Ixtapa, México.- Un abogado y directivo de la compañía Altos Hornos de México (AHMSA) adquirió, en representación de la esposa del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, una residencia de lujo a la orilla del mar, con valor de 1.9 millones de dólares.
Las autoridades mexicanas investigan la compra de ese inmueble, que incluye una transferencia de 1.2 millones de dólares, hecha a través de una cuenta en Suiza ligada con sobornos presuntamente pagados a Lozoya.
La adquisición de la residencia a favor de la esposa del exdirector de Pemex se efectuó en julio de 2013, doce días después de que Pemex autorizó incluir en su cartera de inversiones la compra de Agro Nitrogenados, una planta de fertilizantes de la empresa AHMSA que tenía 14 años sin operar.
Las autoridades han determinado que la planta fue comprada con un sobrecosto estimado de 620 millones de pesos, además de que las instalaciones eran chatarra.
Por las irregularidades detectadas en la compra de esa planta, la Fiscalía General de la República arrestó el pasado 29 de mayo en Mallorca, España, al dueño y Presidente de AHMSA, Alonso Ancira. Por el mismo caso, un juez dio la orden de aprehensión contra Emilio Lozoya, aunque este presentó un amparo para no ser encarcelado.
Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) obtuvo copia de documentos que demuestran que a la par de que Pemex negociaba la compra de la planta de AHMSA, un ejecutivo de esa empresa intervino en la adquisición de una casa de descanso para la familia Lozoya en la zona de Contramar, uno de los desarrollos más exclusivos de Ixtapa.
La propiedad está ubicada en el condominio “Quinta Mar”, formado por sólo tres residencias de lujo, la mayor de las cuales es la que fue adquirida a favor de la esposa de Lozoya.
La superficie de la propiedad de la familia Lozoya es de 3,578 metros cuadrados, de los cuales la residencia abarca 934 metros cuadrados.
Cuenta con cinco recámaras, todas con baño propio y cuatro de ellas con vestidor.
La recámara principal tiene, además, una estancia, terraza descubierta, una pérgola, palapa y mirador con vista al mar.
En distintos desniveles se distribuyen el comedor, dos estancias, una terraza, la cocina, un gimnasio, un cuarto de televisión, dos bodegas, cuarto de lavado, cuarto de servicio con baño completo, alberca y cochera para tres autos. La residencia tiene acceso directo al mar, a una playa privada.
En el condominio hay otras dos residencias y están en venta dos lotes sin construcción. Uno mide 904 metros cuadrados, que es ofertado en 225 mil dólares, y otro de 820 metros cuadrados en 199 mil dólares; ambos están frente al mar.
“Quinta Mar es un hermoso Conjunto Residencial Exclusivo para casas de lujo. Densidad sumamente baja y vastos espacios verdes que preservan la belleza natural y tranquilidad”, menciona un promocional que es distribuido por agencias de bienes raíces a potenciales clientes extranjeros.
En un acantilado ubicado a un costado del condominio se ubica el Kau Kan, uno de los restaurantes más exclusivos de Ixtapa, dentro de un desarrollo llamado Ámbar. Al otro costado se ubica la Casa Jaguar, una residencia de ultralujo diseñada por el despacho Zozaya Arquitectos.
La transacción
El 19 de julio de 2013, la junta directiva de una filial de Pemex ubicada en Holanda, de nombre PMI HBV, autorizó incluir en la cartera de inversiones de la petrolera estatal el proyecto de adquirir la planta de fertilizantes de AHMSA.
Doce días después, la esposa de Lozoya, Marielle Helene Eckes, adquirió a través de un fideicomiso la residencia en el condominio Quinta Mar.
El contrato de fideicomiso a través del cual se le cedió la propiedad fue firmado ante el notario público número 1 de Zihuatanejo, Bolívar Navarrete Heredia.
Sin embargo, la esposa de Lozoya no se presentó ante el notario. En su representación acudió aquel día el abogado Juan Carlos Quintana Serur, quien en ese momento se desempeñaba como secretario de los comités de auditoría y de prácticas societarias de AHMSA.
Desde hace más de 15 años, Quintana Serur ha trabajado para AHMSA. Por ejemplo, el abogado intercedió en 2003 ante el despacho panameño Mossack Fonseca para crear una empresa fachada, a través de la cual tres altos ejecutivos de AHMSA adquirieron un departamento valuado en 2.6 millones de dólares en Punta Mita, en Nayarit, según revelaron los medios aliados al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación en abril de 2016, como parte de la investigación global Panama Papers.
Hasta el año pasado, Quintana Serur se desempeñó como Secretario del Consejo de Administración de AHMSA, uno de los más altos cargos ejecutivos de la compañía.
La esposa de Lozoya le había otorgado pleno poder a desde el 10 de junio de 2013, en un acto formalizado ante el notario 221 de la Ciudad de México, Francisco Talavera Autrique.
El poder especial fue exclusivamente para que en su nombre se celebrara el contrato del fideicomiso, para la adquisición de la residencia de Ixtapa.
Así que el 31 de julio de 2013 quien firmó la escritura de la residencia, a nombre de la esposa de Lozoya, fue el abogado y entonces directivo de AHMSA.
El artículo 27 de la Constitución impide que los extranjeros adquieran el dominio directo de tierras y aguas en una franja de 50 kilómetros en las playas, y sólo se permite el uso y aprovechamiento de inmuebles dentro de esa zona restringida, mediante un fideicomiso.
Como la esposa de Lozoya es extranjera (nació en Alemania el 30 de noviembre de 1975), la forma de transmitirle la propiedad fue precisamente a través de un fideicomiso, el cual fue autorizado por la Secretaría de Relaciones Exteriores el 18 de julio de 2013, según consta en el permiso con número 20131491.
Como fideicomitente (quien transmitió el inmueble) firmó Nelly Maritza Aguilera Concha, una empresaria de bienes raíces residente en Ixtapa, quien había comprado desde diciembre de 2004 al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) 12 mil 527 metros cuadrados en la zona de Contramar a un precio de 10 millones 747 mil pesos. Sobre ese terreno constituyó en agosto de 2009 el condominio “Quinta Mar”, con cinco lotes.
Como fiduciario (administradora del inmueble) firmó una abogada en representación de Scotiabank Inverlat, mientras que Helene Eckes –esposa de Lozoya- funge como fideicomisaria (beneficiaria de la propiedad), y en su representación suscribió el contrato el abogado y ejecutivo de AHMSA.
Como beneficiarios sustitutos, en caso de fallecimiento, fueron nombrados los tres hijos del matrimonio Lozoya-Eckes.
La residencia que fue transmitida a Helene Eckes tenía cinco años de haber sido construida. Su anterior ocupante era la propia empresaria que creó el condominio de lujo a la orilla del mar.
En el arranque del sexenio de Enrique Peña Nieto, la declaración patrimonial de Lozoya Austin estaba abierta. En ella se podía leer que era dueño de un solo inmueble, ubicado en Lomas de Bezares en la ciudad en la Ciudad de México. Pero a partir de 2013, fecha en que se da la transacción de Ixtapa, la declaración patrimonial del exdirector de PEMEX no es pública.
Transferencias de Suiza a Canadá
En el contrato del fideicomiso se acordó que como contraprestación por la transmisión del inmueble se pagarían un millón 900 mil dólares a la empresaria inmobiliaria Nelly Maritza Aguilera Concha, anterior propietaria.
Ese monto equivalía a 24 millones de pesos, al tipo de cambio vigente en julio de 2013.
El pago se efectuó en dos parcialidades mediante transferencias a la cuenta 4798-277 del Banco de Montreal, en Toronto, provincia de Ontario, Canadá, a nombre de la señora Aguilera Concha.
Un rastreo realizado por autoridades mexicanas reportó que la agente inmobiliaria recibió una transferencia de 1.2 millones de dólares el 5 de agosto de 2013 en el Banco de Montreal, cinco días después de la firma del contrato del fideicomiso.
Esa transferencia supuestamente provenía de una cuenta en Suiza a nombre de la empresa offshore Tochos Holding, establecida en las Islas Vírgenes Británicas, y en la cual, según las autoridades mexicanas, tenía como beneficiarios a Emilio Lozoya y a su hermana Gilda Susana.
El pasado 28 de mayo, MCCI reveló que de la cuenta de Tochos Holding también habrían salido el 1 de diciembre de 2012 dos transferencias por 2.58 millones de francos suizos para pagar una residencia que Emilio Lozoya compró en el fraccionamiento Lomas de Bezares, en la Ciudad de México. Al tipo de cambio de entonces, esas transacciones equivalían a 38 millones de pesos.
Las pesquisas oficiales apuntan a que parte del dinero de Tochos Holding podría provenir de los sobornos por 3 millones de dólares que ejecutivos de Odebrecht aseguran haber pagado a Emilio Lozoya entre abril y junio de 2012, en plena campaña electoral de Enrique Peña Nieto.
Las investigaciones oficiales han encontrado indicios de que esa cuenta en Suiza también fue usada para triangular fondos a personajes cercanos a la empresa española OHL.
MCCI publicó el pasado 5 de junio que de la cuenta de Tochos Holding supuestamente salió en 2011 una transferencia de un millón 100 mil dólares a la empresa Infoglobal, propiedad del yerno del máximo accionista de OHL, el grupo constructor español involucrado en un escándalo de corrupción en España y al que el Gobierno de Enrique Peña Nieto benefició con contratos multimillonarios.
Lozoya fue consejero de Infoglobal entre 2011 y 2012, y el dueño de esa compañía, Javier López Madrid, fue detenido en abril de 2017 por la Guardia Civil de España, acusado de haber pagado sobornos.
La cuenta en Suiza atribuida a Lozoya conecta distintos casos de corrupción: Odebrecht, OHL y ahora una operación que involucra a quien fuera un alto ejecutivo de Altos Hornos de México.
Iba a Ixtapa en aeronave que era para combatir huachicol
Después de que su esposa adquirió la residencia en Ixtapa, Emilio Lozoya realizaba viajes a ese destino turístico en un avión que Pemex había comprado para combatir el robo de combustible o huachicol.
Según las bitácoras de viaje, Lozoya hizo por lo menos tres vuelos de la base de la Unidad Especial De Transporte Aéreo del Alto Mando del Ejército (UETAAM) al aeropuerto de Ixtapa-Zihuatanejo, y otros tres vuelos de regreso.
Los vuelos los realizó en el Avión Citation Sovereign, de ocho plazas, que Pemex había adquirido el 22 de julio de 2014 a un precio de 203 millones de pesos.
La compra de esa aeronave, y de otras ocho, formaba parte de un convenio de equipamiento que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) había firmado con Pemex para reforzar la vigilancia y seguridad de las instalaciones petroleras, y evitar sabotajes o delitos, como el robo de combustible.
En concreto, el avión Citation Sovereign fue adquirido “para movilidad táctica y estratégica, de funcionarios de alto nivel, para tomas de decisión y otras actividades de Seguridad Nacional”, y no para viajes de placer.
Una investigación realizada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) determinó que todos los vuelos de mencionado avión fueron solicitados telefónicamente a la Sedena desde la dirección general de Pemex, cuando fue encabezada por Lozoya.
“La Sedena elaboró bitácoras en las que se indica el destino al que se trasladó al “DG” (Director General) y pasajeros, sin especificar los nombres de sus acompañantes”, menciona el reporte de la ASF.
La administración y operación del avión que usaba Lozoya estaban bajo responsabilidad de la Subdirección de Salvaguardia Estratégica de Pemex, cuyo titular era el general Eduardo León Trauwitz, quien actualmente es investigado de haber protegido el robo de combustible.