Luego de una larga jornada de trabajo, los alféreces Andy R. y Antony R. salieron a relajarse y a beber algunas cervezas, junto a otros policías que laboraban en la Comisaría de Pativilca, en Barranca (Lima).
Antes de ir a una discoteca, ambos agentes dejaron sus pistolas Sig Sauer, propiedad del Estado, en la casa de uno de ellos.
Ya en el local de fiesta, los dos noveles oficiales conocieron a dos mujeres con las que se fueron a seguir la celebración a la casa en la que dejaron sus armas de servicio. Pero, al despertar, el alférez Antony R., propietario de la casa, se dio cuenta que no solo habían desaparecido las mujeres, también su arma y la de su compañero. Así que, ató cabos y se dio cuenta que las acompañantes que conoció horas antes en la discoteca habrían sustraído las pistolas.
No obstante, en su primera comunicación a la Comisaría de Pativilca ambos indicaron que, a las 6:40 de la mañana del 30 de abril de 2018, "fueron víctimas del robo de sus enseres personales, entre ellos sus armas de fuego". Así lo indica una nota informativa emitida por la comisaría.
Sin embargo, horas después, en declaraciones a los colegas que investigaban el caso, reconocieron la historia completa. En su defensa, solo añadieron que las mujeres les habrían dado alguna sustancia para dormirlos.
Estos son dos de los más de 513 casos de armas de propiedad del Estado, en servicio de la Policía Nacional, que han desaparecido ya sea por pérdida, robo o hurto de 2013 a 2024.
Las pistolas Pietro Bereta, Sig Sauer, Star, así como fusiles automáticos AKM y HK, son algunas de las armas de fuego del arsenal de la Policía Nacional del Perú (PNP) que han sido reportadas como robadas, hurtadas o perdidas a nivel nacional en la última década.
A esta conclusión pudo llegar Convoca.pe, luego de la construcción y revisión de una base de datos con la información oficial de la Sección de Control de Armamentos y Municiones del Departamento de Administración de Armamento, Municiones y Explosivos de la División de Logística de la Policía Nacional del Perú, a la que accedió este portal de investigación periodística tras una petición de acceso a la información pública.
Si bien la información oficial de la policía documenta las desapariciones de armas de 1994 a 2024, es durante los últimos diez años en los que se concentra el mayor número de casos. Si tomamos en cuenta los últimos 20 años, la cifra aumenta de 513 a 609 casos de armas reportadas como robadas, hurtadas o perdidas.
En el periodo analizado, entre 2013 a 2024, 293 armas han sido reportadas como perdidas, 194 como robadas y 51 hurtadas. Además, 31 armas aparecen “sin estado”, es decir, no se tiene información sobre las circunstancias de su desaparición, como si se las hubiera tragado la tierra.
Las unidades policiales por región en las que se han reportado un mayor número de armas de fuego desaparecidas por robo, hurto o pérdida en la última década están ubicadas en Lima (111), Puno (24), Loreto (22), Piura (21) y La Libertad (20).
Un caso importante es el de las 11 armas perdidas en el área del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), donde la policía tiene un frente policial que se enfrenta a narcoterroristas.
También existen un total de 129 casos en los que la PNP no registra la ubicación de la región policial donde desaparecieron las armas, así como casos de unidades policiales en las que desaparecieron armas y que funcionan a nivel nacional, pero que en los reportes no indican en qué territorio fueron perdidas.
Armas desaparecidas por valor de 1,4 millones de soles
La información oficial a la que accedió Convoca.pe revela que las armas más perdidas, robadas o hurtadas durante la última década son las Pietro Beretta de 9 milímetros. 195 armas de este tipo figuran como desaparecidas, y de este total, 115 tienen el estado de perdidas, 53 fueron reportadas como robadas y 11 como hurtadas. El total de armas desaparecidas equivale a 741 mil soles, considerando en esta cifra el valor de las Beretta en las armerías comerciales.
Las Beretta, de fabricación italiana, son un arma semiautomática que realiza disparos solo tiro por tiro y cuenta con una capacidad de cacerina de 15 cartuchos o balas. Su alcance de precisión de 50 metros y su poco peso, de tan solo 975 gramos, la convirtieron en el arma "oficial" de la Policía Nacional hasta el 2015, ya que su uso era generalizado en todas las unidades de la PNP.
Entre las armas más robadas, hurtadas o perdidas, también se encuentran las recientemente adquiridas por la PNP Sig Sauer de 9mm, fabricada en Estados Unidos.
En total, se registran 148 pistolas desaparecidas tipo Sig Sauer, de las cuales 66 se reportaron como perdidas, 59 como robadas y 24 hurtadas. Estas armas bordean un precio de 4800 soles cada una en armerías comerciales, lo que significa que han desaparecido Sig Sauer por un valor de 710 mil 400 soles solo en los primeros nueve años de presencia en la PNP.
Las Sig Sauer, de diseño europeo pero fabricación estadounidense, fueron el arma que eligió el gobierno de Ollanta Humala para reemplazar a las antiguas Beretta. En el 2016, en total se adquirieron 29 mil pistolas Sig Sauer y en julio de ese año ingresaron las primeras 10 mil pistolas.
Apenas unos meses después de su compra, se registró el primer robo de la recién estrenada pistola Sig Sauer. Esto ocurrió el 4 de diciembre de 2016 en la Región Policial Lima y la pistola robada tiene la serie 24B301208. Los robos y pérdidas aumentaron en 2017, llegando a 16 casos, y el 2018 aumentaron a 23 las Sig Sauer desaparecidas.
Entre los casos de armas perdidas, también se encuentran ametralladoras de pequeño calibre como las AKM versión norcoreana y las HK de fabricación alemana.
En la década de análisis, se registraron 15 fusiles AKM perdidos, de los cuales 6 fueron declarados robados y 6 fueron declarados como hurtados. El fusil automático Kalashnicov, modelo 65, más conocido como AKM es un arma de fabricación norcoreana que fue adquirida por el Ministerio del Interior del Perú durante la década de los ochentas. Esre arma es automática, dispara en ráfagas y de tiro a tiro. Según los expertos, este fusil es tan confiable y seguro que funciona en condiciones muy adversas y puede disparar cualquier munición de su calibre.
Además, 28 fusiles Heckler & Koch (HK) de diferentes versiones también fueron reportados por los policías como no habidos. Son 17 los que han sido declarados perdidos, 8 han sido reportados como hurtados y 3 fueron robados.
Heckler & Koch, modelo HK-G36, es un fusil de asalto modular diseñado en la República Federal de Alemania entre los 80 y los 90. Con un peso de 400 gramos, este fusil tiene una cacerina con una capacidad de hasta de 30 cartuchos.
La Dirandro, unidad líder en desaparición de armas
Tomando en cuenta la información de las armas robadas, robadas o hurtadas por unidad policial, la Dirección Antidrogas (Dirandro) es la que ha reportado más casos: 25 están perdidas, 3 robadas y 2 hurtadas. La mayoría de armas desaparecidas son fusiles Heckler & Koch (HK), de fabricación alemana (15), y pistolas semiautomáticas Pietro Beretta (9).
La Dirección Nacional de Investigación Criminal (DIRNIC) de la PNP ha reportado seis casos de armas robadas y un caso de un fusil HK perdido entre 2015 y 2023. Entre las pistolas del Estado declaradas robadas están dos Sig Sauer, una de marca Star y una Pietro Beretta. En tanto, dos fusiles HK de calibre 5.54x45mm fueron reportados robados en 2016 y 2018.
La División de Delitos de Alta Complejidad, mejor conocida como DIVIAC, que forma parte de la DIRNIC y está encargada de desarticular redes criminales en alianza con los Equipos Especiales de la Fiscalía, también registra tres pistolas de 9 mm desaparecidas: una robada, una hurtada y una perdida.
Según la documentación oficial, en marzo de 2020 fue robada una pistola Pietro Beretta de 9 mm designada a división y en octubre de 2023 se declaró como hurtada otro arma de las mismas características.
Condenado por suministrar armas a delincuentes que atentaron contra policías
El caso con la condena más alta involucra al suboficial de segunda Constantino Ramírez Bedón, que laboraba en la jefatura zonal de Chimbote, en la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec) de Áncash. Este suboficial se encontraba encargado de la custodia de las armas del almacén donde se guardaban las armas.
Ramírez Bedón estuvo involucrado en un desvío de armas de la policía a grupos delincuenciales por el que fue condenado a 19 años de cárcel. Se detectó que el arma de otro efectivo policial que estaba almacenada en el almacén de Sucamec que el suboficial custodiaba llegó a manos del delincuente Wagner Vega Castillo quien el 6 de septiembre de 2009 se enfrentó a balazos con agentes policiales de la Sección de Investigación Criminal (Seincri), en el asentamiento humano Belén en el distrito de Nuevo Chimbote.
El arma que manejaba Vega Castillo era una pistola Taurus semiautomática de 9 mm modelo PT-92-AF, con número de serie LO8380, que era propiedad de otro policía. Este arma se encontraba en los almacenes de Sucamec (Ex Discamec) luego de que policías de la Comisaría de Buenos Aires la encontraron en una intervención.
Según las investigaciones policiales, el arma desapareció en el 2009 y fue utilizada en, al menos, siete actos delincuenciales, en algunos de los cuales la vida de efectivos policiales estuvo en riesgo.
El portal Diario de Chimbote publicó que Constantino Ramírez Bedón fue condenado en septiembre de 2016 por la jueza del Juzgado Penal Unipersonal de Chimbote, Patricia Peralta Gambini, a 19 años de prisión, quien según las pruebas mostradas consideró que dicha arma desapareció en el momento que el suboficial tenía a cargo su custodia en los almacenes de Sucamec. La condena fue por los delitos contra la administración pública en la modalidad de suministro de arma de fuego y atentado contra medios de prueba.
Las pérdidas de armas se saldan con días de sanción
Los procesos y sanciones que pueden imponerse a los efectivos policiales involucrados en robo, pérdida y/o desaparición de armas de propiedad del Estado están regulados en la Ley 30714, sobre el régimen disciplinario en la Policía Nacional del Perú.
Las sanciones pueden llegar al pase al retiro o la llamada “sanción de rigor”, una sanción escrita por infracción grave que impone el órgano disciplinario al infractor. Puede ser de 1 a 15 días y cada día de sanción implica la disminución de 1.3 puntos de la “nota anual de disciplina”.
Los efectivos policiales inician el año con una nota de 100 puntos que disminuye en relación directa a las sanciones que les sean impuestas. Se califica con “insuficiencia disciplinaria” al personal cuya nota anual sea menor o igual a 52 puntos en un año, y menor o igual a 65 puntos en dos periodos seguidos o tres alternados en un mismo grado.
Solo entre 2017 y 2023, según datos a los que accedió Convoca.pe, se ha sancionado con días de suspensión a 99 de los 100 efectivos policiales que han perdido sus armas ya sea por pérdida, robo o hurto de las armas de reglamento . Solo en un caso, el efectivo policial fue pasado a retiro en la primera instancia disciplinaria, pero luego de apelar, el Tribunal de Disciplina Policial redujo la sanción a 4 días de “sanción de rigor”.
Este es el caso del suboficial brigadier Luis Alberto Molina quien el 7 de octubre de 2018 estaba encargado de la guardia en la armería de la Comisaría de Kcuri, en la provincia de Quispicanchi en Cusco. Él habría pedido permiso al comisario para volver a Cusco y llamó al suboficial de primera Francisco Villano para su relevo, dejando la llave de la armería al Suboficial de Segunda Henry Villaroel Yabar.
Horas después, el suboficial Villano llamó al policía Molina Escobedo para advertirle que faltaba una pistola. La Inspectoría Desconcentrada de Decisión de Cusco de la PNP, en primera instancia, consideró que al haberse retirado de la comisaría para irse al Cusco a un centro de salud, "sin tener ninguna orden de permiso y sin relevarse (sic) físicamente o dejar a cargo de otro oficial el servicio, no habría adoptado las medidas de seguridad con el armamento".
El arma que se perdió fue la pistola marca Pietro Beretta con número de serie F-68119-Z con sus dos cacerinas. Por este acto, que derivó en la pérdida de la pistola, la Inspectoría Policial recomendó que el suboficial Molina pase al retiro. Esta resolución fue apelada por el suboficial sancionado.
En la apelación, el Tribunal de Disciplina Policial indicó que "no existe ningún acta o similar" que de cuenta que Molina Palomino se habría retirado o abandonado las instalaciones de la Comisaría Kcauri. Por este punto, absolvieron al suboficial de la infracción muy grave que hubiera generado su retiro de la institución.
No obstante, Molina sí fue encontrado responsable por no adoptar las medidas de seguridad de los armamentos, generando la pérdida de la pistola Pietro Beretta con dos cacerinas, propiedad del Estado, como consecuencia de su comportamiento. Por ello, redujeron la sanción al oficial con cuatro días de “sanción de rigor”.
Robo en la armería
El acto de robo más importante ocurrió el 13 de septiembre de 2015, cuando un total de nueve pistolas Pietro Beretta con cacerinas y dos fusiles AKM fueron robadas de una armería.
Esto ocurrió en la sede de la Policía de Patrullaje de Condebamba, en la provincia de Abancay. Según las indagaciones de la Inspectoría de la PNP, los autores del robo serían policías de la misma dependencia que tendrían conexiones con el crimen organizado.
Por este caso, en diciembre de 2017, la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Apurímac confirmó la sentencia penal contra los suboficiales PNP Carlos Salas Gamarra y Josué Nolasco Hermoza. La investigación por este hecho involucró a cerca de 20 policías entre oficiales y subalternos.
La decisión judicial fue tomada luego de que ambos presentaran la apelación contra la sentencia de primera instancia del Segundo Juzgado Penal Unipersonal de Abancay, que condenó a ambos efectivos policiales a cuatro años y seis meses de cárcel por el delito de hurto agravado y al pago de una reparación civil de 20 mil soles en forma solidaria.
Agente roba armas de sus compañeros mientras duermen
Otro hecho importante ocurrió el 28 de junio de 2019, en el que robaron dos pistolas Pietro Beretta de 9 mm de la Comisaría de Otuzco en la región La Libertad. En este caso, la policía logró detectar que el suboficial de tercera Jhony Leiber Bernal Salas, quien laboraba en el Escuadrón de Emergencia de El Porvenir, en Trujillo, fue quien robó las armas.
Recorrió más de 76 kilómetros hasta la Comisaría de Otuzco, lugar donde trabajó un año antes de este suceso. Pero este efectivo policial no volvió a su anterior centro de trabajo porque extrañaba a sus compañeros, sino para extraer dos pistolas Pietro Beretta de 9 milímetros, armas de propiedad del Estado asignadas a otros dos efectivos policiales.
Bernal apareció de madrugada en la Comisaría de Otuzco vestido con su "uniforme de faena y con casaca fosforescente", así como con una mochila táctica, y pidió permiso al suboficial que vigilaba la comisaría para ingresar y descansar. Bernal no se identificó con su nombre e ingresó al dormitorio en el segundo piso donde en ese momento se encontraban durmiendo los suboficiales Juan Pablo Castro y Alberth Laurente.
Ambos suboficiales al despertar se dieron cuenta que sus armas ya no se encontraban y Bernal tampoco estaba. Los efectivos policiales accedieron luego a los videos de las cámaras de la Comisaría, de la vía pública y del Hospital de Otuzco por lo que se logró identificar al suboficial Bernal Salas.
Según informes policiales a los que accedió Convoca.pe, Bernal habría tenido como cómplice a José Manuel Lázaro Vilchez, un ranqueado delincuente de Trujillo conocido como "Pegaloco" y que tiene ingresos al penal El Milagro por extorsión y robo agravado. Lázaro fue quien distrajo al suboficial que vigilaba el ingreso de la Comisaría para facilitar la entrada al policía Bernal Salas.
Una investigación de la Inspectoría General de la Policía Nacional del Perú, en noviembre de 2021, concluyó que Bernal Salas al extraer estas dos armas cometió infracción muy grave al Régimen Disciplinario de la PNP "por atentar gravemente el orden público y la seguridad de las personas o la comunidad en su conjunto".
El suboficial Bernal fue pasado al retiro y según la Policía admitió que las armas extraídas, con las series G80950Z y G86680Z, las vendió a dos mil soles cada una a una organización criminal. El precio real en el mercado de este tipo de pistolas supera los mil dólares.
También se han reportado hechos de ataques de bandas delincuenciales a puestos policiales para robar armamento. Un caso de enorme impacto fue el ataque a un puesto transfronterizo de Puerto Amelia, ubicado en la ribera del río Yavarí, en la región Loreto.
Un grupo de delincuentes brasileños y colombianos llegaron en dos lanchas y abrieron fuego contra el personal. Estos delincuentes lograron apoderarse de ocho fusiles HK-G3-A4 calibre 7.62, una ametralladora calibre 50 y aproximadamente 3 mil cartuchos.
Según datos oficiales, los delitos en los que se involucran armas de fuego mantienen una tendencia creciente entre los años 2013 al 2021, una excepción en 2022, cuando se contrajo levemente. Entre esos años, el porcentaje de la población víctima de algún hecho delictivo cometido con arma de fuego, pasó de 7.2% a 12.6%.
La información oficial disponible de la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec) indica que entre los años 2020 a 2021, las armas incautadas en situación de irregularidad pasó de 997 a 5920 armas de fuego. En el 2022, la cifra fue de 5524.
Sin respuesta
Convoca.pe solicitó respuestas a la Policía sobre el estado actual de la investigación de los casos de desaparición de armas de propiedad del Estado en Abancay, Otuzco y Loreto. Sin embargo, la Dirección de Comunicaciones de la PNP indicó que no cuenta con información de los casos reportados “por la distancia temporal” de estos hechos.
Como alternativa ante esta falta de información, Convoca.pe solicitó a la PNP entrevistar a un vocero que explicara esta situación que exponen los datos a los que accedió este medio de periodismo de investigación. La Dirección de Imagen de la Policía indicó que no tienen un vocero disponible para este tema en este momento.
Posteriormente, en respuesta a un pedido de acceso a la información, la Inspectoría General de la PNP brindó información sobre el robo de armas en Otuzco.