Por Luis Enrique Pérez | 30 de marzo de 2021
El partido Renovación Popular, que lidera el candidato presidencial Rafael López Aliaga, tiene como personera legal a Diana Masamoto Rivas, una empresaria del rubro inmobiliario que tuvo vinculación con el condenado exalcalde de San Juan de Lurigancho (SJL), Carlos Burgos Horna, quien purga prisión en el penal Ancón I luego de haber sido capturado en setiembre de 2019. Burgos fue prófugo de la justicia durante casi dos años, desde que en agosto de 2017 se ratificara la sentencia en su contra por enriquecimiento ilícito y lavado de activos.
El recluido Carlos Burgos estuvo afiliado por varios años a Solidaridad Nacional —que ahora es Renovación Popular—, agrupación a la cual renunció en junio de 2017. El exburgomaestre utilizó su cargo público para enriquecerse de forma ilegal con más de S/ 8 millones, entre 2007 y 2013, según las pesquisas.
La empresaria Diana Masamoto es militante de esa organización política desde hace 13 años, pues su afiliación fue formalizada en marzo de 2008, de acuerdo con el Registro de Organizaciones Políticas (ROP) del Jurado Nacional de Elecciones. En esos años, el líder del partido era Luis Castañeda Lossio, exalcalde de Lima investigado por el caso Lava Jato, para quien se dispuso detención domiliciaria en marzo de 2020.
En la actualidad, Masamoto cumple una función clave en Renovación Popular, pues por ejemplo se encargó de la inscripción de los candidatos de la plancha presidencial, así como de las listas de postulantes al Congreso y Parlamento Andino ante los distintos Jurados Electorales Especiales, a nivel nacional.
Precisamente, como personera legal, Diana Masamoto fue la responsable de la inscripción de siete de las ocho candidatas al Legislativo de Renovación Popular que postulan por regiones donde no residen y con las cuales no tienen ninguna relación, tal como lo publicó El Comercio.
Las evidencias de la vinculación de Diana Masamoto con el sentenciado Carlos Burgos se encuentran en la investigación realizada por la Fiscalía al exburgomaestre de SJL, a Jessica Oviedo Alcázar (exasesora municipal y expareja) y David Nestares (ex teniente alcalde de SJL) por los presuntos delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Esas pesquisas se iniciaron en enero de 2013.
Durante esa investigación, dirigida por el fiscal anticorrupción Walter Delgado Tovar, se halló que entre las propiedades del entonces alcalde Carlos Burgos había una casa de playa que este compró al contado en enero de 2012. La adquisición del predio fue realizada por Burgos directamente a la actual personera legal de Renovación Popular.
Por el inmueble, construido sobre los lotes 3 y 10 del Block 1 de la exclusiva Urbanización Las Totoritas —en el distrito de Mala, Cañete, al sur de Lima— el entonces alcalde de SJL pagó la suma de US$ 110 mil a Diana Masamoto.
Según la acusación fiscal, presentada al Poder Judicial en agosto de 2014, Carlos Burgos registró un desbalance patrimonial injustificado por más de S/ 8.5 millones. En el documento del Ministerio Público se señala que Burgos, en complicidad con sus exfuncionarios de la municipalidad, adquirió con dinero ilícito 21 inmuebles y otros bienes, entre ellos la casa de playa en la urbanización Totoritas en Mala que le vendió Masamoto.
En documentos de la indagación de la Policía Nacional y la Fiscalía sobre el caso Burgos, a los que accedió Convoca.pe, están las declaraciones tomadas a Diana Masamoto en junio y septiembre de 2013, en las que la empresaria sostuvo que Carlos Burgos se contactó con ella en octubre de 2011 y le expresó su interés de comprar una propiedad en Las Totoritas.
En su testimonio al Ministerio Público, Masamoto dijo que el proceso de compra fue mediante trato directo con Carlos Burgos y que la suma pactada para la adquisición se canceló dos meses después, el 14 de diciembre de 2011, y se registró en una notaría en enero de 2012.
En la sentencia contra Burgos, de agosto de 2017, el Poder Judicial señaló que el exalcalde de Solidaridad Nacional (ahora Renovación Popular), en una de sus operaciones para blanquear dinero, utilizó fondos de origen ilícito para adquirir la propiedad a Masamoto mediante la expedición de un cheque bancario por US$ 110 mil (unos S/ 295 mil) a la fecha de la venta.
En la condena a Burgos se incluyó el pago de S/ 500 mil de reparación civil a favor del Estado. En cumplimiento de esa disposición judiicial, en abril de 2018, el Programa Nacional de Bienes Incautados (Pronabi) subastó el inmueble por un precio base de S/ 696 mil 263. Siete años después de la compra del exburgomaestre, el Estado vendió la casa de playa por S/ 842 mil, cerca del triple del supuesto precio original.
Cabe anotar que el fiscal Walter Delgado no encontró mérito para incluir en la acusación fiscal a Diana Masamoto.
Cercana a expareja y exasesora de Burgos
Según la documentación a la que accedió Convoca.pe, Diana Masamoto también estuvo relacionada con Jessica Oviedo, exasesora municipal y expareja sentimental de Carlos Burgos, quien también fue sentenciada junto al exalcalde a 13 años de prisión por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos.
Oviedo fue cómplice del exalcalde al colaborar con sus operaciones ilícitas de lavado de dinero a través de la adquisición de vehículos y propiedades, así como con la administración de la empresa Asesoría Consultoría & Formación Integral S.A.C., hasta julio de 2012, de acuerdo con el fallo judicial de confirmación de sentencia del 28 de octubre de 2017.
En su declaración ante el fiscal, el 20 de septiembre de 2013, Masamoto reconoció que coincidió con Jessica Oviedo en viajes al extranjero por “cursos y capacitaciones en Argentina, Estados Unidos y España”. Además, dijo que en dos o tres oportunidades viajaron juntas a vacacionar en Argentina y Estados Unidos porque mantenían una relación de amistad.
Según los reportes migratorios de Oviedo y Masamoto, a los que accedió Convoca.pe, entre el 2008 y 2011, la ahora personera legal del partido de López Aliaga y la entonces asesora de Carlos Burgos coincidieron en trece viajes a los mismos destinos en el extranjero, pues registran once vuelos con salida y entrada al país en las mismas fechas y dos, en días cercanos.
Por esos hechos, en marzo de 2013, el entonces congresista Yehude Simon presentó ante el Ministerio Público un pedido para que la empresaria Diana Masamoto fuera incluida en el caso Burgos.
Ante la Fiscalía, también Masamoto afirmó que conoce a Oviedo desde el 2006 por haber participado “en cursos y capacitaciones relacionadas a gestión municipal y democracia”, pero al ser consultada si había realizado alguna transacción con la exasesora municipal, la empresaria negó haber realizado alguna entrega, recepción de dinero o intercambio de bienes.
Sin embargo, un informe pericial contable del 30 de octubre de 2013 —encargado por la Fiscalía a los contadores Javier Tapia Torres y Julio Mori Donayre— encontró que Diana Masamoto Rivas hizo depósitos a Jessica Oviedo por más de S/ 100 mil a través del Banco Interamericano de Finanzas y otra entidad financiera.
Además, en la sentencia contra Burgos se lee que Masamoto otorgó préstamos por más de S/ 309 mil 519 mil a Jessica Oviedo, algo que ella había negado cuando declaró que no había tenido negocios con la exasesora de la municipalidad distrital de San Juan de Lurigancho.
En la resolución judicial se anotó que las declaraciones de Diana Masamoto sobre estos préstamos no guardaban coherencia documentaria, cambiaban su versión sobre la presentación de los documentos bancarizados y los montos indicados en sus declaraciones no coincidían, entre otros.
'Solo un cliente más'
Convoca.pe logró contactarse con Diana Masamoto, quien manifestó que no está involucrada en ningún proceso judicial o investigación y que conoció a Carlos Burgos solo por la operación inmobiliaria.
“Burgos es una persona más a la que he vendido propiedades. Se interesó [en la compra] por la publicidad que hicimos de la venta de los predios”, dijo la empresaria y militante del partido de Rafael López Aliaga.
Refirió que el exalcalde no estaba bajo investigación cuando hizo la venta del predio y aseveró que “jamás” ha vendido propiedades a personas investigadas.
Este medio digital también le preguntó a Masamoto por su cercanía con Jessica Oviedo. Respondió que no tuvo una relación amical con la exasesora de Carlos Burgos, a pesar de que dijo lo contrario en su declaración en la Fiscalía.
Al recordarle su testimonio ante el Ministerio Público, adujo que "no tengo nada que declarar al respecto" por no ser candidata en el proceso electoral en curso.
Cuando se le preguntó por las transferencias de dinero que hizo a la cuenta bancaria de Oviedo, Diana Masamoto interrumpió la entrevista telefónica y manifestó que no daría más declaraciones. Añadió que se le enviara las preguntas restantes a través del área de Prensa de Renovación Popular. El cuestionario fue enviado de esa manera, pero hasta el cierre de edición de este informe no hubo respuesta.