Por Paul Tuesta
Editado por Ghiovani Hinojosa
19 de abril de 2023
El 25 de noviembre de 2021, un maderero llamado Gregorio Bueno Rojas envió 24,8 metros cúbicos de estoraque, una especie de alto valor comercial, desde Madre de Dios hasta el puerto del Callao. Las autoridades del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) y de Aduanas inspeccionaron el cargamento, que estaba destinado a la exportación, y encontraron que una parte, 2,2 metros cúbicos, parecía tener origen ilícito y decomisaron ese fragmento sospechoso. Lo llamativo era que la empresa que iba a sacar la madera del país es una de las principales exportadoras peruanas: Imk Maderas SAC.
Esta compañía, que solo en el último año totalizó envíos al exterior por 12 millones 32 mil dólares en maderas y derivados, le compró el estoraque a Bueno, que en ese momento era titular de una concesión forestal en el distrito de Iberia, provincia de Tahuamanu, Madre de Dios. El Estado le permitía extraer madera con ciertas condiciones que no afectaran el bosque, algo que, como veremos, no se cumplió. La Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) del Callao abrió una investigación contra Aleksa Kovac López, gerente legal de Imk Maderas, por el presunto delito de tráfico ilegal de productos forestales maderables.
Según un informe del Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor), encargado de fiscalizar las concesiones, Gregorio Bueno estaba autorizado para extraer sólo 16,2 metros cúbicos de estoraque. Por eso las alarmas se activaron cuando llegaron al Callao 24,8 metros cúbicos de esta madera, según constaba en la documentación que portaba el transportista. Eran 8,6 metros cúbicos más de lo permitido.
También se supo que la concesión de Bueno había caducado el 31 de octubre de 2021, tres semanas antes del envío. Otra irregularidad que generó dudas sobre la legalidad de la operación.
Días antes de que su concesión caducara, supervisores de Osinfor llegaron al predio de Gregorio Bueno y encontraron que había extraído madera no autorizada y que había utilizado indebidamente la documentación para el transporte forestal, entre otras faltas. Le impusieron una multa de 4,2 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), equivalentes a 18.480 soles.
El 28 de noviembre de 2021, el proveedor de Imk Maderas ingresó a la Lista Roja de Osinfor, una base de datos de extractores de madera que representan “un riesgo inaceptable, importante o moderado para el comercio legal por haberse evidenciado aprovechamiento no autorizado a los recursos forestales maderables”, como explica la entidad.
Es difícil comprobar el origen legal de la madera en el Perú. Osinfor precisa a Convoca.pe que las prácticas más comunes para el blanqueo forestal son:
Si alguna de estas posibilidades aplica para la carga decomisada a Imk Maderas, lo dirán las autoridades judiciales. En cualquier caso, ¿cómo se asegura Imk Maderas que está comprando madera limpia? ¿Qué procedimiento sigue para cuidarse de no contribuir con la depredación del bosque? Convoca.pe solicitó la versión de esta empresa, pero hasta el cierre de edición no obtuvo respuesta.
Osinfor explica que las circunstancias por las cuales se sospecha que una madera tiene origen ilegal son tres: 1) Si a través de supervisiones en campo de los títulos habilitantes (las concesiones) se determina que hubo extracción no autorizada, 2) Si los productos forestales, al ser transportados, no cuentan con Guía de Transporte Forestal, y 3) Si en la exportación las autoridades solicitan la información del origen legal de la madera y el exportador no la presenta.
"La ley peruana lo dice claramente: el que compra, transporta o almacena madera de origen ilegal, es culpable. No basta con que tú pensaras que era legal, tienes que tener pruebas fehacientes de que esa madera tiene un origen legal", explica Julia Urrunaga, directora en Perú de la ONG Environmental Investigation Agency (EIA). En este sentido, la sola revisión de la Lista Roja de Osinfor o las Guías de Transporte Forestal, que pueden ser falseadas, no son suficientes para asegurar la licitud del cargamento. "La ley exige que hagas una diligencia debida sobre a quién le vas a comprar", dice a este medio.
Se calcula que el 37% de la extracción de madera en el Perú se hace ilegalmente, según un informe de la Presidencia del Consejo de Ministros del 2021. Una de las maderas preferidas por los taladores ilegales es el estoraque, también conocida como “myroxylon balsamum”. Es un árbol de múltiples usos, que van desde los medicinales por el aprovechamiento de su resina, fruto y corteza, hasta los cosméticos, la ebanistería fina, la carpintería y la decoración de interiores. Este recurso es muy valorado en la industria maderera, pero, además, es valioso para las comunidades nativas de Madre de Dios.
Verónica Luque Quino, regidora de la Municipalidad Provincial de Tahuamanu, explica que el estoraque, aparte de otros usos, es utilizado como leña por los pueblos indígenas de Madre de Dios. En cuanto a la tala ilegal, pide que se controle mejor, y exhorta a las autoridades a que "ya no se den más permisos para seguir talando mientras no se tenga la certeza de que se está reforestando".
Los claroscuros de Inforhuay
Industria Forestal Huayruro SAC (Inforhuay) es otra de las principales exportadoras de madera del país, según la Asociación de Exportadores (ADEX). En 2022 vendió sus productos al exterior por más de 6 millones 682 mil dólares. Goza de una buena imagen que exhibe en ferias y eventos gremiales. En 2017 sus productos fueron expuestos por el Ministerio de la Producción en el buque Unión, que llegó a 16 puertos de Europa y América del Norte. En los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019 fue reconocida como parte de las empresas que "realizan buenas prácticas de manejo, transformación y comercialización de sus productos maderables". Además, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) ha premiado a Inforhuay por sus resultados en el mercado de la exportación.
Sin embargo, las sombras detrás de este brillo alcanzan al gerente de Industria Forestal Huayruro, Javier Navarro Ramos, quien, según una investigación periodística del año 2016, fue sindicado como parte de una red criminal de blanqueo de madera ilegal vinculada a "Los Patrones de Ucayali". Según una publicación, Navarro Ramos habría sido uno de "los despachadores" encargados de facilitar el traslado de madera ilegal hacia Lima y otros destinos. El caso, catalogado como crimen organizado, se encuentra actualmente en investigación fiscal y todas las diligencias han pasado de Ucayali a Lima.
Asimismo, se han abierto varias investigaciones fiscales contra otro directivo de la empresa, el gerente general, Javier Navarro Vásquez. Está imputado por el delito de actos contra el pudor y por el delito de impedimento a integrar sindicatos.
Además, Industria Forestal Huayruro figura en la Lista Roja de Osinfor por dos de sus tres concesiones de extracción de madera (a diferencia de Imk Maderas, esta empresa extrae el recurso del bosque y luego lo exporta). En el predio que tenía en el distrito de Masisea, provincia de Coronel Portillo, Ucayali, la empresa incumplió el Plan de Manejo Forestal del bosque, realizando extracciones forestales sin la correspondiente autorización o fuera de la zona autorizada, y facilitando la extracción, transporte, transformación o comercialización de recursos forestales extraídos de manera ilegal. También incumplió la implementación del Plan General de Manejo Forestal o Plan Operativo Anual. Todo esto resultó el 2013 en una multa de 12,9 UIT, equivalentes a 47.804 soles.
En otra concesión suya, ubicada en el distrito de Emilio San Martín, provincia de Requena, Loreto, Industria Forestal Huayruro fue sancionada el 2016 con 45,9 UIT, equivalentes a 181,644 soles. También se declaró la caducidad del derecho de aprovechamiento forestal en su contra. En esta concesión se evidenció la extracción ilegal de recursos forestales maderables, lo que constituye una infracción administrativa y una presunta comisión de “ilícitos penales”. La multa fue confirmada por el Tribunal Forestal de Serfor en el 2017.
Pese a todos estos cuestionamientos, Inforhuay mantiene vigente una concesión de 41,707 hectáreas, que empezó en julio de 2002 y se extenderá hasta julio de 2042.
"Con los antecedentes de dos concesiones que han tenido que ser caducadas por faltas graves (...), esto debería implicar un veto para esos empresarios. Deberían de cancelársele todas las concesiones", opina Urrunaga.
Este medio se comunicó con la empresa maderera Inforhuay para obtener su versión sobre estos hechos, pero sus representantes dijeron que no brindarían ninguna entrevista.