Más de 14 mil agricultores de Piura están a la expectativa de la reanudación del Proyecto Especial de Irrigación e Hidroenergético del Alto Piura (Peihap), pues las autoridades anunciarán este 7 de diciembre, en una asamblea pública, el estado de esta megaobra y los pasos a seguir para retomarla luego de cuatro años de paralización.
El presidente de la Junta de Usuarios del Sector Hidráulico Menor Alto Piura-Clase B, Arnulfo Adrianzén, dijo a Convoca.pe que están a la espera de la presentación y aprobación del expediente técnico de saldo de obra, documento necesario para continuar con el primer componente del proyecto, la construcción de un túnel que permitirá llevar agua del río Huancabamba al Valle Tradicional del Alto Piura.
"Esperamos saber si con eso se puede lanzar la licitación, para continuar con las obras en diciembre, o si se dejará para el próximo gobierno regional", informó Adrianzén, quien recordó que esta obra permitiría regar 31 mil hectáreas de cultivo del Valle Tradicional del Alto Piura.
Para la aprobación del expediente técnico de saldo de obra, se necesitaba el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), aprobado por el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (SEACE), y la licencia de reserva hídrica, otorgada por la Autoridad Nacional del Agua (ANA). El primero fue aprobado a fines de octubre último y la segunda, en julio pasado.
El Gobierno Regional de Piura ya contaba con la licencia de agua, pero la perdió en mayo de 2020 porque no gestionó a tiempo la prórroga. Este permiso tiene una vigencia de dos años, por lo que debe actualizarse. La renovación recién fue solicitada en octubre de este año.
Según Adrianzén, el expediente técnico deberá ser aprobado por el Proyecto Alto Piura, mediante una resolución gerencial, para llevarlo al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y comenzar con el proceso de licitación.
El Proyecto Alto Piura se comenzó a ejecutar en la gestión del gobernador César Trelles (2002-2010) y fue adjudicado en 2010 a la empresa brasileña Camargo Correa, para la elaboración de la primera etapa, por casi 480 millones de soles. Esto fue en una segunda convocatoria del gobierno regional, luego de una modificación del valor referencial de la obra: el monto varió de casi 435 a 490 millones de soles.
Gerardo Cabrejo, vocero de la asociación Vigilia Ciudadana Piura, señala que el expediente técnico para la obra fue, en realidad, un expediente perfil, con una serie de defectos e irregularidades que tuvieron como resultado que hasta hoy se busque la aprobación de un expediente técnico de saldo de obra, que pueda subsanar dichas fallas.
Por su parte, el gerente general del Proyecto Alto Piura, Manuel Vega, afirmó al portal Cutivalú que el expediente estaría listo para abril de este año, pero lo cierto es que ocho meses después, recién se comunicará su situación.
En febrero de este año, miembros de la Junta de Usuarios del Sector Hidráulico Menor Alto Piura-Clase B y otros agricultores hicieron una huelga de hambre en la ciudad de Chulucanas, en Piura, para protestar por el incumplimiento de sus demandas sociales en relación con los acuerdos entre este gremio y el Proyecto Alto Piura.
En dicha ocasión, la Defensoría del Pueblo reportó que los pobladores bloquearon la carretera de acceso a Chulucanas en busca de diálogo con las autoridades. En una reunión posterior con directivos del proyecto Alto Piura, se establecieron nuevos compromisos, entre los cuales figuraba la ejecución del cuarto componente, como prioridad, y la reevaluación del personal que laboraba en esta obra.
Cuatro etapas
El Proyecto Alto Piura consta de cuatro componentes o etapas. La primera corresponde a la construcción del túnel de trasvase y la presa derivadora de Tronera Sur. La segunda y tercera incluyen la construcción de otras obras, mientras que la cuarta se relaciona con el aspecto social, en materia de agricultura, en favor de la comunidad del Alto Piura.
De acuerdo con el Gobierno Regional de Piura, esta última fase busca el mejoramiento del valle del Alto Piura, a través de riegos, nuevos pozos y un sistema de bombeo. El dirigente Arnulfo Adrianzén asegura que el cuarto componente ha sido “un saludo a la bandera” hasta este año, pues recién se tienen perfiles que describen las obras que realizarán.
“Ha habido un avance grande con los perfiles y estudios recién este año. Pero, recientemente, tuvimos un problema con la Autoridad Nacional del Agua de Piura, pues había denegado una solicitud al Peihap para perforar pozos en el Alto Piura. Sí le facilita a la empresa privada estas acciones, pero para el sector público ha objetado”, señala Adrianzén.
El cuarto componente beneficiaría a 31 mil hectáreas de terrenos de cultivo del valle del Alto Piura. Sin embargo, el río Huancabamba, de donde se planea obtener el agua de riego, también es utilizado para el Proyecto Olmos, de Lambayeque, a través de un túnel trasandino de 20 kilómetros de longitud. El túnel trasandino de Piura no se ha terminado de construir: tiene un avance de sólo 10%, y junto con la Presa Tronera Sur pertenecen al primer componente del Proyecto Alto Piura.
En diciembre de 2015, la construcción del túnel fue adjudicada al consorcio Obrainsa-Astaldi, junto con la Presa Tronera Sur, pero por otros factores, como pedidos de ampliación y falta de liquidez, debido en parte al escándalo del caso Club de la Construcción, en el que Obrainsa estuvo involucrada, el contrato se resolvió en 2018.
El río Huancabamba tiene una capacidad limitada para su uso en distintos proyectos. Para el Proyecto Alto Piura, la Autoridad Nacional del Agua había autorizado el uso de 335 hectómetros cúbicos del caudal o volumen de dicho río, pero tras la pérdida de la licencia y el otorgamiento de una nueva se le otorgó una nueva cifra de 274 hectómetros cúbicos. Esto influye directamente en el volumen de agua que se trasladaría a las zonas de siembra.
Diez arbitrajes
El Proyecto Alto Piura ha pasado por diez arbitrajes, cinco de los cuales corresponden al consorcio Obrainsa-Astaldi, por conceptos de ampliación de plazo y por la resolución de contrato en 2018. El Gobierno Regional de Piura concluyó el contrato con el consorcio ítaloperuano alegando que se retrasó en las entregas del túnel de trasvase.
El primer arbitraje contra el Estado fue interpuesto en 2012 por el consorcio Ingeniería Alto Piura, contratado para el diseño de elaboración del primer componente, y se debió a una controversia por ampliaciones de plazo y reconocimiento de pagos mayores generales. Dos años después, la empresa brasileña Camargo Correa entabló otro arbitraje por la ruptura de su contrato de construcción. En 2013, esta compañía obtuvo un fallo a su favor, que le costó al Estado Peruano 64 millones de soles.
El tercer proceso arbitral lo inició la Consultoría de Estudios y Supervisión S.A., en 2015, respondiendo a otra resolución de contrato, pero esta vez sobre la actualización de precios del expediente técnico.
Los siguientes cinco procesos arbitrales corresponden, como se mencionó, al consorcio Obrainsa-Astaldi. No obstante, el Proyecto Alto Piura le ganó el último en junio del año pasado recuperando 75 millones de soles.
Los últimos dos arbitrajes se debieron a la controversia suscitada con el contrato de una consultoría, destinada a elaborar un plan integral para controlar inundaciones, movimientos de masas y drenaje pluvial en la jurisdicción del proyecto. Uno tiene como demandante al Consorcio Internacional de Supervisión y el otro al consorcio español Inundaciones Piura. El contrato con este último se resolvió, debido a la presentación de documentos falsos, según señala el Proyecto Alto Piura.
Convoca.pe llamó y remitió un listado de preguntas al correo electrónico del Proyecto Alto Piura y de la Autoridad Nacional del Agua para obtener mayor información sobre sus marchas y contramarchas, pero no obtuvimos respuestas.