Mirela empezó su “viaje espiritual” hace aproximadamente 8 años, en busca de un estado de mayor plenitud. En 2016, se encontraba en Croacia, país donde nació. Ahí conoció a Mohanji, un maestro espiritual proveniente de la India, con quien conectó a través de la meditación.

“Fue una experiencia súper incómoda para mí, porque yo no había meditado hasta ese momento. Pero al regresar al Perú, empecé a leer sobre él y [...] conectó muchísimo conmigo”, mencionó Mirela en una entrevista realizada el miércoles 26 de julio con Milagros Salazar, periodista y directora de Convoca, y Martha Bazán, coach ontológica integral y co-fundadora de Khuska, como parte del ciclo de charlas 'Ser íntegro'. 

Dos años más tarde, en 2018, Mirela volvió a tener contacto con Mohanji en un retiro espiritual junto a sus seguidores. Allí descubrió la Danza Consciente, una práctica que utiliza de forma psicoterapéutica el movimiento para promover la integración del bienestar emocional, mental, físico y espiritual de una persona.

“A mi me encantó (la Danza Consciente) porque de verdad pude sentir libertad y gozo, mi mente no se iba a otros lados, como usualmente suele hacerlo. Desde ese momento empecé a formarme como Mohanji Acharya, es decir, maestra de las enseñanzas de Mohanji”, contó Mirela.

Para Mohanji, la Danza Consciente “es una meditación guiada altamente efectiva a través de la danza libre y no estructurada”. Dicha práctica, desarrollada en colaboración de su esposa Devi Mohan, mantiene su foco de atención alrededor de los siete principales centros de energía en el ser humano (también llamados chakras), a través de métodos de respiración y el uso ocasional de la voz. “En la Danza Consciente, con los sonidos y la respiración, estamos abriendo los centros energéticos del cuerpo”, explicó Mirela.

Mohanji atravesó diversas dificultades para llegar a desarrollar su pensamiento y obra. Su trayectoria estuvo marcada por pruebas como la trágica muerte de su hija, la pérdida de su trabajo y un divorcio. Sin embargo, fue a partir de esos momentos que decidió emprender su labor social, iniciada con una peregrinación al Himalaya. A pesar de conocer su valioso aporte, Mirela aclara que ella no ve a Mohanji como un gurú porque no proviene de esa cultura de la India, pero reconoce que su mensaje ha contribuido mucho en su vida.

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Sesión de Danza Consciente. Foto: Mohanji.org

Para Mirela, la práctica de la Danza Consciente se puede resumir en una sola palabra: gozo. “Es poderoso sentir tanto placer sin alcohol, sexo ni drogas. Simplemente eres tú, tu cuerpo, el movimiento y la música”, destacó. No obstante, ella considera que “cualquier método energético” puede funcionar dependiendo del gusto del practicante. “Prueba de todo [...]. Lo que tú sientas que va contigo, con eso te quedas”, reflexionó.

La Danza Consciente puede ser una herramienta para hacer un diagnóstico interno, que luego nos permita “trabajar en nosotros”. “Si yo no me conozco ni me acepto, ¿cómo voy a aceptar a los otros y cómo voy a ser con el mundo? […] Tenemos toda esta vida para ir aceptándonos y aprendiendo”, apuntó.

Actualmente, Mirela Polich es administradora de Mohanji Perú, una comunidad de más de 150 personas de todo el país. Juntos, realizan sesiones de Danza Consciente los primeros sábados de cada mes.

Tras este diálogo con Mirela, la serie de charlas 'Ser íntegro', que realiza Convive en alianza con Khuska, tendrá como invitada, el miércoles 2 de agosto al mediodía, a Carla Vásquez, maestra de Danza Movimiento Terapia y coach ontológica integral. Con Carla concluye el primer bloque de conversaciones sobre herramientas, prácticas y disciplinas que promueven el autoconocimiento desde la sabiduría del cuerpo y el movimiento.