Por Fiorella Montaño | 23 de julio de 2021
Shapiom Noningo es un líder del pueblo Wampis, que se ubica en las regiones de Amazonas y Loreto. Tuvo el cargo de secretario técnico del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis, el primer gobierno indígena de este tipo.
- ¿Qué significa el bicentenario para los pueblos indígenas?
Son dos siglos de vida republicana en que los pueblos indígenas no han sido considerados. El Perú es un país altamente racista y discriminador (...) En estos tiempos de pandemia, los servicios de salud son casi inexistentes. El sistema de educación es deficiente, no recoge los elementos culturales de los pueblos indígenas. El Estado es uno de los agentes que va extinguiendo el sistema cultural de los amazónicos, en vez de ir avanzando a un reconocimiento colectivo. Por lo tanto, los amazónicos, como en mi caso, no tenemos ningún interés, ninguna motivación o razón para festejar.
El 29 de noviembre de 2015, en una reunión de comunidades, se acordó establecer el Gobierno Territorial Autónomo Nación Wampis. El primer gobierno autónomo indígena de este tipo busca conservar la biodiversidad, su ideología y su sabiduría ancestral.
Una de las principales luchas de este pueblo es el reconocimiento de su territorio. Los Wampis ancestrales se desarrollaron en 1 millón 627 mil hectáreas, sin embargo, actualmente, estas comunidades viven en una extensión de 370 mil hectáreas reconocidas, señala Shapiom Noningo.
La tierra que disponían las comunidades indígenas en épocas ancestrales ha ido reduciéndose, desde que se formó el Estado Peruano. La lucha de los Wampis se repite en el resto de pueblos originarios.
- ¿Cómo luchan los Wampis para mantener viva su cultura?
No es el Estado el que cumple esta función sino los propios comuneros y comuneras, que mantienen fuertemente la cultura. Felizmente, los niños y niñas pueden hablar fluidamente su idioma, sin tener vergüenza.
Gil Inoach, abogado originario del pueblo Awajún, y expresidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep).
- ¿El bicentenario es reconocido como un hito importante por los pueblos indígenas?
Sería un hito importante, si el Estado hubiera reconocido plenamente los derechos colectivos de los pueblos indígenas, principalmente, el derecho al territorio. Desde la colonia, los territorios indígenas han sido fragmentados, se han creado poblaciones reducidas y se ha promovido la alienación sistemática de culturas. Este mecanismo ha sido heredado por el Estado peruano.
Gil Inoach destaca que uno de los mayores problemas es la disposición del territorio. Los pueblos indígenas están divididos por comunidades nativas. Un pueblo puede estar formado por varias comunidades. El Estado asigna un territorio a estas comunidades para desarrollarse, restringiendo lo que ancestralmente reconocen como su territorio. Los terrenos que eran reconocidos de forma ancestral por las poblaciones indígenas y que aún no han sido saneados son integrados al Estado para que disponga de estos. Pueden ser empleados para el desarrollo de diversas actividades, como la industria petrolera o el cultivo. Este uso del suelo es fuente de conflictos sociales.
- ¿La fragmentación del territorio indígena se ha ido formalizando con la emisión de normas desde el Estado?
Por supuesto. En la colonia, se llamaban comunidades de indígenas y, cuando se crea la República Peruana, por primera vez, se reconoce legal y jurídicamente a los pueblos indígenas, en el año 1920. En 1974 se promulga la Ley de comunidades nativas y, con esa norma, en la selva se viene titulando tierras fraccionadas.
Inoach explica que esta reducción del territorio de las tierras disminuye la capacidad de expansión de las comunidades y, en muchos casos, las termina arrinconando. Cita el caso del pueblo Chapra, ubicado en la provincia de Datem del Marañón, en Loreto; tenían un territorio reconocido de 35 mil hectáreas, que les impedía el desarrollo, por lo que esta comunidad reaccionó con la auto demarcación de sus territorios ancestrales.
- ¿En que situación se encuentran los pueblos indígenas en cuanto al acceso a servicios públicos?
Los servicios públicos vienen estandarizados. Eso ha contribuido a que los pueblos indígenas se estén sometiendo al mestizaje. Hay una política de homogenización de la cultura. El Perú nació con la idea de que las culturas que estaban ahí, antes, eran de sociedades retrasadas y tenían que ser educadas y sometidas a la cultura occidental, para que se civilicen y encuentren su bienestar y desarrollo.
Para Inoach, la definición de pobreza del Estado es muy distinta a la que tienen las comunidades indígenas. Tener viviendas que no son de material noble es lo común en la zona amazónica. Para estas sociedades, ser pobre implica no tener habilidades o recursos para la caza, pesca o siembra. En ese sentido, la reducción de su territorio contribuye a que no puedan desarrollarse.
Ruth Buendía, mujer asháninka que, en el año 2014, ganó el Premio Ambiental Goldman, como reconocimiento por su defensa del medio ambiente y la lucha contra el desplazamiento de las poblaciones originarias. Es integrante del consejo directivo de Aidesep.
- ¿En estos 200 años de independencia, las poblaciones indígenas han logrado integración y reconocimiento?
El sistema estatal casi no nos ha incluido. Hemos sobrevivido, nosotros nos hemos incluido. Si el gobierno nos quisiera atender, nos hubiera dado educación de calidad y especializada, atención en salud de calidad y especializada; velado por nuestros derechos y dado seguridad territorial. No hubo el interés político por mejorar la calidad de vida de los pueblos indígenas. Todas las autoridades que han administrado el país ven a los pueblos indígenas como el obstáculo del desarrollo.
La lideresa advierte que la falta de reconocimiento de su territorio ha generado otros males, como los asesinatos de líderes ambientales que se enfrentan a las actividades que dañan el ambiente.
Según el Ministerio de Justicia, entre marzo de 2020 y marzo de 2021, siete líderes fueron asesinados en el país. Aunque, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo y de organizaciones indígenas y ambientalistas, son más de ocho. Los asesinatos son promovidos por personas vinculadas a las actividades ilegales, como la tala, la minería y el narcoterrorismo.
- ¿La violencia persiste en los territorios indígenas?
Hay todavía remanentes terroristas, pero las autoridades también están ligados a ellos. En el caso del narcotráfico, las autoridades que deben velar por nosotros, como los congresistas, no han visto por la seguridad de los pueblos indígenas. Al contrario, muchas veces, nos han vinculado con el narcotráfico. Sin embargo, nosotros, como pueblos indígenas, somos nacionalistas, queremos nuestro país, donde hemos vivido, hemos nacido y vamos a morir. No vamos a ir a ningún sitio. Pero, lamentablemente, la sociedad peruana, limeña, no ve por los pueblos indígenas. Solamente nos ven como guardianes del bosque, pero el pueblo indígena pone su vida para proteger los bosques de la deforestación, tala ilegal y minería.
Ruth Buendía afirma que no se puede hablar de inclusión cuando, por cientos de años, se ha concesionado territorio en la Amazonía a petroleras, sin tomar en cuenta a las comunidades indígenas. Cuando se produce un derrame, estas poblaciones son las más afectadas. Solo de enero a agosto del 2020, hubo 14 derrames, según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). La mayoría ocurrió en el Lote 192, entre las provincias de Datem del Marañón y Loreto, en la región Loreto.
La contaminación de tierras pone en riesgo la seguridad alimentaria de las poblaciones indígenas. Ruth Buendía explica que ellos viven de la caza, pesca y recolección, pero cuando ocurre un desastre ambiental, se quedan sin alimentos. Esta sería una de las causas de la desnutrición infantil elevada en las comunidades originarias. Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), de 2019, el 52% de niños cuya madre habla una lengua indígena sufrían desnutrición, mientras que el promedio nacional era del 40.1%.
- ¿El Estado toma en cuenta la cultura de los pueblos indígenas?
Hay reconocimiento de la cultura, pero es un saludo a la bandera. Si tu me reconoces la cultura, también debes reconocer mis derechos, en todo momento, no solo folclorizar.