“Cuando uno está en el penal tiene que creer lo que sea. Confías si alguien te dice que vas a salir mañana, porque tienes que creer en algo”, dijo el recluso Rafael Pachacama García —quien acusó a un juez de Arequipa de pedir dinero a cambio de resoluciones favorables— al ser contactado para este reportaje cuando era trasladado a una diligencia fiscal desde el establecimiento penitenciario de esta ciudad del sur del país.
Rafael Pachacama, de 44 años de edad, investigado por crimen organizado y estafa, colaboró, sin proponérselo, en la captura del todavía magistrado Gino Valdivia Sorrentino —en mayo de 2018— y puso al descubierto una red de corrupción al interior de la Corte de Justicia de Arequipa, donde se “negociaba” la emisión de decisiones judiciales con procesados detenidos que buscaban su excarcelación.
Valdivia Sorrentino era el juez decano de la corte judicial de Arequipa, nombrado así por ser el más antiguo de los magistrados en ejercicio en esta jurisdicción. Desde hace dos años, es investigado por el Ministerio Público por cometer delitos como cohecho (pedir o recibir sobornos), estafa y tráfico de influencias. En la actualidad, tiene la condición de suspendido en el Poder Judicial debido a que su destitución sigue pendiente de trámite tras la desactivación del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). Hasta su arresto, se desempeñó como titular del Juzgado de Investigación Preparatoria del distrito de Mariano Melgar, cargo que asumió en abril de 2007.
A través de interceptaciones telefónicas legales, denuncias y testigos, la Fiscalía ha identificado al menos otros diez casos en los que el magistrado y sus cómplices estarían involucrados en pedidos y recepción de sobornos a personas detenidas. Sin embargo, según las fuentes consultadas, las indagaciones están paralizadas desde agosto último en la Fiscalía de la Nación.
Contante y sonante
A Rafael Pachacama se le impuso 18 meses de prisión preventiva por incumplir contratos de alquiler de maquinarias y vehículos que firmó a nombre de su empresa. Él niega ser un estafador y mucho menos ser integrante de una organización criminal. Por el contrario, se considera un empresario que por su ímpetu no midió a tiempo los riesgos de su negocio. Aquellos que lo acusan son, precisamente, las personas con las que mantiene aún compromisos de pago.
Entrevistado para este reportaje, Pachacama aseguró ser una de las víctimas del juez Gino Valdivia Sorrentino. “A mí me ha estafado dos veces”, señaló.
Afirmó que a principios del 2018 le presentaron al abogado y ex magistrado Eloy Zeballos Zeballos, quien le ofreció recuperar su libertad mediante un hábeas corpus, pero a cambio debía pagar 8 mil dólares al juez del caso. Rafael Pachacama adujo que accedió a abonar la coima porque temía quedarse encerrado en el penal, sin poder solucionar sus problemas financieros. No obstante, la solicitud de libertad que presentó fue rechazada y por esta razón pidió a su abogado que le devolviera su dinero.
“En ese momento (Eloy) Zeballos denuncia al juez Gino (Valdivia) para librarse de mí, para decir que le dio el dinero a él. A raíz de esa denuncia, la policía empezó a investigar a Valdivia, le intervinieron el teléfono celular y así también se enteran que venía acá, a la carceleta, a buscar clientes”, sostuvo Pachacama.
La segunda vez que el procesado entregó un soborno fue en el interior del penal de Arequipa, después que el juez Valdivia fuera arrestado por pedir coima a la reclusa Angélica Cauna. El magistrado detenido le ofreció ayuda a Pachacama para salir de prisión, pero a cambio su abogado (Eloy Zeballos) debía retractarse de la denuncia inicial. Y así lo hizo. Zeballos presentó un escrito en el que varió su testimonio y fue la prueba que Valdivia presentó en el juicio relacionado al caso de Cauna.
A pesar de esto, y en base a otras pruebas, en abril de 2019 el Poder Judicial condenó al juez Gino Valdivia a nueve años de cárcel por el delito de cohecho pasivo específico y le impuso el pago 16 mil soles de indemnización.
Rafael Pachacama dijo que en esa ocasión el magistrado lo convenció porque dijo que había conversado previamente con su hijo, el fiscal de prevención del delito Gino Valdivia Guerola, quien iba a visitar a su padre en el establecimiento penitenciario. Además, se jactaba de tener una estrecha amistad con varios jueces, dejando entrever que podría tener injerencia en la corte judicial arequipeña.
El Ministerio Público detectó que el fiscal visitó varias veces a su padre (el juez Valdivia) en el penal. Se ha establecido que hubo más de 20 encuentros, según reportes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE). Asimismo, las pericias arrojaron que la letra que de los escritos presentados por Pachacama le pertenece al detenido Gino Valdivia.
Además de Pachacama, otros presos denunciaron a través de un escrito —publicado por diferentes medios de comunicación— que habían sido víctimas de los engaños del juez. Pero luego de un tiempo, desistieron de ratificar su versión.
Con el fin de pedir la versión del juez Valdivia, buscamos a su abogado Samuel Vásquez, pero este respondió que su patrocinado no hablará con la prensa. También intentamos entrevistar al fiscal Gino Valdivia Guerola, quien manifestó que tampoco daría declaraciones al respecto. Solo negó conocer al interno Pachacama y refirió que esperará que las investigaciones concluyan.
Esquema de corrupción
La fiscal superior Rosario Lozada, quien tiene las otras diez carpetas fiscales por presunto soborno a Gino Valdivia Sorrentino está a la espera de que la Fiscalía de la Nación se pronuncie sobre las nuevas investigaciones al magistrado.
“Hemos remitido a la Fiscalía de la Nación el expediente de la investigación preliminar que tiene como hechos otros diez casos de cohecho pasivo por los también se le investiga al juez Valdivia para formalizar investigación preparatoria —no existe plazo para tener una respuesta—, pero les podemos decir que enviamos la solicitud a fines de agosto (de 2019)”, afirmó la fiscal superior.
El documento fue remitido el 28 de agosto pasado y hasta el momento no hay respuesta del pedido realizado por la Fiscalía de Arequipa. Los actos de corrupción fueron cometidos presuntamente por Gino Valdivia cuando aún era titular del Juzgado de Investigación Preparatoria del Módulo de Justicia de Mariano Melgar.
Las nuevas investigaciones están vinculadas a las comunicaciones interceptadas al magistrado entre el 19 de abril y 4 de mayo de 2018. El Ministerio Público ha identificado 12 conversaciones telefónicas en las que se escucha al juez Valdivia pidiendo dinero para intervenir en procesos judiciales. En los diálogos interceptados aparecen personas identificadas como “Hugo”, “Daniel”, “Roxana” y “Sarita”.
En las referidas conversaciones por teléfono, el juez comentaba con sus interlocutores sobre posibles sobreseimientos, terminaciones anticipadas (de condenas), detenciones preventivas. En todas ellas, se mencionaba solicitudes o entregas de dinero, según las fuentes.
Uno de estos casos es el de una pareja que fue detenida por cometer un supuesto hurto. El 20 de abril de 2018, en horas de la noche, el juez llamó a la abogada Lily Huanqui para informarle respecto a la detención y la audiencia que se realizaría un domingo por la tarde. El juez le pidió que los fuese a ver (a los arrestados) para saber si “conseguían algo”.
Dos días después, la abogada “logró” que el varón detenido aceptara pagar mil soles, mientras que la mujer se negó a dar la coima.
En este caso, se identificó como cómplice a la abogada Lily Huanqui, quien se encuentra con orden de captura desde agosto de 2018. Obtuvo su libertad mediante un hábeas corpus otorgado por el juez Wilber Calle, investigado por este fallo en la Oficina Desconcentrada de Control de la Magistratura (Odecma) del Poder Judicial, en Arequipa. Desde entonces, está en condición de prófuga, pues un nuevo mandato de detención preventiva pesa sobre ella
Destitución pendiente
El caso de Gino Valdivia es uno de los 22 que implican a magistrados de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, quienes fueron destituidos por cometer actos de corrupción en los últimos diez años, de acuerdo a información de la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA) del Poder Judicial.
El jefe de la Odecma en esta ciudad, Johnny Cáceres Valencia, ha solicitado la destitución del juez Gino Valdivia Sorrentino ante la OCMA en 2019. Sin embargo, el proceso se encuentra entrampado hasta la fecha debido a que los integrantes de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) recién asumió sus funciones en esta semana. Es el organismo encargado de nombrar y destituir magistrados del Poder Judicial y la Fiscalía, tras la desactivación del CNM por el escándalo de las actividades de la red criminal Los Cuellos Blancos del Puerto.
“El caso de Gino Valdivia afecta gravemente a la imagen del Poder Judicial, y sobre todo a esta Corte Superior de Arequipa. Era un magistrado de carrera, un juez decano y que cometa este tipo de actos es un golpe muy fuerte de la corrupción. Solicitamos su destitución a la OCMA y estamos a la espera de que la JNJ atienda el pedido”, expresó Cáceres.
El jefe de la Odecma en Arequipa consideró que se trata de uno de los casos más graves debido a que se trata de un juez de carrera, aunque sostuvo que este nivel de corrupción no es recurrente en este distrito judicial.
Los litigantes y abogados consultados para este reportaje, discreparon de esta apreciación, pues señalan que no es el único caso, sino el que cuenta con las pruebas producto de grabaciones de interceptación telefónica dispuestas para investigar otra denuncia.
En todo caso, la acción de la flamante Junta Nacional de Justicia será decisiva para resolver la propuesta de destitución contra el juez suspendido Gino Valdivia Sorrentino.
Con la colaboración de Jhaqueline Puma Ticona, estudiante de Periodismo de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA).
* Esta publicación conjunta forma parte de Periodistas en Red, la sala de redacción nacional de reporteros y estudiantes para el periodismo de investigación conformado por miembros de siete regiones del Perú: Arequipa, Loreto, Lambayeque, Piura, Junín, Callao y Lima.