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Nunca en la historia se han desarrollado nuevas vacunas en menos de un año

Afirmación de Violeta Bermúdez sobre el desarrollo de la vacuna para COVID-19 es verdadera

Por Fiorella Montaño | 4 Diciembre, 2020

Durante su presentación en el Congreso de la República, la premier Violeta Bermúdez se refirió al tiempo que ha demorado desarrollar una vacuna contra el COVID-19. Según señaló, en la historia no se había fabricado una vacuna en menos de un año. 

Violeta Bermúdez, presidenta del Consejo de Ministros, se refirió a los avances para obtener la vacuna contra el COVID-19 durante su presentación en el Congreso de la República, para solicitar el voto de confianza  del gabinete que lidera.  

Una de las principales tareas de este gobierno será hacer frente al COVID-19. Bermúdez informó que el Perú está negociando con varios fabricantes con el fin de obtener varios lotes de vacunas. Se refirió al avance científico para la obtención de este producto: "Nunca en la historia de la medicina se han desarrollado nuevas vacunas en menos de un año, ya que normalmente esto toma entre cinco y diez años", resaltó.

Convoca Verifica, la unidad de fact-checking de Convoca.pe, consultó esta afirmación con especialistas y revisó el estado en el que se encuentran las investigaciones para obtener la vacuna. Lo señalado por Violeta Bermúdez es verdadero.

Los médicos infectólogos Eduardo Gotuzzo y Julio Cachay explicaron que para detener la pandemia en el mundo se hicieron esfuerzos extraordinarios con el fin de fabricar la vacuna contra la enfermedad en el menor tiempo posible.

"Lo que sucede es que, así como la tecnología nos ha permitido definir rápido el virus, también ha permitido acelerar las pruebas para definir la respuesta inmune de las personas", explicó Julio Cachay, especialista de la clínica Ricardo Palma.

El infectólogo Eduardo Gotuzzo explicó que una de las razones por las que hubo un rápido avance en la obtención de candidatas a vacunas es que el genoma del virus se descubrió rápidamente. Esto permitió la fabricación de pruebas para detectar la enfermedad.

El 31 de diciembre del 2019, la Comisión Municipal de Salud de Wuhan, ciudad de la provincia de Hubei, en China, comunicó a los medios de comunicación sobre casos de neumonías atípicas. El 9 de enero del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que un nuevo coronavirus había ocasionado este brote en China.

 

Wuhan
En la  ciudad de en Wuhan, en China se comunicó por primera vez sobre el brote del nuevo coronavirus. Foto: Chinatopix vía AP. 

La primera semana de noviembre, el Reino Unido dio su autorización a una vacuna contra el COVID-19. En los próximos días, la vacuna producida por Pfizer y BioNTech estará disponible para ser administrada en ese territorio, que será el primero en usar este producto. La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos se encuentran evaluando si otorgan la autorización a esta vacuna.

Ha transcurrido cerca de un año desde que se informó sobre la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2 y se aprobó una vacuna, por lo que lo señalado por la ministra Violeta Bermúdez es verdadero.

Sin embargo, aún deben tomarse en cuenta otros aspectos de la vacuna, como su seguridad y eficacia. Eduardo Gotuzzo y Julio Cachay advierten que se debe esperar un tiempo para ver la eficacia real.

 

Plazos acortados

De acuerdo con el registro de la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (GAVI por sus siglas en inglés), hay 154 candidatas a vacunas que se están desarrollando en el mundo. Hay unos estudios que están más avanzados que otros. Unas 21 candidatas se encuentran en fase I, 13 en fase II y 10 en fase III.

Según la OMS, en la fase I se administra la candidata a vacuna a un pequeño grupo de voluntarios, para evaluar su seguridad. En la fase II, se inocula a cientos y se realiza seguimiento para detectar efectos secundarios. Los participantes de esta etapa tienen similares características. En la fase III, la vacuna es administrada a miles de voluntarios.

En los casos de otras vacunas, estas fases han tardado más de lo que ocurrió el 2020 con el COVID-19. Eduardo Gotuzzo destaca que los ensayos clínicos  duran de tres a cuatro años, porque se evalúa su efectividad, a corto y largo plazo. Ahora, solo se ha evaluado la efectividad inmediata, por la situación de crisis sanitaria.

En cuanto a la modalidad empleada por la vacuna de Pfizer y BioNTech, se trata de la primera que utiliza la tecnología del ARN mensajero aprobada para la utilización en humanos. Se utiliza material genético (ARN) para proporcionar instrucciones a las células para crear un antígeno que desencadenará una respuesta inmune.