El primer contacto de Kelly Satz con la danza de los 5 Ritmos ocurrió hace más de 30 años de la mano de Gabrielle Roth, creadora de esta práctica. Ella recuerda que se encontraba “recién operada de la mandíbula” cuando llegó a una clase de Roth en el Instituto Omega, dos horas al norte de Manhattan. Ahí se encontró con decenas de personas o lo que ella recuerda como “doscientos locos danzando” los diversos ritmos que proponía la maestra. Con cierta timidez y por precaución debido a su reciente operación, Kelly fue a la galería que rodeada para intentar practicar la rutina . “Yo me dije: ni loca me meto a danzar en esa multitud porque me dan un golpe y me destrozan la mandíbula”, rememora. 

En la galería, se encontraba una mujer que llevaba un reloj de metal. En medio de los movimientos, el codo de la esa mujer chocó contra el rostro de Kelly provocándole una herida en la frente. “La sangre chorreaba, me pusieron puntos”, recuerda. Dicho incidente le dejó un gran aprendizaje. "A mi no me sirve dejar mi seguridad a cargo de otros. Yo tengo que ser responsable de mi propia seguridad. ¿Cómo hago para desarrollar mi atención en 360 grados, de tal manera que me de cuenta si alguien se me acerca. Eso fue una guía para mi vida, nunca más nadie me volvió a golpear, ni yo golpeé a nadie”, reflexiona.

Los 5 Ritmos son una serie de patrones de movimiento desarrollados por Gabrielle Roth hace más de 60 años. Cada ritmo representa un espacio de energía: fluido, staccato, caos, lírico y quietud. Dicha práctica ofrece diversos mapas de exploración para el autoconocimiento desde el cuerpo y las emociones como nos explica Kelly Satz en la siguiente entrevista:

¿Cuál es la esencia de la práctica de los 5 ritmos creada por Gabrielle Roth y su diferencia con otras propuestas que también plantean el autoconocimiento?

Lo que Gabrielle Roth propone es un viaje hacia dentro de ti. Nos enseña cómo habitarnos, estar en el momento presente para vivir desde ese espacio lo que sea que te toque vivir como danza de la vida. Y es súper importante aprender a habitarte. Cuando empezamos a recorrernos, descubrimos un montón de espacios que estaban vacíos de nosotros: cuando no tenemos flexibilidad; cuando estamos todo el tiempo en la mente; cuando nos tira más la cama que la acción, etc. Vivir corporizando tu vida en tu cuerpo es la mejor aventura que te puede pasar y para eso necesitas estar presente. Hay una palabra en inglés que dicen “embody” que es corporizar el ritmo en nosotros: es ocupar tu cuerpo con tu vida y es el único cuerpo que tienes, no puedes ir al supermercado a comprar uno nuevo.

La práctica de Gabrielle Roth propone diversos mapas: el primero es Waves, que permite  el lenguaje del movimiento a través de los cinco ritmos, el fluido, el staccato, el caos, el lírico y la quietud. El segundo es el Heartbeat ,“el mapa del corazón”, que permite aprender a “gestionar nuestras emociones: el miedo, el enojo, la tristeza, el goce y la compasión”, explica Kelly. Con el tercer mapa, Cycles, se atraviesan cinco estados “que tienen que ver con los ciclos de la vida”. Luego viene Mirrors, que nos acerca al ego para revelar los misterios del alma, y Silver Desert, que es un plano visionario de la conciencia.

Todo este camino recorrido es “un viaje en espiral”. “El ser humano es el centro. [...] La vida es esta espiral, las cosas están siempre ahí, solo que no es lo mismo la espiral desde abajo que la espiral desde el medio o desde arriba, ese es el aprendizaje que cada ser humano hace en su vida”, menciona Satz.

¿Qué es lo que más recuerdas de las enseñanzas con Gabrielle Roth?

Yo tuve la suerte de haber sido formada en los dos mapas de los que soy maestra (tanto en Waves como en Heartbeat) directamente con Gabrielle Roth y eso es un regalo incalculable. Tuve muchos encuentros con ella. Fue una guía impresionante para mi. [...]. Algo que ella me dijo al comienzo fue: “Kelly, paso a paso, no te apures que tarde no vas a llegar a ningún lado, todo es un proceso y el proceso necesita tiempo para que se haga proceso”. Eso para mi es una máxima: no correr, ir paso a paso.

¿Cómo ser más compasivos con nosotros mismos?

Se les enseña a los niños desde chiquititos (que) “los varones no lloran” ¿por qué los varones no lloran? Los varones lloran porque tienen lágrimas como las mujeres. Los humanos lloran, la humanidad llora y tiene derecho a expresar ese llanto. El niño se cae, se lastima, le sale sangre y le dicen “ya pasó, ya pasó” “sana sana colita de rana”. No, sí pasó, ¡me está doliendo! Entonces es mucho más empático decir “sí, yo comprendo que te duele”. Desde niños viene esta situación de esconder la emocionalidad, yo enseño a que no la escondamos, que la podamos vivir, transitar y transformar desde el movimiento. [...] La humanidad puede expresar sus emociones, vivirlas, transitarlas, danzarlas, gestionarlas, transformarlas, son parte de ser…

Kelly Satz explica que cada persona tiene “un movimiento madre”, en el cual se siente más cómodo al momento de practicar los 5 Ritmos. No obstante, se debe buscar la armonía en cada uno de los ritmos “a través de la práctica”, utilizándolos como herramientas para distintos momentos del día a día y en cada situación.

¿Qué nos permite en la vida un mejor manejo de nuestras emociones y qué has podido identificar de esa experiencia con los seres humanos que acompañas? 

Es tremendo lo que te permite, porque aprendes a volver arte aquello que te está atravesando, a través del movimiento. No se queda bloqueado ni enquistado en ninguna parte del cuerpo. [...]. Las emociones son emociones acá, en el medio del Océano Pacífico o en cualquier parte del mundo. Son universales. Entonces, nosotros como humanos las categorizamos y les pegamos cartelitos. Que está malo esto, que está bueno aquello. Y las emociones no son ni buenas ni malas, son emociones. ¿Para qué me sirven? Forman parte de mi cajita de herramientas.

El miedo es la luz amarilla de un semáforo. Me alerta sobre un determinado peligro. O sea, yo tengo la luz verde que me permite avanzar, la luz amarilla que me dice “párate porque enseguida viene la roja y todos los autos van a pasar”. Entonces, si yo sobredimensiono el miedo, me quedo encerrada en mi casa por miedo siquiera a asomar la nariz a la puerta, y no me estoy permitiendo vivir porque el miedo me aplasta. Si yo me hago la superhumana y yo no tengo miedo de nada, me voy a meter en situaciones muy peligrosas, como estar en una zona oscura a las dos de la mañana con mi bolsa llena de dinero o cargada de joyas, entonces soy presa de que venga alguien, me dé un palo por la cabeza y me robe todo. Si yo voy a cruzar la calle sin fijarme qué color de luz tiene el semáforo, es muy probable que termine accidentada. Entonces, ni sobredimensionarlo, ni minimizarlo, simplemente es una alerta. 

Entonces, ¿cómo aprendo? Aprendo a gestionar las emociones dentro mío. Si siento que no voy a poder controlarme es más fácil decir “ponemos un paréntesis en este punto y nos volvemos a sentar dentro de tres días”. Dentro de tres días las aguas bajaron y uno puede encontrar soluciones que en la calentura no ve. Si no, nos convertimos en asesinos seriales. Si yo no permito mi llanto y manifestar la tristeza, se convierte en depresión y la depresión es una enfermedad. Entonces, ahí ves la importancia de poder gestionar estas emociones: para que se manifiesten a través del movimiento de mi cuerpo de una manera creativa, porque si yo estoy moviendo mi miedo y le presto mi cuerpo para que se exprese, mi cuerpo cambia de forma, mi piel cambia de formas, la piel toma la forma de la emoción que me está recorriendo en ese momento, una vez, dos veces, tres veces, se va transformando. 

Gabrielle Roth señala en su libro 'Mapas para el éxtasis' que los 5 Ritmos se ha convertido en una práctica espiritual, no solo para las personas sino para comunidades enteras. ¿Podrías contarnos alguna experiencia con grupos o colectivos?

Claro, yo cuando estudiaba (para ser maestra) tenía que llevar la práctica a comunidades, personas o sitios donde no llegaba. Yo trabajé con un grupo de enfermos del síndrome de Sjögren, una enfermedad autoinmune que ataca toda la parte articular. (Estas personas) no tienen fluidos en el cuerpo, por lo que moverse es un dolor tremendo. Imagínate lo que es una articulación seca. 

Fueron impresionantes los cambios, obviamente yo ponía sillas para que se sienten, había agua todo el tiempo porque no tenían saliva, para mover un hombro yo apoyaba y movía mi brazo para que ellos no hicieran el esfuerzo de levantar, etc. Pero los cambios se traducían en: una mayor movilidad y una mayor facilidad para tener mejor calidad de vida. Era mágica la transformación. 

Hay maestros que trabajan en cárceles con grupos de los penales, hay otros maestros que trabajan con mujeres víctimas de violencia. Yo he trabajado en México con grupos de niños de la calle, o sea, los 5 Ritmos llegan a todos los ámbitos, a todos los niveles y produce cambios impresionantes. 

Kelly Satz seguirá recorriendo América Latina con los workshops de los 5 Ritmos tras su paso por Lima. Entre el 1 y 3 de setiembre, facilitará 'Permiso para sentir' en la ciudad de Buenos Aires, luego continuará su periplo por Brasil, México y Honduras, con el propósito de seguir expandiendo el movimiento.