El 18 de marzo último, el presidente Martín Vizcarra junto a la entonces ministra de Salud, Elizabeth Hinostroza, visitaron el nuevo Hospital de Emergencias de Ate, que en ese momento era denominado la "pieza clave" dentro del modelo de atención del Poder Ejecutivo ante la pandemia generada por el COVID-19. Eran tiempos en los que la pandemia empezaba a propagarse en el país y la incertidumbre propiciaba aún expectativas optimistas ante las tempranas medidas drásticas impuestas por el gobierno, como la declaración del estado de emergencia y la cuarentena obligatoria a nivel nacional. Sin embargo, dos días después de esa visita, la ministra Hinostroza fue apartada del cargo.
En aquel recorrido por el hospital, el mandatario señaló que había verificado que el establecimiento tenía capacidad para "atender 50 camas de cuidados intensivos", y que corroboró que contaba con todo el procedimiento de atención. Tal afirmación presidencial no logró sostenerse luego de un mes.
Hace pocos días, la situación de aquel hospital considerado "pieza clave" fue revisada por la Contraloría General que emitió un reporte en el cual hizo oficial una realidad que ya sentían decenas de ciudadanos que buscaban una salida a la afección que padecían por el nuevo coronavirus. En su informe del 15 de abril, el órgano de control indicó que el hospital no contaba con la suficiente cantidad de médicos especialistas para el manejo de pacientes en las unidades de cuidados intensivos (UCI), ni para operar los 52 ventiladores mecánicos que se tiene proyectado tener. Según la entidad fiscalizadora, solo hay cuatro especialistas de UCI y son necesarios 45 médicos intensivistas.
Convoca.pe conversó con uno de los médicos intensivistas que está al pie del cañón en la Unidad de Cuidados Intensivos del nuevo Hospital de Ate, quien resume la situación de ese establecimiento en una frase: "Estamos al límite". El profesional de la salud, cuya identidad mantendremos, señala que en efecto el hospital sí tiene el equipamiento de camas y ventiladores mecánicos para atender, pero que no cuentan con el personal suficiente para operar al 100%.
Actualmente, el hospital cuenta con 20 camas operativas de las 50 que deberían operar en la UCI. El galeno comentó a Convoca.pe que, en una situación de normalidad en el sistema de salud, cada "intensivista" debería atender seis camas, pero ante la gravedad de los pacientes por el COVID-19 se decidió que cada médico es responsable de cuatro pacientes, con el fin de focalizar la atención y la recuperación de estos casos críticos. Es decir, en realidad serían necesarios 50 intensivistas.
Según la fuente, en un "buen día" pueden estar hasta cinco intensivistas de servicio en Ate; pero en un "mal día", solo tres especialistas tendrían que duplicar los esfuerzos para lograr la atención de veinte pacientes. "Necesitamos diez médicos por día para lograr cubrir las 50 camas que están equipadas en este hospital (para pacientes con el nuevo coronavirus)", afirma.
En el nuevo Hospital de Ate la mayoría de intensivistas son jóvenes. El galeno que nos narra su experiencia, señala que el profesional de la salud más joven tiene 28 años y el de más edad, unos 45 años. "Los especialistas en Ate tenemos una experiencia mínima de tres años trabajando en UCI", asegura.
En el nosocomio de la Carretera Central, cada médico contratado por la modalidad de Contratación Administrativa de Servicios (CAS) trabaja 150 horas mensuales, en turnos de 24 horas contínuas, y descansa unos tres o cuatro días, mientras que los contratados por "servicios de terceros", es decir por recibo por honorarios, también realizan horas complementarias, pero aún así no se alcanzan las horas necesarias para cubrir la falta de personal, sostiene nuestra fuente.
Una salida para contratar a más personal y así lograr completar las plazas faltantes fue la Convocatoria CAS N°002-2020, que el Hospital de Ate lanzó el 16 de abril con el objetivo de atraer a 28 nuevos médicos especialistas en cuidados intensivos para que trabajen en ese nosocomio, mientras dure la pandemia, por un sueldo de 12 mil soles mensuales cada uno.
No obstante, esa convocatoria duró menos de 24 horas, ya que el hospital anuló la búsqueda de especialistas luego de haberse emitido el Decreto de Urgencia 039-2020 que indica en su Artículo 11° que los establecimientos priorizados deberán programar ampliaciones de turno del personal médico hasta por 12 horas por día y 8 turnos por mes.
Ante esta situación, Convoca.pe solicitó información al Ministerio de Salud, entre otros temas, en relación a la captación de personal especializado para completar la cantidad de médicos intensivistas en Ate. El área de Prensa de esta entidad indicó que designaría a un vocero, pero hasta el cierre de esta edición no hubo más respuestas.
He contado 25 fallecidos en Ate
Según el médico entrevistado por Convoca.pe, la mortalidad en Ate es alta y ha contado 25 casos críticos que han fallecido en la UCI. El intensivista refirió que una "verdad incómoda" es que algunos de estos pacientes fallecieron por una tardía hospitalización y conexión a ventiladores mecánicos. "El retraso del inicio de la ventilación mecánica se asocia al incremento de la mortalidad", anotó.
Detalló que la UCI de Ate, hasta la fecha, ha logrado recuperar cuatro pacientes y ha visto con "buen semblante" a dos. El resto permanece conectado a ventiladores mecánicos, en coma terapéutico.
Al respecto, este medio digital consultó al doctor Jesús Valverde, presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva, quien señaló que, en efecto, no se debe esperar a que el paciente esté en muy mala condición para conectarlo a ventilación mecánica y que debería ser con mayor antelación. "Con esto el tiempo de ventilación, que usualmente es de tres o cuatro semanas, se reduciría a dos semanas y se podría tener más camas disponibles", apuntó.
Como parte de la estrategia de atención, los nuevos casos de pacientes con COVID-19 que llegan para que los conecten a la ventilación mecánica son colocados boca abajo en sus camas, en la denominada "posición prona", como la conocen los médicos. Según los intensivistas esta posición (boca abajo, la cabeza de lado, cuello en posición neutra, los miembros superiores extendidos pegados al tronco y con las palmas de las manos hacia arriba) ayuda a mejorar la oxigenación en pacientes con dificultad respiratoria aguda, en las primeras 48 horas de respiración mecánica.
El galeno dice, además, que en Ate casi todos los pacientes ingresan en esa postura corporal, pero que para ello es necesario tres personas por el esfuerzo que implica mover a personas que en su mayoría pesan alrededor de 100 kilogramos. "Los pacientes que ingresan a la UCI tienen el común denominador de que son obesos", comentó el intensivista, quien explicó que a veces a un paciente no se puede poner a tiempo en posición prona por falta de personal disponible en la guardia, lo cual reduce la eficacia de la ventilación mecánica.
Tratamiento aún es experimental
A inicios del estado de emergencia las autoridades sanitarias elaboraron un documento técnico que aprobó y recomendó a los establecimientos de salud administrar los fármacos cloroquina, hidroxicloroquina y azitromicina para tratar a los pacientes, aunque los integrantes del Comité de Expertos del Minsa indicaron que es un tratamiento que aún está en investigación. Esos fármacos también son aplicados a la UCI del hospital de Ate, pero de acuerdo con la fuente también se suministran otros fármacos en caso de infecciones adicionales que se presentan en pacientes de COVID-19.
El especialista que trabaja en el hospital de Ate afirmó que algunos casos de pacientes críticos han presentado infecciones pulmonares agregadas a la causada por el virus SARS-CoV-2 por lo que han aplicado antibióticos como la vancomicina, meropenem, piperacilina, entre otros que buscan acabar con el germen que causa la infección adicional.
Según indicó la fuente a Convoca.pe, en esos casos, además de la falla respiratoria, también se presentan fallas renales a causa de la medicación, por lo que varios de los pacientes con COVID-19 en la UCI del Hospital de Ate son dializados periódicamente en la unidad el Ministerio de Salud terceriza a una empresa privada.
Por su parte, el doctor Jesús Valverde afirmó que al usar estos fármacos, además de la inflamación pulmonar por el COVID-19, los pacientes pueden presentar infecciones pulmonares agregadas. Aunque precisó que, para ser aplicados, los médicos deben tener la seguridad de qué bacteria está causando la infección adicional para proporcionarles esos antibióticos que podrían causar insuficiencia renal.
Sin terapeutas físicos
Cuando un caso crítico por el nuevo coronavirus logra superar la enfermedad y no necesita más la ventilación mecánica se presentan nuevas complicaciones durante su recuperación. Un paciente grave con COVID-19 está en promedio entre 15 a 30 días con sedantes y conectado a un respirador artificial. Cuando la persona logra superar la situación de crisis, presenta algo que los médicos intensivistas conocen como "delirio del paciente crítico", que se asocia con el tiempo prolongado en ventilación mecánica, en el que el paciente no logra tener sentido del tiempo, muestra agresividad, delira, tiene complicaciones musculares y presenta tolerancia a la sedación.
El médico intensivista declaró a Convoca.pe que los que superan la ventilación necesitan una intervención especializada de terapeutas durante al menos 5 días para superar el ‘delirio’. Pero si el problema de la falta de médicos intensivistas es preocupante, la ausencia de terapistas es alarmante porque el hospital de Ate no cuenta con un solo fisioterapeuta.
Este dato coincide con lo publicado por la Contraloría General que confirma que en la actualidad hay "cero" terapeutas y que se requieren 55 para cubrir la UCI para los casos con COVID-19. Además, se necesitan 112 enfermeras especialistas y 78 técnicos en enfermería. En la convocatoria anulada por el Hospital de Ate también se incluía la contratación de diez terapeutas.
Cabe anotar que el domingo pasado, este medio digital alcanzó varias preguntas al Ministerio de Salud, a través de la oficina de Prensa, en donde se comprometieron a designar un vocero para respondernos. Las interrogantes están relacionadas a datos y cifras sobre el estado de las unidades de cuidados intensivos en el hospital de Ate y a nivel nacional, así como los protocolos de fármacos para la atención de casos críticos. Al día siguiente, el lunes 20, se volvió a insistir y hasta el momento solo hay silencio oficial.