56 exportadores sin rastro vendieron oro por más de 1.300 millones desde Ecuador

Diecisiete  empresas y treinta y nueve personas de difícil ubicación realizaron multimillonarias exportaciones de oro desde Ecuador. Entre los mayores exportadores se encuentran una persona que fue lustrabotas y otro que fue asesinado en Guayaquil mientras era investigado por narcotráfico. El Gobierno ha reconocido que actores empresariales podrían estar lavando oro ilegal. Esto sucede en medio de uno de los contextos más violentos en la historia del país, como revela ‘Oro sin rastro’, una nueva entrega de la serie investigativa ‘Dorada opacidad: mecanismos sobre el tráfico del oro latinoamericano’.

 

Autor: Plan V, CLIP y Convoca.pe

21 de enero de 2025

Fabricio Alexander G.M. es un exitoso exportador de oro. Entre agosto de 2023 y marzo de 2024 envió 778 kilos de ese metal precioso a la India y Emiratos Árabes Unidos avaluados en $23,6 millones de dólares. En promedio, cada exportación fue de 38 kilos de oro, pero en tres ocasiones sus cargamentos superaron los 100 kilos, según los registros aduaneros oficiales. 

Pero Fabricio Alexander G.M., de 39 años, no tiene empresa ni figura como empleado de ninguna compañía. Su primera actividad económica fue la de limpiabotas en 2012, según su Registro Único de Contribuyentes (RUC). Dos años después, suspendió su RUC.  

Entre 2013 y 2022, tuvo modestos cargos en el sector público. En 2014 fue coordinador de mesa en las elecciones seccionales de ese año y, en 2016, ingresó como cadenero —ayudante de operaciones topográficas que lleva una cadena para hacer mediciones— en la Prefectura de la provincia de El Oro, en el sur del país. Su labor consistía en machetear terrenos y abrir caminos en la montaña para que los técnicos pudieran ingresar a realizar su trabajo.

En 2019, finalizó su contrato ocasional, por lo que presentó una acción de protección ante la justicia para mantenerse en el puesto. Su petición fue aceptada en primera instancia, pero fue revocada en la apelación. Cuando salió de ese trabajo, en 2020, registró en su cuenta bancaria 20 dólares como patrimonio.

Tres años después, en agosto de 2023, reactivó su RUC para la extracción de metales preciosos y empezó a exportar barras de oro a la refinería india AJ Refinery Private Limited, que se describe como una de las más grandes del país asiático. Esta es una de las mayores compradoras de oro de empresas ecuatorianas de reciente creación, según una investigación previa de Plan V, como parte del proyecto transfronterizo ‘Dorada Opacidad’, liderado por Convoca.pe.

Fabricio Alexander G.M., que registró la dirección de su negocio en Guayaquil, también vendió oro a las empresas emiratíes Aureus Enterprises DMCC y RV Impex FZE. Entre 2017 y 2023, este exportador declaró cero en impuesto a la renta.

¿Cómo pasó de limpiabotas y cadenero a ocupar un lugar entre las diez personas con mayores exportaciones de oro desde Ecuador? “Eso es personal y privado”, respondió Fabricio Alexander G.M. a la consulta de esta alianza periodística por teléfono.“Si usted tiene todos los papeles públicos, analice de ahí y puede sacar su propia perspectiva de cómo se elabora y de cómo se puede exportar”, agregó el comerciante de barras de oro. Al insistirle en su versión sobre sus exportaciones, respondió:  “Ni la conozco ni me conoce para enseñarle lo que hay que hacer”. Después, dejó de contestar a las llamadas. 

Ecuador tiene una sola mina de oro a gran escala, Fruta del Norte, y alrededor de 2.000 concesiones para pequeña minería. Este último sector, del que participa Fabricio Alexander G.M., está pasando por un auge de exportaciones sin precedentes. En 2023, llegó casi a cuadruplicar sus ventas, principalmente de lingotes y barras de este mineral, que es refinado en las plantas de beneficio que se ubican en el sur del país, fronterizo con Perú. Aunque los destinos tradicionales del oro ecuatoriano han sido EEUU y Suiza, entre 2020 y 2023, crecieron los envíos hacia la India y Emiratos Árabes Unidos

¿Cómo es posible que la pequeña minería alcance ese volumen de exportaciones? Desde agosto pasado, el Gobierno reconoció la posibilidad de que en el país se estaría lavando oro ilegal. Diego Ocampo, entonces viceministro de Minas, afirmó en una entrevista con el medio Teleamazonas que no era normal que existan empresas de reciente creación con millonarias exportaciones de oro en poco tiempo. Cuando fue consultado si Ecuador se puede estar convirtiendo en un país que lave oro, él contestó: “Totalmente”. Veinte días después de esas declaraciones, Ocampo renunció.

Tanto empresas y personas pueden exportar oro después de cumplir los requisitos que establece la ley como, por ejemplo, estar inscritos en el Registro Único de Contribuyentes (RUC) correspondiente a minería y no tener parientes en alguna institución tomadora de decisiones en este sector. Además, deben tener un certificado de exportación, que es otorgado por la Agencia de Control Minero (Arcom) después de presentar, entre otros documentos, el certificado de producción -emitido por el titular de una concesión minera- que permite ver el origen del oro. 

Sobre este último punto, Arcom expresó su preocupación en una resolución del 18 de diciembre pasado. Allí se menciona un informe interno de la entidad que recomienda “aumentar los controles en la trazabilidad de los recursos minerales desde el origen hasta su comercialización”. Por eso, emitió una serie de directrices para el control de la exportación de minerales. Una de ellas dispone a los titulares de derechos mineros registrar su domicilio societario y tributario y mantenerlo actualizado.  

El pasado 16 de diciembre, la Arcom contestó un pedido de información de esta alianza sobre sus acciones para controlar estas inusuales exportaciones de oro. En su respuesta afirma que no tiene atribuciones para investigar a personas naturales o empresas con un perfil de riesgo o respecto al cumplimiento de obligaciones tributarias ni al destino de sus exportaciones.  Pero afirmó que ha remitido “toda información relevante” tanto al Servicio de Rentas Internas (SRI) —el ente rector tributario del país— como a la Unidad de Análisis Financiero y Económico, encargada de analizar operaciones sospechosas de lavado de activos. 

 

Once razones para dudar de las exportaciones

Fabricio Alexander G.M. es solo uno entre un grupo de 39 personas y de 17 empresas ecuatorianas de pequeña minería que han realizado exportaciones multimillonarias de oro desde Ecuador, principalmente, a partir del 2022. Esta alianza periodística analizó el perfil de cada uno de estos 56 exportadores para confirmar su trayectoria en el comercio de minerales y para ello se basó en nueve características que esta investigación determinó que podrían ser sospechosas de este tipo de exportaciones de oro:

1. Si es ubicable o no por dirección/correo/teléfono 

2. Si se encuentra en una provincia con el mayor número de empresas no localizadas por el el Servicio de Rentas Internas (SRI)

3. Si sus exportaciones van a Emiratos Árabes e India, países con controles laxos para identificar el origen del oro que importan

4. Si sus exportaciones son millonarias en poco tiempo. 

5. Si empezó a exportar oro de manera súbita a partir de 2021

6. Si sus compradores coinciden con los de otras empresas

7. Si abrió o actualizó recientemente su Registro Único de Contribuyentes (RUC), que sive para realizar alguna actividad económica en Ecuador

8. Si su RUC fue suspendido

9. Si su pago de impuesto a la renta es mínimo o nulo

 

En el caso de las personas, se revisaron dos aspectos adicionales: si cesaron sus actividades después de enviar sus cargamentos de oro al exterior y si tienen experiencia empresarial minera. En cuanto a las empresas, fueron considerados otros dos aspectos: su fecha de constitución y el tipo de compañía. Tras analizar cada una de esas once variables, esta investigación halló algunos patrones: 

1. Ventas multimillonarias en poco tiempo y mínimo pago de impuestos. Las ventas de oro de estos 56 exportadores alcanzaron los $1.385 millones en los últimos tres años, según los registros aduaneros a los que accedió esta alianza. Esta cifra es más del doble de lo detectado en julio pasado en una investigación periodística previa. En este lapso, las 17 empresas investigadas exportaron oro por $675 millones. Mientras que 39 personas exportaron a título personal otros $710 millones. 

En algunos casos, cargamentos de oro que sumaban más de $100 millones fueron exportados en cortos periodos. Este fue el caso de Rocadorada S.A.S. que exportó barras de oro por $118 millones en 16 meses. Además, hubo envíos que superaron los 100 kilos, una cantidad que triplica la producción promedio de una empresa de pequeña minería con larga trayectoria, como fue el caso de Fabricio Alexander G.M. A esto se suma que la mayoría de empresas y personas registran nula experiencia previa en el sector.

Además, casi el 100 % de estos 56 vendedores de oro registran pagos mínimos del impuesto a la renta, declararon en cero o no han presentado sus declaraciones. Por ejemplo, las 17 empresas tributaron $986.226 en impuesto a la renta. Esto es 11 veces menos de lo que deberían haber pagado por ese rubro. En Ecuador existe el tipo impositivo efectivo (TIE), que es lo mínimo que debería pagar una actividad económica por impuesto a la renta. En el caso de la minería, el TIE es del 1,8% sobre las ventas. Es decir, estos exportadores le quedaron debiendo al Ecuador $11,1 millones. Ese monto alcanza para la construcción de dos unidades educativas para más de 4.500 estudiantes. 

 

 

 

2. Destinos únicos y laxos. Otro elemento que llama la atención es que estos 56 exportadores solo vendieron oro a la India y a Emiratos Árabes Unidos. Ambos países tienen controles laxos para identificar el origen del oro que importan, dice Julia Yansura, directora del Programa para América Latina y el Caribe de Global Financial Integrity (GFI) y autora del informe Blanqueo de dinero procedente de delitos ambientales: Tipologías y tendencias en los países de la Amazonía

En una entrevista para esta alianza periodística, Yansura explicó que las exportaciones a estos dos destinos se han convertido en una tendencia regional. Por ejemplo, en Perú, investigaciones periodísticas, como las de Ojo Público, han revelado que empresas indias y emiratíes compraron oro a proveedores peruanos con antecedentes y vínculos a la minería ilegal. 

La India tiene una gran demanda de oro para su mercado interno, debido a su cultura. En este país, el más poblado del mundo, existe la costumbre de regalar joyas de oro o de guardar su riqueza en este metal. Entre 2021 y 2023, los envíos de este metal precioso a la India aumentaron en 1.300%, según cifras oficiales del Banco Central de Ecuador.

Sobre Emiratos Árabes Unidos, la experta expresa más preocupaciones: “Es un centro financiero y de comercio internacional. Es muy probable que este oro luego sea vendido a otros países para perder el rastro”. El incremento de las exportaciones de oro desde Ecuador hacia este país fue de 860% en el mismo periodo. 

3. Suspensiones y extraños movimientos en el RUC. Estos exportadores obtuvieron este documento en los últimos tres años y, tras realizar sus ventas de oro, registraron el cese de sus actividades o suspendieron su RUC a los pocos meses. De los 56 exportadores, 29 tienen su RUC suspendido en la actualidad. En otros casos, registraron modestas actividades económicas en su RUC hace más de una década y las cambiaron en los últimos años a la extracción de oro, como fue el caso de Fabricio Alexander G.M. En Ecuador, para obtener una licencia de comercialización de oro es necesario tener un RUC relacionado con actividades mineras. 

4. Exportadores ausentes. A escala nacional, el SRI no ha logrado encontrar a 73 contribuyentes mineros, 44 de los cuales  pertenecen a la provincia de El Oro. La segunda provincia con este problema es Guayas, con 16 casos. De manera coincidente, 50 de los 56 exportadores investigados en este reportaje registraron su ubicación en estas dos provincias. Esta alianza envió correos a las 17 empresas con exportaciones inusuales, pero ninguna respondió. En junio, la alianza periodística Dorada Opacidad, de la que formó parte Plan V, no pudo ubicar a seis de esas empresas con direcciones en El Oro

Uno de los casos más llamativos es el de la empresa Chris Zahav & More Comercializadora Chris Zahav, disuelta el 21 de noviembre pasado. La Superintendencia de Compañías, a través de la Dirección para la Prevención de Lavado de Activos, requirió a esta exportadora su licencia de comercialización de oro, entre otros documentos. La entidad nunca recibió una respuesta. Chris Zahav está conectada también a través de sus accionistas con Orocomin y Soulmetals, otras grandes exportadoras de oro. Las autoridades han intentado ubicar a estas empresas, pero no han logrado encontrar mayor información, según una fuente que pidió el anonimato para no entorpecer sus propios procesos.

En el caso de las personas, solo fueron identificados los contactos de ocho de ellos: Fabricio Alexander G.M., Wellington Wagner C.A., Claudio Narciso V.S., Flavio Fernando G.A., Francisco Rolando P.C., Carlos Francisco G.T., Ana Marcela A.P. y Tomás Nicolás H.M. Esta alianza envió correos electrónicos a todos ellos consultándoles sobre cómo lograron exportar en corto tiempo grandes cantidades de oro, el origen del mineral, su declaración de impuestos y qué autoridad les otorgó sus certificados de exportación. También llamó a Wellington Wagner C.A., Claudio Narciso V.S. y Fabricio Alexander G.M. A excepción de este último, ninguna de estas personas respondió. 

5. Una red de empresas y particulares. Gran parte de estas compañías están conectadas entre sí y también con personas que realizaron esta actividad a título personal. Esta alianza ha detectado al menos cinco grupos de empresas relacionadas a través de sus socios o administradores que han exportado multimillonarios cargamentos de oro. En el caso de las compañías, una de sus principales características es su reciente creación. De las 17 empresas, solo dos se constituyeron antes del 2021. 

De igual manera, ocho son sociedades por acciones simplificadas (SAS), un tipo de empresa que nació en la pandemia para que los emprendedores puedan constituir negocios formales con gastos y tiempo mínimos, explica Catalina Carpio, académica en las universidades Hemisferios y Andina Simón Bolívar, y experta en prevención de lavado de activos. Pero no descarta que estas compañías sean mal utilizadas por grupos conectados con negocios ilegales de oro.

Esta relación también se observa en sus compradores. Por ejemplo, de los 56 exportadores, 20 vendieron oro a Art Diamond GoldSmith & Jewellery, una joyería ubicada en el barrio Deira, en Dubái (Emiratos Árabes Unidos). Esa tienda es una de las mayores compradoras de oro ecuatoriano. En segundo lugar está Opus Refinery Private Limited, que importó oro de 16 de las 56 exportadoras investigadas. 

 

Empresas fantasmas y el oro ilegal 

Tras analizar las once variables, en total, 51 de los 56 exportadores presentaron más de siete características inusuales en este tipo de exportaciones, un lucrativo negocio que ha crecido bajo escasa regulación y vigilancia, pese a las recomendaciones internacionales a Ecuador para mejorar estos controles. Por ejemplo, en 2021, la Organización de Estados Americanos (OEA) en su informe Tras el dinero del oro ilícito: fortaleciendo la lucha contra las finanzas de la minería ilegal, alertó: “Los comerciantes y los exportadores de oro de Ecuador, en particular las firmas nuevas, constituyen una preocupación prioritaria debido a su papel prominente en el comercio ilícito de oro”. 

 

 

 

Yansura mencionó que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) también identifica como un indicador de riesgo a las empresas creadas recientemente que registran exportaciones de oro en cantidades significativas y en periodos de operación notablemente breves.

Según esta experta, existe una tendencia regional en cuanto al uso de “empresas fantasmas” o de fachada para exportar oro de origen ilegal. La investigadora ha observado que cuando estas compañías empiezan a ser investigadas por las autoridades, rápidamente cierran y crean una nueva empresa para seguir exportando el mismo oro bajo un nuevo nombre.  

Al analizar todas las empresas, esta investigación encontró que están relacionadas a través de cinco grupos que tienen conexiones societarias y que han realizado inusuales exportaciones de oro. En dos de estos grupos, además, existían relaciones con exportadores individuales. Esta alianza consultó a las 17 empresas analizadas sobre el origen de su oro, pero ninguna contestó. 

 

 

El lavado de oro ilícito no es el único riesgo. El Departamento contra la Delincuencia Organizada Transnacional, de la OEA, dice que uno de los métodos empleados por estos actores es el lavado de dinero basado en el comercio de este metal. Este consiste en “disfrazar el producto del delito y mover el valor mediante el uso de transacciones comerciales en un intento de legitimar sus orígenes ilícitos (…) mediante la tergiversación del precio, la cantidad o la calidad de las importaciones o exportaciones”. Es decir, se podrían estar haciendo exportaciones de oro ficticias. 

En Ecuador, ya se registró un caso. En 2016, la Fiscalía abrió una investigación contra las empresas Spartan y Clearproces por exportar oro por más de $500 millones desde Ecuador a Miami. Las autoridades hallaron que ambas empresas “realizaron 217 exportaciones de oro a Estados Unidos, número que es superior al compararlo con las 131 importaciones de ese metal, recibidas por el país norteamericano”. 

Estas exportaciones también se podrían estar haciendo a nivel individual. A Yansura no le sorprende que personas particulares realicen exportaciones a título personal, ya que en otros países, como Colombia, la ley también lo permite. Sin embargo, sí observa dos riesgos asociados a esto. El primero es lo que ella denomina estructuración. Ocurre cuando los grupos criminales dividen una transacción ilícita en muchas transacciones pequeñas a través de varias personas o de varias empresas. El segundo factor de riesgo es el testaferrismo. “Si usted es un señor que es un músico callejero en Guayaquil, por ejemplo, yo tendría preguntas sobre cómo ese señor está minando”. Ambos riesgos coinciden con los patrones identificados por esta alianza en estas exportaciones. 

Por otro lado, las exportaciones de la pequeña minería han experimentado un aumento importante que va de la mano del incremento sostenido del precio de este metal precioso en los últimos años. En 2020, esta actividad alcanzó una cifra de $378,4 millones, mientras que en 2023 llegó al récord de $1.279 millones en 2023. En 2024 un lingote de oro de 400 onzas llegó a costar un millón de dólares por primera vez en su historia

Ahora, este auge coincide con los años más violentos de Ecuador: de 8 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2020 pasó a 45 en el 2023. Esto también es consistente con las tendencias regionales, dice la experta. “Hemos visto en muchos países que el crecimiento del narcotráfico va asociado con el aumento del oro ilícito. Esto se debe a que el oro tiene diferentes usos para los grupos criminales. Por un lado, el oro sirve para diversificar las fuentes de ingresos. Pero el oro también puede ser utilizado para mover riqueza de una jurisdicción a otra”. 

 “¿Qué está haciendo ahora la Fiscalía sobre este problema en Ecuador? ¿Por qué no hemos visto nuevos casos contra la minería ilegal?”, se pregunta la experta. 

 

 

 

Una exportación sin explicación

En Ecuador, el mayor exportador de oro con un RUC de persona natural es Flavio Fernando G.A. En 2022, entró a la lista de los 100 mayores exportadores de Ecuador, elaborada por Datasur, una firma especializada en comercio exterior. En ese ranking, solo Flavio Fernando G.A. y la empresa Aurelian Ecuador, filial de la minera canadiense Lundin Gold, fueron los únicos exportadores mineros. 

Flavio Fernando G.A. batió un récord con su primera exportación de oro del 1 de julio de 2022. Ese día, envió 21 kilos de oro, en forma de cuatro lingotes, a un precio de $94,2 millones, según los datos oficiales del Servicio de Aduanas de Ecuador (SENAE). Pero en el mercado internacional, esos mismos lingotes se cotizaron aproximadamente en $1,3 millones

¿Por qué el costo de esos lingotes fue tan alto? El SENAE respondió que la venta, según la factura, fue por $942.804, pero que en la Declaración Aduanera de Exportación constan los $94,2 millones. ¿El SENAE hará alguna corrección o quién debe hacerla?, fue otra pregunta de esta alianza, pero pese a la insistencia no hubo respuesta. 

La misma consulta fue enviada a la Agencia de Control Minero (Arcom) que afirmó que el valor de los $94,2 millones no consta ni en su Sistema de Gestión Minera ni en la base del Banco Central del Ecuador. De acuerdo a sus registros, en 2022, Flavio Fernando G.A. exportó $5 millones y, en el 2023, $6 millones. 

¿Ese probable error estaría alterando las cifras globales de exportación de oro de 2022?, fue una inquietud adicional que esta alianza periodística hizo al SENAE el 18 de diciembre pasado. La entidad no respondió hasta la fecha de publicación de este informe.

 

 

 

Esta alianza periodística también intentó contactar a Flavio Fernando G.A. a través de su número de teléfono, pero tampoco contestó. A pesar de ser un exitoso minero desde hace más de una década, Godoy no registra pago de impuestos. En 2022 y 2023, declaró en cero el impuesto a la renta. 

Flavio Fernando G.A. es el único exportador de oro que tuvo un local en el cantón Camilo Ponce Enríquez, en la provincia de Azuay, una zona altamente conflictiva por la presencia de grupos armados que se disputan la minería ilegal. Allí, ni las autoridades han logrado ingresar a realizar una verificación de su ubicación, según conoció esta alianza a través de una fuente reservada.

En noviembre de este año, Flavio Fernando G.A. actualizó esta información y señaló a Pucará como su nueva ubicación. Pucará es otro cantón de Azuay, vecino de Camilo Ponce Enríquez, donde se encuentra la concesión minera La Chorrera que está a nombre de Flavio Fernando G.A., desde el 2012. Esta es una zona donde también ha aumentado la violencia debido a la presencia de grupos armados que están en la minería ilegal. En mayo de 2022, hubo un ataque en la concesión Tres Chorreras, aledaña a la de Flavio Fernando G.A., que dejó ocho muertos.

 

Foto

 

PIE. El punto rojo marca la ubicación de la concesión La Chorrera, que está a nombre de Flavio Fernando G.A.. Esta mina es aledaña a otra concesión llamada Tres Chorreras, donde sí se observa un gran desbroce de vegetación. 

 

El narcotráfico acecha las exportaciones de oro 
 
David Gabriel Bermeo Campos, de 28 años, exportó oro por $42,7 millones en 2023, cifra que lo ubicó como el tercer mayor exportador de oro a título personal. Entre febrero y julio de ese año, envió 20 cargamentos de barras de oro sólido a la India y a Emiratos Árabes Unidos. En promedio, exportó 41 kilos mensuales. Sin embargo, en tres ocasiones envió entre 50 y 63 kilos, un peso inusual, incluso para empresas de pequeña minería con larga trayectoria que exportan unos 33 kilos mensuales.  

Cuatro meses después de su última exportación, Bermeo fue asesinado. El 6 de diciembre de 2023, él y otros dos ocupantes de un vehículo blanco fueron atacados en la ciudadela Simón Bolívar, en el norte de Guayaquil. Uno de sus acompañantes era Bruno Andrés Batallas Escobar, un líder de una organización dedicada al narcotráfico y que, según la hipótesis de la Policía que recogió el diario Extra, habría sido el objetivo del crimen. 

En sus últimos diez años, Batallas fue procesado por asesinato —causa en la que fue declarado inocente—, por tenencia ilegal de armas y por tráfico de drogas. En estos dos casos, fue condenado a casi seis años de prisión. No obstante, tras cumplir tres años y cuatro meses en la cárcel, obtuvo su prelibertad y salió en 2019.

Bermeo y Batallas no aparecen juntos en ningún expediente judicial. Sin embargo, antes del crimen, la Unidad Nacional Especializada de Investigación Contra la Delincuencia Organizada de la Fiscalía seguía los pasos de Bermeo. Era investigado, desde julio de 2023, por tráfico de drogas. Esta iba a ser la primera investigación penal a la que se enfrentaría este exportador, pues antes no registró antecedentes. Las autoridades mencionaron que el vehículo en el que fue asesinado servía para mover droga. 

En esa causa, otra investigada era Xiomara del Rocío Orozco Castillo, también señalada por la Policía por estar al frente de un grupo de microtraficantes, de los cuales cuatro fueron detenidos y han sido acusados de delincuencia organizada. En 2018, Orozco fue aprehendida por tráfico de drogas, pero liberada de manera inmediata después de que la Fiscalía no presentó cargos en su contra. Fue asesinada 22 días después del crimen de Bermeo. 

De Bermeo existen escasos registros. En 2018, abrió su RUC como vendedor al por mayor de diversos productos para el consumidor y lo reinició en 2022 para exportar oro. Entre 2022 y 2023 declaró en cero su impuesto a la renta. No tuvo empresas a su nombre. La última dirección que registró fue en la parroquia Tarqui, en Guayaquil. 

 

 

 

No se pierda, la próxima semana, la segunda entrega de esta investigación con nuevos hallazgos sobre estas millonarias exportaciones de oro realizadas desde Ecuador.

 

Esta investigación fue realizada gracias al soporte del Consorcio para Apoyar el Periodismo Independiente en la Región de América Latina (CAPIR), un proyecto liderado por el Institute for War and Peace Reporting (IWPR).