El voto rural, los electores postergados que serán decisivos para la elección presidencial en Perú

 

En el conteo final de votos de la segunda vuelta electoral, el llamado voto rural se ha convertido en el principal protagonista. Si bien la encuestas habían adelantado que la tendencia era favorable para Pedro Castillo, no había seguridad sobre en qué proporción lo beneficiaría. Los ciudadanos hábiles para sufragar, entre las 6 millones de personas que viven en el ámbito rural del país, han contribuido a que el candidato de Perú Libre supere a Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, por cerca de 70 mil votos, al 100% de actas de sufragio procesadas.

 

Por Elena Miranda | 10 de junio de 2021

 

Andoas (Loreto), Vizcatán del Ene (Junín) y Pichari, Echarate, Kimbiri, Maranura, Megantoni, Villa Kintiarina y Villa Virgen (Cusco) no solo tienen en común que han sido los últimos distritos del Perú en los que faltaba procesar actas de votación de la segunda vuelta para las elecciones presidenciales, sino también que están ubicados en zonas rurales y alejadas, por lo que sus ciudadanos son protagonistas del llamado voto rural.

El estrecho margen entre los votos a favor de Pedro Castillo y de Keiko Fujimori ha hecho que las miradas se dirijan al voto rural y que este sea considerado como el determinante en la victoria o la derrota de los candidatos presidenciales. Ese voto olvidado durante los últimos cinco años, ha pasado a ser un tesoro valioso no solamente para los partidos de Perú Libre y Fuerza Popular sino también para toda la población, polarizada entre estas dos opciones.

¿Cuántos son los votos rurales? ¿Dónde están los votos rurales? ¿Quiénes representan los votos rurales? Hasta hace cuatro años, la población del área rural en el Perú era de 6 millones 69 mil 991 personas, lo que representaba el 20,7% del total, según los Censos Nacionales 2017 realizados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei). La población urbana era de 23 millones 311 mil 893 habitantes, el 79,3% restante.

Sin embargo, la población de las zonas rurales ha ido disminuyendo, a un promedio de 146 mil 481 personas por año, mientras que la urbana se ha incrementado, a un promedio de 343 mil 454 personas por año, según las estimaciones del Inei, en base a las cifras registradas entre los años 2007 y 2017.
 
Para definir el área rural de un distrito, el Inei usa dos criterios. El primero, que aplica en los censos, es que los centros poblados no tengan más de 100 viviendas agrupadas contiguamente ni sean capital de distrito; o que, teniendo más de 100 viviendas, éstas se encuentran dispersas o diseminadas sin formar manzanas.  

El segundo criterio, que el Inei aplica en las encuestas de hogares, se basa en el tamaño de la población. Considera zona rural a los centros poblados con menos de 2 mil habitantes, cuya principal característica es que sus viviendas están dispersas o diseminadas sin formar manzanas.

La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), las encuestadoras privadas y otras entidades del Estado usan los mismos criterios del Inei para definir el límite entre lo urbano y lo rural, aunque cada una le añade aspectos relacionados con su labor.

La distancia y el clima fueron dos factores determinantes para la participación en las elecciones presidenciales del último domingo 6 de junio de los ciudadanos de diversas zonas rurales y también para la demora en el traslado de las actas de votación a los centros de cómputo, sobre todo en la zona del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro, Vraem.

La fuerte lluvia no fue impedimento para que los electores del distrito de Vizcatán del Ene se acercaran a votar a la capital, el centro poblado San Miguel del Ene, en la provincia de Satipo, en Junín, donde el 23 de mayo asesinaron a 16 personas que se encontraban en dos bares, entre ellas cinco menores de edad.

El temor a los narcoterroristas, presuntos autores del crimen, y la amenaza en unos volantes para que no vayan a votar, no habría influido en el descenso de la participación de los votantes, según sus autoridades. En la segunda vuelta, de los 2,239 electores hábiles, solo votaron 1,282, al 88% de actas procesadas. El 95% de los votos válidos fue para Pedro Castillo.

 

Elecciones

 

El alcalde de Vizcatán del Ene, Alejandro Atao, contó a Convoca.pe, que los electores fueron llegando, de a pocos desde las zonas alejadas, al lugar de votación, sobre todo cuando acabó la lluvia. Los votantes encontraron a los efectivos de la Policía y del Ejército, a quienes solo ven el día de las elecciones o cuando ocurre algo excepcional, como el asesinato de las 16 personas.

El distrito de Megantoni, en la provincia de La Convención, en el Cusco, tiene más de cinco mil electores, muchos de ellos provenientes de comunidades nativas, como Nuevo Mundo, Kirigueti y Miaria. Varios votantes llegaron a la capital, el centro poblado Camisea, principalmente por vía fluvial, para lo cual recorrieron largas distancias.

El subjefe de la comunidad nativa Nuevo Mundo, Leonel Baldoceda, contó que, desde muy temprano, el domingo, llegó a Camisea con cuatro embarcaciones para que los comuneros pudieran sufragar, gracias a que una organización les donó un cilindro de combustible pues no había cómo pagar el transporte. “También hemos recogido a los hermanos de Kirigueti, Mayapo y Puerto Bayama”, declaró para un video realizado por la Municipalidad de Megantoni.

En el mismo video, Rafael Melchor, el jefe de la comunidad nativa de Segakiato, ubicada a orillas del río Camisea, habló sobre sus esperanzas de que las elecciones cambien su situación. “Tenemos crisis hace años, tenemos que cambiar. Como peruanos, queremos cambios para toda la población”, dijo.

Hasta la tarde de este 9 de junio, la Onpe no había iniciado el procesamiento de las actas de votación de Megantoni, Kimbiri, Pichari, Villa KintiarinaVilla Virgen, tres de los 14 distritos que tiene la provincia cusqueña de La Convención. En los 11 restantes, ganó Pedro Castillo con, entre el 80% y 90% de los votos.

Fernando Tuesta, ex jefe de la ONPE, destacó que en los centros poblados, caseríos, villorrios, considerados como el área rural, se encuentran los sectores más empobrecidos del país, los que trabajan en la agricultura, la ganadería, el comercio local y, en algunos casos, en la minería. “Es un voto en donde las costumbres de la comunidad son más presentes”, agrega.

Aunque Tuesta señaló que el voto rural ha favorecido a Pedro Castillo, en una proporción muy alta, destacó que la participación ciudadana siempre es menor entre la población rural, “porque les es distante el centro de votación, porque muchas veces la propaganda no llega con la continuidad de la zona urbana, los domingos, en algunos lugares es día de comercio, no porque no  quieran votar”.

 

Elecciones
Electores del distrito Vizcatán del Ene, en el Vraem acudieron a votar, a pesar de la lluvia y del temor por el asesinato de 16 personas. Foto: Difusión

 

Las encuestadoras que han medido la intención del voto rural se basan en los criterios del Inei, aunque también consideran otros aspectos. Patricia Zárate, jefa del Área de Estudios de Opinión del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), explicó a Convoca.pe que cuando realizan una encuesta presencial, se basan en la cartografía que tiene el Inei para llegar a las zonas rurales, pero si es vía telefónica, la realizan de manera aleatoria.

Para buscar al electoral rural, Zárate relata que no solo preguntan al entrevistado si vive en un centro poblado rural, sino también indagan sobre las características de vivienda, servicios higiénicos, artefactos electrodomésticos y servicio de Internet. “La gente en zona rural ya tiene teléfonos celulares, no necesariamente smartphones. Muchos dicen que solo tienen tecladito, un equipo básico”, agrega.

“Aunque hay zonas rurales en la costa están más conectadas y no tan alejadas. En la Selva, sobre todo en Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro Vraem, el mayor problema son las vías de comunicación pues ante la falta de carreteras, el transporte es fluvial”, advierte Zárate, quien recuerda que los votos de los distritos de Kimbiri y Megantoni, en la provincia de La Convención, en Cusco, son los últimos en llegar para el procesamiento de las actas de votación.

La tendencia del voto rural a favor de Pedro Castillo durante la campaña electoral para la segunda vuelta presidencia se evidenció en las encuestas. A dos semanas de la votación, en mayo, el informe de opinión del IEP reveló que, en el sector rural, el candidato de Perú Libre acumulaba 60.5% de intención de voto y Keiko Fujimori, 15.8%. En el área urbana, el primero obtuvo 33.9% y la segunda, 45.8%.

En el simulacro de voto nacional del 28 de mayo, realizado por Ipsos, el postulante de Perú Libre obtuvo el 62% de las preferencias en el ámbito rural, mientras que la aspirante de Fuerza Popular se quedaba con el 21%. En la zona urbana, se invertían los resultados pues Keiko Fujimori obtuvo el 47% y su rival, 34%.

Ante ello, en la disputa por la presidencia, el voto rural ha cobrado protagonismo por la demora en el procesamiento de las actas de votación y porque, al sumar puntos a favor de Castillo, le ha otorgado un amplio margen de diferencia con Keiko Fujimori.

 

Foto principal: Difusión