Entre los clientes del HSBC aparecía camuflada la historia de una aseguradora que, pese a sus millonarias cuentas, no pagaba impuestos en Perú

Swiss leaks. Entre los clientes del HSBC de Suiza de la lista peruana, aparecía camuflada la historia de una aseguradora que no pagaba impuestos en el país por declarar pérdidas constantes. En simultáneo movía más de US$9 millones en este banco que viene siendo investigado por lavado de dinero agravado.

En la lista original que filtró Hervé Falciani, el ex informático del HBSC de Suiza, resaltan los nombres de dos compañías nacionales. Una de ellas es Latina Seguros y Reaseguros S.A., con una cuenta que registra un monto máximo de 9 millones 430 mil dólares entre 2006 y 2007. Con esa cifra, se podría pensar que a esta empresa no le iba tan mal en el Perú. Es más, hasta podía irle “excelente” como aseguró su entonces presidente del directorio, el venezolano Moritz Eiris Bonilla.

Pero los estados financieros muestran otra realidad. Hasta 2007, Latina tenía pérdidas acumuladas que llegaban a los 12 millones 334 mil dólares** y que le permitieron evitar el pago de impuestos a la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), incluso cuando registró utilidades.

Las cuentas de la filial suiza del HSBC, que esta semana fue allanada por las autoridades y es investigada por lavado de dinero agravado, han permitido desenterrar el caso de Latina en el que existen números inconsistentes. Y evidencias de posible elusión tributaria mediante diversos mecanismos, de acuerdo con los documentos a los que accedió Convoca y los auditores financieros y contadores consultados para reconstruir esta historia.

Finanzas en rojo

En junio de 2005 nace Latina Seguros y Reaseguros S.A., producto de la fusión de Generali Perú y Latina Holding S.A. que compró el 98.09% de las acciones e inyectó 6 millones 673 mil dólares. Para ese momento, las pérdidas de la compañía superaban los 11 millones de dólares, según los estados financieros que presentó a la Superintendencia del Mercado de Valores (Ex Conasev).

Como resultado de la fusión, la empresa pasó a ser dirigida por Moritz Eiris Bonilla, un empresario venezolano que maneja sus negocios en el Perú a la distancia. Sus visitas nunca han durado más de una semana, según su registro migratorio. Junto a Eiris Bonilla, asumió como miembro del directorio de Latina, Enrique Lerner Rais, quien también aparece vinculado a la cuenta en Suiza.

 

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Cuatro meses después de empezar a operar en el país, en octubre de 2005, la empresa tuvo otro revés financiero: Refco Capital Markets, que manejaba 11 millones 900 mil dólares de inversiones de Latina, se declaró en quiebra tras ser acusada de fraude por las autoridades de Estados Unidos. Fue precisamente el 2005 que Latina cerró con la mayor pérdida anual registrada desde 2003: 5 millones 131 mil dólares.

En un contexto de cifras en rojo, en agosto de 2006, Latina redujo su capital social por encima de los 16 millones 284 mil dólares y el valor de las acciones cayó en más del 50%: de 6.18 soles pasó a 2.62 soles, según registros públicos.

Pero Latina no estaba obligada legalmente a reducir su capital social debido a que sus pérdidas aún no superaban el 50% del valor de la empresa. ¿Por qué lo hizo? Fuentes de SUNAT señalaron que esta operación es considerada un mecanismo de elusión tributaria muy utilizado porque permite repartir utilidades entre los socios sin pagar el 4.1% de impuestos al que estaban obligados los retiros de utilidades hasta 2014.

De no haber usado este mecanismo, Latina hubiera tenido que pagar más de 600 mil dólares, de acuerdo con los cálculos realizados con ayuda de auditores.

Recién desde 2013 en que se promulgó el decreto legislativo 1120, toda empresa que reduce su capital social deberá pagar impuestos a los dividendos, para frenar la “evasión tributaria”, apunta la norma. Pero esta prohibición no alcanzó a Latina que usó el vacío legal mientras movía millones de dólares en Suiza.

Ahora se entiende por qué Eiris Bonilla negó en un diálogo telefónico con Convoca, que su empresa haya recurrido a esta práctica. “No recuerdo ninguna reducción de capital”, dijo desde Estados Unidos con un celular registrado en Ecuador. Entonces, ¿cuál era la situación financiera de su empresa?, preguntamos. “Era excelente”, respondió. Al confrontarlo con las cifras de las pérdidas, Eiris recién empezó a recuperar la memoria y atribuyó los números en rojo a las pérdidas heredadas de su antecesora Generali.

De acuerdo con los estados financieros, las pérdidas de Latina Seguros eran mayores que sus utilidades entre 2006 y 2007, mientras que Latina Holding, la empresa madre, también registraba pérdidas en esos años.

 

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Cuentas millonarias

Un mes después de la reducción de capital, el 18 de setiembre de 2006, se abrió la cuenta de Latina Seguros y Reaseguros S.A. en la filial suiza del HSBC, según los documentos a los que accedieron el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y Le Monde.

Con la compra de Latina, Mapfre adquirió el beneficio de reducir su carga tributaria por el equivalente a las pérdidas acumuladas de más de US$12 millones”.

La cuenta que registra más de 9 millones 430 mil dólares está vinculada a otras tres cuentas que se abrieron el mismo día y aparecen a nombre de otras compañías del grupo empresarial: Sud América de Seguros C.A., Sur América Compañía de Seguros del Ecuador C.A. y Equator Investment Holding Ltd creada en Islas Vírgenes Británicas.

Junto a diversos directivos, Eiris Bonilla aparece relacionado a las cuatro cuentas de sus empresas con montos que suman 11 millones 883 mil dólares, entre 2006 y 2007. Latina Seguros y Reaseguros S.A. figura con el 80%. El empresario venezolano confirmó la existencia de esta cuenta en la entrevista telefónica y, de las otras cuentas, lo hizo mediante un correo electrónico enviado el último viernes por Pedro Samanamú, ex contralor de Latina.

Sin embargo, Eiris Bonilla cayó por lo menos en una contradicción de fondo en su intento de explicar el origen del dinero en Suiza. Argumentó que se trataban de las reservas de las primas de los asegurados pero evitó precisar los montos y los movimientos financieros en el HSBC por considerar que se trataba de un asunto “totalmente confidencial”. “No tengo por qué decirle a nadie cuánto moví en una cuenta”, agregó después de señalar que todo lo reportó a la Superintendencia de Banca y Seguros.

Las reservas a las que se refiere el empresario corresponden a las reservas técnicas de primas y de siniestros. Según los estados financieros de la empresa, en 2006 estos fondos apenas superaron los 8 millones de dólares, menos del monto máximo registrado en Suiza. Sin embargo, el decano del Colegio de Economistas de Lima, Ricardo Rasilla, explicó que la totalidad de esos fondos no son depositados en cuentas bancarias ya que la mayor parte debe ser colocada en inversiones que permitan obtener rentabilidad para cubrir las indemnizaciones de los clientes y garantizar que la reserva crezca año a año.

En consecuencia, lo que debe compararse con el dinero en Suiza es el rubro Caja y Bancos que aparece en los estados financieros. De acuerdo con auditores y contadores consultados, las cifras tampoco encajan. Para el 2006, este rubro alcanzó los 5 millones 716 mil dólares, es decir cerca de 4 millones de dólares menos de lo que se registró como monto máximo en el HSBC. En 2007, este rubro llegó a los 7 millones 195 mil dólares, dos millones 234 mil menos del monto máximo en el banco.

Eiris Bonilla aseguró que además de las cuentas en el HSBC, Latina también trabajaba con el Deutsche Bank. Si esto es verdad, el monto declarado en Cajas y Bancos debería ser mucho mayor a lo de las cuentas en Suiza.

El empresario aseguró que pagó el impuesto a la renta que generó Latina Seguros en el Perú y que declaró “los ingresos derivados” de la cuenta del HSBC. Pedimos esta información a Sunat, pero debido al secreto tributario no fue posible obtenerla.

La historia de los montos millonarios en Suiza no acaba en 2007. El nombre de la segunda aseguradora más importante del país, Mapfre Perú Compañía de Seguros y Reaseguros, aparece en este vaivén empresarial.

La venta a Mapfre

A fines de 2007 se aprobó la venta de Latina Seguros a Mapfre América, que es la matriz de la filial nacional Mapfre Perú. El 1 de enero de 2008 se oficializó el cambio de dueño.

Mapfre Perú ya tenía vínculos comerciales con Latina desde antes de la venta, confirmó Eiris Bonilla. Y tiempo después, a fines de 2007, decidieron concretar la transacción en dos pasos: primero, el 31 de octubre de 2007, Latina Seguros y Reaseguros S.A. transfirió el 98.55% de sus acciones a Mapfre Perú por 13 millones 417 mil dólares, y dos meses después, el 28 de diciembre, se aprobó la fusión de ambas empresas, según consta en las memorias anuales de Latina.

 

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Con la fusión, Mapfre heredaba los pasivos y activos de Latina, entre los que figuran la cuenta en Suiza. Mapfre lo confirmó en un correo electrónico enviado a través de la consultora de comunicaciones Chisac: “Mantenemos la cuenta abierta en el HSBC de Suiza, porque operativamente nos resulta conveniente contar con fondos en una entidad bancaria que funcione en horario distinto al peruano”.

En la breve respuesta que envió Mapfre a las once preguntas de Convoca, ésta señaló que los ingresos derivados de la cuenta “han sido incluidos en nuestras sucesivas declaraciones de impuestos”. Pero evitaron responder sobre el proceso de compra de Latina y aclararon que todo fue “con apego a las normas”.

Con la compra de Latina, Mapfre adquirió el beneficio de reducir su carga tributaria por el equivalente a las pérdidas acumuladas de Latina hasta 2007: 12 millones 334 mil de dólares.

Para entonces, las cifras de Latina daban cuenta de una empresa al borde de la quiebre, a juzgar por el Decano del Colegio de Economistas, una situación que le permitió apelar a diversos mecanismos para no pagar impuestos en el Perú mientras manejaba millones de dólares en Suiza. Este es el punto de partida para la investigación que las autoridades peruanas deberán realizar a raíz de la revelación de los Swiss Leaks.

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Directores cuestionados

Entre 2006 y 2007, período del movimiento financiero en Suiza, en el directorio de Latina figuraban dos personajes con cuestionamientos propios: José Flecha Zalba y Charles Fyfe Alvarado. Flecha, apenas dos años antes, había logrado ser excluido por la Corte Suprema de un proceso judicial por presuntamente haber intentado ayudar a esconder bienes de la empresa CIFSA International del prófugo Enrique Benavides Morales, uno de los principales operadores de Vladimiro Montesinos en casos de corrupción como el de los aviones MIG – 29. Su esposa es cuñada de Benavides Morales.

Mientras que Charles Fyfe era dueño de Master Capital y AFINE SAC, empresas que compartían la dirección con Business Track (BTR), acusada de espionaje telefónico, según un informe de la Dirección Antidrogas de enero de 2009. Además, figura vinculado a sociedades off shore como Canopy Group, creada en las Islas Vírgenes Británicas, y Sustainable Development Investments Inc. fundada en 2006 en Panamá. Flecha y Fyfe admitieron a Convoca que enfrentaron estas denuncias pero negaron que tuvieran conocimiento cercano del singular manejo financiero de Latina.