Por tercera vez, el presidente Pedro Castillodeberá afrontar una moción de vacancia en el Congreso de la República pues, el último jueves, 73 congresistas votaron a favor de aceptar el procedimiento y, este miércoles, el mandatario deberá acudir al pleno para defenderse y esperar que menos de 87 parlamentarios voten a favor de retirarlo del Palacio de Gobierno.
Castillo tiene hasta el 7 de diciembre para pensar en una nueva estrategia que le permita evadir el tercer intento de vacancia en menos de dos años. Una opción que podría hacer cambiar el voto a varios parlamentarios, explica el congresista de Acción Popular Edwin Martínez Talavera es que cambie el gabinete liderado por Bettsy Chávez. Aunque otros no piensan dar un paso atrás, como Esdras Medina Minaya, exparlamentario de Renovación Popular y ahora de Somos Perú.
El analista político de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) David Sulmont Saak explica que el mandatario tiene todavía un margen de negociación, con el fin de asegurar que no se llegue a los 87 votos. “Podría cambiar el gabinete y abrir una cuota de poder para actores que pueden favorecerlo en el voto. Esto no es nada malo ni ilegal”, añade.
Mientras que el analista político de la Universidad Nacional de San Agustín (Unsa) José Luis Ramos Salinas resalta que los congresistas van a pensar mucho en el voto del miércoles, porque, si vacan a Castillo, “la población va a pedir que se vayan todos”. “Todos están pensando en sus intereses personales y particulares. ¿Acaso están pensando en el desarrollo del país? No. Incluso Castillo verá la forma de seguir en el poder para mantener sus privilegios”, advierte.
Salidas que ofrecen los congresistas
Convoca.pe intentó comunicarse con los principales voceros de las bancadas del Congreso, como Acción Popular, Alianza para el Progreso, Avanza País, Somos Perú, Partido Morado, Fuerza Popular y Perú Libre, pero ninguno respondió. Ta,poco pudimos contactar al congresista Edward Málaga, quién interpuso la moción de vacancia.
Quienes sí respondieron fueron los congresistas Esdras Medina, Edwin Martínez y Jorge Coyla, parlamentario de la facción magisterial que se separó de la bancada de Perú Libre y apoya plenamente a Castillo.
Medina es el que tiene una posición más “firme”, en su propias palabras. “No soy una persona de doble ánimo. Recuerda que firmé la moción de vacancia y para ello lo pensé mucho. He analizado y visto las actitudes del presidente y su gabinete. Ellos esperaban un respiro, pero tienen definido que quieren no solo cerrar el Congreso y llamar a una Asamblea Constituyente. Su actitud va más allá, quieren bajarse al Tribunal Constitucional e ir en contra del Perú”, argumenta el parlamentario ultra conservador. Acota que con Castillo el Perú va a la deriva y a pesar de las críticas hasta el momento no tiene un plan claro de trabajo.
Por su lado, el congresista Edwin Martínez aclara que está en manos del propio presidente el cambio de su voto para la vacancia del miércoles. “Si cambia a todo su gabinete, saca al señor Anibal Torres de su círculo y pone ministros probos podría pensarlo. Por lo pronto es urgente es urgente vacar al presidente para ver si Dina Boluarte (actual vicepresidenta) tiene la capacidad de trabajar por el país y no es otra alucinada izquierdista”, indica.
El parlamentario del bloque magisterial Jorge Coyla está de acuerdo con Martínez. “Sí creo que (el presidente) cometió un error. No debió poner a Bettsy Chávez como premier y al doctor (Aníbal) Torres como asesor. Eso es lo que genera rechazo. Es una evaluación que debe hacer el presidente y es su potestad. Tiene que evaluar la mejor manera de acercarnos a un consenso”, aduce.
Consecuencias
Sin embargo, ni Martinez ni Medina —y sus otros 128 colegas— están dispuestos a asumir el costo de una posible vacancia presidencial. Así lo indica el analista David Sulmont, quien advierte que una consecuencia inmediata de esta acción sería que el pueblo exija que se vayan todos y que se convoque a nuevas elecciones generales.
“Lo único que quieren, y así parece, es bajarse a Castillo y tomar el poder. Y la población es muy crítica en ello y se da cuenta. Cosa distinta sería si tuvieran una propuesta programática reformista del sistema político y ahí se podría ver una lógica que no sea ‘me lo quiero bajar como sea’”, añade Sumont.
José Ramos es más duro y advierte que la moción de vacancia que se presentó es golpista. “No tienen ningún argumento válido. El mismo documento dice supuestos actos de corrupción. No dan certezas sobre la vacancia. Es cierto que hay indicios, pero eso no es suficiente. Además, esos indicios vienen de hace mucho y recién, cuando ven que existe una posibilidad de disolverlos, toman esta determinación. No lo hicieron porque están calculando la jugada, por intereses políticos”, opina.
Los congresistas Medina y Martínez aseguran que no se aferran al cargo, pero señalan que si Castillo es vacado,entraría a gobernar Dina Boluarte, aunque ella tiene un proceso de denuncia constitucional y su desaforo es también cuestión de tiempo.
Y es a ello a lo que juegan -dice José Luis Ramos- pues lo que buscan es un mandato del Congreso. Sin embargo, destaca que no están viendo los congresistas es que Castillo también está moviendo sus fichas. Por ejemplo, cuenta con el apoyo de un sector de la Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú. "Esos jefes que ascendieron pagando coimas, como se denunció en su momento. Así que ahora es un juego de poderes", concluye.
Una opción más drástica
El congresista Medina también tiene claro que una opción de Castillo es la convocatoria a nuevas elecciones generales. “Es su potestad y está dentro de sus facultades. Aunque lo dudo. Si lo hace, tendríamos que respetarlo. De igual forma, si es vacado y Boluarte toma la misma decisión. Todo depende de lo que vaya a pasar en estos días”, agrega.
El analista David Sumont advierte que un nuevo proceso electoral no arreglaría los problemas de fondo que tiene el país. “Una salida para la crisis actual implicaría pensar en un acuerdo político amplio con reformas básicas, como fortalecer prerrogativas del parlamento, ampliar a un Senado o la reelección. También regular mejor la vacancia y que sea más eficiente. No sólo que sea por cualquier motivo y buscando 87 votos. En fin, pensar en reformas que ayuden a un mejor sistema con gobernabilidad”, señala.
“¿Deberíamos tener un presidente como el que tenemos? No. Pues ha demostrado hasta ineptitud y poco tino. Pero para eso hay que cambiar la Constitución y poner una cláusula que señale que si el presidente sale, salen todos y se convoca a nuevas elecciones. Y otros mecanismos que aseguren la salida limpia de una crisis política. Y no sólo buscar nuevas elecciones”, finaliza el analista José Ramos.