En la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que terminó este 25 de noviembre, se aprobó controlar la pesca y comercio de 54 especies de tiburón. Por ello, el Perú deberá implementar medidas para proteger al tiburón azul, una especie sobreexplotada, a la cual se le extraen las aletas para exportarlas a China, donde el kilo de este producto llega a costar más de mil dólares.

Una propuesta para proteger a 54 especies de tiburón de la depredación indiscriminada fue aprobada en la 19 Conferencia de las Partes (COP) de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que se realizó en Panamá hasta el viernes pasado. A pesar de que el gobierno peruano se opuso a este planteamiento, deberá aplicar medidas para regular el comercio, sobre todo, del tiburón azul, al cual se le extraen las aletas para exportarlas a Hong Kong y China. Sólo entre 2018 y 2021 las exportaciones de aletas de tiburón crecieron en 114% y representaron más de 48 millones de dólares de ganancias.

El comercio de aletas de tiburón tienen un gran auge en todo el mundo. De acuerdo con el reporte de exportaciones del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) el 98% se concentra y llega hacia China, donde son consideradas un manjar y el kilo cuesta hasta mil dólares. En Latinoamérica, el Perú es el principal exportador de aletas de tiburón. Sólo en 2021, envió 415 toneladas y para 2022, hasta noviembre de este año, ha enviado más de 286 toneladas a China, Hong Kong, Singapur y Japón.

En el Perú, la pesca del tiburón azul es legal y, de acuerdo con el Instituto del Mar Peruano (Imarpe), se realiza principalmente en Moquegua, Lima y La Libertad. Moquegua representa el 47% de la pesca nacional. Las aletas son enviadas a plantas de procesamiento en Lima, de donde son exportadas. Es por ello que para Aduanas, Lima es la primera región exportadora de este potaje hasta Asia.

 

Aletas de tiburón
Agentes de Aduanas han incautado, en varias oportunidades, tiburones y aletas, que son vendidos ilegalmente en el norte del país. Foto: Sunat

 

De acuerdo con la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria y Aduanas (Sunat) en los últimos años, la exportación proveniente de Tumbes ha crecido, porque en el vecino Ecuador la pesca del tiburón azul está prohibida. Esta restricción ha generado un mercado negro que trafica aletas de tiburón hacia el Perú, de donde son enviadas a China. 

En marzo de  2018, las autoridades peruanas intervinieron más de 2 toneladas de aletas de tiburón que llegaron desde Ecuador. Y casi cuatro años después, los empresarios Jorge Roldán Angulo Sánchez, gerente de la empresa Ajansa Perú SAC, y Poly Pinto Gonzales fueron condenados por este tráfico ilegal.

Pero esto no detiene a los traficantes. Entre 2020 y 2021, las exportaciones de Ecuador a Perú fueron de 412 toneladas, equivalente al  62% de lo que el Perú exportó hacia China  en el mismo periodo de tiempo (660 toneladas).

La bióloga marina Adriana Gonzales explica que, en los últimos 50 años, la población de tiburones y rayas en el mundo se ha reducido en 71%, debido a la caza indiscriminada de estas especies. Un estudio de ScienceDirect.com estima que las capturas anuales de tiburones superan los 100 millones. Esto ha provocado que un tercio de todos los tipos de tiburón y rayas en el mundo se encuentren en peligro de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UINC).

 

Acuerdo para proteger a los tiburones

Es necesaria la protección de las 400 especies de tiburones que habitan el globo, 66 de las cuales están en el Perú, según la organización internacional de protección del ambiente marino Oceana. De acuerdo con la ONG Alianza para un Océano Sustentable (SOA por sus siglas en inglés), en el Perú y el mundo, la familia Carcharhinidae, a la que pertenece el tiburón azul, es la más sobreexplotada, pues representa dos tercios del mercado internacional y, por tanto, es la que se encuentra en más riesgo.

La propuesta que Panamá puso sobre la mesa en la edición 19 del CITES es simple, pero clave: Poner en el Apéndice II del CITES a 54 especies de tiburones, con el fin de que los países regulen su comercio. De esta forma, se busca que la explotación de este recurso natural sea sostenible y no se siga poniendo en riesgo de extinción.

El CITES tiene tres apéndices. El primero protege a especies en mayor peligro de desaparecer, prohibiendo su caza y comercialización; en el segundo —donde estarán los tiburones—, se encuentran las especies que podrían llegar a un nivel de amenaza si se siguen explotando; y en el tercero, especies que están protegidas por ciertos países y que requieren que más se unan para evitar la explotación insostenible o ilegal.

La votación de la propuesta para proteger a los tiburones se hizo el 17 de noviembre y se aprobó con 88 a favor, 29 en contra y 17 abstenciones.

 

CITES Panama
La CITES que se realizó en Panamá aprobó la regulación del comercio de tiburón azul en todo el mundo, para evitar su extinción.

 

Uno de los países que mostró una posición en contra fue Perú. Antes de viajar a Panamá, los representantes del Ministerio de la Producción (Produce) y del Imarpe dieron sus motivos para un apoyo parcial en una sesión de la Comisión de Pueblos Andinos del Congreso. Indicaron que apoyarían la inclusión en el Apéndice II de 19 especies declaradas en “peligro” y “peligro crítico”, pero no de las otras 35 especies de tiburones.

Juan Carlos Moreno, biólogo de la Dirección General de Asuntos Ambientales Pesqueros y Acuícolas de Produce, alegó que cuentan con un estudio que analizó datos de diez años y que concluye que la población de tiburones no ha disminuido, sino que se ha incrementado. El estudio, dijo, está basado en datos de desembarque.

El estudio al que se refiere Moreno es “Indicadores poblacionales del tiburón diamante y tiburón azul en el litoral peruano”, publicado en octubre de 2021 por el Imarpe. Sin embargo,  no dice que la población de tiburones haya aumentado. Señala que, por muchos años, la población de tiburón azul ha ido disminuyendo y que sólo en los últimos años ha mostrado “signos de recuperación”. Recomienda “considerar de manera precautoria, el establecimiento de medidas de manejo para reducir el esfuerzo y la presión de pesca”.

La oposición de Perú, apoyada por Japón —otro gigante de la explotación de aletas de tiburón— no fue suficiente y el viernes 25 de noviembre se ratificó el acuerdo para proteger las 54 especies de tiburones. Los 180 países que forman parte del CITES deberán implementar regulaciones para controlar la pesca y exportación del tiburón azul y, así, evitar su extinción.

 

Foto principal: Autoridades de Aduanas incautaron especies protegidas de tiburón en Tumbes / Crédito. Sunat