Bicentenario: La comunidad afroperuana aún no cumple los 200 años de independencia

 

La esclavitud de la población afrodescendiente en el país fue abolida en 1854, luego de más de 30 años de la proclamación de la independencia del Perú. En el año del Bicentenario, los afroperuanos se encuentran en una situación de falta de representación y en una lucha constante contra el racismo, que solo se combate con una educación igualitaria.

 

Por Asis Loyola | 22 de julio de 2021

 

A 200 años de la proclamación de la independencia del Perú, los episodios de racismo y desigualdad en relación a la población afrodescendiente continúan en el país. Además, persiste una deficiente educación sobre la historia de las personas negras, su llegada a este lado del mundo y quiénes fueron sus héroes. En el último censo nacional, el 3.57% de la población se reconoció como afroperuana, es decir más de 800 mil personas.

En el marco del Bicentenario, Convoca.pe conversó con la activista antirracismo y comunicadora Sofía Carrillo, y también con el presidente del consejo directivo de la asociación civil Ashanti Perú, Marco Antonio Ramírez, para conocer sus perspectivas del papel de afroperuanos en la historia de nuestro país y cómo es la situación de igualdad actualmente.

 

Historia incompleta

Hasta que Ramón Castilla abolió la esclavitud en 1854, los afroperuanos recién recuperaron algo de su libertad, pero no toda. Lamentablemente, la historia de las personas negras no es vista desde una perspectiva general, solo a partir de hechos puntuales. 

La ausencia de información y conocimiento retrata el inicio de la historia de afroperuanos como esclavos, algo muy alejado de la realidad. Tanto Sofía Carrillo como Marco Antonio Ramírez coinciden en que se debe mejorar la educación histórica acerca de las comunidades afroperuanas en el Perú, otorgándoles el lugar que merecen y ser reconocidos por su arduo trabajo para la construcción de este país. 

“En 1821, existió una liberación de vientres, a partir de ese momento los que nacían dejaban de ser esclavos, pero los demás no, eso es necesario decirlo”, comenta Sofía Carrillo.

En tanto, Marco Antonio Ramírez indica que es importante recalcar esa parte de la historia y añade que para la libertad de los peruanos afrodescendientes no aplica "un bicentenario", pues recién empezó a partir de 1854. “Este Bicentenario, es una oportunidad para poder reflexionar a quiénes hemos dejado más atrás, entre ella a la población afrodescendiente”.

Ramírez hace hincapié en que para la independencia del país no se convocó a la comunidad negra para poder tener una visión amplia de nación. “En ese entonces las familias africanas no eran consideradas personas, eran consideradas un bien, algo que podías comprar, alquilar y vender”, afirma. 

Uno de los principales problemas de no contar la historia general de los afroperuanos es la carencia de autoidentificación de las personas. Además, el poco conocimiento de estos sucesos de parte de la población no negra la hace uno de los principales factores para que se genere el racismo.

 

Representación en riesgo 

La comunidad afroperuana siempre ha sido reconocida por su papel dentro del folclore de nuestro país, así como en el deporte o la cocina, espacios donde se les tiene mucho respeto y reconocimiento. Sin embargo, su presencia en otros sectores, como la política o la televisión, es mínima; y si lo logran, se les exige más que al resto.

 

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La comunidad afroperuana es reconocida en ámbitos como el folclore y el deporte. También busca ser protagonista en sectores como la política. Foto: Agencia Andina

 

Consultados por Convoca.pe al respecto, Carrillo y Ramírez coinciden en que existe aún una brecha grande para poder divisar a representantes afroperuanos en estos espacios.

El presidente de Ashanti Perú sostiene que para una persona negra "los caminos son mucho más largos" y siempre se les exige tener un desempeño más alto que a otros. Por su parte, la activista antirracismo refiere a que existe un problema desde las escuelas al no presentar el papel importante de la comunidad afroperuana en la Historia. “A mi me hubiese gustado que me enseñaran la historia de Micaela Bastidas o Catalina Buendía de Pecho”, indica Carrillo. 

En la misma línea, Ramírez comenta que se debe cambiar esta falta de exposición a héroes nacionales afrodescendientes, de hacerlo, puede contribuir mucho a que los jóvenes se identifiquen con ellos y a la vez contribuir con la lucha contra el racismo. 

 

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Micaela Bastidas es una de las mujeres afroperuanas más representativas de la historia del país.

 

En televisión, no sólo no se ve una representación de afroperuanos, sino que en programas cómicos es denigrada y ridiculizada en muchas ocasiones. “Los medios de comunicación con sus personajes construidos no han contribuido en que la población afroperuana pueda representarse de manera positiva, hay una responsabilidad, pero también de empresas que no pueden colocar en puestos clave a nuestra comunidad”, refiere. 

 

Diferencias por aceptar

Las diferencias entre peruanos se ven al salir a la calle o, incluso muchas veces, dentro de las mismas familias, no hablamos de distinciones en términos de pensamientos o ideologías, sino en nuestra piel o rasgos corporales. 

El discurso relacionado a que “todos somos iguales” es uno de los más rechazados por Sofía Carrillo. Para la activista antirracista y periodista, es importante recalcar que todas las personas somos distintas y es importante aceptar nuestras diferencias. La imagen europea occidental es algo que se ha impuesto desde la independencia, la figura del “hombre blanco y letrado” es sinónimo de aceptación y poder. “Debemos alejarnos de esa concepción y aceptarnos cómo somos”, indica Carrillo. Además, es enfática en decir que no su pedido no es victimización, algo que se le acusa a las comunidades minoritarias, cuando levantan la voz en pro de la igualdad. 

Para Ramírez no solo es importante que se mejore la educación, sino que también se refuercen las sanciones contra actos racistas. “No es posible que no haya penas más fuertes por racismo, por ejemplo, el último caso de Tay Loy, quedó ahí, solo fue una disculpas mal hechas y terminó, argumenta.

 

 

Los episodios racistas siguen y seguirán apareciendo si no se acepta que las personas somos distintas. Ante esta clase de lamentables sucesos que solo se acabarán con una educación que refuerce la igualdad y la diversidad de las personas, nuestros consultados se refirieron a las víctimas de racismo. 

“Yo les diría a los que sufren estas situaciones que ‘use ese dolor como un impulso’ que use esa fuerza para salir adelante y seguir demostrando lo que vale”, nos comenta Sofía Carrillo. El presidente de la asociación dedicada a empoderar jóvenes afroperuanos, Marco Antonio Ramírez, comenta que ante esos lamentables episodios uno debe recordar cuál es su origen, “nosotros somos descendientes de sobrevivientes, de crimenes como el de trata de personas”. 

Ambos coinciden en que luchar contra el racismo es algo de todos los días y se debe hacer en todo ámbito, más aún, dentro de una sociedad racista como la nuestra.