Es falso que la CVR ponga a las fuerzas del orden en el mismo nivel que Sendero Luminoso, como dijo Rafael Rey

Durante su participación como panelista en el programa ‘Enfoques Cruxados’ de Canal N, Rafael Rey, exministro de Defensa, sustentó su oposición a la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). Según el conductor de Willax Televisión, el informe final de dicha investigación dividía a los peruanos porque colocaba a las fuerzas del orden y a Sendero Luminoso en el mismo nivel de responsabilidad política a lo largo de los 20 años de violencia armada que vivió el país. 

“La Comisión de la Verdad pone a las fuerzas del orden, que cumpliendo su deber defendieron a la sociedad, en el mismo nivel [de responsabilidad] que Sendero Luminoso. Y no es así”, mencionó Rafael Rey en un debate a cargo del periodista Jaime Chincha, el pasado 8 de julio. 

Hasta la fecha, el video de la intervención de Rafael Rey y otros invitados, como Carlos Rivera y Fernando Rospigliosi, supera las 20.000 visualizaciones y sobrepasa los 500 comentarios en la plataforma de YouTube. Sin embargo, este dato es falso.

En el programa 'Enfoques Cruxados' de Jaime Chincha, el exministro de Defensa, Rafael Rey, argumentó estar en contra de los resultados de la CVR. Foto: Canal N / Captura YouTube.

En consulta con Convoca Verifica, la investigadora especializada en educación y memoria, Iris Jave, calificó la información de Rey como falsa. Además, la docente universitaria precisó que el Informe Final señala “claramente”, durante la época de las muertes y desapariciones, a Sendero Luminoso (SL) como el mayor perpetrador de crímenes y violaciones a los derechos humanos a lo largo de esos años. 

De acuerdo con el segundo capítulo del Informe Final de la CVR, durante el conflicto armado interno, el responsable de provocar más víctimas fatales (54% del total de muertos y desaparecidos reportados) fue el grupo terrorista Sendero Luminoso (SL). A este se suman los aparatos del Estado —categoría que incluye a las Fuerzas Armadas (FF. AA.), policías, comités de autodefensa (CAD) y agrupaciones paramilitares— con el 37,26% y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) con el 1,5%. 

También mencionó que, sobre todo, el documento realiza un análisis detallado y profundo de lo que fue este grupo terrorista para entender qué sucedió durante las décadas de violencia armada. 

Tras revisar las conclusiones de la CVR, Convoca.pe comprobó que el informe final responsabiliza al inicio de la lucha armada de SL como la “causa inmediata y fundamental del desencadenamiento del conflicto armado interno”. En esa misma línea, el documento considera expresamente a la organización subversiva como la principal responsable de asesinatos y desapariciones en base a su número de víctimas fatales. 

Por su parte, la exintegrante de la CVR, Sofía Macher, recuerda que dicho informe realiza una clara distinción entre la responsabilidad mayor de SL y la respuesta antisubversiva de las fuerzas del Estado que “actuaron de acuerdo con sus funciones” de mantener el orden. 

De esa manera, la conclusión 39 del informe final describen que, durante los años de la violencia armada, las fuerzas policiales tenían el deber de enfrentar a los grupos subversivos. Además, reconocen a sus miembros por su “esforzada y sacrificada labor” y textualmente rinden homenaje a los integrantes de las fuerzas del orden que perdieron la vida o resultaron heridos cumpliendo sus funciones en la época del terror. 

En la conclusión 39, la CVR reconoce el trabajo en la lucha antisubversiva de las fuerzas policiales. Foto: Informe final de la CVR.

En conversación con este medio, Salomón Lerner, ex presidente de la CVR, enfatizó en que es importante leer el Informe Final para verificar que la comisión responsabiliza, desde el inicio del conflicto armado interno, a SL de todas las consecuencias que se desprendieron durante la época de violencia. 

“[La CVR] señala, además, que el número de víctimas ocasionadas por SL es muy superior a aquellos que puede haber causado las fuerzas del orden en su lucha [contra la subversión]”, reafirmó. 

Asimismo, Lerner detalló que, mediante una ideología sangrienta camuflada de revolución, SL buscaba irrumpir en el campo y cobrar la vida de un millón de peruanos con el fin de llegar al poder desde el pueblo. 

Víctimas: estimaciones y otras consideraciones del conflicto armado interno

Iris Jave, también ex directora de comunicaciones de la CVR, explicó a Convoca.pe que dicha instancia denomina los años de violencia armada como conflicto armado interno a partir de una definición del derecho internacional humanitario, refiriéndose a fuerzas en conflicto dentro de un país o territorio nacional.

En ese sentido, la docente universitaria afirmó que también se habla de violencia política porque, en realidad, se trató de una violencia promovida por actores políticos como los grupos subversivos SL y MRTA contra los agentes del Estado.

La investigadora del Idehpucp también recordó que, según estimaciones de la CVR, más de 69.000 personas resultaron víctimas asesinadas o desaparecidas durante este periodo de armas y violencia entre los grupos enfrentados. 

“Estos 69,280 corresponden a una estimación porque la Comisión de la Verdad, en base a los casi 17.000 testimonios que recogió, pudo identificar [con nombre y apellidos] a 23.969 peruanos muertos o desaparecidos”, resaltó. 

El 28 de agosto del 2003, durante el gobierno de Alejandro Toledo, el presidente de la CVR Salomón Lerner Febres entregó el informe final de esta investigación. Foto: Inés Menacho / El Comercio.

Para Lerner Febres, ex presidente de la CVR, el discurso del exministro Rey no solo tergiversa la realidad, sino que es un intento por dividir al país desde la descalificación de un documento que contó con audiencias públicas, registro de diversidad de testimonios y casi dos años de investigación. 

“El informe [final de la CVR], además, no pretende ser la última verdad. Deja abierta posibilidades de mayores investigaciones”, agregó. 

Lerner también hizo hincapié en que, cuando SL inició la lucha armada, las fuerzas del Estado no tuvieron una estrategia antisubversiva adecuada para combatirla.

En esa misma línea, Jave aclaró que con fuerzas del orden se refieren a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas (entendidas como Marina, Ejército y Fuerza Aérea). De acuerdo con la especialista, la CVR narra que las FF. AA. cometieron violaciones a los derechos humanos en determinados contextos, años y regiones del país durante el conflicto armado interno. “Y para prueba tienes Accomarca, Cayara, Cabitos y una serie de casos que podría seguir mencionando”, especificó. 

Por ello, en su conclusión 55, la CVR determina que, en ciertos lugares y momentos del conflicto, las acciones individuales de oficiales o personal de tropa de las fuerzas armadas consistieron “prácticas generalizadas y/o sistemáticas de violaciones de los derechos humanos", las cuales constituyen "crímenes de lesa humanidad”. 

En su conclusión 55, la CVR afirma que desde las fuerzas armadas también se cometieron crímenes de lesa humanidad durante la época de la violencia armada. Foto: Informe final de la CVR.

Según Jennie Dador, secretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, no se trata de ver quiénes eran “más buenos o malos”. Sin embargo, los grupos involucrados en los distintos frentes de la violencia utilizaron los mecanismos del terror como una estrategia. 

También señaló que, a diferencia de los grupos subversivos, las fuerzas del orden contaban con bases centrales para detener y torturar personas en distintas zonas. 

“Las fuerzas armadas y las policiales tenían una infraestructura por la función que cumplían. No es que la infraestructura fue creada para eso, sino por las funciones que tienen asignadas constitucionalmente”, sostuvo. 

Las fuerzas del orden realizando una redada, en 1983, ante los crecientes atentados de Sendero Luminoso en Ayacucho. Foto: Jorge Ochoa / La República.

Un ejemplo de ello es lo que ocurrió entre 1983 y 1984, en Ayacucho, cuando integrantes del cuartel militar Domingo Ayarza, también conocido como ‘Los Cabitos 51’, detuvieron, torturaron, desaparecieron forzadamente y asesinaron a ciudadanos ayacuchanos dentro de sus instalaciones. 

Según reporta la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh), las fuerzas armadas de la zona contaban con una unidad de inteligencia llamada ‘La casa rosada’, que ante cualquier sospecha de senderistas encubiertos en la población detenían masivamente a las personas para interrogarlas con métodos crueles de tortura y desaparición. 

En octubre del 2021, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admitió el caso sobre las torturas perpetradas por el Ejército peruano en el cuartel Los Cabitos. Foto: Difusión. 

Una distancia que todavía tenemos

Iris Jave considera que las declaraciones de Rafael Rey muestran cómo esta realidad aún no es procesada ni resuelta dentro de la sociedad peruana. Además, alerta que el hecho de que los sectores vinculados a las FF. AA. nieguen que se produjeron crímenes y violaciones a los derechos humanos evidencia el verdadero problema de fondo: la enorme discriminación que sufrió la población víctima de la violencia en el país.

“Según la CVR, el 75% de las víctimas de este conflicto eran pobres, indígenas, tenían como lengua principal el quechua y provenían del campo. Eso nos está dando un dato de cómo este conflicto estuvo enfocado (...). No afectó a la población de sectores sociales más altos o de clase media, afectó directamente a ese sector (...). Y esa es una distancia que todavía tenemos a pesar de que han pasado tantos años”, reflexionó.

Según Lerner Febres, lo que se estudió en la CVR forma parte de nuestra historia y si queremos que esa guerra no se repita entre peruanos debemos conocer qué sucedió. 

En 1980, empezaron a aparecer pintas en las paredes y cadáveres de perros colgados en los postes del Centro de Lima. Estas acciones se atribuyeron a Sendero Luminoso y su llegada a la capital. Foto: Carlos Bendeza / Caretas.

“Es una falta de sensibilidad y de ciudadanía el cerrar los ojos frente a los miles de muertos que tuvimos en esos 20 años de violencia (...). No se trata solamente de decir ‘no hay que mirar el espejo retrovisor de la historia, sigamos para adelante’, no. Porque nos podemos volver a caer en el mismo hueco. No hay futuro si no conocemos el pasado”, subrayó.

Este medio se comunicó con la producción de Willax, donde Rafael Rey conduce un programa de televisión, para recoger sus precisiones. No obstante, a través de esta, el exministro respondió que no realizaría declaraciones a este espacio periodístico. 

En conclusión, la CVR y los especialistas consultados desmienten que el informe final coloque en el mismo nivel de responsabilidad a las fuerzas del orden con Sendero Luminoso. El documento reconoce claramente al grupo terrorista como el mayor perpetrador de crímenes y violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado interno. Por lo tanto, la declaración del exministro de Defensa, Rafael Rey, es falsa.