Durante dos meses, entre abril y junio, una situación que no había sido contemplada en la norma de control a la importación y venta de pruebas rápidas en el país, facilitó la comercialización indebida de las pruebas rápidas para detectar el COVID-19. Las droguerías que ingresaban estos productos al mercado peruano solo podían venderlas a Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPRESS). Sin embargo, nada impedía que estas últimas revendieran los dispositivos a particulares y el comercio continuara. Uno de los últimos eslabones de la cadena de distribución son las redes sociales, donde se continúa ofreciendo pruebas serológicas sin garantía de calidad del producto. Por las condiciones de este comercio informal, se incrementa el riesgo de que las pruebas utilizadas den falsos negativos y positivos. Además, aumenta el subregistro de casos confirmados, ya que los resultados no son notificados al sistema de salud.

 

"Necesito urgente 100 pruebas rápidas para entrega hoy", publica Claudia en un grupo privado de Facebook, que tiene más de 7 mil miembros.

En pocos minutos, la primera oferta aparece: "Test de prueba rápida-COVID 19 con documentos NMPA, FDA, CE, ISO 13485 y con registro sanitario en Perú", responde alguien identificado en la red social como Kat Gerall, quien aprovecha el espacio y deja su número telefónico para que otros interesados la contacten.

La secuencia de respuestas continúa. "Tengo (pruebas) en marca Artron canadienses, 99% de efectividad a 48 (soles) incluido IGV (impuesto general a la venta)", dice la usuaria Valerie. En tanto, Junior suelta otra oferta por las pruebas Artron y añade foto del producto. "40 soles", escribe.

Alrededor de 30 personas responden el anuncio de Claudia. La oferta varía en marcas y precios.

En cuestión de días, esta publicación quedó relegada en la vorágine de anuncios de compra-venta de pruebas rápidas del grupo. Entre sus miembros hay usuarios de Perú, Ecuador y Brasil. Los intercambios se realizan libremente, pese a que la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) prohíbe a las droguerías que importan pruebas rápidas que vendan directo al público o a través de redes sociales.

Solo las empresas importadoras tienen barreras para vender las pruebas rápidas, pero hay espacios grises en la norma. Hasta el pasado 26 de junio, un vacío legal permitió que las clínicas, policlínicos, consultorios y demás Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPRESS) comercializaran pruebas para detectar el COVID-19 en el mercado informal. La Resolución Ministerial 435-2020-Minsa aprobó una nueva directiva sanitaria para el control del ingreso y distribución de pruebas rápidas y moleculares en el país, que detuvo la reventa que hacían las IPRESS, pero aún persisten las filtraciones.

 

Durante meses las IPRESS no tuvieron prohibiciones para revender pruebas rápidas
Por meses los centros de salud privados no tuvieron prohibiciones para vender pruebas rápidas por las plataformas de internet.

 

La ruta de ingreso

Hasta la emisión de la Resolución Ministerial 435-2020-Minsa, el ingreso y distribución de estos insumos médicos en el país se realizaba de la siguiente manera: las pruebas rápidas eran importadas por droguerías autorizadas por Digemid. Dichos establecimientos sólo podían vender las pruebas serológicas a las IPRESS y, de manera excepcional, a instituciones públicas y privadas. Ante la carencia de una norma que impidiera a las IPRESS revender los dispositivos de diagnóstico, la cadena de distribución continuaba, hasta llegar a las redes sociales. El registro de la Superintendencia Nacional de Salud muestra 23 mil 990 IPRESS activas en el territorio. 

Convoca.pe contactó con algunos de los vendedores del mencionado grupo privado de Facebook. Una de ellas es "Marga", quien ofreció pruebas de la marca Novel a 45 soles y de la marca Biozek a 70 soles. También dijo que brindaba el servicio médico para aplicar las pruebas y subir los resultados al Sistema Integrado para COVID19 (Siscovid), pero tenía un costo adicional. Esta modalidad de venta, en la que uno elige si solo compra la prueba o si paga un adicional para que la muestra sea tomada por un especialista en un centro médico, también es empleada por otros vendedores.

La citada resolución ministerial prohibió la reventa a las IPRESS e instituciones públicas y privadas que compran pruebas a las droguerías. Sin embargo, amplió más el espectro de compañías importadoras, decretando que las empresas que necesitaban realizar despistajes a sus empleados también podían importar pruebas rápidas, previa autorización.

La emisión de la norma no disminuyó el comercio de pruebas que hay en el grupo privado de Facebook. Solo el viernes 3 de julio pasado, se publicaron 17 anuncios de venta de pruebas rápidas.

A fines de junio de este año, había 210 droguerías autorizadas para importar los test, pero solo el 50% de estas lo realizaba. Por su parte, Digemid lleva un control con Aduanas. Con el retorno de actividades económicas, la importación de pruebas incrementó, según las estimaciones de Digemid.

 

Comercio de pruebas rápidas en redes sociales persiste pese a modificación de la norma
El comercio de pruebas serológicas en redes sociales continúa a pesar de la modificación de la norma.

 

Los grises de la norma

La venta de estos insumos en redes sociales e internet está prohibida por Digemid, desde abril. Pero no queda claro si quienes realizan esta venta incurren en una falta administrativa o en un delito. El 12 de junio último, la Policía y la Fiscalía de Prevención del Delito de Cusco detuvieron a dos hombres que vendían pruebas serológicas a través de las redes sociales. Los encontraron con ocho cajas selladas, que contenían cerca de 200 test rápidos. Durante el operativo, los intervenidos no dieron razón de dónde consiguieron la mercancía. Por ello, se planteó una denuncia inicial por comercialización ilegal de productos médicos.

La emisión de la norma no disminuyó el comercio de pruebas que hay en el grupo privado de Facebook. Solo el pasado 3 de julio se realizaron 17 anuncios de venta de pruebas rápidas".

La Fiscalía de Prevención del Delito de Cusco, a cargo del magistrado Eduardo Poblete, continuó las investigaciones. Descubrió que estas dos personas, en realidad, trabajaban para un centro médico ocupacional, ubicado en la avenida Pardo, en la capital cusqueña. Recibían una comisión por la venta de estas pruebas. El centro de salud obtuvo las pruebas de una droguería con autorización. El expediente fue derivado a una fiscalía penal, para determinar si se trataba de un delito.

Convoca.pe consultó con fiscales de Arequipa respecto al tipo penal que se podría aplicar a quienes venden este tipo de pruebas por internet. Contestaron que si los dispositivos son obtenidos de forma ilícita, como un robo o por contrabando, podría denunciarse como delito. El problema es que si las personas sólo usan las redes para vender el servicio de una clínica, serían sancionados administrativamente, pero tendría que evualuarse si configura algún delito.

 

Por qué no se debe comprar pruebas en internet

¿Cuál es el problema de comprar una prueba en internet y aplicarla para descartar el COVID-19? Flor Espinoza Galindo, coordinadora del área técnica de pesquisas de la Dirección de Inspección y Certificación de la Digemid, alerta sobre los riesgos. Uno de ellos es que no hay garantías de la calidad del producto y ni de sus resultados.

Las pruebas serológicas tienen que cumplir con protocolos de almacenaje. "Imagina que alguien reparte las pruebas en su carro y las deja en la maletera varios días. Esto daña la calidad del producto, pues las pruebas son un insumo médico sensible", explica. También se corre el riesgo de adquirir una prueba que ingresó al país por contrabando y que no cumple los estándares de calidad.

 

Pruebas incautadas durante operativo en Cusco
Durante operativo en Cusco, se detuvo a dos personas que tenían cerca de 200 test serológicos en su poder. Foto: Difusión

 

Además, la funcionaria de Digemid advierte que las pruebas tienen que ser tomadas por médicos especialistas. Si son aplicadas por alguien sin conocimiento, pueden producirse errores en la aplicación, que conducirían a un resultado falso, ya sea negativo o positivo.

Por último, la especialista Flor Espinoza destaca que la venta por internet afecta la trazabilidad (seguimiento del rastro) de los casos, lo que permite conocer cuántos contagiados hay en el país. Si uno adquiere una prueba de manera informal o ilegal, no podrá registrar el resultado de la prueba en el Siscovid.

De acuerdo al reporte de la Sala Situacional del Minsa, al 6 de julio, se han detectado 228 mil  760 casos positivos de COVID - 19 en el país, utilizando las pruebas serológicas.