peruanos mostró que no había nada que llame la atención o inusual sobre el origen de los títulos o del proceso de titulización”, sostuvo.
El abogado de Ocho Sur, Karim Kahatt, señaló que la empresa que representa conoció, a través de los "documentos oficiales" [títulos de propiedad], que "eran predios intervenidos, de condición de uso mayor agrícola y uso agrícola en los últimos 30 años.
"Ahora, si hubo un tema de habilitación del terreno cuestionable, eso es responsabilidad de las Plantaciones [de Melka], no de Ocho Sur”, puntualizó Kahatt. Es decir, de las antiguas empresas financiadas por los actuales accionistas de Ocho Sur.
La documentación a la que accedió Convoca permite conocer que el acuerdo entre Anholt y el Grupo Melka era llamado de manera interna “UOL Note Agreement” y tenía la característica de ser “enmendado, replanteado, complementado” o “modificado de tiempo en tiempo”. Es decir, los valores y las condiciones podían variar.
Los abogados internacionales de United Oils, de la firma Jones Day, también anunciaron la emisión de warrants para los compradores de estos bonos; es decir, derechos para eventualmente comprar acciones en United Oils. Este medio envió una solicitud de entrevista al bufete estadounidense para solicitar detalles de esta operación, pero la firma no contestó.
¿Las compañías de The Kattegat Trust fueron las únicas participantes en esta inyección de 28 millones de dólares, donde su compañía vinculada SH UOL Administrative Agent fue la representante de quienes poseen los bonos? Ni Anholt ni Ocho Sur contestaron.
Insistimos con solicitudes de entrevista al correo electrónico de Amerra Capital –la otra financista convertida hoy también en accionista de Ocho Sur– para conocer su participación en el financiamiento del denunciado Grupo Melka. La compañía neoyorquina tampoco contestó.
Relaciones intensas
Cuando las denuncias penales iniciadas en 2013 contra el Grupo Melka ingresaron al Poder Judicial, los accionistas fundadores de Plantaciones de Ucayali –dos abogados de la firma legal Benites, Forno & Ugaz, de Lima– salvaron su responsabilidad penal alegando que antes de los hechos ya habían transferido sus acciones a una offshore de nombre Jonaquille Limited, asentada en las Islas Vírgenes Británicas, donde se pierde el rastro.
¿Qué era Jonaquille Limited, la compañía más próxima a la extinta Plantaciones de Ucayali? Se trataría de un vehículo opaco para controlar Plantaciones de Ucayali, que seguía relacionada con United Oils Limited, pues esta siguió controlando la plantación y negociando los financiamientos.
Las Islas Vírgenes Británicas –donde estaba establecida la offshore Jonaquille– vuelven a aparecer en una nueva inyección de dinero a favor de United Oils Limited, anunciada por el bufete de asesoría offshore Conyers Dill & Pearman en marzo de 2015.
La firma legal Conyers señalaba entonces que había asesorado sobre leyes de Islas Caimán e Islas Vírgenes Británicas al “comprador, tenedor de bonos y agente de garantía” en un esquema de financiamiento para United Oils Limited, para lo que emitió bonos por nada menos que 48 millones de dólares. Cuatro meses antes de dicho anuncio, el Ministerio de Agricultura peruano ya había ordenado al Grupo Melka por primera vez la paralización de actividades de la ahora liquidada Plantaciones de Ucayali, que no contaba con certificación ambiental.
Enviamos una lista de preguntas al bufete Conyers Dill & Pearman para conocer quiénes estarían detrás de esta nueva operación que financió al cuestionado proyecto de Melka por esta suma.
“No podemos proveer mayor información sobre United Oils Limited, dado que Conyers no discute los asuntos de sus clientes porque son confidenciales”, contestó a Convoca.pe la firma legal involucrada en el escándalo de evasión fiscal en África “Mauritius Leaks” –donde se ventilaron sus asesorías a multinacionales–, destapado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).
Lo que sí informa el estudio Conyers Dill & Pearman en su web es que en el mismo financiamiento al Grupo Melka participaron el estudio limeño Hernández & Cía y la oficina de Connecticut (EE.UU.) de la firma Dickstein Shapiro LLC, ubicada a 15 minutos en auto de la sede de Anholt Services USA Inc.
Otra publicación en la web de Hernández & Cía confirma que un financiamiento de 48 millones de dólares –el mismo monto– a United Oils Limited responde a un acuerdo de emisión de bonos firmado en julio de 2014.
Como ya se mencionó en este reportaje, también en ese mismo mes y año se dio a conocer un acuerdo inicial de 28 millones de dólares firmado –y que era “modificable” de “tiempo en tiempo”–, en el que habían intervenido United Oils Limited, de Melka, y una compañía vinculada al Kattegat Trust y a su subsidiarias de Anholt, SH UOL Security Agent, que representaba a quienes poseen los bonos.
Las empresas y abogados que participaron en estas operaciones no quisieron responder si se trata de dos inyecciones de capital distintas o el incremento de un monto original. Solicitamos una entrevista con algún representante de Anholt, pero su vicepresidente Robert Decosimo señaló que tenía más sentido tener como solo punto de contacto a Michael Spoor, CEO de Ocho Sur. De cualquier modo, enviamos preguntas vía correo electrónico tanto a Decosimo como a Spoor sobre la participación puntual de Anholt, pero no respondieron.
El estudio legal Hernández & Cía tampoco accedió a nuestra solicitud de entrevista. El bufete Dickstein Shapiro fue dado de baja.
La deforestación en la Amazonía peruana llegaba a las 145 mil hectáreas en el 2017.
Raíces profundas
En mayo de ese mismo 2015, la comunidad indígena de Santa Clara de Uchunya, en Nueva Requena, Ucayali, denunció ante el Ministerio Público que se venía destruyendo la flora y fauna del bosque amazónico con maquinaria pesada, y cavando fosas para enterrar los árboles y no dejar evidencias. Los actos denunciados se realizaron en la zona donde se asentaba la otra compañía del Grupo Melka, Plantaciones de Pucallpa, que la población indígena reclama como sus territorios ancestrales.
“Hay acusaciones sin fundamentos de que la compañía ha desboscado bosques primarios”, apunta Kahatt, abogado de Ocho Sur. “Pucallpa es un lugar que tiene carretera. (...). Una zona que está a una hora de la ciudad de Pucallpa, ¿tú crees que en el año 2013 o 2014 iba a tener bosques primarios? Imposible. Lo que había crecido ahí, después de la intervención de los agricultores, era purma”, afirma.
Sin embargo, el Monitoring of the Andean Amazon Project sostiene que la mayor parte de la deforestación llevada a cabo en las dos plantaciones –entonces de Plantaciones de Ucayali y Plantaciones de Pucallpa– cubrió una extensión de 12 mil 188 hectáreas, de las cuales 9 mil 40 hectáreas –el 77%– correspondía a bosque primario.
El abogado de Ocho Sur, Kahatt, sabe bien la historia de estas tierras. Consultado por Convoca, confirmó haber conocido a Dennis Melka en 2015 –antes de crearse Ocho Sur– y haber prestado asesoría en temas regulatorios y agrarios para su grupo empresarial. Por ejemplo, cuando el 2 de septiembre de 2015 el Ministerio de Agricultura ordenó una segunda paralización para el Grupo Melka, esta vez contra Plantaciones de Pucallpa.
Entonces, el ministerio constató un desbosque casi total de las tierras y que se realizaba actividad agrícola con falta, de nuevo, de una certificación ambiental. Suspendió sus actividades hasta que el Grupo Melka presentara una “clasificación de tierras” aprobada. Kahatt dice que hubo una serie de irregularidades; entre ellas, que el propio Ministerio de Agricultura ya les había adjudicado esas tierras a los anteriores propietarios particulares para uso agrícola.
El aceite de palma es demandado en enormes cantidades por la industria de bienes de consumo masivo.
Ese mismo día de la paralización, los más de 200 predios de las Plantaciones de Pucallpa y de Plantaciones de Ucayali, pasaron a ser intocables. Este medio conoció que ambas subsidiarias del Grupo Melka firmaron un acuerdo con SH UOL Administrative Agent –con directores vinculados al Kattegat Trust– y La Fiduciaria, que entre ellas llamaron “Security Trust Agreement”. Es decir, un acuerdo de fideicomiso en garantía.
Con esta figura legal financiera, las tierras pasaron a ser administradas por La Fiduciaria para que, en el caso de que la propietaria United Oils Limited no cumpliera con los pagos a sus financistas –para febrero de 2016–, las tierras sean subastadas para cobrar la deuda. Mientras estuviera en dominio de La Fiduciaria, las tierras serían inembargables.
Kahatt asegura que él no prestó asesoría para esa operación financiera.
“Amerra y Anholt se han visto perjudicadas enormemente por un gestor [el Grupo Melka] que no estaba a la altura de las circunstancias”, comentó el abogado Kahatt, refiriéndose a su antiguo cliente.
Del Grupo Melka a Ocho Sur
Entre las denuncias de deforestación, las revelaciones periodísticas y las solicitudes de ampliación territorial de la comunidad de Uchunya, en 2015, la situación de los predios estaba bajo lupa. A ello se sumaron las quejas que el pueblo indígena planteó contra el Grupo Melka ante la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO, por sus siglas en inglés), una organización internacional dedicada a certificar solo a las empresas que producen aceite de palma sostenible.
Fue en este contexto que se firmó el fideicomiso en garantía.
Para abril de 2016, la RSPO exigió a Plantaciones de Pucallpa que detuviera sus operaciones mientras no se resolviera la queja. Además, un acta del Ministerio de Agricultura filmada en esos tiempos constató que en los terrenos de la compañía –que se suponía paralizada– había trabajadores portando herramientas de trabajo y quema de residuos agrícolas.
Ocho Sur narra en su página web que ese año los accionistas de Plantaciones de Pucallpa y Plantaciones de Ucayali –liderados por Melka– dejaron de financiar el negocio, detuvieron las operaciones y no cumplieron con pagar a sus inversionistas. Ahora sabemos que entre ellas aparece Anholt y Amerra Capital.
Entonces, el incumplimiento del Grupo Melka, según el acuerdo firmado, dio pie a que La Fiduciaria programara tres rondas de subasta pública para vender las plantaciones: el 30 de junio, el 7 de julio y el 14 de julio de 2016.
Un anuncio de la convocatoria aún se deja ver en Internet. Salió publicado en inglés en el periódico Jakarta Post, de Indonesia, el 23 de junio, solo una semana antes de la primera fecha de subasta, y exigía que sus posibles participantes cumplieran requisitos en tiempo récord a 17 mil kilómetros de distancia.
“Los postores interesados pueden indicar expresamente su interés en participar en la subasta pública y solicitar las condiciones de la subasta haciendo llegar una carta notarial a Calle Los Libertadores 155 Piso Nº 8, San Isidro (...)”, se leía en Indonesia.
Para ello, ya se habían creado las nuevas compañías de los financistas, con las que participarían en la licitación para quedarse con las cuestionadas tierras.
“Ocho Sur P y Ocho Sur U fueron creadas en ese tiempo por los acreedores que tomaron la difícil decisión de ofertar los montos de su deuda para comprar el negocio y prevenir la catástrofe que habría resultado por el abandono de tierras, trabajos y actividad económica en las plantaciones”, dice Spoor. “En otras palabras, han tenido que ponerse el overol”, comenta Kahatt.
Ocho Sur U y Ocho Sur P ya estaban inscritas en los registros públicos peruanos desde mayo de 2016, un mes antes de la primera subasta. Sus accionistas fundadores son abogados del estudio Hernández & Cía, el mismo bufete que asesoró el acuerdo del fideicomiso, las subastas y el traspaso.
Sin embargo, este medio pudo confirmar que la actual propietaria de ambas compañías locales es Peruvian Palm Holdings Limited, con sede en Bermudas, también creada en mayo de 2016. Así lo revelan las escrituras públicas de los últimos aumentos de capital de Ocho Sur P y Ocho Sur U que muestran que Peruvian Palm Holdings posee, de forma directa e indirecta, el 100% de la propiedad sobre estas empresas.
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“Tengo entendido que el deudor [United Oils Limited] notificó a los prestamistas en febrero de 2016 su incapacidad de continuar haciendo pagos de intereses o del principal. Evaluando las opciones para proteger alguna parte de sus préstamos, los prestamistas tuvieron que considerar la posibilidad de que (...) una subasta podría no generar ofertas, y los prestamistas necesitarían una entidad peruana para ofertar, si se diera el caso”, explicó Michael Spoor, director ejecutivo de Ocho Sur.
“No hay nada inusual en un prestamista preparándose para el peor caso antes de que suceda”, agregó el CEO.
La adjudicación de los activos a Ocho Sur, ocurrida el 14 de julio de 2016, alcanzó los 62 millones de dólares, según anunció el estudio Hernández & Cía en su página web.
Desde ese momento, el mecanismo offshore actuó rápido, tan rápido que Peruvian Palm Holdings inscribió en los registros públicos de Bermudas un aumento de capital por 55 millones de dólares ese mismo 14 de julio. La celeridad fue tal que uno de los formularios presentados llevaba la fecha del 13 de julio, la víspera de la adjudicación. Cinco días después, hubo un nuevo aumento de capital y este pasó de 55 a 60 millones de dólares.
Pero las tierras no fueron recibidas solas, sino con más dinero.
Un documento archivado en los registros de compañías de Bermudas, al que accedió Convoca.pe, indica que Peruvian Palm Holdings, después de que se adjudicaran los 223 predios plantados de palma aceitera a sus subsidiarias, solicitó –como antes lo hacía United Oils– un nuevo préstamo. Para ello, emitió bonos a favor de unos “compradores” representados, otra vez, por SH UOL Administrative Agent Ltd, vinculada al Kattegat Trust. Fueron 35 millones de dólares.
Ni Anholt ni Spoor respondieron si este préstamo fue asumido por completo por el grupo de Anholt.
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En todo caso, el patrimonio de Peruvian Palm Holdings –o sea, Ocho Sur y las cuestionadas plantaciones– quedó afectado como garantía contra un posible incumplimiento del préstamo de 35 millones de dólares.
El documento de esta nueva garantía lleva la firma de Robert Decosimo, vicepresidente de Anholt, y otra rúbrica de una testigo que llama la atención: Yumi Karlshoej, la hija menor del fallecido magnate Torben Karlshoej, cuyo patrimonio conforma el Kattegat Trust.
Entre las interrogantes que no contestó este grupo empresarial, incluimos una pregunta sobre si los Karlshoej estaban enterados de las investigaciones fiscales, llevadas en Perú, relacionadas con la adquisición de las tierras y la instalación de las plantaciones que han pasado de mano en mano.
Convoca ha podido verificar algunas partidas registrales de los predios de Ocho Sur. Estos siguen en dominio fiduciario, inembargables, pero con otra entidad. La Fiduciaria transfirió el dominio a Scotiabank del Perú, en el marco de un nuevo fideicomiso en garantía firmado en agosto de 2018.
Tras diversos cruces de información, Convoca.pe pudo identificar una inversión vinculada con Anholt en la red de empresas liderada por Melka, que por lo menos alcanzó los 48 millones de dólares y que fue canalizada a través de una cadena de compañías establecidas en el paraíso fiscal de las Bermudas".
Refugio en Bermudas
A la fecha, los directores de Peruvian Palm Holdings, según se detalla en los registros disponibles de Bermudas, son seis: James Bottiglieri, Robert Barton Decosimo y Rudolph Krediet, ligados al Kattegat Trust; Karl Schwarzfeld y Craig Tashjian, ligados a Amerra Capital; y Brett W. Hogan, director de la compañía de inversiones Conti Street Partners, de Texas.
“Son nuevos propietarios y la visión (...) es completamente diferente a la de quienes iniciaron este proyecto. No hay ninguna relación con Melka ni con ninguna persona del grupo anterior. Esto se maneja desde Connecticut, desde Nueva York y desde Lima”, señaló el abogado de Ocho Sur, Karim Kahatt.
Sin embargo, este medio pudo conocer que al menos hasta el año pasado Dennis Melka, investigado por la Fiscalía de Crimen Organizado, figuraba como el séptimo director de Peruvian Palm Holdings. El hecho, ya lo había advertido antes en noviembre de 2019 Forest Peoples Programme, aunque pasó desapercibido, pues aún no quedaba clara la vinculación de esta offshore con Ocho Sur. Con este reportaje, ya se sabe que es su propietaria.
En el pasado, los escándalos que involucraban a Melka y sus empresas con una masiva deforestación en la Amazonía peruana llegaron hasta la bolsa de valores alternativa de Londres (AIM), donde se cotizaban las acciones de United Cacao Limited, su empresa propietaria de otras 3 mil hectáreas en Loreto. De hecho, 60 ONGs y organizaciones indígenas de Perú, EE.UU y Europa pidieron su remoción de este mercado de valores por quebrar sus normas. Aseguraban que existían conexiones entre el financiamiento levantado en la sede bursátil y la deforestación en Perú.
Al final, la compañía fue retirada cuando su representante bursátil renunció y United Cacao no pudo conseguir otro para seguir comercializando sus acciones.
La respuesta de Melka
Convoca se contactó con Dennis Melka, a través del correo electrónico, para consultarle sobre su participación en las nuevas compañías Peruvian Palm Holdings y Ocho Sur. Rechazó dar declaraciones porque consideraba que no estaba "disponible" para declarar para un reportaje que, según él, respondía a "la manipulación de la verdad y un desprecio a la oportunidad económica para miles de peruanos creada por inversionistas que vienen al Perú con plan de desarrollo aprobado por las autoridades peruanas".
En su respuesta, Melka evita mencionar que precisamente es investigado por las autoridades peruanas del Ministerio Público por no respetar las leyes durante la ejecución de su proyecto.
Por su parte, Michael Spoor señaló: “Como dueños involuntarios de las tierras adjudicadas por La Fiduciaria, los propietarios de Ocho Sur comprometieron a Dennis Melka para dar un conocimiento de los activos que habían recibido, pero han terminado esa relación”.
“Dennis Melka ahora no es ni director ni accionista de Peruvian Palm Holdings Limited (PPHL) y no tiene ninguna relación remanente, directa o indirectamente con Ocho Sur o PPHL”, aseguró. Le pedimos precisar esta información, pero en respuesta nos propuso participar en “un proceso de diálogo”, que incluyera a las comunidades de Ucayali. “Eso me parece más productivo que preguntas y respuestas vía correo electrónico (...)”, señaló, a pesar de que le solicitamos una entrevista.
En la otra orilla, el abogado de la comunidad de Uchunya, Álvaro Másquez, aseguró que "en base a este indicio [la presencia de Melka] creemos que esta empresa representa los mismos intereses [que la anterior] y que todo procedimiento de fideicomiso para liquidarla fue más bien una estrategia comercial dirigida por la empresa para evadir responsabilidad”.
En diciembre de 2018, por ejemplo, se concedió una medida cautelar –un año después de solicitada– para paralizar “toda actividad depredatoria” y maquinaria de Plantaciones de Pucallpa. Cuando representantes de la Fiscalía se acercaron a sus instalaciones, los recibió el gerente general de Ocho Sur y les indicó que no existían vínculos con esa empresa, que estaba en liquidación. No pudieron ejecutar la medida.
Las reparaciones civiles solicitadas por la procuraduría del Ministerio del Ambiente por los desbosques, cuando las tierras pertenecían a las extintas Plantaciones de Pucallpa y Plantaciones de Ucayali, suman más de 124 millones de dólares (436 millones de soles, en moneda local).
Mientras tanto, los viajes de Melka al Perú han mantenido el ritmo de siempre, según su registro migratorio. En 2017 estuvo nueve veces; en 2018, diez veces; y en 2019, otras diez.
Fuentes del Ministerio Público peruano confirmaron que a finales del año pasado por fin el empresario estadounidense presentó un escrito dándose por notificado en el marco de la investigación por el delito de asociación ilícita para delinquir y el desbosque del caso “Plantaciones de Pucallpa”. La indagación se remonta al 2015 y, por su complejidad, ha sido trasladada de una fiscalía ambiental de Pucallpa a la Primera Fiscalía de Crimen Organizado, en Lima.
Dennis Melka no respondió a las preguntas de Convoca.pe sobre sus negocios y financistas porque consideró que los reportajes que dan cuenta de sus operaciones en el Perú se oponen a un plan creado por inversionistas que beneficiaría a miles de familias. Pasó por alto que es un investigado por deforestación masiva".
Los personajes se repiten
Además de Dennis Melka, hay varios nombres involucrados en investigaciones por deforestación que se repiten entre la antigua administración y en la nueva de Ocho Sur, aunque esta deslinde de su antecesora.
Es el caso, por ejemplo, de los ejecutivos del TMF Group, una compañía transnacional dedicada a la administración de empresas. Sus ejecutivos Javier Gerardo Grau Sáez, Esteban José Hilgert y Jorge Luis Torres Garay han representado tanto al Grupo Melka como luego al Grupo Ocho Sur.
Los tres están en calidad de investigados, con Melka, en una indagación fiscal por delito contra los bosques en Tamshiyacu, Loreto, relacionada con United Cacao Limited.
Pero la presencia más comprometedora ha sido la de Alfredo Rivera Loarte, también investigado con Melka por la deforestación ocasionada en los predios que ocupa hoy Ocho Sur. Aparecía como apoderado de las ya liquidadas Plantaciones de Pucallpa y Plantaciones de Ucayali.
Ese antecedente no ha sido impedimento para que en abril de 2017 Rivera figurara de nuevo como apoderado de Ocho Sur P y Ocho Sur U y, en 2018, de la empresa más joven y pequeña del grupo: Servicios Agrarios de Pucallpa SAC, con la que el grupo manejado por Anholt busca industrializar su negocio y producir aceite de palma.
“Ninguna de estas personas que mencionas están actualmente empleados o forman parte de la administración de Ocho Sur”, respondió Spoor. “Sin embargo, cuando la compañía fue adjudicada por La Fiduciaria, fue útil oír a personas que vivieran en la zona y que tuvieran conocimiento de las operaciones y el proceso de cultivo”, sostuvo.
“Cuando recibió la propiedad de la tierra, la compañía inmediatamente lanzó una búsqueda global para un equipo de administración de clase mundial. Una vez que el nuevo equipo se formó y estableció sus nuevas políticas y estrategias, la empresa cortó lazos con los antiguos empleados de United Oils Limited que mencionas”, anotó.
En tanto, la mencionada Servicios Agrarios de Pucallpa ya tiene un Estudio de Impacto Ambiental aprobado para operar una planta de procesamiento de aceite de palma. Durante el proceso de su aprobación, requería consignar un terreno donde desarrollar el proyecto. Para ello, tuvo que recurrir a la antigua Plantaciones de Pucallpa.
Este medio tuvo acceso a un apurado contrato de arrendamiento sobre parte de un predio, del 17 de octubre de 2017, entre Servicios Agrarios de Pucallpa, de Peruvian Palm Holdings, y Plantaciones de Pucallpa, del Grupo Melka. Se firmó tres semanas antes de ser presentado al Ministerio de la Producción, entre los trámites que hay que hacer para conseguir la aprobación ambiental.
En este escenario, el contrato no tendría razón de existir ya que el predio de 45 hectáreas, según comprobamos, formaba parte del paquete que fue adjudicado por La Fiduciaria a Ocho Sur más de un año atrás, y que fue inscrito en setiembre de 2017.
¿Por qué entonces contrató con la empresa de la red Melka?, preguntamos al gerente de Ocho Sur. “Servicios Agrarios de Pucallpa es una compañía que tiene un molino de extracción de aceite de palma construido en 2019 y 2020 en terreno que alquila de Ocho Sur P. No sé de ninguna relación que tenga con Plantaciones de Pucallpa ni de ninguna otra entre Ocho Sur y las entidades que fueron propietarias antes que ellas”, aseguró Spoor.
Contrato Plantaciones de Pucallpa y Servicios Agrarios de Pucallpa (1) by ConvocaRedes on Scribd
Pero hay más conexiones. Entre los datos de contacto presentados por Servicios Agrarios de Pucallpa al Ministerio de la Producción, figuraba como representante Javier Freyre Trivelli, entonces gerente general de la empresa y apoderado de Peruvian Palm Holdings. No obstante, el correo electrónico que consignó pertenecía a Julio César Rivera Meza, extrabajador del Grupo Melka, y su dominio era palmasdelperu.com. Según el aplicativo Domain Tools, este dominio de internet fue registrado por East Pacific Capital Limited, una compañía de la cual Dennis Melka era el único propietario.
Intentamos comunicarnos con Freyre a través del número telefónico consignado ante las autoridades, pero la línea estaba desactivada.
El imperio offshore de los fideicomisos
Los fideicomisos no solo han servido para el Grupo Ocho Sur, sino que son una práctica corriente y de larga data en el grupo de empresas que lo controla. Se trata de un mecanismo legal que permite que un patrimonio, que se vuelve inembargable, sea administrado por otro a favor de terceros.
En 1973, el danés Torben Karlshoej (1942-1992) fundó Teekay Corporation, una compañía de transporte marítimo de hidrocarburos que comenzó cargando petróleo en los tanques de sus barcos en las costas de Indonesia. Hoy, que cotiza en la bolsa de Nueva York y es uno de los grupos comerciales más importantes del mundo en su rubro, maneja con sus subsidiarias activos valorizados en 11 mil millones de dólares, incluida una robusta flota de 154 embarcaciones. Pero hubo momentos en que la suerte del magnate no tuvo viento en popa.
En 1991, con la crisis del precio petróleo derivada de la Guerra del Golfo, sobreendeudado y al borde de la bancarrota, Karlshoej puso a buen recaudo su patrimonio utilizando el sistema del fideicomiso. Creó una serie de ellos antes de su muerte, un año después, en 1992.
De este conjunto de fideicomisos nació luego, en 2007, The Kattegat Trust. Según apuntan sus compañías en distintas declaraciones a la Securities and Exchange Commision (SEC) –ente regulador de los mercados financieros en EE.UU.–, este se trata de un fideicomiso de caridad (charitable trust), “comprometido en el negocio principal de distribuir ingresos para propósitos caritativos”.
Lo cierto es que The Kattegat Trust participa a través de sus subsidiarias en negocios muy rentables.
Por ejemplo, es la accionista principal en dos compañías que cotizan en la Bolsa de Valores de Nueva York. La mencionada Teekay Corporation es una de ellas, donde el Kattegat Trust mantiene la propiedad del 31,7% a través de su subsidiaria bermudense Resolute Investments Ltd. La otra es Compass Diversified Holdings, que se fundó con los activos del trust en 1998, y en la que aún controla el 14,1% desde su vinculada CGI Diversified Holdings LP. Anholt es su beneficiaria indirecta, según los reportes de la SEC.
Fuera del escrutinio público bursátil, sus inversiones se dispersan aún más gracias a una gruesa flota de sociedades constituidas en el mismo archipiélago de las Bermudas. La empresa administradora (trustee) del fideicomiso de caridad es Kattegat Private Trustees (Bermuda) Ltd, y de ella parten todas las ramas de subsidiarias, incluida las del grupo Anholt.
Los directores de la trustee son funcionarios de las firmas de consultoría offshore Moore Global y MJM Barristers & Attorneys.
Pero la compañía que tiene la máxima jerarquía en este grupo económico –y donde finalmente vuelve a aparecer el apellido Karlshoej– es la compañía “protectora” (trust protector) del fideicomiso caritativo: Path Spirit Limited, que vigila que el patrimonio sea bien administrado por la trustee.
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El estatuto de Path Spirit, aprobado en 2006, tiene una estructura “familiar”. Por ejemplo, señala que en Path debe haber dos directores de la familia Karlshoej (uno senior y uno junior) y dos directores no relacionados a la familia.
A la fecha, tiene como directores vigentes a los daneses Axel Karlshoej –hermano mayor del fallecido magnate– y Svend Erik Kjaergaard, así como al británico Mathew Gibbons.
Otros fideicomisos que están relacionados a esta compañía londinense son: Viking Trust, The Heritage Discretionary Settlement y la TK Foundation.
Al 31 de marzo de 2019, los estados financieros de Path Spirit mostraban una humilde cifra de activos netos por 20,785 libras esterlinas. La verdadera fortuna del gigante naviero está anclada segura en fideicomisos repartidos a lo largo del océano Atlántico y, ahora sabemos, tiene sus conexiones con el Perú.
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