El último lunes, los estudiantes de la Institución Educativa N° 0331 no tuvieron clases. La lluvias intensas inundaron las aulas, los patios y otros ambientes de este colegio ubicado en en el centro poblado de Ishichihui, distrito de San José de Sisa, en la provincia El Dorado, en San Martín. Los profesores y los padres trataron de poner a buen recaudo el material educativo y, armados de baldes y escobas, intentaron sacar el agua, pero sus esfuerzos no fueron suficientes.
La inundación de este colegio de la Amazonía peruana es una de las tantas emergencias por fenómenos climatológicos que han ocurrido en los centros de educación básica de todo el país entre enero y marzo de este año y que figuran en los reportes diarios que acopia el Ministerio de Educación y otras autoridades del gobierno. Dichos eventos están impidiendo que cientos de alumnos inicien el año escolar o continúen sus clases.
Las lluvias, huaicos, inundaciones y otros fenómenos climatológicos han afectado a más de 450 colegios de 23 regiones en el Perú, en lo que va del año, de acuerdo con los reportes oficiales. La mayoría de estas escuelas se encuentran en Ayacucho, Piura y Cajamarca. Y aunque el personal educativo y los padres de los estudiantes están haciendo todo lo posible para que las clases comiencen o continúen, muchos de estos planteles requieren reparaciones urgentes.
Como las lluvias intensas se mantienen en la mayoría de estas regiones, siguen reportándose más colegios afectados, algunos nuevamente y otros por primera vez. Hasta el 28 de marzo, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) registraba 452 instituciones educativas afectadas y 36 destruidas. En detalle, se reportaron 2.612 aulas afectadas, 242 destruidas y 990 inhabitables.
Un nuevo grupo de estudiantes de escuelas públicas inició el año escolar el último lunes 27 de marzo, sumándose al 75% de los 4 millones 901 mil 617 alumnos matriculados este año que comenzaron clases el 13 y 20 de marzo. Sin embargo, hay colegios que aún no han podido recibir a los escolares porque han sido destruidos o gravemente afectados por desastres naturales, están siendo utilizados como albergues o ya se encontraban en mal estado desde antes de la emergencia climatológica.
En las instituciones educativas que hasta el 27 de marzo no tenían una infraestructura habilitada, tras la emergencia causada por las lluvias, los alumnos deben recibir clases virtuales, apoyados con tablets con contenidos educativos cargados previamente para que no necesiten conexión a internet, por disposición del Ministerio de Educación.
“Los fenómenos climatológicos hacen lo propio, pero hay que acordarse de que el gobierno tiene una deuda en infraestructura. Hace seis años fue anunciada [una brecha] de como 100 mil millones de soles y ahora el Minedu informó que es de alrededor de 130 mil millones de soles, sin tomar en cuenta los daños provocados por las lluvias”, dijo a Convoca.pe Eugenia Fernán-Zegarra, de la Adjuntía para la Administración Estatal de la Defensoría del Pueblo.
De los 54 mil 35 locales educativos que se han evaluado, 25 mil 464 requieren una nueva edificación, explica Fernán-Zegarra. De los 28 mil 571 colegios restantes, 3 mil 714 (13%) necesitan una sustitución parcial y 2 mil 571 (9%), un reforzamiento de su estructura.
La funcionaria defensorial resaltó que el Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied) del Minedu no puede mejorar los colegios de manera autónoma y que debe trabajar de manera coordinada y concertada con los gobiernos regionales y locales.
A los gobiernos regionales les corresponde evaluar periódicamente las necesidades que tienen los locales escolares, con la participación efectiva y el mantenimiento que deben darle las Direcciones Regionales de Educación y las Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL), para elaborar proyectos y presentarlos al Pronied, recuerda Fernán-Zegarra.
Con el fin de afrontar el problema de las aulas destruidas o inhabitables, el ministro de Educación, Óscar Becerra, informó a funcionarios de la Defensoría del Pueblo que su institución estaba buscando módulos de instalación rápida, de bajo costo y movibles para que puedan ser trasladados de un lugar a otro si el lugar representa algún tipo de peligro.
Eugenia Fernán-Zegarra recordó que, con la instalación de módulos móviles, no habría problema con muchas escuelas que fueron construidas en terrenos sin saneamiento físico legal. Al no tener título a nombre del Ministerio de Educación, dicha entidad está impedida de invertir en una obra pública en estos lugares.
Durante una reunión con el ministro Becerra, la semana pasada, los funcionarios de la Defensoría le sugirieron que los colegios declarados inhabitables pueden ser reubicados en lugares elegidos por los gobiernos regionales y locales, guardando las condiciones de seguridad y salubridad.
Precisamente, el último martes el director regional de Educación de Piura, Martín Olivares, solicitó al Ministerio de Educación que se pronuncie sobre las medidas que se deben tomar para garantizar el servicio educativo en los colegios públicos y salvaguardar la integridad de la comunidad educativa, ante la persistencia de las lluvias intensas.
Aunque dijo que ya solicitó el apoyo a diferentes instancias del gobierno, el funcionario regional declaró que no hay un pronunciamiento del Ministerio de Educación e insistió en el urgente pedido de ayuda para mejorar la infraestructura de los colegios afectados. Olivares formuló esta solicitud durante una reunión de trabajo con el gobernador regional de Piura, Luis Neyra, y la ministra de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Hania Pérez de Cuéllar, que tuvieron a inicios de esta semana.
En Piura, 62 instituciones educativas han resultado afectadas por las lluvias, inundaciones y huaicos y cinco fueron destruidas, según el reporte de emergencias del Indeci. Si los datos se desagregan por número de aulas, 755 resultaron afectadas, 48 destruidas y 202 inhabitables.
Albergues en colegios
En algunas localidades afectadas por las lluvias intensas, los colegios que no sufrieron daños han sido usados como albergues para los damnificados, algo que ha complicado el desarrollo de las clases. Por ejemplo, en la región Lambayeque, cuatro instituciones educativas acogieron a las personas que se quedaron sin hogar.
En la provincia de Lambayeque, el Colegio San Juan, en el distrito de Íllimo, acogió a 90 familias y el Colegio Ponce, en el distrito de Olmos, albergó a 12 familias. El Colegio Antonio Chapoñán, en el distrito de Pítipo, provincia de Ferreñafe, recibió a 174 familias y el Colegio 11185, en el distrito de Lagunas, porvincia de Chiclayo, a 25 familias, según un reporte elaborado por la Dirección de Respuesta del Indeci, actualizado hasta el 18 de marzo último.
En la reunión con el, ministro de Educación, la Defensoría también tocó el tema de estos albergues. “Hemos recomendado que los albergues en los colegios tengan una temporalidad muy corta y que, de inmediato, se inste a los gobierno locales y regionales a que cedan locales públicos que acojan a las familias y que haya una articulación con organizaciones de la sociedad civil y empresas privadas”, resaltó Fernán-Zegarra.
La funcionaria defensorial explicó que si las aulas son utilizadas como albergues, quiere decir que no están inhabitables y podrían acudir los alumnos. “No podemos sacrificar el derecho a la educación de miles de estudiantes por ceder los locales a personas que requieren un techo y otros servicios. Exigimos que sean debidamente protegidas. Se requiere un esfuerzo en la búsqueda de lugares para que puedan albergarlas por más tiempo, mientras consiguen una vivienda y lugares apropiados”, dijo Fernán-Zegarra.
Lo que viene
Para la reconstrucción de los colegios afectados por las lluvias y otros fenómenos climatológicos, la Defensoría del Pueblo recomienda que se cuente con información valiosa del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred) y el monitoreo que los gobiernos regionales en las zonas donde hubo mayor impacto y daño, para que no se vuelvan a instalar locales educativos allí.
“Esa información del Cenepred no fue utilizada por los gobiernos regionales y locales, por falta de interés. Hubiera servido muchísimo para prepararse y hacer acciones de prevención”, destacó la funcionaria defensorial Eugenia Fernán-Zegarra.
De acuerdo con el Cenepred, hay 8 mil 166 instituciones educativas con probabilidad de riesgo muy alto y 12 mil 675 instituciones educativas con un nivel de riesgo alto ante el pronóstico de lluvias para los próximos tres meses, según el informe “Escenario de riesgo por superávit de lluvias para abril-junio 2023”, publicado el 17 de marzo último.
Piura y Áncash tienen el mayor número de instituciones educativas en riesgo muy alto frente a las lluvias, la primera con 1.326 colegios y la segunda, con 1.251, de acuerdo con el Cenepred. Con probabilidad de riesgo alto, destacan Cajamarca y Lima, con 1.856 y 1.784 escuelas, respectivamente.
Como consecuencias de las lluvias, también figuran las probabilidades de inundaciones. Hay 1.262 instituciones educativas, distribuidas en nueve regiones, expuestas a un riesgo muy alto si se desbordan los ríos, en especial los colegios de Piura y Áncash, donde las llanuras, planicies y terrazas son consideradas zonas críticas.
Con el pronóstico de lluvias para los próximos tres meses, ya no sólo las autoridades y la población de Piura esperan el pronunciamiento del Ministerio de Educación, traducido en acciones concretas, sino también las de otras regiones afectadas por las intensas precipitaciones.