Para Fernando Tuesta Solvilla, ex jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), la reforma política se ha convertido en una contrarreforma. Hoy, sin observarla, el Ejecutivo promulgó una norma que altera la Ley de Organizaciones Políticas, eliminando la exclusividad de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Los partidos políticos ahora tienen la opción de seleccionar a sus representantes mediante afiliados y delegados internos, siguiendo sus propias reglas, y no con la masiva participación ciudadana, como establecía la ley anterior.
Las PASO fueron aprobadas el 27 de agosto de 2019 como una modificación al artículo 24 de la Ley de Organizaciones Políticas de 2003, pero no se pusieron en práctica en las elecciones del 2021 y 2022 por la pandemia del COVID-19. En octubre de 2023, Fuerza Popular presentó una iniciativa para volver a modificar el mismo artículo ampliando las opciones de los partidos políticos para la elección de sus candidatos a comicios electorales.
En esta ocasión, añadió a las elecciones internas, además de las PASO, dos modalidades: la elección de los candidatos por voto de los afiliados a los partidos políticos y la elección de estos a través de delegados previamente escogidos, también, por los afiliados de la organización política. Esto en la práctica implica que las PASO dejan de ser obligatorias y los partidos podrán seguir nombrando a sus propios representantes sin ese mecanismo.
En poco más de tres meses, la iniciativa del fujimorismo fue aprobada en el Pleno, promulgada por el Ejecutivo y publicada hoy en el Diario Oficial El Peruano.
En entrevista con Convoca.pe, Tuesta Soldevilla reflexiona sobre los efectos que la actual modificación tendrá en el futuro y cómo es que, en la práctica, las PASO han sido desplazadas por un sistema de elección centralizado que dependerá de los afiliados y las cúpulas dentro de las actuales organizaciones políticas. Estas son sus respuestas.
Este proyecto de ley que se presentó en octubre del año pasado ahora ha llegado a ser promulgado por el Ejecutivo. Esto básicamente trae abajo el avance que muchos consideraban eran las PASO para el sistema electoral. ¿Por qué cree usted que el Ejecutivo no ha observado esta Ley?
Bueno, porque en realidad el Ejecutivo, en materia de reforma política, no observa nada. En materia de reforma política hizo un inicial intento al inicio del mandato de Dina Boluarte, pero luego lo ha dejado todo en manos del Congreso. No quiere, además, confrontarse con la mayoría parlamentaria y es claro, pues, que el Ejecutivo no se compromete con los cambios necesarios que se necesitan hacer de cara a las elecciones del 2026.
¿Podría usted explicar por qué son importantes las PASO?
En realidad, las PASO se aprobaron en 2019, pero no se aplicaron debido al COVID, para las elecciones 2021-2022. ¿Qué son las PASO? Es un modelo de selección de candidatos. Son las siglas las que corresponden justamente a este modelo. Uno: son las primarias (P). Es decir, la selección de candidatos de los partidos que van a competir es abierta en la medida en que participan [todos los ciudadanos] en la votación, no en las candidaturas. A las candidaturas se inscriben los militantes de un partido para competir entre ellos. Son abiertas (A) porque vota toda la ciudadanía y no solo los militantes. Es simultánea (S) porque esto se da en un mismo día, en un mismo proceso electoral de todos los partidos. Y es obligatoria (O) para todos los peruanos (o era obligatorio para todos los peruanos).
Este era el único modelo. Y es un modelo que permitía participación, competitividad y hay un elemento incluso de filtro en la medida en que se requería luego para pasar a la segunda etapa, es decir, a la elección propiamente dicha, un umbral del 1,5 %. Partido que no tenía ese porcentaje de votos, simplemente no pasaba. Y el cuarto es la legitimidad que te da la participación de toda la ciudadanía.
La modificación que ahora ya es ley, promulgada por el gobierno, es que la ley sostiene que hay tres modalidades, ya no solamente una. El tema es que esto ya ocurrió en el 2021-2022 y ningún partido escoge, obviamente, las PASO, sino escoge generalmente el modelo de las elecciones con solo la participación de militantes de manera indirecta, a través de delegados. Este es el punto.
Entonces las PASO también funcionaban como una especie de filtro para los partidos en general.
Es un filtro para reducir el número de partidos.
O sea, el efecto que vamos a tener ahora va a ser el contrario.
Si se presentan 35, van a pasar los 35. Lo que pasa es que hay como 25 partidos inscritos, hay como 8 en proceso de inscripción… treinta y tres, treinta y cuatro. Imaginemos que todos se inscriben. Ese va a ser el número.
De alguna forma ese filtro que hubiera reducido un poco la oferta electoral ya no existe. ¿Nos enfrentamos a un escenario como el de la última elección, donde la votación se ha disgregado en varios partidos?
Claro. En la elección anterior lo que hubo fue muchos pequeños partidos. En la elección presidencial Keiko Fujimori y Pedro Castillo obtuvieron, ambos, solo el tercio de votos. Nunca antes en la historia dos candidatos pasaron con tan pocos votos en primera vuelta. Hay una dispersión, pues, del voto.
Continuando con el tema. Esta ley propone que las organizaciones políticas puedan elegir entre dos opciones de elección de candidatos, aparte de las PASO. La primera de estas otras opciones es la del voto directo y secreto de los afiliados. ¿Esa modalidad se sostiene en la realidad? ¿Los partidos políticos tienen una cantidad representativa de afiliados?
No. Aparecen formalmente, sí. ¿Pero qué evidencia tenemos de que esto no funciona? El 2021 y 2022. La tasa de participación de los militantes fue de tan solo el 5% de promedio: 5%. El 95% de militantes no fue a votar. Eso ocurrió en el 2021 y 2022.
Entonces no funcionaría esta opción que han colocado ahora…
No hay nada que indique que vaya a funcionar. Y no va a funcionar porque muchos son militantes que solamente firman un documento de inscripción y nada más, no les interesa. Y, otro, porque esos padrones son padrones inflados.
Yendo a la segunda opción que tienen las organizaciones políticas para elegir, según la ley actual, están las elecciones de candidatos a través de delegados, previamente elegidos por voto de los afiliados…
Es la [opción] que la mayor parte usa. Hay tres modalidades: las PASO, la elección directa de candidatos sólo con militantes y la elección también sólo con militantes de manera indirecta, a través de delegados. La mayoría opta por esta última. ¿Cuántos son los delegados? No dice la ley. El partido podría decir 20, 30, 40, 50, 100. Lo que ha ocurrido al final de cuentas es la formación de un grupo pequeño y es por eso que la crítica a esta modalidad es que lo que hace es estar sujeta al control y a la decisión más concentrada del dirigente, dueño, fundador del partido y el grupo que le sigue. Esto es lo que ha sucedido siempre.
¿Cuáles podrían ser los argumentos que el Congreso tiene a favor de esta reforma?
Esto no es una reforma. Es una contrarreforma. Lo único que han hecho es regresar al momento anterior de la reforma. Y peor todavía porque han convertido en una ley permanente lo que fue el 2021 y 2022, [que fue] un proceso excepcional, decían ellos, por la covid-19. Y si uno va a las evidencias se demuestra que fue un fracaso y sin embargo insisten en el fracaso, porque no quieren perder el control y la decisión sobre lo que estamos conversando.
Para ir terminando, queríamos consultarle también sobre tres proyectos de ley [04657/2022-CR, 03496/2022-CR y 00599/2021-CR] que actualmente están en comisión y pretenden eliminar los movimientos regionales. ¿Usted estaría de acuerdo con esa disposición? ¿Cómo interpreta este objetivo del Congreso?
En todos los países del mundo hay organizaciones a nivel subnacional. Eliminar los movimientos regionales: si bien es cierto muchos de ellos, quizá un porcentaje alto, tenían los mismos problemas de los partidos políticos, lo cierto, es que esa no es la vía. Fortalecer los partidos a través de la eliminación de estos movimientos no es la vía. Es más, los partidos tenían que haber demostrado, como sucedía antes y como sucede en otros países, que tienen mayor fortaleza que los movimientos regionales. Sin embargo, solamente uno de cada tres autoridades pertenecen a un partido político nacional y dos terceras partes generalmente son movimientos regionales.
¿Tiene una reflexión final sobre lo que ha sucedido hoy, más o menos avizorando cuáles serán los efectos de eliminar las PASO?
Lo que vamos a tener no es más de lo mismo, es peor que lo anterior. Lamentablemente la coalición mayoritaria en el Congreso, esta suerte de izquierda tradicional y derecha extrema, están en ese camino, y el gobierno depende de ellos en muchos aspectos. Por lo tanto, todo lo que hasta ahora se ha hecho en materia electoral ha sido un retroceso y los puntos que era necesario modificar, avanzar en lo hecho, no van a hacerse lamentablemente. Las elecciones, si no hay cambios, del 2026, no tendrían por qué dar resultados totalmente distintos.
¿Esto ya es inamovible? ¿No se puede enderezar el camino?
Es difícil con este Congreso. Con esa mirada que tiene no va a haber cambios favorables.