Entre 2016 y 2017, el Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Medio Ambiente (Censopas), del Ministerio de Salud, recogió la muestra de sangre y orina de 1168 personas, como prueba representativa de la población de las cuencas de los ríos Pastaza, Corrientes, Tigre y Marañón de la región Loreto. Los resultados preliminares, entregados en su momento, arrojaron que la mitad de ellos presentaban metales tóxicos en su organismo, como plomo, arsénico, mercurio y cadmio, en niveles mayores a los permisibles.

A fines del 2018 se volvió a realizar un análisis de sangre para conocer los niveles de plomo en 414 personas, seleccionadas de la referida muestra principal, dichos resultados aún no han sido entregados, pese a las exigencias de las autoridades indígenas de las cuatro cuencas.

El miércoles último, la ministra de Salud, Zulema Tomás, y el viceministro de Gobernanza Territorial de la Presidencia del Consejo de Ministros, Raúl Molina, entregaron el esperado informe final del estudio toxicológico y epidemiológico durante una reunión en Palacio de Gobierno, en la cual participaron los representantes de las federaciones de las cuatro cuencas de Loreto, que integran la plataforma nacional de Pueblos Indígenas Amazónicos Unidos en Defensa de sus Territorios (Puinamudt).

El objetivo del informe era determinar los niveles y factores de riesgo de exposición al plomo, cadmio, arsénico, mercurio, bario e hidrocarburos en los habitantes de las comunidades indígenas mencionadas. 

Durante la cita, los representantes nativos solicitaron a la ministra Tomás los resultados del segundo examen realizado a un grupo de pobladores en 2018. La titular de Salud se comprometió a visitar sus comunidades y hacer entrega de los resultados que hace cinco meses se encuentran en la Dirección Regional de Salud de Loreto.

Entrega del informe final de los estudios toxicológicos, realizados en las cuatro cuencas de Loreto, a cargo de la ministra de salud, Zulema Tomás y otras autoridades. Foto: Puinamudt

Como respuesta a la entrega del documento, los representantes de cuatro cuencas presentaron una propuesta que plantea entre sus acciones la elaboración del Plan Integral Especial de Atención a Poblaciones Expuestas a Metales Pesados e Hidrocarburos. Las autoridades del Estado presentes se comprometieron a reunirse a fines del mes de julio para elaborar un plan de trabajo para los próximos meses.

En diálogo con Convoca.pe, el Apu Igler Sandi, vicepresidente de la Organización del Pueblo Indígena Kichwa Amazónico Fronterizo Perú Ecuador (Opikafpe), manifestó que si el Ejecutivo no designa el presupuesto para los planes y propuestas que presenten estarían evaluando no aprobar a la explotación petrolera del Lote 192 cuando se haga la consulta previa respectiva –que debe realizarse antes de fin de año–, la cual implica 40 años más de actividad extractiva.

“Ahora estamos en una etapa de elaboración del plan de consulta [previa] para la licitación del Lote 192. Si es que estas cosas no se resuelven, con los informes finales, con los presupuestos que estamos pidiendo para poder hacer un tratamiento y seguimiento de las personas que están [intoxicadas] con metales pesados, nosotros quizás no vamos a permitir más explotación petrolera”, señaló el Apu Igler Sandi.

Igler Sandi, Apu de la cuenca del Tigre y vicepresidente la Organización del Pueblo Indígena Kichwa Amazónico Fronterizo Perú Ecuador. Foto: Jackeline Cárdenas / Convoca.pe

Otro motivo de preocupación para los miembros de la organización civil Pueblos Indígenas Amazónicos Unidos en Defensa de sus Territorios, y sus asesores técnicos, es que las recomendaciones presentadas en el mencionado informe final presentan algunas variaciones con respecto a la versión preliminar que recibieron en enero reciente. 

En la versión de inicios de este año, se especifican cuestiones centradas en la salud de las personas: “comunicar a las autoridades locales y nacionales para implementar un programa de monitoreo de población en riesgo de exposición a metales pesados y otras sustancias químicas”; así también, se recomienda el fortalecimiento de los centros de salud y la promoción de una alimentación saludable. 

Sin embargo, en el informe final las recomendaciones no sólo son “preliminares” si no que están más enfocadas a relacionar la intoxicación por metales pesados al consumo de determinados alimentos y no a la actividad de extracción petrolera.