A inicios de abril se conoció que el gobierno de Dina Boluarte, a través del Ministerio de Energía y Minas (Minem) y la agencia estatal Perupetro, tomaron la decisión de otorgarle a la compañía pública Petroperú la licencia para operar cuatro lotes petroleros al norte del Perú, todos en la región Piura. Pero estos arrastran serias complicaciones. Solo estos yacimientos acumulan el 84% de los pasivos ambientales que se registran a nivel nacional en el sector hidrocarburos, de acuerdo con una revisión que hizo Convoca.pe sobre la última actualización del inventario de sitios contaminados del Minem.
Se trata de los lotes I, VI, Z-2B y X. El inventario público, que contiene datos de las operaciones petroleras y gasíferas desde diciembre del 2014 hasta diciembre de 2022, tiene registro de 3.255 pasivos ambientales en todo el territorio peruano. Los cuatro lotes petroleros que pasarán a Petroperú concentran 2.758.
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) define los pasivos ambientales en el sector hidrocarburos como instalaciones o pozos mal abandonados, suelos contaminados por efluentes o derrames, desatención de residuos, etcétera. En general, todo polución generada por un operador de hidrocarburos que haya cesado sus actividades y aún esté pendiente de remediar.
Los lotes VI, Z-2B y X todavía son operados por las petroleras privadas Sapet, Savia Perú y CNPC. Sus contratos terminarán entre octubre de 2023 y mayo de 2024 y Petroperú les tomará la posta.
Para el Lote I, que ya es administrado por Petroperú a través de un contrato de licencia temporal de apenas dos años, el Ejecutivo también ha decidido continuar operándolo, esta vez con un contrato de treinta años. Este entrará en vigencia luego de que termine el compromiso transitorio en octubre de este año.
Pero la joya de la corona de los campos petroleros de esta parte del país es el Lote X, ubicado en el distrito de El Alto, en Talara, Piura. Este yacimiento es el más importante de la costa norte del país y sus pozos producen 11 mil 194 barriles diarios de hidrocarburo, según información de Perupetro al 2022.
Además, solo en octubre de 2022 su producción superó los 347 mil barriles de petróleo. Para entonces alcanzó un total acumulado, de enero a octubre, de 3 millones 478 mil barriles.
Lote de riesgos
El yacimiento que pasará a Petroperú y que acumula el mayor número de pasivos es, de lejos, el Lote VII/VI, con un total de 2.069 casos. Le siguen el Lote X, con 388; el Lote I, con 250 registros y el Z-2B, con 51.
Estas instalaciones tienen diversos niveles de riesgo, ya sea para la salud o la seguridad de la población cercana, así como para la calidad del ambiente de la zona en la que se ubican.
Del total de los 2.758 pasivos identificados en estos cuatro lotes, un total de 50 tienen niveles altos de riesgo para la salud de los seres vivos (44 de ellos en el Lote VII/VI), 102 son un grave peligro para la seguridad de quienes habitan o trabajan cerca, mientras que 29 son factores de alarmante vulneración para el ambiente.
Sin responsables
A la fecha no hay responsables identificados. El Minem, a través de resoluciones ministeriales, solo ha declarado que existen 108 pasivos ambientales que tienen “responsables no determinados” en los lotes I, IV y Z-2B. Esto quiere decir que no existen medios probatorios que acrediten la responsabilidad de algunas empresa y, por eso, deberán ser remediados con dinero público.
Solo en uno sí se ha establecido responsabilidad sobre una compañía. Y se trata justamente de Petroperú, que reconoció su obligación por un pozo mal abandonado en el Lote I.
Pero en los 2.649 restantes aún el sector público no encuentra a los responsables y los procedimientos administrativos para hacerlo continúan por parte de la Dirección General de Asuntos Ambientales de Hidrocarburos del Minem. De no encontrar pruebas para individualizar a los culpables, estos pasivos también terminarán siendo asumidos por el Estado.
"El Minem viene efectuando la investigación de los presuntos responsables que generaron pasivos en los diferentes lotes a nivel nacional. Dicha labor se ha visto dificultada por la escasa información disponible debido a la antigüedad de los pasivos", explicó el ministerio a Convoca.pe.
Por ahora, Petroperú asegura no se hará responsable de otro pasivo ambiental más durante su ingreso a la operaciones de los cuatro nuevos yacimientos. La empresa pública informó a este medio de investigación que "no es responsable de la atención, ni remediación, ni gestión de estos pasivos ambientales". Asimismo, indicaron que darán las facilidades para que los antiguos operadores y las autoridades ejecuten las acciones de remediación ambiental.
"Deben ser atendidos con los suficientes recursos económicos por sus originadores durante las anteriores administraciones de los lotes", afirmó Petroperú.
La petrolera pública anunció además que sus actividades preventivas incluirán control y observación "para que dichos pasivos ambientales no empeoren" pero "sin incurrir en costos que no le corresponden a la empresa”.
El Oefa es el que tiene la competencia para identificar los pasivos ambientales. No obstante, esta entidad no respondió a nuestras preguntas sobre cómo lo hará ni sobre sus coordinaciones con Petroperú, respecto a la mitigación o remediación de estos sitios contaminados.
En tanto, la Dirección General de Asuntos Ambientales de Hidrocarburos del MINEM informó que los pasivos ambientales de hidrocarburos que están identificados en este cuatro campos petroleros provienen de operadoras antecesoras de las actuales (Sapet, Savia Perú y CNPC).
"En ese sentido, no corresponde a los actuales titulares de los lotes remediar pasivos ambientales, a menos que estos hayan asumido expresamente un compromiso de remediación en los respectivos contratos", añadió el Minem.
Sin voluntad para remediar
Ante el anuncio de Petroperú de que no se encargará de la remediación de las zonas contaminadas, este medio de comunicación volvió a comunicarse con el Minem para conocer qué labor le corresponderá al Estado para reducir la concentración de crudo en los sitios afectados de estos cuatros lotes.
La normativa ambiental, desde el 2020, también da la oportunidad a las petroleras que ingresen a operar los yacimientos de realizar la remediación voluntaria de pasivos ambientales anteriores. Sin embargo, según el Minem, desde la vigencia de esta disposición legal, ninguna empresa ha presentado propuestas para la remediación voluntaria.
El ministerio también indicó que está elaborando un reglamento para incorporar la remediación voluntaria de los pasivos ambientales a cambio de incentivos económicos y administrativos. Por ejemplo, que las compañías tengan prioridad en la revisión de sus solicitudes de evaluación ambiental, así como la obtención de puntos adicionales al momento de postular a un nuevo contrato público del sector hidrocarburos. También se proponen otorgar incentivos honoríficos, como certificaciones de buenas prácticas ambientales.
Así se espera impulsar la presentación de iniciativas de remediación por parte de los titulares de los lotes, como Petroperú, así como otras empresas privadas que operan la costa norte y la Amazonía.
Por el momento, una de las alternativas que da la Ley de Pasivos Ambientales es que las empresas petroleras puedan solicitar a Perupetro el reaprovechamiento de estos pozos abandonados para incluirlos a la operación.
Convoca.pe envió preguntas a Perupetro, la compañía estatal encargada de negociar y dar seguimiento a los contratos petroleros, para conocer si alguna de las empresas que operan a nivel nacional le habían solicitado el reaprovechamiento de estos sitios contaminados. La entidad no respondió a ninguna de nuestras preguntas.
Cristina López, bióloga de la ONG Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR), advierte que la actual norma es insuficiente y se requiere un fondo de contingencia para reunir recursos privados y organismos multilaterales para remediar la contaminación. De hecho, algo parecido ya ocurre en Loreto, con Profonanpe, una entidad privada que gestiona reparaciones en las cuencas de los ríos Pastaza, Tigre, Corrientes y Marañón, las "cuatro cuencas".
“Lo ideal sería que la remediación [de los pasivos costeros] la asuman las empresas operadoras, pero con este esquema legal no es viable. La administración de este fondo de contingencia para la remediación de los pasivos en Loreto sería una buena medida para la costa”, explica López. Esto, siempre que no se puedan identificar los responsables directos.
Por ejemplo, en la Amazonía, en los 32 lugares en los que Profonanpe busca iniciar la remediación, se prevé una inversión que supera los 682 millones de soles. En este fondo participan los ministerios de Ambiente y Economía, así como los gobiernos regionales, representantes del gremio empresarial y de la cooperación internacional.
A pesar de que es una medida positiva, la especialista ambiental advierte que los recursos de Profonanpe resultan insuficientes incluso solo para Loreto. “Si se incluyen los del pasivos de la costa norte se necesitaría un presupuesto mucho mayor”, precisa.
Una opinión similar tiene la experta en gestión ambiental, Silvia Iglesias. Recuerda que en el sector minero ya existe una solución pública. "El Estado creó la empresa Activos Mineros para remediar los pasivos que no tienen dueño. Al igual, se debería crear una empresa que se haga cargo de estos pasivos ambientales en el sector hidrocarburos”, opina.
Iglesias también señala que el Oefa debería garantizar que estas acciones de mitigación de la contaminación que generan los pozos mal abandonados y expuestos en los lotes del norte sean sostenibles en el tiempo con un adecuado seguimiento.
Este medio de comunicación pidió por una semana respuestas al Oefa, con la intención de conocer qué alternativas tiene para lograr la remediación de los más de 2 mil 700 sitios abandonados y contaminados en los lotes que asumirá Petroperú. Al cierre de este informe aún no llegan sus respuestas.