Una de las primeras promesas lanzadas por Alan García al asumir la presidencia de la República por segunda vez, en julio de 2006, fue "acelerar" el “uso social” del gas natural de Camisea.
En los primeros meses de su gobierno, el entonces mandatario visitó el distrito de Chilca —al sur de Lima— para inaugurar la primera central termoeléctrica construida por EnerSur, con capital del Grupo Suez Energy International; y de paso invocó a los funcionarios del Ministerio de Energía y Minas y Proinversión a ser diligentes con las solicitudes de inversión de compañías como Egechilca (Empresa de Generación Eléctrica de Chilca), de capitales panameños, a cargo de la construcción de la Central Chilca, y de Egasa (Empresa de Generación Eléctrica) para la central térmica Independencia.
Y al cumplirse el primer año de gestión, García insistió en el tema eléctrico durante su mensaje a la Nación pidiendo "mayor inversión a las ‘termoeléctricas a gas’, como los ya tres grupos construidos en Chilca". Ese distrito costero, ubicado a 64 kilómetros al sur de la capital peruana y a 500 kilómetros en línea recta al yacimiento operado por el Consorcio Camisea, se había convertido en un punto estratégico y económico para generar gran parte de la producción nacional de energía empleando el recurso gasífero.
Empresario y funcionario argentino
La convocatoria presidencial atrajo el interés por el rentable negocio que todo indicaba que llegaría a corto o mediano plazo. En noviembre de 2007, los dueños de dos empresas creadas en Lima pocas semanas atrás tocaron las puertas del Ministerio de Energía y Minas (MEM), en ese entonces a cargo del exlegislador aprista Juan Valdivia Romero.
Los argentinos Rubén Antonio Velásquez, Nicolás Carlos Milazzo y Ariel Leandro Fafian figuraban como accionistas y directores de Lennox Energética SAC y Holek Energía SAC, constituidas en setiembre de 2007, cerca de un mes antes de solicitar el permiso ministerial. Ellos pidieron formalmente al MEM la concesión temporal de un área en Chilca para efectuar un estudio “de generación de energía” como paso inicial a la construcción de centrales térmicas en Chilca de 600 megavatios, un proyecto que implicaría una inversión millonaria.
A diferencia de las primeras termoeléctricas respaldadas económicamente por grupos empresariales dedicados al sector energético, los dueños de Holek Energía y Lennox Energético no presentaban ninguna experiencia y menos aún potencial económico para concretar la instalación de una central eléctrica con una capacidad de 500 megavatios, y que podría demandar una inversión de más de 500 millones de dólares.
Salvo Ariel Fafian, relacionado a actividades de gestión y asesoramiento de compañías, sus dos socios se dedicaban a rubros ajenos a la actividad empresarial. Para ese momento, Nicolás Milazzo era un funcionario que trabajaba para Daniel Scioli, gobernador de la Provincia de Buenos Aires y segundo en la cúpula del partido peronista que llevó a Nestor Kirchner (2003-2007) a la Presidencia de Argentina, así como a Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015). Milazzo, entonces con un cargo público y militante activo del peronismo, comenzó a visitar el Perú en noviembre del 2006 junto con Ariel Leandro Fafián, en calidad de “empresario”.
Trámite express
Transcurrido un mes y medio de requerida la concesión, el ministro Valdivia Romero, autorizó a ambas empresas los estudios respectivos por un periodo de quince meses. En la resolución firmada por el ministro, publicada días después en el diario oficial El Peruano, los proyectos referidos ya eran presentados como las "futuras centrales eléctricas Lennox y Holek".
Las oficinas de Holek Energía y Lennox Energética fueron registradas ante la Sunat en una zona descampada del jirón Francisco Túpac Amaru 335, en el populoso distrito de Carabayllo. Si bien estaba lejos de la zona de negocios de Lima, esta ubicación parecía estar vinculada a otro proyecto: la construcción de la línea de transmisión eléctrica Chilca-Zapallal, al cual también habían precalificado junto con otras cuatro importantes compañías del ramo, tal como como lo anunció en esos días la Agencia Andina, órgano informativo oficial del Estado peruano.
Rastros en Andorra
En noviembre del 2017, los nombres de la desconocida compañía Holek Energía y de su dueño Nicolás Milazzo salieron a la luz pública cuando la prensa difundió una investigación de la justicia andorreña a la Banca Privada de Andorra (BPA), entidad señalada como parte del esquema de la constructora brasileña Odebrecht para el pago de sobornos a altos funcionarios de los países donde operó.
En las casi 15 mil páginas del expediente abierto a BPA —en 2015— por el delito de blanqueo de capitales existen referencias a dos cuentas relacionadas con el argentino Nicolás Milazzo, y otras personas, para transferir dinero a proyectos de energía y transporte en el Perú. Una de esas cuentas bancarias, abierta en junio de 2009, era para transferir dinero al Perú para un proyecto energético.
Según los papeles, en abril del 2009, directivos del comité especial del BPA para alertar blanqueamiento de activos autorizaron la triangulación de dinero, desde la cuenta de una sociedad identificada como Fosgert S.A., y de otra perteneciente a Nicolás Carlos Milazzo.
"(…) La empresa Holek, Fosgert y Nicolás Milazzo, todos clientes del BPA, trabajan en conjunto con dos proyectos vinculados al área de energía y equipamiento de la flota de autobuses en Perú", se señala en el acta del 28 de abril del 2009.
"En la cuenta de Fosgert serán cobradas las comisiones que se generen por los trabajos realizados y la cuenta personal será utilizada para ahorro e inversión y eventualmente para hacer algunos pagos", se agrega en el acta firmada por los miembros del comité antiblanqueo de BPA, Joan Pau Miquel (exdirector general), Isabel Camino Sarmiento (exresponsable de Cumplimiento Normativo), Santiago de Roselló (exdirector general adjunto del Área de Control) y los directivos Joan Cejudo y Josep Elfa. Estos se encuentran bajo proceso judicial en Andorra desde marzo 2015, cuando las autoridades de esa nación europea detectaron que los mencionados facilitaron operaciones de compensación de fondos, una práctica ilegal con la que decenas de clientes del banco evadieron y repatriaron grandes sumas de dinero sin ningún tipo de control.
El BPA autorizó las transferencias a las cuentas de Fosgert y Milazzo en 2009, en momentos en que este último trabajaba para el entonces gobernador Daniel Scioli, como Director de Relaciones con la comunidad de Buenos Aires. Dos años antes había cumplido funciones de director de Relaciones de la cámara de diputados de la Nación. En la documentación de las pesquisas andorranas no se indica si la transferencia se concretó y tampoco el monto.
El lobby peruano
Gracias a la información contenida en los papeles de Andorra —que fueron motivo de un reciente informe de Convoca.pe— se pudo rastrear las empresas y las relaciones que mantuvo el ciudadano argentino en Perú, y también la rapidez con que las compañías de Nicolás Milazzo obtuvieron autorización del gobierno de turno.
En los registros de constitución de Holek y Lennox aparece como gerente general y representante legal de estas empresas Carlos Galloso Ramos, un ingeniero cuyo nombre y trayectoria profesional pasarían inadvertidos si no fuera porque mantiene vínculos familiares y empresariales con un pariente muy cercano a Alan García y al partido aprista.
Galloso Ramos es sobrino de Jorge Modesto Ramos Ronceros, tío político de Alan García, quien fue jefe de Electroperú e Inade (Instituto Nacional de Desarrollo) durante el primer gobierno aprista (1985-1990). Ramos Ronceros estuvo cuestionado por el caso de los presuntos sobornos millonarios efectuados por Odebrecht, cuando este personaje adjudicó en esa época el proyecto de irrigación Chavimochic y la hidroeléctrica Charcani V.
Es decir, el expresidente García y Carlos Galloso son sobrinos de Jorge Ramos Ronceros. Cabe anotar que Galloso fue además gerente en una de las constructoras de sus primos, los hijos de Jorge Ramos.
Ramos Ronceros intercalaba su cargo público con sus actividades económicas y partidarias. El “tío Jorge” era el principal accionista de la empresa que editaba el diario Hoy, matutino que apoyó la primera campaña presidencial de Alan García y que luego se dedicó a defender las obras del régimen gubernamental aprista durante los cinco años de gobierno.
Durante el segundo gobierno de García (2006-2011), los amigos y familiares de Jorge Ramos Ronceros también mantuvieron sus negocios con el Estado a través de la corredora de seguros Perales Boteri (antes Pebosa S.A., hoy Ralsa), la misma que asesoró los programas del entonces Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (Mimdes).
Versiones recogidas por Convoca.pe señalan que durante las gestiones de Nicolás Milazzo para concretar su proyecto termoeléctrico, Carlos Galloso y el propio Ramos Ronceros, así como algunos familiares políticos de este, visitaban las instalaciones del Ministerio de Energía y Minas aprovechando la vieja relación partidaria con el ministro y exdiputado aprista Juan Valdivia.
Años más tarde, en 2014, una compañía de nombre Sidarta SAC —ligada al mismo rubro de energía y gas— fue creada por Milazzo, pero esta vez con el nieto político de Jorge Ramos Ronceros.
Este medio digital intentó localizar sin éxito a Carlos Galloso para obtener una versión detallada de su relación con el empresario argentino. No fue posible obtener su respuesta mediante los números de teléfono a nombre de su hermana.
Amigos de verdad
Nicolás Milazzo, además, mantiene una relación muy cercana con integrantes de la familia Tambini, vinculados al partido que tiene como líder histórico a Alan García.
Esta estrecha amistad con el argentino quedó registrada en noviembre del 2014, al ser uno de los invitados en la fiesta de cumpleaños de Moisés Tambini del Valle, el patriarca de la familia y quien fuera diputado aprista y presidente del Consejo de Defensa Judicial del Estado durante el segundo mandato de Alan García, e incluso abogado de este último en el caso El Frontón. En el Apra, Tambini del Valle es vicepresidente del Tribunal Nacional Electoral desde el 22 de julio de 2016.
En la misma celebración de Moisés Tambini estuvo el expresidente García como invitado de honor. En una fotografía difundida por una revista figura Milazzo junto a Mónica Tambini, hija del exlegislador aprista que es responsable de la notaría que heredó de la familia.
En diálogo telefónico con Convoca.pe, la abogada y artista Mónica Tambini reconoció su amistad con Nicolás Milazzo, pero aseguró que “no tenía la menor idea” de que su nombre apareciera asociado a una cuenta de la Banca Privada de Andorra, en 2017.
Añadió que a Milazzo lo recuerda “con afecto” y que no lo ve “hace tiempo”. Dijo además que lo conoció por intermedio de “amigos mutuos”, sin embargo indicó que “no recuerdo quiénes fueron”. Comentó que sí sabía que fue asesor en una campaña electoral en Argentina y que le pareció que era considerado un “empresario más”.
Debe apuntarse que la Notaría Tambini, ahora a cargo de Mónica Tambini, aparece vinculada a una operación bancaria en Andorra entre Odebrecht y un ex alto funcionario aprista, Miguel Atala, exasociado de Alan García.
Como se sabe, los documentos de BPA también revelaron una cuenta a nombre de una sociedad offshore abierta en 2007 por Atala —vicepresidente de Petroperú durante el segundo gobierno de García—, en la cual la constructora brasileña depositó 1 millón 312 mil dólares, en cuatro envíos realizados entre noviembre de ese año y febrero 2008.
En su momento, la defensa legal de Miguel Atala alegó que el monto de dinero correspondía al abono que hizo Odebrecht Perú Ingeniería y Construcción por la supuesta adquisición de una propiedad a Inmobiliaria Toscana, que tenía al exfuncionario como uno de sus accionistas.
La Notaría Tambini certificó el contrato que indicaba que la forma de pago sería por transferencia a una cuenta en la Banca Privada de Andorra. Extrañamente, en Registros Públicos el terreno todavía figuraba a nombre de la inmobiliaria de Atala, a pesar que la firma brasileña lo había comprado de manera formal hace más de diez años.
Al respecto, la abogada Tambini negó actos indebidos y manifestó que la notaría realiza ese servicio a cualquier ciudadano y que toda la información sobre esa transacción “es pública”.
Por investigar
Las compañías Holek Energía y Lennox Energética siguieron su camino realizando sus estudios para la futura central eléctrica. El ministro Juan Valdivia, quien mantiene una estrecha relación con Jorge Ramos Ronceros, admitió en setiembre de 2008 el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de las empresas en las cuales Carlos Galloso Ramos era gerente general.
Sin embargo, ese mismo año el ministro Juan Valdivia tuvo que renunciar a su cargo cuando la prensa reveló los audios de interceptaciones telefónicas que dieron a conocer un presunto favorecimiento de parte de algunos funcionarios del gobierno aprista a directivos de la noruega Discover Petroleum para hacerse de lotes petroleros en el norte del país.
Con el escándalo de los llamados ‘petroaudios’ y las conversaciones de los lobistas y del propio ministro aprista, los publicitados proyectos termoeléctricos del pariente de Alan García también se estancaron.
Los detalles de las cuentas abiertas y los movimientos de dinero y sospechas de por qué Nicolás Milazzo, un funcionario argentino empleó un banco de Andorra para trasladar dinero al Perú, no ha sido motivo de investigación aún en Argentina. En tanto, las autoridades peruanas han solicitado mayor información a Andorra porque se sospecha que hay más implicados en esta ruta del dinero.
Con la colaboración de Emilia Delfino, del diario Perfil (Argentina), y de Óscar Libón, de Convoca.pe.