El expresidente Alan García ayer se refirió al reportaje que Convoca.pe publicó la mañana del domingo sobre cómo directivos de Camargo Correa planificaban la entrega de un aporte a su candidatura en 2006. Desde su cuenta de Twitter, el líder aprista utilizó comillas para referirse a nuestro informe y luego llamó “especulaciones reales” a nuestros hallazgos que también fueron compartidos por el programa dominical Cuarto Poder.
Los correos electrónicos recibidos y enviados por Marcos de Moura Wanderley, ex máximo representante de la constructora brasileña en Perú, revelan los intereses corporativos sobre esa campaña electoral. De hecho, Wanderley informaba a Carlos Fernando Namur, director de infraestructura internacional en Sao Paulo, lo urgente que era realizar esa “contribução” (contribución) a la candidatura aprista. “Cuanto más tarde [el apoyo], más caro y menos efecto tiene”, advertía Wanderley.
Según los documentos obtenidos por Convoca.pe, el objetivo era alcanzar una “posición de destaque” en la nueva administración de Alan García. Para ello, Wanderley veía su relación con la peruana Constructora Upacá, “los mismos que son íntimos de Alan”, como una forma de “entrada económica” al partido aprista y al propio García.
Hoy en esta plataforma digital —que también ofrecimos a García para que diera sus descargos antes de nuestra publicación y no aceptó— aclaramos las inexactitudes y omisiones que pudimos identificar en cada uno de los tweets escritos por el expresidente.
1. Camargo Correa recibió pedidos de aporte para el APRA
El expresidente señaló que los ejecutivos de Camargo Correa especulaban cuando “discutían su interés” por “acercarse a un partido”.
De acuerdo con los correos publicados, ocurrió algo distinto. Una persona ya se había acercado a esta compañía para pedir una contribución para la campaña del APRA en más de una ocasión.
“Nuestro socio Lucho insistió (en nuestra última conversación) que es la segunda vez que trae el recado (del operador) solicitando el apoyo y la gente se desentiende. Si apoyar espontáneamente es indispensable, ¡imagine apoyar por solicitud!”, advertía Aristóteles dos Santos Moreira, gerente comercial de la firma en Perú, a su jefe Wanderley.
2. Constructora Upacá era el enlace según los brasileños
Dos horas después, García publicó otra declaración, esta vez con importantes omisiones, en Twitter: “Queda claro del ‘reportaje’ que los Camargo Correa no me conocieron y solo hablaban del temor de no tener ningún contacto a cuatro semanas de la segunda vuelta”.
Marcos de Moura Wanderley, quien fue el máximo representante de la brasileña ahora investigada por el caso Lava Jato, repetía la importancia de la relación que tenían con la empresa peruana que sí era conocida de Alan García: Constructora Upacá.
“A lo largo de los últimos cuatro años, hemos construido una relación con Upacá, empresa cuyos propietarios son extremadamente ligados al partido aprista, y en especial a Alan García, como una forma de ‘entrada’ económica”, escribía el brasileño en referencia a la importancia de una colaboración de campaña.
De hecho, García había declarado en 1990 tener una relación de amistad con la familia Piccini, que manejaba esta constructora. Wanderley resalta en otro correo el grado de intimidad que esta familia tiene con el líder aprista, sobre todo “el padre de Luis”.
Antes de la publicación del reportaje, Convoca.pe intentó comunicarse con Luis Felipe Piccini Martin pero no fue posible ubicarlo. También se buscó a su hijo Luis Felipe Piccini Delgado, entonces gerente general de Upacá, y tampoco hubo respuesta.
3. Pruebas prohibidas en Brasil, ¿se pueden usar en Perú?
En el mismo tweet, García argumentaba que el “propio abogado” de Camargo Correa no reconocía los mensajes revelados, tal como Convoca.pe lo consignó en el reportaje. Como ya se ha anotado, en la operación policial Castillo de Arena, de 2009, se recogieron numerosas evidencias de corrupción en la compañía brasileña, pero sus abogados las lograron invalidar con un formalismo legal. La investigación se había basado en una denuncia anónima y eso las convertía en “pruebas prohibidas”.
Los correos electrónicos y otros documentos publicados en este medio digital existen en la realidad y se mantienen en poder de la Policía Federal de Brasil. La estrategia legal de Camargo Correa ha sido insistir en no reconocerlos ya que no están incluidos en sus expedientes judiciales seguidos en la jurisdicción brasileña. Así, la invalidación de estas pruebas ha asegurado, en muchos casos, la impunidad de los implicados.
No obstante, documentos incautados en la operación Castillo de Arena sí han sido tomados en cuenta por el Ministerio Público peruano. Es el caso de la investigación que se le sigue al expresidente Alejandro Toledo, investigado por haber recibido al menos 3,9 millones de dólares de Camargo Correa por la licitación del Tramo IV de la Carretera Interoceánica Sur.
4. Hay anotaciones anteriores sobre un pago a "García"
Ayer, García también señaló que los ejecutivos de Camargo Correa “no concretan nada ni hablan de entrega”. Convoca.pe ya había revelado en febrero de 2016 el contenido de un documento incautado en las oficinas de Pietro Giavina Bianchi, ejecutivo de Camargo Correa encargado de los pagos ilícitos. Se trataba de una página con anotaciones impresas y manuscritas relacionadas a pagos efectuados en mayo de 2006 en Perú, cuando estaba en curso la segunda vuelta electoral que disputaban los candidatos Alan García y Ollanta Humala.
Entre los apuntes se podía leer: “INT. Político. GIP. García. 50 000. Campanha. [Un visto]”.
Alan García y el APRA han negado antes haber recibido dinero o aportes de campaña de parte de empresas brasileñas. Cuando intentamos contactar a García a la luz de los nuevos hallazgos, prefirió no declarar. Su abogado, Erasmo Reyna, comentó vía Twitter que nuestro reportaje era un “bluf” y un “refrito” a pesar de que las comunicaciones reveladas el domingo no habían sido difundidas antes de forma pública.
Por otro lado, un asiento registral de Constructora Upacá identificado por los periodistas de este medio cobró especial relevancia luego de dialogar con el asesor legal de la compañía Federico Begazo Isla. El abogado primero negó que su patrocinada tuviera alguna relación comercial con Camargo Correa posterior a 2006. También sostuvo que no contrató con los consorcios en los que la brasileña participó, mucho menos con los relacionados a la Carretera Interoceánica, según lo que recordaba.
El documento que presentamos se trata de un acuerdo de directorio para suscribir una transacción no menor a 357 mil dólares con Intersur Concesiones y Consorcio Constructor Tramo 4, ambas vinculadas a Camargo Correa, Queiroz Galvao, Andrade Gutierrez en la concesión y construcción del Tramo IV de la Carretera Interoceánica Sur.
El abogado consintió que si existía tal acuerdo, debía tener un correlato documentario que lo sustente. El viernes enviamos un correo a Begazo para que revisara sus archivos y nos comentara a qué servicio, obra o concepto correspondería esta transacción. La pregunta sigue sin respuesta.
Los nuevos hallazgos aportan más piezas al rompecabezas de las finanzas partidarias en el Perú, piezas que un sector del poder busca minimizar, ocultar o invalidar.