La constructora brasileña se benefició de al menos 11 grandes contratos otorgados a dedo por el gobierno de Hugo Chávez. Venezuela es el segundo país en el que Odebrecht pagó más sobornos, un total de 98 millones de dólares, según se desprende de las investigaciones en Brasil y Estados Unidos. Documentos revelan parte de esas comisiones “bajo cuerda”. Este reportaje forma parte del proyecto "Investiga Lava Jato", en el que participan 20 periodistas de 11 países de América Latina y África con la coordinación de periodistas de Convoca de Perú y Folha de Sao Paulo de Brasil.

Caracas. La constructora brasileña Norberto Odebrecht pagó al menos 13 millones 385 mil 329 dólares en sobornos para mantener contratos de grandes obras en Venezuela, según detallan documentos que registran el financiamiento no declarado de la compañía a políticos y funcionarios en 12 países, 10 de América Latina y 2 de África.

Las transacciones aparecen en correos electrónicos de un grupo de ejecutivos en la División de Operaciones Estructuradas, también llamada por las autoridades “Departamento de las propinas” de Odebrecht, que llevaba una contabilidad paralela y opaca de la constructora brasileña, conocida como “Caixa 2” —Caja dos— que fue mantenida en secreto, oculta de las autoridades, desde 2006 hasta junio de 2015, cuando fue desmantelado tras el arresto a los dueños de la compañía, Emilio y Marcelo Odebrecht, como parte de la operación Lava Jato que investiga la red de corrupción transcontinental.

Del total de 13,3 millones de dólares transferidos “bajo cuerda” por Odebrecht a intermediarios en Venezuela, $883.930 fueron pagados como comisión para mantener el contrato del Tercer Puente sobre el Orinoco, según los documentos a los que tuvo acceso Runrun.es y El Pitazo, como parte del proyecto “Investiga Lava Jato”. De esa cantidad, la empresa también destinó $541.296 en coimas por la obra del Puente Nigale, la segunda estructura sobre el Lago de Maracaibo, en el estado Zulia.

 

Documento 1
Correos electrónicos del sistema de contabilidad paralela de Odebrecht, denominado División de Operaciones
Estructuradas que muestran órdenes de giros o pagos por obras en Venezuela

 

Dos correos electrónicos enviados el 24 y 25 de abril de 2014 entre tres ejecutivos en el “departamento de propinas” de Odebrecht revelan que la empresa ordenó giros de altas sumas de dinero que juntas suman hasta 1.425.226,00 dólares estadounidenses, hechas en dos transacciones para pagos ilegales por estas dos obras en Venezuela. Los pagos se hicieron por intermedio de una sociedad offshore registrada en Panamá bajo el nombre de Drumilan.

La empresa también habría hecho desembolsos para obtener el contrato de la represa de Tocoma. Emilio Odebrecht confesó que pidió ayuda al entonces presidente Lula da Silva, para que intercediera ante Hugo Chávez, porque en la puja competía también otra firma brasileña, Andrade Gutiérrez. El contrato le fue otorgado finalmente a Odebrecht.

Los correos fueron enviados a través de un sofisticado sistema informático denominado Drousys, diseñado para enmascarar las comunicaciones vía intranet de la constructora. El servidor que almacenaba toda esta data se hallaba en Suiza por “motivos de seguridad”, según indicaron a la justicia brasileña varios directivos de Odebrecht que se acogieron al programa de delaciones eficaces para colaborar con las autoridades y recibir sentencias menos severas.

Los ejecutivos usaban códigos y nombres clave para enmascarar sus identidades. El primer correo fue enviado el 24 de abril de 2014 por un ejecutivo apodado Noshua —hasta ahora no identificado— a otro con el nombre código de Waterloo. Este último ha sido identificado por autoridades de Brasil como Fernando Migliaccio da Silva, de 48 años, quien era la persona que gestionaba los pagos de coimas a dirigentes políticos brasileños y extranjeros.

Migliaccio huyó de Brasil en junio de 2015, tras el arresto por las autoridades de Marcelo Odebrecht. Pero fue apresado en febrero de 2016 en Suiza mientras intentaba vaciar una cuenta bancaria y transferir los activos, entre los que se hallaban ocho kilogramos de oro. Migliaccio es también uno de los delatores de la trama de corrupción. Los correos también mencionan o son enviados con copia a un director con el apodo de Visamark, quien ya ha sido identificado por las autoridades como Marcos Grillo, uno de los operadores financieros encargados de generar dividendos que iban la “Caixa 2” para el pago de sobornos.

Dos correos electrónicos enviados el 24 y 25 de abril de 2014 entre tres ejecutivos en el “departamento de propinas” de Odebrecht revelan que la empresa ordenó giros de hasta 1.425.226,00 dólares estadounidenses, para pagos ilegales por dos obras en Venezuela.

También hay un pago para Venezuela “pendiente de confirmación” de $10.290.103 millones (15 julio 2014), según un email del 21 de julio de 2014 dirigido a “Waterloo” (Migliaccio), a través del banco austríaco Bank Winter, una de las entidades bancarias donde Odebrecht abrió cuentas especialmente para el pago de coimas, según confesó el propio Migliaccio en su delación premiada dada a conocer el 16 de mayo.

Aparte, tres planillas detallan la “programación semanal” de pagos de coimas desde el 28 de julio al 8 de agosto de 2014 (manejadas con el sistema de confidencialidad Drousys): se registran 4 transferencias de $500 mil y uno por $170 mil para el proyecto “Venezuela”. Aparecen como personas de contacto Carlos Mehlo y Jose Carvalho.

Venezuela es el segundo país en el que Odebrecht pagó más sobornos, un total de 98 millones de dólares, según se desprende de las investigaciones en Brasil y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, revelados en diciembre de 2016.

 

Otros pagos

Pero estas no han sido las únicas obras en Venezuela para las que Odebrecht destinó recursos en pago de sobornos. La empresa también habría hecho desembolsos para obtener el contrato de la Hidroeléctrica Manuel Piar, conocida simplemente como represa de Tocoma, ubicada en el estado Bolívar. Emilio Odebrecht confesó que pidió ayuda al entonces presidente Lula da Silva, para que intercediera por Odebrecht ante Chávez, porque en la puja competía también otra firma brasileña, Andrade Gutiérrez, que ya contaba con funcionarios del gobierno de Lula Andrade Gutiérrez, que ya contaba con funcionarios del gobierno de Lula haciendo lobby en su favor. El contrato le fue otorgado finalmente a Odebrecht.

La constructora brasileña se benefició de al menos 11 grandes contratos para obras de infraestructura otorgados a dedo por el gobierno de Hugo Chávez, uno de los más cercanos aliados del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Venezuela es el segundo país en el que Odebrecht pagó más sobornos: un total de 98 millones de dólares, según se desprende de las investigaciones de la trama de corrupción conocida como Lava Jato en Brasil y Estados Unidos.

Las autoridades venezolanas no han divulgado los contratos con Odebrecht, que se firmaron en el más absoluto secretismo y sin que hasta ahora hayan sido puestos al alcance y consulta de los venezolanos. La organización no gubernamental Transparencia Venezuela introdujo ante la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia cinco recursos o demandas solicitando la entrega y divulgación de los contratos.

Los dos puentes en Venezuela por los que Odebrecht pagó 1,4 millones en coimas en abril de 2014 se comenzaron a construir en 2006, bajo contrato con el Ministerio de Infraestructura, en ese momento a cargo de José David Cabello. Ninguno de los dos megaproyectos ha sido finalizado. El Tercer Puente sobre el Orinoco (que asumió la Fundación Propatria 2000, presidida entonces por Isidro Ubaldo Rondón Torres) presenta 71,03 % de avance, según confirmó a Runrun.es la oficina de Odebrecht en Caracas, actualmente cerrada luego de ser intervenida por el Ministerio Público en febrero de 2017.

Mientras que el proyecto del Puente Nigale del Zulia (a cargo de CorpoZulia, presidida por el general de brigada Carlos Martínez), que comenzó bajo el Convenio Básico de Cooperación Técnica entre Venezuela y Brasil, solo fue construido 16,53 %, de acuerdo al Registro Nacional de Contratistas (RNC).

Las autoridades venezolanas no han divulgado los contratos con Odebrecht, que se firmaron en el más absoluto secretismo y sin que hasta ahora hayan sido puestos al alcance y consulta de los venezolanos.

Existen discrepancias sobre el monto invertido en sendas obras financiadas vía Fondo para el Desarrollo Nacional (Fonden). Ningún documento oficial certifica la inversión inicial ni final en estos proyectos. Algunas cifras pueden acercar a la idea de sus costos. El Tercer Puente sobre el Orinoco costaría $2.800.00 en 2006, según anuncios del gobierno venezolano; en febrero 2015, el entonces ministro de Transporte Terrestre, Haiman El Troudi, aseguró que el Tercer Puente sobre el Orinoco costaría $990 millones. Mientras que en 2016, la inversión del Puente Nigale se ubicaría en $303.225.494, según cálculos del presidente del Colegio de Ingenieros del Estado Zulia, Marcelo Monnot, pero 10 años antes, cuando Hugo Chávez colocó la piedra fundacional a orillas del Lago de Maracaibo, se anunció que la inversión inicial sería $ 57 millones.

Diez años después de la firma de ambos contratos, lo más certero de la inversión en estos dos megaproyectos hoy congelados es el pago de una parte de los sobornos millonarios por parte de Odebrecht para mantener esas obras en Venezuela.

 

Nota: Lisseth Boon es periodista de Runrunes y Jesús Alberto Yajure es periodista de El Pitazo de Venezuela.